Follado por mi amigo negro a los 11
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola.
Soy nuevo en este sitio y quisiera relatar la primera experiencia gay que tuve hace varios años.
Me llamo Ivan y actualmente tengo 23 años.
Soy de tez morena clara, cabello negro y ojos cafés.
Lo que les voy a contar sucedió cuando yo tenia 11 años e iba en la primaria.
En aquel entonces había en mi grupo un chico llamado Adolfo, el cual era de tez morena, un poco alto, cabello negro, buen cuerpo (jugaba mucho fútbol) y un poco atractivo de la cara.
En el descanso, cada que podía, me acercaba a la cancha solo para verlo jugar fútbol.
El siempre se quitaba su playera y dejaba su buen cuerpo al descubierto.
Adolfo no era de los mejores y pude aprovechar eso para acercarme a el.
Yo no era de los nerds del grupo, pero no podía desperdiciar una oportunidad así.
Seguido me invitaba a su casa para hacer los trabajos al salir de la escuela.
Sus padres trabajaban, asi que siempre teniamos casa sola y al terminar jugabamos videojuegos mientras hablábamos tontería y media del tema que fuera.
En una de esas, el toco el tema del sexo:
Adolfo: oye we, ¿tu ya te has cogido una morra?
Yo: ya quisiera, pero no, ¿y tu?
Adolfo: jaja no mames we, yo ya.
Hasta con hombres me he metido.
Yo: hasta joto me saliste
Adolfo: pues cuando quieras we.
El se empezó a reír y creí que solo lo dijo de broma, pero después me daría cuenta de que no fue así.
Los días pasaron y el cada vez me seguía agarrando mas confianza a tal punto de que empezó con sus ‘juegos’: El me vendaba los ojos y me decía que tratara de adivinar que me ponía en la mano.
Al inicio eran cosas normales pero después sentí que me puso algo cálido y un tanto grueso en mi mano y cuando retire la venda, vi que era su verga erecta.
Tenia un muy buen tamaño para su edad.
Eso me calentó bastante pero también me puse nervioso y el solo se empezó a reír mientras decía: ‘Era la que querías, ¿no?’.
Me deje llevar por aquel momento y yo sin decir nada, solo agarre su verga firmemente y la empece a masturbar un poco lento.
En ese momento vi como su sonrisa iba desapareciendo y me miraba un poco extrañado pero sin quitarse de ahí.
Empece a masturbarlo poco a poco mas rápido aun estando nervioso.
No podía creer que estaba haciendo aquello pero no pensaba detenerme, por lo que decidí acercar mi boca al glande de su miembro y empezar a lamerlo.
Vi como el terminaba de bajarse los pantalones y ponía una mano sobre mi cabeza mientras que yo abría mi boca para meter aquella verga negra, sintiendo como esta se iba deslizando por mis labios a medida que iba entrando.
Sin pensarmelo dos veces, empece a mamar su verga de a poco mientras con una mano acariciaba sus negras bolas apenas con rastro de vello.
Solo cerré mis ojos y seguí disfrutando de su verga, metiendola cada vez mas profunda en mi boca mientras que sentía como el me sujetaba la cabeza con ambas manos y luego decía: ‘Seras mi perrita aquí y ahora’.
Luego de unos momentos, el saco su verga de mi boca y se agacho solo para plantarme un beso en la boca.
Yo respondí torpemente dado que ese era mi primer beso, pero la sensación de sus cálidos labios sobre los míos era algo simplemente indescriptible.
Una vez terminado el beso, el se levanto y me ayudo a ponerme de pie para después terminar de quitarse los boxers y su playera y ayudarme con los míos mientras decía:
Adolfo: ¿Sabes donde se vería bien esta verga?
Yo: ¿D-Donde?
Sentí como el metía un par de dedos entre mis nalgas hasta mi ano y lo acariciaba en círculos por unos momentos para después decirme que me recostara boca abajo en el sofá y así lo hice.
El se acerco a mi, me dio una nalgada y con sus manos separo un poco mis nalgas para empezar a lamer mi entrada.
No pude evitar soltar un pequeño gemido cuando su lengua toco mi ano.
Era una sensación bastante extraña al principio, sentir que su áspera lengua rosaba mi ano pero me agradaba que lo hiciera y no quería que parara.
Un rato después, el dejo de lamerme y se acomodo apegando su gran verga entre mis nalgas.
– ‘¿La quieres, puto?’ me decía mientras que frotaba su verga entre mis nalgas.
Yo solo agachaba un poco la cabeza mientras le decía ‘S-Si, hazme tuyo papi’ cada vez con mas ganas de ya sentir su verga dentro de mi.
Sentí como metió su verga entre mis nalgas y al llegar a mi ano, empezó a empujar con mas fuerza.
Le fue complicado que entrara puesto que nunca había hecho esto antes.
No pude evitar soltar un fuerte gemido por el dolor que sentí cuando entro su verga en mi.
Fue algo bastante doloroso pero a la vez bastante placentero y sentí como inmediatamente empezó a darme embestidas, las cuales eran lentas al principio pero no podía dejar de soltar pequeños gemidos en cada embestida por el dolor que sentía.
Adolfo: ¿Te gusta, putito? Eso espero, porque te llenare el culo de leche.
Yo solo asentía con la cabeza sin parar de gemir y sentía como el me comenzaba a embestir segundo a segundo mas rápido y mas fuerte, haciéndose mucho mas grande el dolor que sentía pero también el placer sin querer que dejara de cogerme.
El inclino su cuerpo hacia adelante para embestirme mas profundamente una y otra vez hasta que lo escuche decir: ‘Amor, me vengo.
‘.
Luego de eso, soltó un suspiro, me dio una ultima embestida metiendo cada centímetro de su dura verga y sentí como algo empezaba a fluir en mi interior.
Adolfo: ‘¿Te gusto, perra?’ *decía mientras sacaba su verga de mi y sentía como su semen comenzaba a escurrir por mi ano*
Yo: S-S.
No terminaba la palabra cuando sentí que la metió de nuevo, esta vez de golpe y solté un gemido muy fuerte y me dijo: ‘Ojala que así sea, porque nos espera mucho mas’.
Espero y les haya gustado mi relato y una disculpa si lo hice muy largo.
Dejen sus comentarios si quieren mas relatos de mi parte ^^
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!