Familia con Dos Papas, (6@ parte. Preparación)
De como preparé la situacion para obtener el permiso de los padres del vecino adolescente para visitarnos y compartir con mi hijito Matias y yo……
Y como ya relaté, acercándose el cumpleaños número 8 de Matías y para aclarar la preocupación del padre de Gerardo por la amistad con un niño más pequeño, es que me dirigí a su departamento con Matías y una tarjeta de invitación.
Obviamente ya Gerardo estaba al tanto de que iríamos y convenientemente estaba en su dormitorio. Cuando toqué el timbre abrió su padre, que ya comenté es oficial de la policía uniformada (Carabineros de Chile), quien saludó cortésmente y me apresuré a señalar que mi hijo llevaba una invitación para su hijo.
Aunque extrañado, nos invitó a pasar y llamó a Gerard0. Su esposa también salió a saludar, ellos Carlos y Rosa, ahí aparece Gerardo, los chicos se saludan cordialmente y Matías le pasa la tarjeta de invitación, a lo que yo explico que es para la celebración de su cumpleaños que se hará dentro de dos semanas en los espacios comunes del edificio, que ya estaba coordinado y además contratado una empresa a que realice el evento.
Les comento que quizás a ellos les extrañe que los chicos sean amigos con su diferencia de edad, pero que todo se debe a lo buen chico que es Gerardo, dado que en el colegio a Matías por ser muy tímido había un par de compañeritos que lo molestaban, lo empujaban, le tiraban las cosas, el famoso «bullying» hasta que en una ocasión su hijo les vio y los increpó diciendo que si le volvían a molestar se entenderían con él, dado que son primos. Una gran actitud, acorde a lo que su padre hace, de defender al más débil.
Obviamente ese ultimo comentario hinchó el pecho de orgullo de Carlos, quien ya cambió el tono y me invitó a una cerveza. Los chicos se fueron a la pieza a jugar consola.
Ahí nos distendimos y le conté la triste historia de la muerte de la madre de Mati, en accidente de tráfico por culpa de un conductor ebrio, que ante aquel problema mis padres me lo cuidaban ya que tenía recién 4 años, pero al tiempo mi padre tuvo un ACV que hizo replantearnos todo, llegando a que Matías se viniera a vivir conmigo, que ya tenia casi 7 años, y así, en eso estamos.
Obviamente con tanta información ya había mas confianza y fue cuando les dije que el mismo día del cumpleaños vendrían mis padres y hermano con su mujer y en la noche haríamos una parrillada en la azotea del edificio, después de la tarde de los niños, que hay de todo y ya lo tengo reservado, invitación que fue bien acogida y aceptada.
No entraré en detalles de los encuentros con Gerardo en nuestro departamento en los días posteriores y previos al cumpleaños. Para que Gerardo fuera a mi departamento no había obstáculos por sus padres, y sigamos con lo ocurrido el día de la fiesta.
Estábamos ya en la parrillada, mis padres muy entretenidos con los nuevos amigos, y mi hermano algo pensativo puesto que llegó sin su pareja. En un momento y ya con un par de tragos en el cuerpo nos alejamos a conversar y me contó que todo iba de mal en peor y que quizás ya se divorciará.
Y siendo el momento de las confidencias, le pregunté por un chico rubio que habíamos conocido en el colegio, a nuestros 14 o 15 años, lo que le extrañó, pero me dijo, “¿aquel al que se cogió medio curso?” pues sí, ese mismo…… ¿y que tiene? Mmmm ese fue el primero de varios que tu me invitaste a coger……si claro, pero ¿a que viene ese tema?……Pues que estoy haciendo lo mismo con Gerardo……. Ufff, que abrió tamaños ojos y hasta lo emborrachado se le fue (además que se lo dije sin mayores preámbulos, jajajaja).
Si, le dije, y le conté brevemente lo que había pasado con Gerardo , lo que relaté en mis entregas 1 y 2.
¿Y tú crees que yo pueda participar? Me preguntó con ansias y morbo.
Pues, preguntémosle……Matías, ven. Mira, que tu tío dice que tiene un regalo sorpresa para ti, quiere saber si tú lo quieres……Mmmm, pero si mi tío ya me dió sus regalos (me incline y le dije al oído “tu tío quiere hacer contigo lo que hacemos los tres con Gerardo).
¿En serio? Siiiiiii
Al oír eso mi hermano lo tomó en sus brazos y aprovecho de amasarle el culito dando la espalda a los demás que nadie lo notara y le dio un sonoro beso a su sobrinito querido, ocultando un poco la tremenda erección que se le produjo.
Ya en la noche llegamos a la hora de dormir, y ubique a mis padres en el tercer dormitorio, mi hermano en el del medio y nosotros en el primero y le dije a Ismael que diera unos minutos a que los papás se duerman y se va a nuestra habitación.
Estábamos ya en la cama, yo en bóxer y mi hijo en piyama y se sintió un leve golpe a la puerta, y entró mi hermano solo en bóxer mostrando un gran bulto. Debo aclarar que mi hermano siendo mellizos somos bastante distintos, el es de piel mas oscura, tiene pelo en el pecho y algo en el estómago y un pene de casi 20 cms mas grueso que el mío que solo mide 18 cms y yo casi lampiño entero.
Se acerca y mi hijo nada de tímido le baja el bóxer dejando a la vista esos 20 cms de carne morena hirviente y soltó una exclamación. ¡oh! Mi hermano se lo acercó y el niño abrió la boca para recibirlo empezando a mamar lo poco que le entraba.
Mi hermano gimió y empezó a acariciar su cabecita, tratando de follarle la boca lo que era imposible por el tamaño. Le dije que haríamos como antes cuando cogíamos chicos, primero lo hago yo para dilatarlo y luego sigue él lo que aceptó, para lo cual desnudó a Matías y me pidió que iniciara.
Mientras yo tomaba el lubricante, mi hermano metió su lengua en el rosado hoyito de Matías quien gimió, yo me acerqué con mi pene embadurnado de crema y lo empecé a penetrar. Mi hermano miraba extasiado y acercó su pene a la boca del niño nuevamente, el que lo empezó a lamer y chupar mientras yo iba poco a poco taladrando su culito adaptándolo para el próximo invasor.
Cuando ya se lo clave hasta el fondo, mi hermano ansioso se acostó boca arriba y le pidió a Mati que se sentara en su verga, de acuerdo a lo que soportara. Mi hijo se acomodó y empezó su auto empalamiento, que en un principio entro la mitad al menos dada la dilatación que yo le produje, arrancando un leve quejido, para luego seguir poco a poco subiendo y bajando, y en cada bajada entraba un poco más. Mi hermano acariciaba su cuerpecito, le apretaba las tetillas, yo por mi parte me ubique entre las piernas de mi hermano a 10 o 15 cms de la acción y observaba como ese trozo de carne negra se iba incrustando en el culito infantil. Primera vez que me fijé bien que los huevos de mi hermano cuelgan considerablemente a diferencia de los míos y hasta me atreví a tocarlos y pasarles la lengua junto al culito de mi hijo, de tanto morbo que sentía.
Cuando ya el niño estaba casi completamente empalado, mi hermano se cambió de posición sin sacar su pene, dejándolo de espaldas con sus piernecitas a los hombros y le empezó a follar de modo sistemático y profundo, dando pequeños gemidos al igual que mi niño. Yo mantuve mi posición y podía ver como la bolsa escrotal rebotaba en las nalgas de Javi a cada empellón que clavaba profundamente su oscuro miembro.
Y así siguió, siguió y siguió hasta que de pronto se detuvo y emitió un gruñido anunciando que había empezado a inundar los intestinos de Matías con su semen acumulado que salía a borbotones de sus grandes huevos. Oh, oh, oh…. empezó a sacar su pene que venía bañado en su propia leche y cuando ya salió completo, un chorro de leche cayó sobre la cama, que yo afortunadamente había cubierto con una toalla.
No te muevas, le pedí a Matías, y me ubiqué rápidamente ocupando el sitio de mi hermano introduciendo mi pene que llegó al fondo sin problemas, empezando a batir la leche recién depositada, haciendo un ruido especial de liquido revuelto. Obviamente solo aguanté unos pocos segundos hasta también descargarme dentro de mi niño hermoso.
Nos levantamos para ir a asearnos al baño privado de mi habitación y pude observar como por las piernas de mi niño, corrían sendos hilos de semen, de la mezcla que se había producido dentro del infantil pero no menos goloso culito.
Luego de ello nos tendimos en la cama, el niño al medio para acariciarlo y besarlo, el tío pregunto si le había gustado y Matías golosamente dijo que todo delicioso, mi hermano buscó su bóxer para retirarse a su cama, y así los tres procedimos a dormir plácidamente.
Al día siguiente fue todo normal, como domingo salimos a un centro comercial, luego a un restaurante a almorzar y por la tarde mis padres y hermano regresaron a sus casas. Todo normal.
Continuará……
Buen relato, sigue así
Excelente relato, ahora a esperar la continuación del mismo, me da mucho morbo pensar que pudieran incorporar a alguien más y lo que hicieron con el tío y tal vez con Gerardo los cuatro
Saludos
Delicioso, estoy full paja.