GERMAN 17, ¡FELIZ AÑO NUEVO! 2@ PARTE (DEGUSTADOR DE CULITOS TIERNOS)
Según explique en mi relato anterior, una vez que los australianos dieron la bienvenida al pequeño Ignacio, él se dirigió a ducharse acción en la que lo acompañó su padre Cristian. Nosotros nos secamos con sendas toallas y bebimos cerveza y vino para.
Según explique en mi relato anterior, una vez que los australianos dieron la bienvenida al pequeño Ignacio, él se dirigió a ducharse acción en la que lo acompañó su padre Cristian. Nosotros nos secamos con sendas toallas y bebimos cerveza y vino para amenizar la espera.
Le recuerdo a quienes leyeron los capítulos anteriores y a los nuevos lectores, que estábamos en un apartamento arrendado a orillas del mar en Viña del Mar (Chile) en compañía de Ignacio, el pequeño de 11 años, su padre Cristian, yo, German, mi amigo de infancia Gabriel quien estaba de vacaciones junto a sus dos amigos de Australia, Jeremy y el senegalés Jon, esperando la media noche de año nuevo 2017.
Pues bien, estábamos en eso cuando llama el citófono anunciando el reparto de la comida pedida a un delivery cercano, cuando Cristian me llama a las piezas interiores. Es ahí que me encuentro con Ignacio, acostado de espaldas en la cama del dormitorio principal, con sus piernitas sobre los hombros de su padre, quien lo penetraba cadenciosamente, en un mete y saca que denotaba toda la ternura y amor de un padre para con su hijito. Me sonríen y me invitan a acompañarlos, para lo cual me estiré al lado de ellos, dejando mi verga que ya había saltado a su máximo esplendor, a la altura de la boca del chico quien prontamente la hizo suya buscando la garganta.
Cristian lo penetraba lentamente, sacaba todo su miembro hasta el borde, y lo volvía a clavar, suave, lenta pero profundamente, denotando el intenso placer que ello le producía, con sus ojos entrecerrados, y tenues gemidos que escapaban de sus labios, disfrutando de cada segundo soñando con hacerlos interminables.
Nachito quería estar con nosotros dos, me comentó, lo que me dio una gran alegría, por lo que acaricié el pelo del niño quien sonriente me seguía mamando y acariciando mis huevos con gran maestría. Inesperada fiesta de fin de año, creo es la mejor de nuestras vidas hasta ahora, acotó.
Su mirada se fue hacia la puerta, donde pudimos observar a nuestros 3 amigos mirando con atención nuestra pequeña fiesta, los gringos comentaban en ingles lo que estaban viendo y se entendía por el tono de voz y sus gestos que les agradaba en demasía. Sin embargo, Gabriel les hace un comentario y salen los 3 cerrando la puerta tras de sí para dejarnos disfrutar íntimamente de nuestra despedida de año familiar (les recuerdo que yo ya soy considerado “padrino” de Nachito). –
Cuidado, lento que me haces acabar, le digo a Ignacio. La visión de la penetración que su padre realiza con tanta calma como efectividad, que, hacia escapar gemidos de placer a ambos, me tenía al borde de la eyaculación. Cristian al escuchar eso, aceleró el ritmo y se acomodó para hacer más profunda la clavada, y me hace una señal invitándome a acabar juntos, lo que asentí, cerré mis ojos para tratar de demorar mi momento culmine, hasta que sentí la respiración agitada del padre, y unos ruidos guturales, ante los cuales me entregué al placer y lancé mis primeros chorros de semen inundando la boca del niño, a la par que Cristian hacía lo propio derramando la leche paterna en el interior del agujero anal de su retoño. Todo entre exclamaciones y gemidos de ambos, y el ahogo de Nachito que trataba golosamente de tragar mi savia, que, a pesar de ser la segunda vez en la tarde, brotaba generosa del interior de mis testículos.
Nos quedamos reposando algunos minutos, el niño al medio de nosotros mientras le acariciábamos todo su cuerpito. Yo recorriendo mentalmente desde el momento que los conocí hasta lo que ahora estábamos viviendo y me considere muy afortunado, creo que, en toda mi experiencia sexual, son de los mejores momentos que me ha tocado vivir.
Unos minutos después, padre e hijo entraron a uno de los baños a asearse y yo lo hice en el segundo baño, los demás ya estaban animados conversando, seguramente comentando la nueva experiencia, probablemente inesperada en sus vacaciones por Chile. Una vez que estuvimos listos, nos integramos al grupo para degustar las delicias que había a nuestra disposición.
Acercándose ya la media noche, iniciamos los preparativos para recibir el nuevo año. Acomodamos en el balcón un taburete para que Nachito alcanzara la altura necesaria en la baranda del balcón, dejamos las botellas de champaña junto a las copas, apagamos las luces y esperamos la cuenta regresiva. 5. 4. 3. 2, 1……. ¡FELIZ AÑO NUEVO 2018!
Nos repartimos para darnos sendos abrazos con los mejores deseos a cada uno. Cristian con su hijito Ignacio, yo con mi primo y las visitas entre ellos, luego se fueron cambiando hasta que todos ya recibimos el nuestro con los deseos en español e inglés. Un salud con la champaña y a mirar el show pirotécnico.
Nachito sobre el taburete su padre detrás y los demás rodeándolos. En los balcones contiguos también se escuchaba la algarabía de los enfiestados mientras empezaron las primeras explosiones de luces multicolores. Fue en ese instante en que Cristian se acomoda bien a la espalda del niño y bajándole su pantaloncito le empieza a buscar el agujero bendito con su verga que –una vez más-ya estaba en posición de combate. No le costó demasiado ensartarlo y empezar el mete saca en esa posición y ubicación tan espectacular. Las explosiones de los fuegos pirotécnicos arrancaban fuertes OHHHHH de los miles de espectadores, y servían para disfrazar los ohhhh de la penetración que estaba disfrutando padre e hijo. Luego de un par de minutos, Cristian me cedió el lugar el cual rápidamente ocupé introduciendo mi verga en aquel huequito ya tan conocido, por un par de minutos y así turnándonos todos. Los lectores podrán imaginar el morbo que producía estar follando grupalmente al chico a pocos metros de tanta gente de los pisos cercanos, pero que entusiasmados con la fiesta no veían con claridad lo que en nuestro balcón estaba ocurriendo. Finalmente fue Jon, el senegalés quien se quedó hasta que el show ya terminó, en cuyo instante y sin sacar su verga del interior de Nachito, entró para acomodarlo en el sofá y darle una follada hasta llenarle de esperma en su primera enculada completa del año.
Posteriormente nos dedicamos a tomarnos unos tragos y compartir historias de nuestros nuevos amigos, recomendando destinos para conocer en nuestro país y el pequeño Ignacio se retiró a dormir, que había sido una movida despedida de año viejo y recepción de año nuevo, todo ello anunciando muchas experiencias que seguramente traería sorpresas y en especial mucho placer para compartir y de las cuales, obviamente, espero ser parte.
Ya les iré comentando lo que pase después…………….
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Pues está muy bueno tu relato, ese niño ha aprendido muy bien, gracias.