GERMAN 6 , DEGUSTADOR DE CULITOS TIERNOS LA INVITACION DEL PADRE PEDRO.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por GGozador.
Y llega el dia viernes de esa semana con tantas sorpresas, y por la tarde me llaman por telefono a la casa.
Era Mariela quien me comenta consiguió mi número en la parroquia, y me dice que necesita reunirse conmigo al dia siguiente, por la tarde.
Me pareció al menos curiosa la invitación y mas aún el sitio (la parroquia) por lo que imaginé con bastante certeza, que el padre Pedro estaría involucrado en dicha invitación.
Y por fin es sábado y al no tener clases me levanto tarde y me hago a la idea de ir a natación, pasado la hora de almuerzo.
Asi que, luego de un reposo jugando videojuegos, alisté mis cosas y salí en rumbo a la piscina, con la inquietud de estar con Ricardo a quien no veo desde que me dió mi primera “clase” y sin saber que ocurriría en aquella tarde, y mas aún con la invitación de Mariela.
Así pues que llegue al gimnasio, y me fui a cambiar ropa para dirigirme a la piscina.
Grande fue mi sorpresa ya que veo en el agua y practicando con algunos participntes nuevos, a un joven de raza negra, esbelto de cuerpo bien formado y poseedor de una amplia y amistosa sonrisa.
“Hola, tu debes ser Germán” me dice alegremente.
Asentí y él rapidamente me aclara que está reemplazando a Ricardo que tuvo algo que hacer pero que llegará luego, y para no retrasar la clase es que le pidió iniciar la clase.
Matías, que es el nombre del chico, vestía un pantaloncillo de lycra bastante ajustado, de color azul y que mostraba a plenitud sus bien formadas líneas de un culo firme, pero en especial por el frente se percibía un bulto largo aunque no muy grueso, que estaba inclinado hacia su costado izquierdo, en la parte inferior se alcanzaba a distinguir otro bulto que con seguridad son sus huevos que anuncian un buen tamaño.
Detalles que observé y que ya daba cuenta que dejaba de pensar como un niño y lo hacía como un púber ansioso de sexo las 24 horas.
Asi que, no perdí tiempo y me acerqué a Matias para ponerme en sus manos, el se sonrió cuando le pedí me ayudara a flotar, para lo cual me puse de espaldas a él, quien suavemente me tomó de la cintura.
Inventé una pérdida del equilibrio por causa del agua y me fui sobre él, sintiendo su paquete en mis glúteos y sus fuertes brazos afirmándome.
Le agradecí e inmediatamente el me ubicó en posicion horizontal, afirmandome con sus manos por el pecho y muslos para hacerme flotar.
Sus manos me produjeron un escalofrío.
Lamentablemente para mi, habia mas alumnos que requerían de él y no lo tenía para mi todo lo que hubiera deseado.
Pero a poco rato aparece Ricardo, quien ingresó a la piscina para ocuparse de los alumnos mas pequeños con lo que pude recuperar la atención de Matias.
Así me enteré que tenia 22 años, que estudia para profesor de educación física y que por estos dias está alojando en el apartamento de Ricardo a quien conoce de su pueblo natal, mientras realiza algunos trámites relacionados con sus estudios.
Esta última información me alegró la tarde, ya que podría conocerlos mas a fondo pues no dudaba que Ricardo me invitaría al terminar la clase.
No me equivoqué, apenas se cumplió la hora, Ricardo me dice “veo que ya conociste a Matías, ¿te parece que vayamos al apartamento para que se conozcan un poco mas? Todo ello acompañado de un guiño cómplice, “Por supuesto, encantado” respondí mientras miraba al nuevo amigo.
Nos fuimos rápidamente, hacía un poco de calor y el clima húmedo estaba algo desagradable.
Apenas llegamos Ricardo fue por unos refrescos a la nevera, Matias se fue al dormitorio para ponerse mas cómodo segun dijo.
Por mi parte me saqué la remera quedando solo en bermudas y zapatillas, las que tambien me saqué.
Ricardo me ofrece una gaseosa y al sentir hablar algo a Matías me giré y una exclamación escapó de mi boca.
OHHHHHH!.
Matías venía sólo con un boxer blanco que hacía resaltar la negrura de su piel, pero sobre todo mostraba aquel bulto negro, en dos dimensiones, hacia un costado largo, y hacia abajo, anunciando una bolsa de candys.
Su cuerpo desprovisto de pelos, lo hacía ver como una estatua de ébano.
Ricardo se acerca con sendas gaseosas para ambos y me invita a sentarnos en el gran sillon, entre ambos amigos.
Me pregunta la opinion que me merece Matías y le digo que es muy simpatico y que nunca había estado asi de cerca de alguien como él.
Si bien conocía mucha gente de distintas razas, en especial negros, pero otra cosa es estar asi en paños menores con uno que además tenía una estampa para envidiar.
Tímidamente le pregunté si podía tocar sus pectorales, recibiendo como respuesta un “toca lo que quieras” que me iluminó la cara.
No me hice de rogar, y empecé por su mentón, para ir bajando a sus hombros, bíceps, brazos y torax.
Desde ahí me salté a los muslos que eran firmes como todo el cuerpo.
“Vaya que tímido” me dice Matias, y toma mi mano derecha y la deposita sobre su bulto.
Éste cual una serpiente reaccionó al contacto de mi mano, “oh” exclamé, mientras seguía tocándolo y al hacerlo sentía como iba creciendo y endureciéndose luchando por escapar de su blanca prisión.
Ricardo por su parte, me abraza por la espalda y lo siento pasar su lengua por mi cuello y hombros produciéndome un esclaofrío, sus brazos me rodean y sus manos me acarician las tetillas apretando suavemente mis pezones.
Al ver ésto, Matias acomoda su boxer y saca lo que ocultaba, pone mi mano sobre aquella bestia negra, que ya brillaba de exitación y absolutamente erecta que parecía un trozo de acero negro y yo de nuevo exclamo “ohhhhh”.
Matías se pone de pié, bajando su diminuto boxer, con lo que quedó al alcance de mi boca su anaconda negra, la cual yo abría con entusiasmo.
Por su parte Ricardo me besaba las tetillas, y sus manos luchaban por liberarme de la amarra de mis bermudas, y asi poder desnudarme.
Sentí como aquella vergota se iba introduciendo en mi boca produciendome un cierto ahogo, yo ya la agarraba con ambas manos pudiendo sentir su tamaño y extrema rigidez y empecé a explorar su bolsa de huevos, bastante grande para lo que hasta ese momento conocía, arrancando gemidos de placer a mi nuevo amigo, a quien ya lamia y mamaba con la poca experiencia que habia adquirido pero que era suficiente para dar intenso gozo.
Ricardo toma la iniciativa y me levanta en sus fuertes brazos y me lleva en dirección al dormitorio, Matías mientras me va sacando la poca ropa que yo aun tenía puesta.
Me acuesta en la cama al centro y cada uno se ubica a los costados abalanzándose sobre mi, chupandome por todos lados y tocandome, Matias me empezó a besar y meterme lengua y Ricardo me chupaba mi pene y huevos, las 4 manos no paraban de recorrer mi cuerpo arrancandome gemidos y una sensación de desesperacion de tanto placer.
Ricardo se ubica al lado de mi cabeza y me alza de los pies, poniendo su pene sobre mi boca, y le hace un gesto a Matias quien se pone al otro lado quedando a plena vista de mi culo acercando su cara y empezando a pasar su lengua por mis nalgas y mi rajita.
Me abre y empieza a lamer mi culito y por otro lado yo con la verga de Ricardo en la boca solo gemia y me dejaba hacer.
Matías ya no aguantó mas, y tomó el lubricante de la mesa de noche y se aplicó en su estoque, y ademas abundantemente en mi hoyito, para lo cual introducía uno y dos dedos.
“Que delicia de culito blanquito me voy a comer” me decía, y me miraba con unos ojos que denotaban morbo y calentura.
Por su parte Ricardo le decía “cumplí con lo ofrecido, tu primer culito de niño blanco” ohhhhh siiiiiiiiiii.
Yo lo único que deseaba era ser empalado, quería sentr por vez primera una verga negra que me llegara hasta el fondo, asi que me preparé cuando senti que la punta se ubicó a mi entrada posterior.
Cerré los ojos y me entregué al placer.
Sentí aquel negro taladro profanando mi hueco anal, inmediatamente noté que su tamaño era superior al de Ricardo, pero aunque con dificultad, centímetro a centímetro iba avanzando, entrando, clavándose en lo íntimo de mi ser y por cada centimetro que entraba, se oía las exclamaciones de Matías mezcladas con mis quejidos de dolor y placer, y no paró hasta que llegó al fondo lo que supe cuando sentí sus huevos tocando mis nalgas.
Respiró profundamente y me empezó a follar, suave pero constante y a un ritmo a cada segundo mayor, mete saca, mete saca, oh, oh, oh.
Yo no podia decir nada que tenia incrustada la verga de Ricardo en mi boca llegando hasta las amígdalas, lo que soportaba estoicamente en aras del placer que Matias me prodigaba y que obviamente el tambien disfrutaba.
“Mira como lo tengo, mira como me culeo a tu alumno preferido” le decía a Ricardo quien respondía “si, cógelo, es tuyo, aprovecha que recien aprende contigo y conmigo, ohhhhhhhhhhhhhh”
Matias me empezó a clavar con violencia, me besaba las piernas que Ricardo aun sujetaba para mantenerme en esa posición, mientras era atraído hacia el cuerpo del violador por sus negras manos, mas rápido, mas rápido, mas rápido, yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
En ese instante sentí que era inundado mi interior por un liquido caliente que se hacia sentir por su aroma y por el ruido al golpear el pene y los huevos contra mi chorreado culito, mientras Matías gemía y seguia follandome.
Su ritmo fue decreciendo, en ese instante Ricardo me baja de la posición en que estaba y acomoda varias almohadas ubicandome a horcajadas sobre ellas, dejando mi culito en pompa, se sentó en mis piernas y acercó su verga a mi lubricado culo y me lo introdujo de golpe hasta el fondo sin obstaculo dado la dilatación y lubricacion que Matias me dejó, empezandome a bombear que daba gusto.
Por su parte mi negro amigo se ubicó en la cabecera y me puso su viril miembro en la boca, para follarme golosamente introduciendomelo hasta tocar mi campanilla de la garganta, lo que me hizo salir algunas lágrimas.
Yo sentía las clavadas de Ricardo pero no tan intensas por ser su pene de menor tamaño que su amigo, pero que compensa con un mayor grosor.
Se deslizaba suavemente desde la punta y hasta el fondo, por otro lado el negro miembro de Matias solo me entraba algo mas de la mitad en la boca, pero igual le hacia gemir y agradecer lo rico que lo mamaba y exclamaba que su sueño de siempre era tener un bebe blanco para hacerle de todo.
Cerraba sus ojos para disfrutar de la follada bucal, y a ratos miraba como la herramienta de su amigo salía completamente de mi culo para clavarse hasta el fondo.
Ohhhhh que delicia!!!.
En ésta ocasión, Ricardo no aguantó demasiado tiempo su calentura y avisó a su amigo que ya iba a acabar, por lo que se ponen de acuerdo para una acabada en conjunto.
Matías saca su pene de mi boca y se empieza a masturbar furiosamente, mientras yo aprovecho de lamer sus huevos, además, el acariciaba mi pelo, mi mentón, y me decía cosas obscenas.
Así hasta que estuvo a punto y se lo hizo saber a Ricardo con un ¡YA!
Introdujo su pene en mi boca de nuevo pero con tal violencia que me ahogaba, mientras Ricardo aceleró su culiada cubriéndome con su cuerpo mientras sus brazos sobre mis hombros me atraían a ser clavado a fondo, lo que duró unos pocos segundos hasta que Ricardo exclamó un OHHHHH y me hizo sentir de nuevo una sensacion líquida en mi trasero, por su parte Matías me empezó a llenar la boca de semen, el que escapaba por la comisura de los labios ante la imposibilidad de tragarlo todo.
Uno y otro y otro chorro de leche caliente tanto en mi culo como en la boca lo que hacía que la follada fuera muy sonora y que el semen salpicara por todos lados, todo ello hasta que la intensidad fue disminuyendo para finalmente quedar los 3 exhaustos tendidos en la cama.
Oh, que cosa mas deliciosa, comentó Matías, gracias me dijo,mirandome a los ojos, gracias Ricardo, quedaste corto en lo que me dijiste que sería.
Lo mejor de la vida hasta ahora.
Ricardo solo sonrió satisfecho.
Luego de unos minutos de reposo, me levanté para ir a ducharme, ya habia pasado un buen rato desde que llegamos y por otro lado, tenia otro compromiso en la parroquia con Mariela y el padre Pedro.
O no iré????
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