finalmente me anime y se la pude chupar a mi papa
Entre mi papa y el viejo vecino se encargaron de hacerme sentir la verdadera putita que soy.
Resulta que yo dormía siempre en la cama de mis papas, a veces a un lado cuando ellos cogían, a veces en medio, cuando se peleaban.
A mí las cosas que hacían siempre me llamaron la atención, aunque yo ya de por si lo veía todo normal. Pero me intrigaba ver como mi mama se retorcía, y su carita de puta se sonreía y hacia un montón de caras, suspiraba y gemía y todo eso, que yo no sabía por qué lo hacía, especialmente cuándo mi papa la agarraba de a perrito.
Así fui creciendo con gran interés, deseando saber que se sentía todo eso que mis papas hacían. Especialmente me llamaba la atención cuando mi mama se la chupaba, entonces era mi papa el que retorcía, gemía y suspiraba.
Yo me moría por hacérselo a mi papa, a ver qué tal se sentía, pero no sabía cómo pedírselo, así que un buen día, es decir, una noche, mientras dormían, me metí entre ellos bajo las sabanas y se la comencé a acariciar a mi papa.
Note como al ratito ya se le iba parando y se le ponía bien dura. Eso me motivo, yo pensaba que lo estaba haciendo bien. Se sentía delicioso su carne caliente palpitando entre mis manos. Yo estaba de lo más emocionado y ni cuenta me di, pero el caso es que al ratito yo ya se la estaba chupando.
Estaba yo de lo más entretenido, me parecía eso de lo más delicioso (hasta la fecha uff), cuando de repente, mi papa se despierta y me cacha en la movida. A mí no me dio tiempo de hacerme el disimulado, de plano me agarro con las manos y boca en la masa, es decir, en su verga.
Pero por dios santo, ¿qué haces pequeña puta? Me gritaba y me pegaba, ¿dónde aprendiste a hacer eso? zorra pervertida. Lárgate de aquí antes que te mate a golpes.
Así que salí corriendo de ahí despavorido, con un miedo terrible. No entendía por que se había enojado tanto, si mi mama se lo hacia todos los días y a mí ya se me antojaba un buen desde hacía ya mucho tiempo.
Asustado terriblemente, me fui a esconder a casa del vecino, que se despertó alarmado a causa de tanto escándalo. Al ver que era yo, me abrazo y me cargo llevándome a su cuarto, tratando de tranquilizarme, ya que yo estaba ya llorando muy angustiado.
Me dio un vaso de leche caliente y nos acostamos a dormir, entonces me dijo que le contara que había sucedido. Entre sollozos le explique lo ocurrido. El me abrazaba cariñosamente y me besaba tratando de calmarme.
~Vamos bb, ya, tranquilo, no es para tanto~
~Pues lo que yo digo, no sé por qué se enojó tanto~ trataba de explicarle.
~Mira, si gustas, puedes hacérmelo a mí, yo te doy permiso y no te voy a regañar~
~De verdad? ~ la cara se me ilumino y con una gran sonrisa, le tome la verga y se la empecé a acariciar, espere a que se le parara y se le pusiera dura, entonces se la empecé a chupar de lo más delicioso.
~Que bárbaro bb, lo haces riquísimo, ¿dónde aprendiste? ~ me preguntaba ya todo excitado del buen trabajo que, al parecer, yo le estaba haciendo, dándole tremendo placer al viejo vecino.
Como yo tenía la boca llena no le pude responder, así que se la seguí chupando, de lo más rico.
Al poco rato, mi viejo vecino se retorcía de placer, gemía y suspiraba al igual que mi papa cuando mi mama se lo hacía. Entonces, sucedió algo inesperado para mí, pero queme encanto.
El buen hombre me empezó a manosear por todos lados, las tetitas, las nalgas, hasta que finalmente se acomodó junto a mí de tal manera, que me empezó a meter mano entre las piernas. Su asombro no tuvo limitas cuándo al tocarme el pene, noto que yo estaba súper mojado, empapado diría yo.
~Por dios bb~ decía súper excitado. ¿Te gusta lo que te hago? ¿Estas excitado? En verdad eres toda una putita caliente. Me decía al tiempo que me metía los dedos por el culo lo más que podía, haciéndome estremecer, gemir, suspirar y retorcerme de placer.
El viejo bien que sabía manosear a un putito como yo ufff. Me estaba poniendo a mil. Sentía que iba yo a estallar en cualquier momento. El viejo se acomodó para metérmela, pero ya no se pudo contener y se vino tremendo regándome toda su leche por afuera de mi culo. Sin embargo, la frotada que me dio con la punta de su enorme verga, fue suficiente para para hacerme venir a mí también en un fabuloso y tremendo orgasmo.
Los dos nos quedamos tumbados sobre la cama, y desfallecidos, nos quedamos dormidos abrazados.
Al otro día, muy temprano, finalmente mi papa fue a buscarme, parecía un poco arrepentido. No sé qué le haya dicho a mi mama ni que habrá disco ella.
El viejo se acercó a mi papa y apartados de mí, le conto todo lo sucedido. Mi papa asombrado no podía creer lo que el viejo vecino le decía, solo volteaba a verme de tanto en tanto.
~Mira, decía el viejo, el niño en verdad es todo un verdadero putito, súper caliente, lo mejor será que tú y yo lo atendamos correctamente y le demos lo que ya necesita, antes de que venga algún escuincle pendejo se lo coja, es mejor que nosotros atendamos primero sus necesidades~
Para entonces, los dos pervertidos, el viejo vecino y mi papa, se estaban manoseando la verga y me miraban ya con ojos lujuriosos.
Se sentaron en el sofá y sacándosela, mi papa me dijo ~A ver bb, ya el vecino me explico la situación, te pido disculpas porque yo no entendía lo que pasaba, pero ya aclarada la situación, quiero que continúes con lo que quedo pendiente anoche, ¿quieres? ~ así fue como mi papa se disculpaba conmigo.
Me pude dar cuenta que entre ellos dos había algo más que una gran amistad de vecinos, ¿cómo podía mi papa pedirme que se la chupara no solo a él, sino a los dos juntos? Eso en verdad era algo muy extraño. Sin saber porque, eso me súper excito lo máximo.
Así que me arrodillé entre ellos y se la empecé a chupar a los dos viejos pedófilos pervertidos. A mi favor les diré que los dos tenían unas enormes vergas nada despreciables, así que, yo me considere un chico muy afortunado.
Al poco, ya los dos estaban súper calientes con sus tremendas vergotas bien duras y paradas, así que me empezaron a manosear para calentarme, como si me hiciera falta, yo ya estaba ladrando por verga.
Me encueraron todito y se encueraron también ellos totalmente, se turnaban para que hiciéramos el 69. Me lamian el culo de lo más delicioso, mis jugos no me paraban de escurrir y los dos pervertidos se daban tremendo banquete bebiéndoselos toditos. Y yo se las chupaba casi con desesperación, que delicia ufff.
Entonces, vino lo que ya hacía tiempo andaba yo necesitando, me acomodaron de a perrito y uno a uno me la fueron metiendo haciéndome experimentar las cosas más increíbles y maravillosas que una putita caliente como yo pudiera lograr.
No es por presumir, pero no cualquiera se consigue dos machos vergones que te la metan al mismo tiempo ufff.
En una de esas, escuche como el vecino le decía jadeando y todo excitado a mi papa ~esta putita vale oro, coge mucho mejor que su mama~
Escuchar eso me asombro lo máximo, ¿quiere decir que entre los dos ya se cogieron a mi mama?, par de puercos. Eso me molesto mucho, pero rápido se me quito y me sentí orgulloso que me valoraran tanto como para considerarme mejor que mi mama.
Definitivamente, pensé, si me voy a volver una puta, seré la mejor uwu. Y en mi rostro se dibujó una sonrisa perversa llena de lujuria, que auguraba tiempos venideros increíbles para mí.
Así me estuvieron cogiendo entre los dos degenerados pervertidos durante varios días, al parecer ya se habían aficionado a mí y ya no la podían pasar sin darme verga. Cosa que me encanto, ya que yo también me estaba volviendo, adicto, sin saberlo, a la rica verga de machos maduros.
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