Fernando de 19 y Lucas de 9, en los baños de la escuela.
El niñero del pequeño Lucas, capítulo 15 «Estaba concentrado viendo como Lucas me chupaba la verga en el baño hasta que escuché decir “¿qué están haciendo?” alejé a Lucas con rapidez y trate de subirme los pantalones, la voz provenía de abajo, era un niño de 5 años».
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Hola lectores, lamento la demora, no pude agradecer por el buen recibimiento de los dos capítulos anteriores, se que varios de ustedes me escribieron esperando una respuesta pero no pude darla, me disculpo por eso, me sucedió un accidente y tuve que eliminar telegram por unas semanas ya saben, no tengo ganas de estar detrás de varas de metal.
Si alguno de ustedes me escribió y no conteste puedes volver a hacerlo, intentare contestarle a todos pero tengan paciencia, mi horario es muy apretado, soy un chico ocupado. Recuerden que no incito a que comentan estos actos, esto es solo un relata para tratar de plasmar nuestras oscuras fantasías, que se queden en nuestra mente sin hacer daño a nadie. No olviden dejar una estrellita, eso ayuda a que mas gente se interese a leer.
Una vez mas gracias por sus ricas fotos de esas vergas fenomenales que tanto me calientan, mi inspiración para escribir son sus vergas, no dejen de mandármelas, así tengo su contacto y puedo avisarles cuando subo el siguiente relato.
Este relato está dedicado a mi uno de mis vergones favoritos Notio, tambien a Jesus, Pol, Roger D y Daniel.
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En el capítulo 14: Manuel se entera que su hermano Juan (padre Lucas) había estado observando todo, como penetró, profanó y abusó de su sobrino frente a sus ojos. Nervioso de que sucedería, hablaron en la habitación solo para descubrir que su hermano era uno mas, un hombre que disfrutaba de los carnales placeres de los menores de edad y se lo hizo saber contándole una des sus experiencias cuando se folló a dos hermanitos el mismo día. Fernando quien escucho todo se masturbó detrás de la puertas mientras observaba a lucas aun desnudo en el sofá.
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El nuevo niñero del pequeño Lucas, Capítulo 15
01 enero, 2 am, narra Fernando.
Mi verga estaba dura, roja, hinchada y sobresalían las venas del esfuerzo, había escuchado casi toda la conversación de Manuel y Juan y mi mente estaba en ese plano astral donde algunas situaciones te parecen irreal pero no lo son, acababa de escuchar como mi vecino, el padre amoroso, tranquilo y colaborador que mi abuela me había contado cuando llegue a vivir con ella, de hecho esas fueron mis primeras impresiones de juan cuando lo conocí y en una de nuestras conversaciones me dijo “las personas no son lo que aparentan, hasta el ser más luminoso puede ser muy oscuro por dentro” creo que estaba hablando de él mismo.
De hecho quería saber… Tú… ¿serias capaz de follarte a Lucas? Fueron las palabras que le dijo Manuel, después de eso escuche como se levantó y entró al baño de al habitación, no pude saber la respuesta de Juan, ¿de verdad sería capaz de follarse a su propio hijo? Me levanté de mi puesto, miré hacia el suelo y había varias gotas de semen sobre la puerta y el suelo, no me moleste en limpiar nada por el contrario me dirigí hacia Lucas quien aún estaba en su trance post-cogida, desnudo y con semen seco sobre su cuerpo, mi pequeño se veía usado, ultrajado, si hubiera visto una fotografía de esa índole en alguna publicación hubiera comentado por justicia y que los criminales pagaran sus actos, pero en este caso yo era ese criminal y lo había disfrutado tanto que estaba dispuesto a hacerlo cientos de veces más, ¿me convertía esto en un criminal? Tal vez.
Escuché a Manuel salir y aún estaba desnudo, miró hacia el suelo y vio las gotas de semen, luego camino hasta donde yo estaba acariciando los cabellos de Lucas.
B: Supuse que escucharías todo pero… ¿te masturbaste? Pedazo de enfermo.
J: Al final salió mejor de lo que esperabas ¿no? Estoy muy sorprendido de hecho, pensar que siempre vi a Juan como el papá amable y amoroso.
M: ¿Por qué no me dijiste que ya sabía que le hacías esas cosas a Lucas?
F: Si te decía no ibas a aceptar follarte a su hijo en su cara ¿Verdad?
M: No, por supuesto que no, es decir… no me hubiera atrevido ¿qué tal que no sucediera así y terminara denunciándome?
F: Va cómo no, lo escuchaste tú mismo, todas las cosas que hizo, ¿crees que te va hacer algo? Apuesto que debe estar pensando en la idea de usar a Lucas entre los dos.
M: Supongo que es muy probable.
F: Además, él fue quien propuso la llamada, quería ver cómo me cogía a su hijo de nuevo solo que no le dije que habría un invitado, juro que no lo planeé, sucedió en el auto antes de llegar y se me ocurrió al momento.
M: No tienes remedio.
Después de más una hora de estar inconsciente, Lucas despertó de su trance quejándose que su culito dolía y ardía efecto de la doble penetración que habíamos efectuado en su pequeño ano.
F: ¿Estas bien? ¿Te duele?
L: Me arde mucho fer, siento baboso, quiero ir al baño.
F: Ven acomódate bien, abre las piernas para revisarte.
Lentamente Lucas se posicionó pegando su pecho al sofá, moviendo su culito hacia atrás justo como Manuel le había enseñado. Estaba consciente que a Lucas le dolía un poco pero no evito que agarrara mi teléfono y comenzara a grabar a la vez que manoseada las blancas nalgas del menor. Llené uno de mis dedos con saliva y lo dirigí a la entrada de Lucas sobando su anito en círculos, su tacto era suave y podía notar que sus paredes anales estaban algo heridas pero eso no impedía que estuviera prácticamente cerrado como si dos vergas no hubieran entrado en él hacia hora y media. Me causó lastima tenerlo en esa situación pero un chorrito de semen saliendo desde su interior me recordó como lo había disfrutado, poco a poco abrí su anito y pude sentir lo viscoso de nuestro semen aun en su interior.
M: Que putito me salió mi sobrino, cómo se le cerró el culito tan rápido, definitivamente nació para esto.
F: Mira hacia el teléfono Lucas y cuando diga puja, haces fuerza para que salga todo ¿bueno?
Lucas hizo caso y al mirar atrás nos observó a ambos desnudos con las vergas flácidas y se le dibujo una sonrisa traviesa, puso ambas manos alrededor de sus nalgas abriéndolas de par en par dejando una vista maravillosa de dos nalguitas infantiles con gotas de semen seco sobre ellas, «puja Lucas, puja pequeño» le dije, de su cerrado ano comenzó a brotar semen espeso que resbalaba por sus piernitas delgadas ante nuestra vista, algo que provocaba sonidos viscosos cada que un chorrito salía de él.
F: Buen chico, eso es, expúlsalo todo pequeño.
Lucas liberó todo lo que pudo, su verguita estaba dura mostrando que lo había disfrutado. Manuel se acercó y se arrodilló junto a él, con sus manos abrió las nalguitas de su sobrino y pasó su lengua por su ano limpiando cada gota de semen que aún estaba sobre el cuerpo de Lucas. Me tomó de la cabeza y ambos juntamos nuestros labios en el ano de Lucas degustando el sabor tan adictivo que irradiaba el menor, cómo una perrita en celo que libera sus hormonas a sus machos, mostrando que está dispuesta, arrecha y necesitada de afecto masculino.
M: Ahh sobrino, cada vez sabes mejor, te has ganado un buen premio, ¿a dónde quieres ir pequeño?
L: Me gustaría… me gustaría ir a la playa tío Manuel_ decía somnoliento.
M: Esta bien, iremos en unas semanas, vamos, es hora de bañarte e ir a dormir.
Manuel cargó en hombros a Lucas y lo llevo a su habitación, le di buenas noches con un beso en la mejilla y luego de organizar hasta donde mi cuerpo permitió, luego me dirigí a casa tomar una ducha, había múltiples mensajes en mi teléfono, era Juan.
F: ¿Qué tal, jefe?
J: ¿Por qué tardaste tanto? ¿Acaso le volvieron a dar verga a mi retoño?
F: Créeme que me hubiera encantado, creo que no se hubiera molestado, ahh Juan, si vieras como de abierto estaba su ano.
J: Claro que lo vi Fernando, vi cada detalle, no me sorprendería si mi hijo no puede volver caminar.
F: ¿Y no te preocupa? ¿Eso sería muy malo no?
J: Si eso sucede ya sabes que acabo contigo, eres el responsable de Lucas.
F: Ya deja el drama, el que casi me mata es Manuel pero bueno ¿Te gusto verlo coger? bueno se la respuesta a eso, escuché cada frase y palabra que conversaron en la habitación, no se parece a ninguna de las historias que me contaste antes… ¿Cuántas cosas malas has hecho Juan?
J: Si te las cuentos probablemente creerás que es buena idea entregarme a la policía, en fin, ahh la verdad es que me excitó de sobremanera confirmar mis sospechas de que mi hermano hacia cosas con mi hijo.
F: Sería una buena oportunidad de que Lucas disfrute de su papi y su tío al mismo tiempo ¿no? ¿Cuál fue tu respuesta? Lo que te preguntó Manuel a lo último.
J: Antes de eso, debo decirte que regreso en unas semanas, había olvidado mencionar que debes llevar a Lucas al ingreso de su escuela, es en tres días, Manuel te da los detalles.
J: Podrías habérmelo dicho después, ahora quiero saber otra cosa.
F: Te envié la respuesta a telegram.
Deslicé a la app rápidamente y vi el mensaje, era la primera vez que vea la verga de Juan en todo su esplendor, mis ojos brillaron, era casi tan larga como la mía pero de un grosor parejo como Manuel con un color ligeramente más oscuro que su piel, una verga maravillosa cubierta de pelos, el contraste de la piel blanca y lampiña de Juan con todos esos pelos castaños me causaron una erección al instante, podía ver sus piernas, estaba sentado frente a una computadora con semen sobre su abdomen, ese semen tenia rato de estar sobre su cuerpo, “le dije que sí, mi hijo sentiría todo el amor que papá puede darle” era la descripción de la foto.
J: Te quedaste mudo… ¿te gusta lo que ves verdad?
F: Francamente, esto de ser vergon es de familia por lo que veo, estas poniéndome nervioso, espero que aun sigas desnudo porque después de esto vas a querer estarlo, hablamos Juan.
J: ¿Qué cosa? Espera Ferna_ colgué.
Envié el vídeo de Lucas expulsando toda la lechita del trio, estaba expectante de como reaccionaria, Juan observó un vídeo de no más de 1 minuto donde se apreciaba su hijo en pose de perrito, su verga se puso dura al instante, cuando le dio a reproducir vio la pícara sonrisa de Lucas mientras se abría las nalgas sin siquiera pedírselo, entendió que su bebé había sido totalmente dominado ante la sed de dos machos profanadores, no pudo evitar volver a masturbarse y sentirse el peor padre del mundo al permitir que todo ello pasara.
J: Algún día hijo, muy pronto, vas a ser mío. Vas a sentir mi verga dentro de ti, mmm ohh si hijito… me gemirás papi muchas veces hasta llenarte el culito de leche. Te lo prometo Lucas.
04 enero, 8 de la mañana.
Tal como me había contado Juan, debía llevar a Lucas a su actividad de inicio escolar, mi pequeño estaba por iniciar la secundaria y en unos meses ya cumpliría 10 años, aun con esa edad, su apariencia no superaba la de un niño de 7 años, sobre todo por su bajita estatura. Manuel nos trajo en el auto temprano y fueron unos 25 minutos de distancia.
Lucas vestía un pantalón corto gris estilo jogger y un suéter rojo que resaltaba su piel blanca, lo más rico venia por dentro donde no traía un interior si no el suspensorio rojo que Manuel había comprado para ese día, a Lucas le encantaba tenerlo puesto, según él se sentía muy cómodo y claro, para mí y Manuel era morboso verlo jugar y estar por la casa usando solo esa prenda, era fácil tomarlo en brazos y recostarlo sobre un mueble para luego enterrar mi cara sobre sus blancos glúteos y regalarle un beso negro que le sacaba muchos gemidos infantiles.
De hecho a Manuel le encantaba pajearse con su culito, no se la metía porque aún le dolía por la doble penetración, bueno, ya resistía tener la mitad de nuestra verga dentro pero solo sobaba hasta llenarle la espalda de leche tibia, misma que untaba en sus dedos y Lucas se saboreaba por completo, en tan solo unos días mi pequeño se había puesto aún más putita incluso haciendo cosas fuera, como cuando en el mercado me agarró la verga ante los ojos de un completo extraño, esa situación me ponía durísimo, arrecho, caliente, me encantaba la idea que alguien me observara y planeaba que hoy fuera uno de esos días.
M: Llegamos, no sé si pueda pasar por ustedes, si algo me estas avisando vale.
F: Bueno, ¿no pudieron meter a Lucas en una escuela más cercana?
M: Queda cerca del trabajo de Juan, bueno… no jueguen acá que es peligroso.
L: Bueno tío, chao.
M: No te lo decía a ti pequeño_ dijo mirándome a mí.
F: Tranquilo, es una escuela, tampoco estoy tan enfermo.
Apenas entré al lugar con Lucas agarrado de la mano me sentía muy extraño, estaba rodeado de nenes, muchos nenes, de diferentes contexturas, colores de piel, tamaños, todo vagaba por mi mente de una manera tan morbosa que nunca me había sucedido, cada nene guapo a mi gusto que me miraba caminar por los pasillos mi mente creaba escenas donde el menor se encontraba desnudo, con sus nalguitas abiertas y gimiendo con mi verga enterrada en su interior, era la primera vez que los veía pero mi cuerpo reaccionaba solo.
Los más pequeños debían ser como Lucas de unos 9/10 años, había más adultos que supuse eran sus padres esperando por el inicio de la actividad. Mi vista se posó a la cancha de enfrente donde había varios adolescentes entre los 13 hasta los 17 años. Ese era mi otro punto débil, estaban jugando futbol y eso hacía que estuvieran sudados con el uniforme mojado pegado a sus cuerpos que en algunos se veía morbosamente rico. Mis ojos se posaron sobre un chico de unos 15 años que estaba sentado solo, parecía tímido y usaba lentes pero aparentaba un buen cuerpo, se me hizo agua la boca, vestía lo que supuse era el uniforme de la escuela, un pantalón beige con camisa blanca y una corbata de cuadros verde que le daba un toque muy sexual. Después de una hora, Lucas se encontraba jugando con otros niños mientras yo comía algo para pasar el rato hasta que mi nene llegó con los ojitos llorosos.
F: ¿Qué paso Lucas?
L: Nada, me golpeé.
F: ¿Dónde?
L: Emm… en mi espalda pero ya se me pasará.
“Unos niños lo estaban molestando porque tiene un niñero, ese escuche” al mirar arriba me encontré con el jovencito que me había puesto al verga babosa, de cerca era bastante guapo y para mi sorpresa su tono de voz era incluso más grabe que el mío, no sé porque pero mi verga comenzó a reaccionar sola con tan solo escucharlo hablar.
F: ¿Qué te estaban diciendo Lucas?
L: Nada nada… olvídalo fer, mejor vámonos.
F: No puedes dejar que te insulten por algo tan bobo me oíste.
Parecía que en el cualquier momento lloraría, le di las gracias al guapo joven aunque vi descaradamente como su pantalón marcaba un bulto delantero interesante, me dirigí con Lucas a un baño que estaba algo apartado, afortunadamente no había nadie.
F: Ya, tranquilo mi pequeño, no los escuches.
L: Pero tienen razón, ya estoy muy grande para tener un niñero fer.
F: ¿Quiere decir que ya no me quieres?
L: No, fer si te quiero, mucho, pero_ comenzó a llorar_ ¿Por qué no soy tan grande como los demás niños?
F: Te falta mucho para crecer pequeño, tranquilo, además tú tienes algo que ellos no.
L: ¿Qué cosa?
F: A mí, y mi verga, seguro ellos no pueden jugar como los dos jugamos y por eso te molestan, solo es eso Lucas.
L: ¿Tú crees?
F: Claro que si pequeño, tienes mucha suerte que tienes una verga para ti y ellos no, así que no llores pequeño.
L: Fer, tu verga esta despierta de nuevo.
F: Es que también te quiere mucho y siente que estas triste y quiere ayudarte a que vuelvas a estar feliz. Cuando lleguemos a casa ¿vas a jugar con mi verga Lucas?
L: Si fer, si quiero, ya quiero que juegue en mi culito otra vez, solo me pones la puntita, que grosero.
De verdad que los niños aprenden muy rápido, antes ese vocabulario era inexistente y ahora podía hablar cual zorrita con fluidez, fue una buena idea poner a Lucas a ver pornografía para que entendiera como tenía que actuar, debí dar las gracias a su papá por la idea.
Lucas tenía lagrimitas en sus ojos, sabía que estaba triste y me dolía verlo así, lo tomé del cuello y lo besé, sentía sus labios cálidos sobre los míos y la rica sensación de su lengüita intentar entrar en mi boca, desde hace días lo estábamos practicando y aunque lo hacía bastante mal era muy perverso y eso me ponía muy caliente. Lucas me agarró de la cara con sus manitas tratando de besarme más fuerte, abrí paso a su lengüita que entro deprisa a jugar con la mía así compartíamos fluidos, para ser honestos no parecía agradable a la vista pero que importa, la sensación era de otro mundo.
F: Te quiero mucho pequeño, no dejes que los demás te insulten y si lo hacen solo tienes que decírmelo vale, prométemelo.
L: Bueno fer, lo prometo.
F: Entiende que eres un niño con suerte, me tienes a mi y tu tío para que puedas jugar con nuestras vergas, no todos los niños tienen esta suerte, a los hombres adultos les encanta pero pocos pueden hacerlo, ¿lo entiendes lucas?
L: Creo que si Fer.
F: No, ningún creo, debes entenderlo, mírame bien, a los ojos.
Lo tome del cuello haciendo que me mirara directamente con esos ojitos hinchados y su carita tan tierna e infantil, estaba sentado sobre el lavado y su culito sobresalía en lo hundido del objeto, aproveche para posar mi mano sobre sus nalguitas redondas y la introduje dentro de su pantalón corto sintiendo sus nalguitas tibias al toque pues recuerden , solo tenia puesto el suspensorio. No pude contenerme y lo voltee haciendo que su cuerpo se apoyara sobre el espejo, bajé su pantaloncito y a mi vista quedaron esas bellas nalguitas blancas y su ano rosadito que tan loco me volvía, acerqué mi cara y olfatee el aroma infantil que emanaba, luego lamí su entrada con pasión «ahh ahh» soltaba de su boca mi pequeño disfrutando del placer que yo le ocasionaba.
F: Vas a aprenderte esto vale, eres un niño con suerte, debes estar agradecido que yo pueda darte mi verga, esos niños que te insultaron no tienen esa suerte y por eso están tristes y te tienen envidia, ¿lo entiendes Lucas?
L: Lo entiendo fer ahh.
F: ¿Te gusta que te haga esto verdad pequeño? ¿te gusta que juego con mi boca sobre tu culito verdad? _ decía mientras intercalaba mis palabras a la vez que lamia la entrada rosadita de mi nene_ ¿lo entiendes lucas? ¿Por qué esos niños se enojan contigo? porque ellos no pueden sentirse como tu, ¿Lo entiendes Lucas?
L: Mmm lo… lo entiendo fer ahh mmm.
F: Además, cuando un hombre adulto necesita un putito y tu estés allí debes ayudar a ese hombre porque si no se pondrá muy triste, ¿lo entiendes Lucas?
L: Lo… ahhh lo entiendo fer.
F: Pero, si un adulto te dice que jueguen o intenta jugar contigo, debes decirme todo lo que sucedió, ¿lo entiendes Lucas?
L: Lo entiendo fer, lo entiendo ahh ay ahh.
F: Eso es, buen chico Lucas, buen chico.
Un ruido cercano hizo que me despegara del culito de mi nene, se escuchó como un golpe seco, como el sonido de alguien al caer o golpear su cuerpo con una superficie dura, hasta ese momento había caído en cuenta que ni siquiera había puesto seguro a la puerta, alguien pudo haberme descubierto y estaría en problemas. Me dirigí a la puerta con cuidado y asome mi cabeza, no se veía nadie, el baño estaba alejado pero igual decidí que mejor no seguiría con lo que hacia. Al voltear mi vista me encontré a mi nene aun apoyado sobre el espejo y con su colita al aire esperando por mi, me acerque y deposite varios besos sobre su anito rosado y luego volví a besarlo en la boca, su calidez no se comparaba con nada.
F: Perdón pequeño pero tenemos que irnos de aquí, es peligroso, súbete la ropa y mientras voy a orinar vale.
Me metí al cubículo de los discapacitados a intentar vaciar mi vejiga, tenía el pene muy duro y eso dificultaba mucho las cosas, tuve que sostenerme de la pared para apuntar bien al lugar, ustedes lectores que conocen la sensación de orinar con la verga parada entenderán muy bien, lo que no estoy seguro que entiendan es la sensación de una cálida manito infantil arropar tu verga en su totalidad, Lucas entró al cubículo y sostuvo mu verga con sus manitas, estaba guiando el chorro de orina hacia el retrete manchando su mano de mi orina.
F: Que haces pequeño.
L: Fer, ¿déjame juagar rapidito con tu verga si?
F: No Lucas, aquí nos pueden escuchar.
L: Ándale, rapidito.
Quien era yo para decirle que no a esa carita angelical, mi plan funcionaba bien, el deseo de Lucas hacia que actuara por su propia cuenta, era lo que buscaba, sin embargo se salía de control y Lucas no media riesgos al estar en un lugar tan peligroso como ese. Esta vez si cerré el cubículo con seguro, la puerta era alta con un separador en la esquina, caminé hacia mi pequeño que me esperaba sentado sobre el retrete con una sonrisa, puse mi verga sobre su rostro y él solito la sostuvo una vez más con sus manos y la dirigió a su boquita, no me canso de sentir la calidez de su boca, el tacto cuando mi glande toca sus labios y lentamente va succionando hasta llegar a la mitad, aun no puede con toda de un intento, eso requería trabajo de mi parte pero en ese momento me bastaba con sentir la mamada tranquila que Lucas me daba.
F: Ahh si pequeño, eso ufff cómeme la verga Lucas, comete la verga de tu niñero_ le susurraba.
L: Ahh fer sabe a orín.
F: Pues claro, acabo de orinar y tú te diste cuenta, ¿Por qué, sabe mal?
L: Sabe amargo, pero sabe rico, Fer puedo probar tu orín?
F: Ahh no lo sé ohh, quizás otro día Lucas mmm eso pequeño sigue ohh, lo haces increíble ahh.
No se de donde había sacado esa idea pero me encendió por completo, el orín es uno de mis fetiches y si mi Lucas quería probarlo y jugar con el no podía desperdiciarlo, poco a poco haría que sucediera y lo convertiría en mi escusado personal donde verter mi orina cada que pudiera, en su boquita, en su colita como lo hice aquella noche lluviosa, uff seguramente fui una increíble persona en mi vida pasado porque la vida me había premiado con el mejor de los regalos.
Lucas gemía despacio y por el lugar se escuchaba el sonido de sus arcadas y la saliva escurrir de su boquita, de a momentos tomaba aire para volver a lo que más le encantaba, la practica regular había dado frutos, los videos pornográficos también, no sé si había practicado con Manuel pero estaba mostrándome nuevas cosas, masajeaba mis testículos mientras chupaba mi glande, olía mis pelos púbicos y pasaba la lengua sobre ellos. Lo que más me encendía era verlo sacarse mi verga de la boca y luego olerla, para después lamerla y volverla a introducir dentro de su cavidad bucal. La imagen era exquisita, un hombre de 19 años y un pequeño de 9 en un baño de la escuela rodeado de más niños y maestros, si alguien me descubría estaría acabado pero el calor que sentía mi pene no tenía precio ni comparación.
F: Uff bebé ¿Dónde aprendiste eso?
L: Tío Manuel me enseñó, ¿te gusta?
F: Claro pequeño uff que rico, cada vez lo haces mejor ohhh, ¿ya ves que si eres un niño grande? ahhh solo los niños grandes saben hacer esto mmm si sigue, sigue.
L: ¿Soy un niño grande fer? ¿Lo hago bien?
F: Lo haces genial mi bebe, eres un niño grande y fuerte, ahh si ohhh.
Estaba que explotaba de éxtasis y apenas habían pasado unos 5 minutos pero se sentía como una eternidad, movía mi pelvis ayudando a Lucas a comerse mis 19 centímetros de carne erecta y peluda aunque no tenía necesidad de guiar la mamada porque él solito sabia como hacerlo.
Estaba concentrado viendo como Lucas me chupaba la verga hasta que escuché una voz decir “¿qué están haciendo?” Alejé a Lucas con rapidez y trate de subirme los pantalones, la voz provenía de abajo, era un niño de unos 5 años apenas, no sé en qué momento entró, pero algo dentro de mí no hizo buen contacto y mi excitación creció, me estaba encantando el peligro que Lucas me brindaba.
F: Ah, hola, ¿Qué tal? Él esta limpiándome porque me ensucie un poco.
L: ¿Te está limpiando el pajarito con su boca? ¿Por qué?
F: Bueno es que así queda más limpio, pero no debes decir nada, es nuestra forma secreta de limpiar el pajarito vale.
El niño paso hacia el cubículo quedando frente a mí, aún tenía mi verga erecta y llena de las babas de Lucas, se quedó mirando mi entrepierna por unos segundos y sentí unas ganas enormes de poner mi pene en sus labios, el nene era más bajito que me entrepierna y eso hacía que mi verga se viera imponente y poderosa. Estaba a punto de hacerlo, el placer me cegó por completo, “¿Gael, donde estás?» Escuché, esta voz si era de un adulto, me quede estático por un momento hasta que la voz del niño me saco del trance, le hice señas a Lucas que saliera y me metí entre el separador del baño con rapidez llegando justo a tiempo. “oh aquí estas, ¿Qué haces con este chico? ¿Todo bien?» Una voz masculina que reconocí le preguntaba a Lucas.
L: Si, estaba usando el baño y él se metió por debajo.
A: Jajaja perdón creo que le gusta hacer eso, es una manía.
G: Mentira, él estaba limpiando un pajarito con las manos.
Era mi fin, me había expuesto demasiado y ahora estaba en aprietos, observé como el niño miraba a mi lugar y temblando le hice señas de hacer silencio, gracias al cielo entendió y salió del cubículo, respiré.
L: Me viste limpiando mi pajarito verdad, que mal educado. Ya me tengo que ir.
A: ¿Hay alguien más allí?
L: No, escuche unas personas pero salieron, creo.
A: Mmm déjame ver.
El chico entro al cubículo, sentí la puerta abrirse, me agaché lentamente rogando que no mirara detrás de la puerta, si dios existe suerte que tiene perdón de los desviados.
A: No hay nadie, bueno vamos, ya casi termina el evento, ¿estás solo aquí? ¿Cómo te llamas?
L: Me llamo Lucas, ¿y tú?
Respiré, Lucas y los dos extraños salieron del baño a pasos rápidos, aún estaba temblando del susto y mi erección se había perdido por completo.
F: No puedo creer que Lucas pensara mejor que yo. Que vergonzoso Fernando, estas temblando, das pena_ hable a mí mismo.
Me subí el boxer y el pantalón, lavé mi cara y salí con cuidado, a lo lejos vi a Lucas con el hombre desconocido, menos mal el otro niño no estaba junto a ellos, sigilosamente tome otro camino para parecer que venía de otro lugar.
F: Antonio, tanto tiempo, ¿Cómo estas, amigo?
A: Fernando, hola, todo bien ¿Qué haces por acá?
F: Pues llevo casi un mes trabajando como niñero de este pequeño, es mi vecino ¿y tú?
A: Ahh mira, ahora eres niñera jajaja bueno, voy a trabajar en este lugar, profesor de inglés. Estaré en ingreso, ¿supongo que Lucas entrara a sexto?
F: Entonces tu serás una niñera también solo que con muchos mas niños que yo jaja, más te vale ser un buen profesor para Lucas, es un buenardo en inglés, te puede humillar jajaja.
Antonio y yo estuvimos un rato conversando sobre nuestra vida, Lucas fue por algo de comida, momento que aprovechó Antonio para acercarse a mí.
A: Debes tener más cuidado con Lucas.
F: ¿Por qué, que paso?
A: Estaba buscando Gael y lo encontré con Lucas en el baño, Gael me dijo que…
F: ¿Qué? ¿Qué te dijo?_ sudé frio.
A: Me dijo que Lucas estaba agarrando el pene de alguien.
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Hasta aquí el relato de hoy, se que no fue tan extremo como otros pero me aseguré que fuera morboso, háganme saber que les pareció en los comentarios o mejor por mi telegram @Samu19973, así me muestran sus deliciosas vergas que tanto me encanta ver, sin miedo, soy uno mas de ustedes y estamos en confianza, quizás así pueda dedicarte un relato y puedas participar de él con tus propias fantasías. No olvides valorar, eso ayuda a que mas gente se interese por leer, una vez mas gracias lectores. Hasta el próximo relato.
Como sigue?
Cada vez tus relatos están mejor escritos y me hacen calentar más a tope. Alta pajas te debo, amigo
Me dejaste bien mal, necesito que se lo folle el papa y el tio
Extraño esta historia… Ojalá la sigas continuando 😉😊