Fantasía sexual dos conocidos SST
Esto es una fantasía que ha nacido durante la charla de dos personas que nos conocimos en la web SST.
Somos dos personas: un jovencito moreno, ojazos color miel, cuerpo normalito, unas curvas muy buenas y un buen culito virgen, de México (13 años).
Y yo, un tío normal que cuando algo le da morbo es incansable, de España (26 años).
Durante mucho tiempo hemos intercambiado mensajes de todo tipo, sobre todo el tema principal del que hablábamos es el sexo.
Nos contábamos nuestras fantasías hasta el punto de cada uno masturbarse tranquilamente.
Siempre decíamos que debíamos conocernos pero la distancia es mucha de un país a otro.
Un día, envueltos en nuestra fantasía empezamos a hablar cómo sería la primera vez que nos veamos.
Yo soy de sexo con mucho cariño, amor y cuidado, sin embargo el jovencito es todo lo contrario.
El quería ser un sumiso total, le pone mucho la idea que le intenten violar, todo lo contrario a mis gustos.
Hasta que un día decidí darle una sorpresa, conseguí un vuelo + alojamiento a bajo precio en su ciudad pero no le dije nada.
Tras el viaje, llegué al apartamento y me dispuse a descansar, tantas horas de vuelo y el jet lag me tenían muy cansado.
Llegué una mañana, descansé hasta media tarde.
Cuando desperté no dejaba de pensar en este chico, no me lo sacaba de la cabeza hasta que me llega un mensaje y era él quien escribía.
Di saltos de alegría, entonces le di la dirección en la que estaba y le pedí que venga, le dije que tenía una sorpresa muy grande para él y que viniera bien duchadito.
En nuestra fantasía el me pedía que ni bien entrara yo le diera un golpe y que lo empezará a forzar, pero no lo hice así.
Ambienté el apartamento con poca luz y luces de velas que había comprado.
Y en la habitación habían muchos espejos con el que luego disfrutamos mucho.
Cuando llegó, le abrí la puerta y me escondí para que no me viera.
Él al entrar se quedó asustado por la poca luz, cerré la puerta rápidamente y me lancé a él por detrás sujetándole fuerte y tapándole la boca.
Acerqué mis labios a su oreja y le susurré que si tanto lo desea yo le daría mucho placer.
Él intentó revolverse para liberarse de mi, lo tiré al sofá boca abajo y rápidamente me senté sobre el.
Cuando intentó gritar rápidamente volví a cerrarle la boca.
Como pude me quité la camiseta y se la até en la boca para que no pueda gritar.
Le tiraba del pelo y le daba bofetadas, como él me lo había pedido en nuestra fantasía.
El todavía no me había visto la cara.
Mientras le sujetaba fuertemente los brazos, pude quitarle las zapatillas y los pantalones, sólo le dejé el bóxer que traía puesto.
La camiseta fue más complicado, tuve que darle puñetazos en la costilla para que se dejara quitar.
Ya estaba llorando pero se seguía resistiendo y no quería romperle la camiseta porque luego tendría que marcharse a casa.
Lo cargué y me lo llevé a la habitación rápidamente, es allí cuando me vio la cara, sabía quién era y eso le motivó más para que se resistiera, menudo cabroncete.
Aunque no me gustaba, tuve que aplicarme a fondo, como era imposible quitarle la camiseta decidí abusar de él con ella puesta.
Con mi cinturón le até las manos por atrás y le tumbé boca abajo sobre la cama.
Rápidamente me quité toda la ropa quedando totalmente desnudo y volví a sentarme sobre él para inmovilizarlo completamente.
Fue entonces que acerqué un poco de vaselina, terminé de quitarle el bóxer y empecé a untarle en todo su culito.
Era precioso muy suavecito.
El simple tacto me la puso muy dura.
Él se movía mucho, se resistía, pero yo fuertemente hacia presión en su ano con mis dedos.
Le tiraba del pelo y le daba bofetadas para que se tranquilizara.
Tenía que inmovilizarle por completo pero no sabía cómo, no quería darle puñetazos, no quería marcarle tanto y mucho menos romperle alguna costilla.
Así que con el nudillo de mis dedos empecé a hacerle presión fuertemente.
Eso le provoca fuertes dolores y apenas deja marca.
Empecé con su espalda, buscando la zona con huesos para que le haga daño.
Poco a poco fui tomando el absoluto control de su voluntad.
El lloraba mucho, le estaba haciendo mucho daño hasta que le vi que no podía más y fue cuando tenía todo el control de su ser, se rindió completamente.
Entonces le desaté durante un momento y le quité la camiseta.
El exhausto boca abajo, lo acerco al borde de la cama y le pongo mi pene en su boca.
Como me la mamaba, por ratos le cogía del pelo y se la metía hasta que tuviera la sensación de ahogo.
Empapó la almohada con sus lágrimas.
Mientras yo metía más dedos en su culito, lo follaba con mis dedos.
Cuando sentí que ya estaba preparado, le volví a tapar la boca con mi camiseta y le volví a atar las manos.
Lo puse en posición de perrito y le puse una almohada por debajo por si se cansaba y se tumbaba.
Primero le metí la punta muy despacio, pero luego se la metí fuerte de golpe.
Espere a que su ano se acostumbre y empecé a follarlo muy fuerte.
El impacto de mi pubis en sus nalgas sonaba más que sus gemidos y quejidos, hice bien en taparle la boca porque se hubiera enterado todo el edificio.
Cada vez aceleraba más y más mis movimientos, él no paraba de quejarse pero pude notar que ya no lloraba, lo estaba disfrutando.
Cuando paraba, aprovechaba para azotarle sus nalgas, dejaba mis manos en sus nalgas que se pusieron muy rojas.
Seguí follándolo hasta que me corrí dentro de él.
Exhausto le desaté por completo y me tumbé sobre él.
Le acariciaba suavemente y le preguntaba si se encontraba bien.
Me dijo entre lágrimas que se sentía adolorido, pero no se movía.
Entonces le dije que recuperara fuerzas porque no había acabado.
Lo bajé de la cama, le até del cuello y de rodillas lo llevé al baño.
Allí le hice entrar a la bañera y abrí el grifo para bañarme junto a él.
De pronto me entraron unas ganas enormes de mear, le acomodé y meé sobre él, por todo su cuerpo.
Esto parece que le gustó muchísimo, le saqué hasta una pequeña sonrisa.
Esto me gustó mucho y me metí a la bañera con él.
Le limpié entero, con mucho cuidado y le enjaboné todo su cuerpo.
Se encontraba muy confuso, cuando terminé de ducharme con él, le sequé muy bien, le di un beso muy apasionado y le cargué para llevarlo de nuevo a la cama.
Allí le tumbé boca abajo, le susurré que ahora tocaban mis gustos y que cuidaría de él.
Saqué una crema para su culito, después del sexo anal y se lo froté muy despacio.
Esta vez con mucho cariño.
Me tumbé a su lado y le abracé, nos empezamos a besar hasta que ambos llegamos a exitarnos.
Recorrí todos los rincones de su cuerpo con mi lengua, el sólo gemía de placer.
Al cabo de un rato me vuelvo a tumbar boca arriba y le dejé mi polla para que jugara.
Se lo metía a la boca, se notaba que le encantaba mamar.
Lo estaba haciendo de lujo cuando sentí que me corría, entonces decidí pararle y le pregunté si todavía podía aguantar a que le follara un poco más.
Me dijo que quería intentarlo, se tumbó a mi lado y me dio la espalda en posición de cucharita y muy despacio se la fui metiendo.
Su culito todavía tenía la marca de mis manos de cuando lo ezoté, estaba muy caliente, cuando se la metí completamente y en mi pubis sentí su suave piel arder.
Fui bombeándole muy despacio, el tambien estaba muy excitado, así que empecé a masturbarle.
Me moría por cambiarle de posición, pero entendía que se sintiera muy agotado, así que fui acelerando poco a poco mis movimientos.
De pronto, de tanto masturbarle, empezó a correrse en mi mano, se notaba que estaba muy excitado.
La sensación fui increíble, sentía como al correrse apretaba su esfínter y me provocaba muchísimo placer.
Sólo de sentir esto, yo también empecé a correrme por segunda vez y dentro de él.
Terminamo muy agotados, dejé que mi pene volviera a su estado normal y poco a poco se saliera de su culito.
Estuvimos acostados hasta que nos quedamos dormido.
A las horas desperté de un susto y le dije que era tarde, tenía que volver a su casa.
Para mi sorpresa, me contestó que no había problema, avisó a sus padres que dormiría en casa de un amigo.
Pude disfrutar de él toda la noche, el simple hecho de tenerle entra mis brazos era muy excitante.
Por primera vez, pudimos disfrutar de nuestros cuerpos en persona, fue realmente gratificante.
wow amigo no moches te pasa que buen relato y seguiras contando verdad. saludos amigo.
Parece el comienzo de unas buenas sagas