Feliz aniversario Guadalajara….
Continuación de relato «conociendo Guadalajara»… se pone mejor el viaje.
Saludos a todos, gracias por sus comentarios y sus correos.
Escribo hoy por dos razones: 1. Tengo tiempo y 2. Es el aniversario de la bella «Perla Tapatía».
Recuerdan que en el relato anterior les comenté que Alex había salido de su departamento dejándome a merced de su hermano Enrique, aunque este estaba mega hot el acuerdo entre ellos era que no habría sexo sin que el otro estuviera presente, así que solo nos bañamos y yo le mame ese tremendo rifle que se cargaba.
Después del oral y de bañarnos, nos quedamos preofundamente dormidos Enrique y yo viendo televisión y Alex al llegar nos despertó, a mí con un delicioso beso en los labios y a su hermano lo movió hasta que despertó.
Alex: Ya despiertense flojos, que el día es joven y hay muchas cosas que hacer, traje comida y unos regalos para nuestra putita preferida.
Y volvió a besar mis labios.
Enrique: ¿conseguiste todo?
Alex: Sí, me costó trabajo y por eso me tardé, pero en el centro venden de todo y pues aquí está.
Alejandro le dio un par de bolsas a Enrique que yo no sabía que era, este empezó a revisarlas sin sacar nada de ellas y le dio gusto ver todo eso.
Enrique: Mira amorcito todo lo que trajo mi carnal, se nota que te quiere mucho y que le gustas demasiado.
Yo: ¿Qué es todo eso pues?
Me entregaron las bolsas y empecé a sacar las cosas, yo no entendía bien que era todo eso pues nunca había visto algo así, excepto la lencería, se parecía a la ropa interior que usaban mis hermanas y que, he de confesar, me probé más de una vez a escondidas.
Alex: Todo eso son juguetes mi amor, que te van a servir para trabajar en la dilatación de tu ano, que te van a hacer sentir más placer y esa ropita es para que la uses esta noche… ya verás que rica sorpresa te tengo preparada.
Yo: ¿Aún hay más cosas?
Enrique: uuuuuuy no sabes lo que te hemos preparo precioso, pero por lo pronto vas a utilizar esto.
Tomo un aparatito que venía en las bolsas y un bote, lubricante, abrió el aparato, separo lo que parecía ser un control remoto y aparto una especie de cilindro que empezaba con una punta delgada y terminaba un poco más gruesa, no era tan larga, llenó de lubricante el cilindro y me dijo que me volteara, al parecer iniciaría a lubricar mi ano pero Alex lo interrumpió:
Alex: A él lo lubrico yo hermanito.
Dicho eso me puso en cuatro, hizo que pegara mi pecho a la cama y parara bien mi culito e inicio a lamer uuuuuy que rica lengua, empezó a lamer fuera de mi ano y a escupirlo, a mordisquear mis nalgas y a dar pequeñas nalgadas, yo estaba que explotaba de lo rico que era aquello y de repente inicio a meter su lengua en mi ano, posterior sentí uno y luego dos dedos, volvió a escupir un par de veces y…
Alex: Listo hermano, esta pequeña está preparada.
Enrique al escuchar eso empezó a introducir el juguete que tenía en las manos, yo sentí un poco de incomodidad al principio, pero posteriormente pasó. Lo introdujo hasta una especie de tope que tenía el juguete y dijo:
Enrique: Listo mi amor, lo tiene todo dentro y bien acomodado, así andarás todo el día, solo lo moverás si tienes ganas de ir al baño.
Yo: Esto se siente rico, pero para que sirve y que es eso que tienes en la mano.
Enrique: Tranquila mi amor, poco a poco sabrás que es, pero te daré una probadita.
Vi que manipulo algo en lo que traía en las manos y sentí como lo que me habían metido por el culito vibraba rico y de repente empezó a moverse circularmente, solo fue unos segundos y se sintió delicioso, tanto que lancé un gemidito y mordí mis labios.
Enrique: Vaaaa que putita es esta, bien que le gustó.
Alex: Claro, es mi putita preferida, ya sabes. Peeero es momento de ir a comer algo y jugar o dar un paseo.
Yo me levanté y me iba a poner mi ropa, pero…
Alex: No mi amor, a poco no le gustó la ropita que le traje.
Yo: Si esta linda, pero yo traigo mi ropa.
Alex: Esa es para ti y quiero que este fin de semana uses solo esa ropita aquí en casa, si salimos te pones encima tu short o lo que traigas.
Yo: Está bien, cual quieren que me ponga.
Enrique: Así me gusta sumisa mi putita, ponte esté negro, quiero que uses el rojo en la noche.
Hice lo que me dijo Enrique y me puse una tanguita de encaje negro que me quedaba super bien, se notaban muy ricas mis nalgas.
Alex: que rica te ves putita, hasta te miras mejor que muchas pirujas que me he cogido o no carnal.
Enrique: La neta si carnal, hasta se me paró la verga nuevamente.
La erección de ambos era notoria, se les había puesto súper dura de tan solo verme.
Ambos se voltearon a ver y como si se pusieran de acuerdo con tan solo verse dejaron a mi disposición sus deliciosas vergas, si verlas por separado era delicioso, ver esos tremendos fierros duros y a mi disposición era un manjar al cual de seguro nadie se negaría y yo no sería la excepción.
Alex y Enrique me tomaron de mis hombros e hicieron que me hincara frente a ellos, yo no puse ninguna resistencia ante ello, me hinqué y tomé esos dos duros, calientes y deliciosos penes en mis manos y empecé a lamerlos como si de una paleta de caramelo se tratase, las alternaba una a una, de repente lamía las bolas de uno y de repente empezaba a introducirme la verga del otro, aquello era un espectáculo digno de una película porno.
Abría la boca lo más que podía, el grosor de aquellas vergas era imponente y mi boca, aunque ya con cierta experiencia, no dejaba de ser pequeña ante semejantes falos.
Empezaba a meter el pene de Alex a mi boca y de repente Enrique tomo el control del juguete que me habían introducido y prendió aquello, yo me puse como perra en celo, trataba de gemir, pero el falo de Alex me lo impedía lo único que generaba era que abriera un poco más mi boca y este aprovechara para meter mas profundo aquel pene caliente, de repente Enrique me pone en la boca su pene, Alex no sacó del todo el suyo, simplemente salío un poco para que su hermano fuera partícipe de aquella penetración, mi boca violada por estos machos no se daba abasto, pero era exitante verles los rostros llenos de lujuría y sentir aquel juguete dentro de mí y sin más mi pene empezó a eyacular.
Alex: Dame chanza hermano que ya estoy por terminar.
Dicho eso Enrique salió de mi boca y Alex tomó mi nuca y me metía lo más profundo que podía su pene, yo estaba a punto de vomitar cuanto este dando tremendo gemido empezó a lanzar chorros y chorros de leche directo a mi garganta.
Alex: Aaaaaay putita que rico, mira como me has puesto, me haz sacado toda la leche, pero esto no termina aquí.
Enrique: sigo carnal, sigo….
Enrique siguió los pasos de su hermano, poniendo sus manos en mi nuca inició una lenta penetración en mi boca, él disfrutaba meter centímetro a centímetro su enorme falo en mi pequeña y húmeda boquita, hasta llegar a mi garganta, tremendas arcadas me provocaba, pero no iba a desaprovechar aquellos machos, siguió así y después de unos 10 minutos empezó mas duro y mas duro hasta terminar.
Enrique: Aaaaaa…. aaaaaa…. putita pero si con una mamada nos haces esto, no quiero imaginar todo lo que pasará más tarde.
Alex: Shhhh.. hermano vamos a comer.
Mientras yo terminaba de pasarme toda la leche de Enrique, ellos me ayudaban a levantarme, Enrique apagó el juguete y nos fuimos a comer, Alex había llevado tortas ahogadas para todos.
Alex: si quieres ahorita vamos a alguna plaza para que conozcas mi amor, damos la vuelta y hacemos tiempo para más tarde.
Yo: Como ustedes digan, yo estoy a su disposición.
Y les regalé una bella sonrisa coqueta.
Enrique: Eso nadie lo duda putita, de todos modos, ni conoces la ciudad y no podrías escapar, aunque no creo que quieras.
Alex: Termina de comer, ponte algo y vámonos.
Así fue, todos terminamos de comer, recogimos los trastes sucios, Enrique y yo nos fuimos a vestir y listo, salimos de paseo. Fuimos a plaza galerías, pues era la más alejada de la entrada del pueblo y Alex y Enrique no querían que nos fuéramos a topar con alguien que nos pudiera echar a perder su plan.
En el paseo, o estaba encantado era algo que no conocía y era súper bonito, grande, las tiendas muy padres y lo mejor…. veía mucho chavo guapo, lo cual no pasó desapercibido por Alex y Enrique.
Alex: Esta ya anda de putita, ve nomas carnal como se le van los ojos.
Enrique: Ta bien, déjala que vea a los batos, que se ponga biiieeeeen cachonda la cabrona, así más al rato será más rico.
Alex: jajajajaj…
Estábamos dando la vuelta, entramos a varias tiendas y me compraron muchas cosas, ropa, chocolates, unos tenis, etc. En esa estábamos cuando de repente Alex vio a lo lejos a alguien.
Alex: Que onda Moy (hablando un poco fuerte y levantando la mano para que lo vieran), ven wey.
Moy: Que onda Alex, que onda Enrique…. no me digas que este pequeño es…..
Alex: Así es, que te parece.
Moy: Se ve muy lindo.
Alex: Saluda a mi amigo Moy.
Moy: que tal Jorgito, éstos cabrones me han hablado muuuuy bien de ti, ¿cómo te tratan?
Yo: Bien, hola.
Moy: Pero que callado, ¿quieres una nieve?
Yo voltee hacia Alex y este hizo un gesto positivo.
Yo: Sí, me encantaría.
Moy: Pues vamos. Ahorita los vemos.
Alex: Nos vemos en tal tienda, cuídalo mucho y pórtate bien.
En el camino a comprar la nieve Moy me miraba mucho, me hacía caminar delante de él y notaba como agarraba firmemente su paquete, el cual se veía de buen tamaño y en cierto momento, se notó que tomaba firmeza, lo cual quiso disimular con unas bolsas que traía en la mano.
Yo no recordaba que traía el juguete que Enrique y Alex me habían puesto y de repente empecé a sentir como se movía, me hacía difícil caminar y Moy ooooobviamente lo notó.
Moy: Que te pasa pequeño, por que caminas extraño.
Yo: No, por nada.
Moy: ¿Te duele algo? ¿Te lastimaste?
Yo: Lo que pasa es que me dieron ganas de ir al baño.
Moy: Mira vamos a unos que están por acá.
Noté que enviaba unos mensajes por el celular y de repente le dio risa.
Moy: ajjajajaj este par de cabrones, ven vamos al baño Jorgito.
Nos fuimos a unos que estaban muuuuy retirados de donde estábamos y eso se me hizo eterno, entramos al baño, quise sacarme el juguete, pero recordé que Enrique me dijo que solo lo podía sacar si quería hacer del baño, así que solo entré en el baño, me relajé un poco y tal parece que lo apagaron porque ya no sentía nada o tal vez por la distancia no podían usarlo, pensé.
Moy: ¿Estás bien Jorgito?
Yo: Sí, ya estoy mejor.
Moy: ¿Quieres que te ayude en algo?
Yo. No, gracias, ya todo está bien, ya salgo.
Moy: Ayúdame tú entonces, ven, estoy en el último baño.
Los baños estaban separados por paredes intermedias que no permitían visualizar a nadie, me dirigí al último baño y toque despacito y Moy me dijo que pasara. A todo esto: Moy era un tipo lindo, era alto, un poco más marcado de cuerpo, tenía unas piernas lindas y era muy velludo, barba tupida, brazos peludos y su camisa dejaba escapar un poco de vello que cubría sus pectorales, después me enteré que era deportista, además de ser médico.
Yo: ¿Qué necesitas?
El espectáculo era hermoso, aquel hombre estaba totalmente desnudo en el baño y con su pene a tope, no era tan largo como el de Alex o Enrique, pero era grueso…. muuuuy grueso.
Moy: Necesito que me ayudes con esto.
Tomó su pene con una mano, ni siquiera esa mano de hombre podía cerrarse al tomar esa verga gruesa, pero hermosa, era derechita, lo más imponente era su cabeza… aún más gruesa que su tronco.
Estiró la otra mano y me jaló hacia él.
Moy: Ven pequeño, me han dicho que te gusta jugar con esto y quiero comprobarlo.
De repente me empezó a desnudar, yo tenía una mezcla de sentimientos, ver a ese hermoso ejemplar desnudo y a mi disposición, pero estábamos en un lugar público lo cual me generó miedo y una sensación de morbo y me puso caliente:
Moy: No te preocupes, aquí no viene nadie, son los baños más alejados de la plaza y si viene gente es más tarde. Date vuelta, te quiero ver todo el cuerpo, a ver si eres tal como dicen aquellos cabrones.
Yo me di vuelta y él notó el juguete incrustrado en mi culo.
Moy: Éstos cabrones, con razón te dolía al caminar, pero que rico te ves, creo que eres mejor en persona que lo que han dicho, ven…. disfruta este caramelo.
Yo me hinqué, no opuse resistencia porque aquel manjar era nada despreciable e inicié, lamí su cabeza y Moy empezó a gemir.
Moy: Aaaaaaaa que rico.. mmmmmmmm sigue… sigue
Como pude levanté ese ejemplar de verga y lamí sus bolas, no estaban tan colgadas, pero eran enormes.
Lamí y lamí mientras Moy no dejaba de gemir y tratarme de su puta.
Moy: Que rico lo haces, con razón te presumen tanto aquellos putos, que rico…. lo haces mucho mejor que cualquier puta.
Seguí lamiento y poco a poco metía aquel trozo de carne en mi boca, la verdad no entraba mucho, solo un poco más que su cabeza. Moy se levantó y empezó a penetrar mi boca, lo cual me generaba ganas de vomitar.
Moy: Abre la boquita, abre la boca puta.
Y me penetraba rápido, aunque no entrara toda, de repente me la sacaba, me abría mi boca y escupía en ella….
Moy: Así se trata a las putas… traga verga.. tragatela
Siguió dándome duro, de repente noté que lo hacía no solo rápido sino más profundo, con una mano tomaba mi nuca y con la otra pellizcaba sus pezones.
Moy: Eeeeeso puta…. eso.. mmmmm que rico…. mmmm…. aaaaaaa…aaaaa …. me vengo.. me vengo
De repente metío lo más que pudo su verga en mi boca y empezó a eyacular, sus chorros de leche los sentí mucho más espesos que los de Alex o Enrique y en mayor cantidad.
Moy: Que rico putita, tenía mucho que no me la mamaban tan rico. Vístete, vámonos que ya me están llamando estos putos.
Nos vestimos y salimos hacia la tienda que le indicaron que nos esperarían, pro antes pasamos por mi nieve.
Alex: Qué onda cabrón donde estaban?
Moy: Fuimos por su nieve, pero quiso pasar al baño y pues nos tardamos.
Enrique: No te hagas pendejo, qué te pareció?
Moy: De noooo maaaames cabrón, pinche boquita más rica, se ve que le han enseñado cosas.
Enrique: No mames puto, antes no los cacharon y solo has probado su boca.
Alex: Bueno… bueno… bueno, ya estuvo bueno de chingaderas, vámonos que ya está haciéndose un poco tarde.
Moy: Ahora sí, no tengo dudas, nos vemos más tarde.
Nos despedimos, Moy me dio una pequeña nalgada con apretón y me guiñó el ojo mientras se tocaba la verga.
Enrique: Vámonos a la casa.
En el camino, Alex y Enrique iban hablando cosas que no pude total atención pues estaba distraído viendo el camino, comiendo mi nieve, además la música se escuchaba alta.
Enrique: Todo está listo.
Alex: Que chido cabrón. Que rica noche nos pasaremos con esta putita ganosa.
Llegamos al departamento, entramos y Alex me dijo que me desvistiera y que me fuera a bañar, que me pusiera la ropa que me había indicado Enrique y listo me desnudé, Enrique me dio un beso en cada nalga, me recostó en sus piernas y poco a poco sacó aquel juguete.
Yo me fui a bañar, mientras Alex y Enrique no sé qué se quedaron a hacer en la sala, pusieron música.
De repente cuando me bañaba escuchaba ruidos, como que hablaban con alguien, estaba por salir cuando entró Enrique al baño porque ya se meaba.
Enrique: ¿Ya estás lista mi amor? Ya verás que noche tan rica pasaremos.
Yo: Ya estoy lista, estaba a punto de salir.
Enrique: Ven yo te llevo a que te cambies.
Me tomó en sus brazos, me dio un beso en la boca y me llevó hasta la cama.
Yo: Que tanto ruido se escucha Enrique.
Yo ya estaba lista, Enrique había colocado nuevamente el juguete en mi culito y llevaba solo aquella ropita mínima, una tanquita roja que no cubría realmente nada y un pequeño corpiño (acostumbrador o no sé como le llamen en sus países, pero es ropa interior para niña que van creciendo sus senos) y era todo.
Enrique: Ven mi amor… descúbrelo tu misma…..
…
Hasta aquí el relato de hoy, lo que pasó esa noche fue de uuuuuuuf…. que delicia, pero ya lo descubrirán.
Agradeceré leer sus comentarios, también pueden escribirme a mi correo [email protected]
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Saludos… besos y lamida
Me dejaste prendido loco y la verga a full