fui por un hombre y termine siendo la putita de dos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Empecé a frecuentar discotecas y bares dónde se podía conocer gente pero no encontraba a nadie que me diera la confianza necesaria para entregarme a él.
Un día conocí a Felipe, un tipo de 39 años, de 1,90 m/m de estatura, simpático y atractivo, en realidad era muy buen mozo, me sentí atraído a él de forma inmediata, yo no andaba buscando un hombre en especial sino que solamente alguien con quien poder tener encuentros, pero con Felipe fue la primera vez que me sentí realmente atraído por un hombre.
Esa vez conversamos sobre lo que queríamos y andábamos buscando.
Él era un hombre casado, solvente y tenía experiencia en encuentros con otros hombres, era de preferencia activo, aunque no se limitaba solo a ese rol, yo le conté mis inquietudes, le conté sobre las experiencias que había tenido y que andaba buscando no una pareja pero si alguien con algo de experiencia para tener encuentros íntimos y discretos.
Luego de un rato nos despedimos, intercambiamos números de celular y quedamos en llamarnos.
Luego de ese primer encuentro yo quede con hartas ganas de llamarlo para concretar algo, él me daba confianza y me había gustado mucho físicamente, su desplante y seguridad me habían impactado y sentía que con él podía dar rienda suelta a mi lado femenino (yo soy una persona varonil, pero en la intimidad deseaba estar con un hombre que me tratara como una mujer y en Felipe veía a ese hombre que andaba buscando).
Quería llamarlo pero no me atrevía.
Un día lo llame y él me dijo que estaba ocupado y que no podía hablar conmigo, me sentí triste, creí que él no estaba interesado en mi y desistí de volverlo a llamar, pero al día siguiente él se comunico conmigo y me dijo que nos juntáramos, que yo le había gustado y qué disponía de un lugar donde podíamos estar juntos sin problema.
Quedamos en juntarnos, yo estaba feliz pensando en que él sería el hombre que andaba buscando, estaba feliz y con ganas de entregarme a él.
Conté los días para juntarme con él hasta que llego ese día, me paso a buscar en su auto a un lugar que acordamos y me llevo a un departamento de su cuñado que estaban arreglando y que estaba deshabitado.
Una vez ahí me invito una cerveza, conversamos un rato y luego se sentó a mí lado y me tomo la cabeza por la nuca y me beso varias veces, yo no opuse resistencia, serré mis ojos y me deje llevar (nunca me había besado un hombre), me pregunto si quería que hiciéramos algo mas, yo le dije que sí tímidamente y un poco asustado, él me tomo la mano y me llevo al dormitorio, donde había una cama de una plaza y un velador.
Me dijo que me sentara en la cama y que estuviera tranquilo, que no íbamos a hacer nada que yo no quisiera, me dijo que me relajara, que estaba en buenas manos.
Se sentó a mi lado y empezó a tocarme, acariciarme, besarme y desvestirme de a poco, yo no hacía nada, solo me dejaba llevar y no oponía resistencia a ninguna de sus caricias y besos.
Después de un rato él también se empezó a desnudar y se puso de pie frente a mi ofreciéndome su BELLO PENE erecto para que hiciera lo que quisiera.
Tenía un pene grande pero normal, nada descomunal, yo tímidamente empecé a tocárselo y a chupárselo y ahí estuvimos un buen rato, él demostraba mucho placer, me decía que era muy rico lo que le estaba haciendo y yo, con un poco mas de soltura, estaba alucinando con este hombre y con su pene dentro de mi boca, él me acariciaba suavemente mi cabello y me preguntaba si me sentía bien, yo lo miraba hacia arriba y le decía que sí, que me encantaba su pene y que estaba muy excitad(a), que me gustaba que me tratara con delicadeza y que quería entregarme a él.
Ahí él se arrodillo en el piso frente a mí (yo estaba sentado en el borde de la cama), me tomo de mis caderas y me dijo que estuviera tranquil(a) (al darse cuenta que me gustaba sentirme mina me empezó a tratar y a referiste a mi femeninamente), que me iba a tratar con cuidado y que no me preocupara.
Estábamos los dos desnudos, él se sentó a mi lado, me beso y me tomo en sus brazo y me sentó en sus rodillas y comenzó a acariciarme.
Después, sin darme cuenta, sentí su pene entre mis nalgas, yo me incline levemente y sentí como pasaba y frotaba su pene entre mis cachetes, él tomo mis caderas y me hizo sentir todo su HERMOSO PENE, sin penetrarme aún, por un buen rato, luego me tomo y yo, sentadita arriba de él dándole la espalda, me deje caer mi espalda en su pecho, él me dijo al oído: "¿quieres ser mi nenita?, ¿quieres que te haga mi mujer?", yo le dije que sí, que era lo único que quería en ese momento.
Me pego una pequeña palmadita en una nalga (fue mas bien una caricia) y me dijo que me pusiera boca abajo en la cama y que parara la cola, yo sin pensarlo obedecí y puse mi cara sobre la almohada, levante mis nalgas y abrí mis cachetes con mis manos ofreciéndome entera a él (debo reconocer que no me hice la difícil, que ante cualquier sugerencia u orden que me daba yo accedía sin problemas y que me estaba comportando como toda una suelta.
En ese momento lo único que quería era entregarme a él sin importarme los recatos).
Felipe, sabiendo que yo ya estaba entregada a él, comenzó a jugar con mi ano, me lo acaricio con sus grandes manos, me paso sus dedos, me introdujo uno de ellos y se entretuvo un rato así, yo estaba totalmente entregada y me sentía en las nubes, luego me lamió el ano, nunca antes había sentido una lengua en mi poto, se notaba que a él le encantaba, me decía que mi culito era super rico, que estaba apretadito y que eso le encantaba, yo le dije mirándolo hacia atrás: "ahí lo tienes para ti papi, para que me lo abras y lo hagas tuyo".
Luego me di vuelta y me colgué de su cuello con mis brazos, él me abrazo y nos pusimos de lado uno frente al otro, nos besamos, me dí vuelta y volvía a sentir su pene entre mis cachetes, empecé a tomar mas la iniciativa pero siempre dejando que Felipe sea el dueño de la situación.
Me sentía como toda una minita en los brazos de su hombre.
Luego de un rato que estuvimos besándonos y que dejaba que me pasara su pene entre mis nalgas, se lo volvía a chupar y me volvió a lamer el culo, ahí me dijo que me pusiera en cuatro porque quería penetrarme, yo, que a esas alturas lo único que quería era sentirlo a él dentro de mi, me puse en cuatro como toda una perrita y me dispuse a que me penetrara, sabía que tal vez me iba a doler un poco pero como estaba super caliente no me importo y me puse ahí a la disposición de Felipe.
Me pregunto si tenía preservativo, yo saque uno que tenía en un banano y lo puse arriba de mis nalgas para que lo utilizara conmigo, él tomo el condón y aprovecho de darme una manoseada por mi culo, me chupo un rato el culo y me lo dejo lleno de saliva a modo de lubricante.
Yo estaba ahí esperando al que sentía como mi HOMBRE y escuchaba como abría el preservativo y se lo ponía en su MARAVILLOSA VERGA.
Bueno, ahí me tomo de las caderas y me puso la cabeza de su pene en mi ano y lentamente sentí su glande entrara en mi, me fue penetrando de a poco, llego un momento en que me dolía un poco y solté unos gemidos, él me tranquilizo, me acaricio mis nalgas y continuo penetrándome hasta que de repente me dio un empujón un poco mas fuerte y me ensarto completamente su pene en mi culo, ya era totalmente de ella, sentí como un desgarro y emití unos quejidos, pero a pesar del dolor me encantaba.
Me pregunto si quería que parara, yo le dije que por ningún motivo, que aunque me dolía un poco me encantaba, que lo que mas quería era que me siguiera culiando.
Después de un rato el dolor paro y solo sentía placer y me sentía feliz y contenta por estar siendo poseída por FELIPE.
Después de un momento sentimos que abrían la puerta del departamento (nosotros estábamos encerrados en la pieza), nos asustamos y paramos, él se vistió rápidamente y me dijo que esperara ahí en la pieza mientras él iba a ver que pasaba, yo me quede ahí un poco asustado sin vestirme y me senté en la cama esperando a Felipe.
Luego él entro a la pieza y me dijo que había llegado el maestro que estaba haciendo arreglos en el departamento, que estaría trabajando en la cocina.
Felipe me dijo que no habría problema en que siguiéramos pero de forma mas silenciosa, pero que entendía si yo no quería seguir.
Yo igual estaba un poco asustada pero le dije que no me importaba que estuviera el maestro, que siguiéramos nomas.
Felipe me beso, se volvió a desnudar y se sentó en el borde de la cama, me tomo firmemente y me sentó en su MAJESTUOSA VERGA, empezó a penetrarme nuevamente, esta vez sin condón, en ese momento ninguno de los dos nos preocupamos por eso y le dimos así nomas.
Se sentía rico, yo me sentía como toda una lady y me entregue, sin que me importara nada, a Felipe, a mi MACHO que me tenía en sus brazos y me estaba dando lo que hace tiempo soñaba.
No era como las otras veces que había estado con otros hombres, ahora me sentía mucho mas segura y confiada, me sentía linda, me sentía toda una mujer y estaba gozando como nunca antes había gozado.
Empecé a gemir de placer y decirle a Felipe que yo era suya, qué él era mi hombre y que me hacía feliz y que me siguiera dando, en ese instante, sin que ninguno de los dos se diera cuenta,el maestro que hacía arreglos en la cocina había abierto un poco la puerta de la pieza y miraba como Felipe me tenía saltando como una loquita arriba de su pene y se tocaba su pene por debajo del pantalón, luego nos dimos cuenta y él maestro nos dijo: "¿puedo pasar?", Felipe le dijo bueno, yo no dije nada solo seguí ahí en la misma posición que estaba.
Sin darme cuenta me vi en un instante ensartada en la BELLISIMA VERGA de Felipe y con la VERGA del maestro en frente de mi cara, era una VERGA LINDA también, un poco mas chica que la de Felipe pero bonita, no la pensé dos veces y me la introduje a la boca y se la chupe.
Me sentía como toda una putita gozando de dos HERMOSOS PENES, Felipe me clavaba y clavaba y el maestro me metía la verga hasta el fondo de mi garganta, había ido por un hombre y sin darme cuenta tenía a dos hombres dentro de mi.
En eso el maestro empezó a acabar, yo me atragante un poco y sentí como chorreaba semen en mi boca, me saque el pico de la boca y él termino tirándome su leche en la cara, el maestro se fue al baño a limpiarse y Felipe siguió dándome, yo me empecé a masturbar y acabé sintiendo la verga de Felipe dentro de mi, luego de un rato Felipe acabó dentro de mi poto y nos quedamos un rato ahí hasta que a Felipe se le bajo el pene, yo estaba toda chorreada de semen, en mi cara y boca, y en mi poto, me quede ahí en la pieza tiritando y un poco nerviosa mientras Felipe fue al baño a limpiarse, luego regreso y me ofreció papel higiénico para que me limpiara, yo me limpie la cara y la boca.
Él me dijo que me diera vuelta y me limpio el exceso de semen entre mis cachetes, me dijo que me vistiera y nos fuimos.
Cuando íbamos saliendo el maestro me miro y me tiro un beso y riendo un poco me dijo "chao preciosa", Felipe también se sonrio un poco y yo me despedí del maestro toda sonrojada y nerviosa.
Felipe me fue a dejar en su auto a mi casa, en el camino no hablábamos, íbamos en silencio, a Felipe lo notaba un poco incómodo y yo estaba un poco avergonzado, me sentía emocionado y tenía ganas de llorar, de repente me empezaron a salir lágrimas de mis ojos y Felipe al darse cuenta estaciono el auto en un lugar tranquilo donde no circulaba mucha gente, estaba un poco nervioso y me acaricio el pelo y tuvimos la siguiente conversación:
Felipe: ¿qué te pasa, por qué lloras?
Yo: no se, me siento avergonzado, no esperaba que pasara todo como paso.
Yo creo que tu piensas que soy una especie de putita que se entrega a cualquier hombre
Felipe: no, no te preocupes, no pienso eso.
Yo soy el que no controle la situación, debí ser mas considerado y no dejar que pasara todo lo que paso, no tendría que haberte penetrado en nuestra primera cita, tendría que haber parado la cosa cuando me estabas dando sexo oral y dejar algo para un próximo encuentro, y mucho menos debí dejar que interviniera el maestro.
Discúlpame, no sabía que el maestro llegaría, la cosa se me fue de control.
Ahí Felipe me abrazo y yo me apoye en su pecho y me sequé las lágrimas y le dije:
Yo: No te preocupes, tu no tienes culpa de nada, tu me trataste bien, todo lo que paso yo lo busqué, tu solo me diste lo que quería.
Lo del maestro no fue culpa de nadie, a mi me encanto la experiencia de tener dos hombres dentro de mi.
El tema es que me asuste un poco cuando termino, y me asusta un poco que me haya encantado tanto todo.
Gracias por haberme hecho tuya, en tus brazos me sentí como toda una minita, solamente que como no tengo mucha experiencia aún no se como enfrentar todo esto.
Felipe ahí me abrazo nuevamente y me beso, me acaricio la cara y me dijo que le gustaba mucho, que quería verme otra vez, que me llevaría a otros lugares bonitos e íntimos, que le había encantado nuestra velada amorosa y que se sentía muy bien por haber probado mi lado femenino.
Me dijo que en otras ocasiones podía comprarme lencería y ropita de mujer, si es que quería, y que tenía ganas de llevarme en ese mismo momento a un motel para para hacerme suya nuevamente.
Yo le respondí inmediatamente que sí, que quería estar con él nuevamente y que aceptaba que me llevara a un motel, le sonreí y le dije que me gustaba la idea de ponerme lencería y ropa de mujer para él en otras ocasiones, y que en la intimidad me llamara Patty.
Él me beso y me dijo: "Ya mi Patty, prepárese que me la llevo ahora mismo a un motel bueno y discreto que conozco", me acaricio la pierna y hecho a andar el auto.
En el camino me dijo que nunca le había salido un doblete en la primera cita, que yo era la primera, que igual era un poquito putita, pero que le encantaba eso, yo lo mire y me reí coquetamente, sabía que Felipe iba a ser mi hombre por un tiempo y que con él iba explorar ese lado femenino mio que tanto ansiaba entregar a un Macho.
Nos fuimos al motel mientras sentía aún mis nalgas húmedas y pegajosas por el semen de Felipe.
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