Fantasía sexo fuerte en Iglesia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi fantasía sería de la siguiente manera.
Me llamarían de parte de la Iglesia para impartir una catequesis, llegarían jovencitos de entre 12 y 16 años y me fijaría en un chiquillo de 12 años, blanquito de cara niño, bajito y delgado, pero con piernas macizas y gruesas, yo un hombre de 45 años de cuerpo grande y velludo estaría ansioso por violarme a ese chavito.
Un día cuando todos los niños se hallan ido ya y siendo tarde, el chavito a quien llamaremos José, sería el último en retirarse, me contaba que sus padres se retrasarían una hora, yo aprovechando me sentaría a platicar con él y lo llevaría a una capilla de la Iglesia, una que es privada y no muy transitada sobre todo a esa hora, la Iglesia se encontraba vacía, excepto por un par de viejecitas que rezaban afanadamente.
Entonces le llevaría con engaños y ya estando en la capilla, algo pequeña, con bancas, columans anchas y algunas imágenes religiosas en nichos aprovecharía para acercarme a él y pegármele, le roso intensionalmente con mi miembro bajo el pantalón, obviamente exitado, entonces le toco la pierna mientras estamos sentados uno a la par del otro y le propongo un juego, uno que le gustará y que debe prometer no decir nada, él accede.
Estando sentado en la banca, saco mi monumental y gruesa verga totalmente tiesa y le digo que debe chuparla, mientras le tomo del pelo y siento una deliciosa exitación y satisfacción de que un chico de doce años me esté mamando el miembro en una iglesia, luego lo pongo en cuatro sobre la banca, le quito los pantalones, solo le dejo sus pequeños zapatos, pues es de pie pequeño, veo sus piernas bastante gruesas y bien formadas y sus nalguitas paradas y redondas, bastante grandes y duritas, le meto un dedo, mientras le digo que no debe hacer ruido, le meto otro dedo, puedo ver como el chico empieza a retorcerse levemente, luego le lubrico con mi lengua y le meto la lengua en su culito virgen.
Entonces lo cargo y lo llevo a uno de los niños en donde se encuentra una imagen de un santo, nos subimos al nicho,quedamos a los pies del Santo, solo muevo de lugar las flores, estamos entre dos columnas gruesas, así que nadie puede vernos a menos de que entre a la capilla, lo pongo en cuatro, acaricio su culito con cariño y empiezo a meterle la puntita, está bastante estrecho, empieza a gemir y debo taparle la boca con una mano mientras con la otra le tomo del cabello jalando su cabeza hacia mi y obligándolo a arquear su espalda hacia abajo, le jalo fuerte que termina viendo hacia arriba, entonces sigo abriendo paso, siento como poco a poco lo voy penetrando y abriéndo su culito.
Siento sus lágrimas en mi mano, con la que le tapo la boca, le meto la verga hasta el fondo y empiezo el mete saca, primero lento y luego mas duro y rápido,aún le jalo el cabello, pero le he quitado la mano de la boca pues ya no hace ruidos, solo deja caer sus lágrimas, con la otra mano me sostengo de la imagen que tenemos a la par.
Luego le empiezo a dar mas duro, tratando de no hacer ruido, sus nalguitas bien echas y duritas topan en mi pelvis, le jalo del pelo y hago que se hinque, su cara queda pegada a la imagen lo sigo follando, pero he bajado el ritmo.
Cambiamos de pose, ahora sus piernas en mis hombros mientras le veo sus caras de dolor y placer, empiezo a embestirlo, le beso y lamo las piernas bien formadas, lo abro y le doy mas fuerte, saco toda la verga y la dejo ir de un solo hasta el fondo luego empiezo a chimarlo mas rápido, veo como sus pies se mueven estrepitosamente mientras lo follo, le tapo la boca pues empieza a hacer bulla, pero no se escucha afuera, le digo que es mi perrita al oído y que me encanta, le pregunto si le duele y me dice que si, le pregunto siquiere que pare y me dice que no.
Entonces lo pongo de rodillas a la par de la imagen y le lleno la cara de leche, el cabello y parte de la ropa, luego la riego con mi verga por toda su cara, pero el chico ha quedado lleno de mi leche, nos bajamos del nicho y lo llevo a una banca, le quito los zapatos y los calcetines y uso estos para limpiarle la leche del pelo y de la cara y se los vuelvo a poner así mojados, su cabello quedó pegajoso, pero no se le nota nada.
Me despido de él y ahora le digo que me encantó y que espero pronto para repetirlo.
Muy enferma, pero muy cachonda imaginación.