Figuras de colección
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Kawaii.
No esperes que me describa como un atlético hombre bronceado, moreno, lampiño y de ojos celestes. Él tampoco era perfecto. Sólo dos frikis que se vieron en la fila de un centro comercial y que esperaban con ansia unos muñecos de Nintendo.
Por suerte había llegado yo a las 5:00 am para formarme y era el primero en la fila. Despertar tan temprano y salir corriendo de mi casa me había privado de la masturbación matutina que acostumbro para no imaginar perversiones en el transcurso de mi labor. Tendría que aguantarme mucho tiempo antes de tocarme pero daria vuelo a mi imaginación con los hombres que llegaran a formarse.
Con el paso del tiempo me di cuenta que todos los que llegaban no eran precisamente guapos. Excepto por él. Tenía defectos, sí, pero sus pantalones ajustados me hacían imaginar su pene aprisionado y pidiendo auxilio. Quería rescatarlo y darle un buen trato, lamerlo, jalarlo y ojalá que me lo pudiera meter… Mi única desventaja es que a mis 23 años sigo virgen y no tendría mi primera vez en un centro comercial.
Lo miraba de forma continua. No quería incomodarlo o que se molestara. De vez en cuando lo encontraba viéndome y no sabía si eso me daba pauta para dar el siguiente paso. Las manos me temblaban y sentí como mi boca se secaba. Al final no hice nada por hablarle. Fue entonces que él se separó de la fila y le encargaba su puesto al chico de en frente. No sé qué surgió en mí que hice lo mismo y salí detrás de él. Iba al sanitario y yo lo seguía por instinto.
Asomé mi cabeza en el baño. No había nadie aunque se filtraba un olor por demás desagradable. Caminé un poco y asomaba un poco la mirada para ver que cubículos con retrete estaban ocupados. De ahí que sentí que alguien me jaló del brazo desde el espacio para discapacitados. De ahí me azotó contra la pared y me aprisionó. Mis piernas temblaban y no sabía que le iba a decir. – ¿Vienes a chuparla? – preguntó y no contesté. Sus labios se posaron en mi cuello y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me tapé la boca con la mano por si se salía algún gemido, ya estaba excitado y un poco mojado.
No me pude contener más. Dejé de tapar mis gemidos y bajé mi tacto a su entrepierna, apreté para sentirlo y él sonrió. – Se ve que no sabes hacer nada de esto. Tú tranquilo – me avergonzó pero yo no dejaba de tocarlo en su parte más íntima. No sólo me encontraba fascinado por sentir su miembro duro queriendo salir sino que su cara de excitación se posaba en frente de mí con una respiración agitada, sus ojos cerrados. Era obvio que ambos queríamos más.
Me puse de rodillas, bajé el cierre, desabotoné el pantalón y unos bóxers de Pikachu me recibieron con un pene de medida estándar pero un ancho considerable. Lo lamí por encima de la ropa interior, sólo jugaba con él. No soportó ni tres lenguetazos cuando él se bajó el calzón e insertó su pene en mi boca. Fue una delicia. A pesar de los pocos vellos púvicos tenia ese olor a hombre, a sudor y excitación. Estaba embelesado y de vez en vez era tanto mi emoción que mesusurraba – Sin dientes, por favor.-
Después de algunos minutos me levantó, me dio la vuelta y bajó mi pantalón con todo y bóxer. Tuve un poco de miedo pero no quería arruinar el momento confesando mi nula experiencia sexual. Metió un dedo, o al menos lo intentó. Se quedó quieto mientras que alguien se lavaba las manos. Movía un poco su dedo pero noté que algo no estaba bien, aparte del dolor en mi ano y que tenía que sofocar mis quejas. – ¿Eres activo? – preguntó en voz muy baja para que el señor que defecaba en el cubículo de a lado no lo notara. Negué con la cabeza y él sacó su dedo. Lo último que hizo fue masturbarse y venirse justo en mi culo. Pegaba su cuerpo como si me quisiera coger y sólo lo había dejado con las ganas. Salió del cubículo y se lavó las manos, yo me limpiaba su desorden hormonal.
Cuando regresé a la fila él ya estaba en su lugar. Pedí una disculpa al muchacho que me había apartado el lugar y confesé que no me había sentido muy bien del estómago por la emoción.
Por ahora esa ha sido mi única experiencia sexual. Sin embargo, me sirvió como un llamado de atención para comenzar a ser menos tímido e inentar involucrarme con más gente. Espero pronto tener el valor para aventarme y poder contar más historias. Gracias por su tiempo ^-^
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