Gochito Veguero 03
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shotaboy.
4:00 Am.
El cielo está tan negro como a media noche, los gallos cantan, un frío aturdidor se siente en el aire producto de una lluvia aislada que dejó el suelo de la sabana desperdigado en charcos y barriales; tocan a mi puerta, Indira me indica levantarme y seguirla, la primera madrugada es la mas dificil, siete dias después de esto ya estoy vestido cuando ella toca por segunda vez; bajamos al suelo y nos dirigimos al establo en donde guardan la mayoría de los animales, entramos al cubículo de las vacas, algunas deben conectarse a las maquinas que las ordeñan, pero esa leche es para venderse, otras hay que sentarse y masturbarles las ubres a la antigua, esa leche es para consumo personal.
-Y no olvides cantarle.
– me recordó Indira igual que todos los días.
-Lo se lo se- dije con el sueño enterito -¿Y por qué hay que cantarle?
-Porque mientras ella hace su trabajo lo disfruta- dijo antes de ponerse a tararear una tonada llanera mientras yo tiraba de la ubre como me habían enseñado ya.
-Ella no trabaja, solo está ahí parada.
En eso, mi prima de 14 años me abraza desde atrás y rodeándome con sus brazos desliza sus manos delicadamente desabotonando mi pantalón, bajando mi cierre y finalmente liberando mi penecito infantil que comienza a reaccionar a su tacto, Indira sigue cantando mientras sus manos desempeñan un excelente labor manual en mí, su canción me relaja y me entrego a la sensación de placer que mi prima me ofrecía, sin saber porque, mi lengua entra en su boca, instinto tal vez; unos minutos despues la cubeta esta llena de leche de vaca y mi pene se ha contoneado en manos de mi prima regalándome un orgasmo en seco, uno delicioso, por cierto.
6:00 Am.
Finalmente hora de desayunar! luego de obtener la leche, de sacar los huevos del nido de las gallinas, de pilar el maiz junto a Ingrid mi prima mayor (no le caigo bien asi que no me dirige la palabra, a menos que sea algo como Pasa esto* sostén aqui*, etc), luego de esto se lo pasamos a la abuela quien con una velocidad y habilidades pulidas a través de décadas, se desempeña con maestría por las hornillas y sartenes, en poco menos de una hora el desayuno está listo; pero solo están servidos nuestros platos, el mío, el de la abuela Régula, el de Indira, el de Ingrid y el de Ignacio el cual le fué llevado a su habitación, él no desayunó con nosotros.
7:00 Am.
-Jhona!!!- escuché gritar a Iker desde el corral.
-Voy!!!- grité, luego caí en cuenta de haber cometido un error, el cual Iker me recordó al instante.
-No se dice Voy, cuando alguien lo solicite usté responde "Señor"- dijo -y si solicitan su culo usté responde "Ordene Papi".
-Ja ja ja!- soltó Iván una carcajada mientras me ponía una cuerda de lazo en las manos y me apuntaba hacia un tramo de cerca metálica en donde había un caballo Ruano (pelaje rubio) que iba de un lado a otro como expresando su descontento.
-Que pasa?- pregunté intuyendo un mal día – que quieres que haga con esto?
-Todo llanero necesita una bestia (caballo), esta es la tuya- dijo Ivan sonriente frente a Iker y otros dos trabajadores a medio vestir.
-YO?!- pregunté atónito.
-Ah Vaina! Claro que tú, para acompañarnos a arrear el ganado, o cazar babas de noche no puedes ir a pié!
-Pero, él no se ve contento!
-Ovbiamente no está felij!- bramó iker medio risueño, como quien contiene las ganas de reir por un chiste – creías que te ibamos a dar un pequeño pony, ya amaestrado? No cámara! tienes que domarlo tú porque va a ser solo para tí- aseveró con toda seriedad – y no creas que es una mascota, es una responsabilidad.
Ahora empieza.
Bajo la guía de Iker e Ivan entré con el hermoso corcel, ellos también, luego de cansarlo haciéndolo correr en circulos y logrando que me permitiese acercarme, puse un pié en el estribo y de un solo impulso ayudado por las generosas manos de un muchacho sin camisa en mis nalgas me monté en la enorme bestia que no me dejó siquiera apoyar el trasero en su lomo cuando ya mi cuerpo había dado dos vueltas en el aire antes de caer de panza al ablandado suelo lodoso.
Los allí presentes se rieron mientras mi cabeza daba vueltas por el golpe, quise llorar pero mis primos me advirtieron de no hacerlo <<Él llanero no llora, El llanero no se rinde>> Iker e Iván me dejaron allí con una única instrucción <<Dómalo>> y luego se fueron, de ahí en más me traté de acercar al ruano yo solo tratando de establecer un lazo mágico con el que me permitiera entender como carajos entenderle a un caballo, conmigo solo quedó uno de los chamos descamisados para ayudarme en mi labor, Mateo se llamaba él, de unos 16 años, de rostro rígido y protuberante y de cuerpo macizo pero de baja estatura, aunque su personalidad era carismática, simpática y echado para adelante.
-Quiere un consejo Camarita?- exclamó sin levantar la voz y con una sonrisa amable en sus labios.
-Digame?
-Primero, quitese la ropa.
-Que?- cuestioné sorprendido.
-Hagame caso- dijo sin malicia -Ahí va a estár preocupado por sentir el barro en la ropa, solo necesita las botas y el sombrero, si acaso y tal vez el interior.
Luego de que ya no le importe andar desnudo al aire libre va a poder concentrarse en hacer lo suyo.
Acepté no sin sospechas pero me deshice de mi ropa y procedí a acercarme nuevamente, obteniendo el mismo resultado una y otra vez, cayendo, cayendo y volviendo a caer, y es que la jodida bestia no quería nada conmigo, Mateo reía por cada batía que el Ruano me echaba.
12:00 m
-Oiga Mateo, Y cuanto tiempo me va a tomar esto- pregunté embarrialado y amoratado.
-Él no se va a deja montar hasta que no confíe en usté!.
-Y eso como en que momento?- pregunté agotado.
-A mí me llevó con el mío como dos semanas.
-QUE?!!! DOS SEMANAS DE ESTO?!- exclamé ya harto.
¡¡¡ACOMEEEEERR!!! – se escuchó desde lejos mi prima indira, cuando llegué a la puerta de la casa para subir me detiene mi prima Ingrid con su ceño fruncido, -No llave! Usté así no me entra! Matéo, me hace el favor y me lo baña!- le dijo a su peón.
-Mande Ñora!- exclamó el llanero moreno y tomandome de la muñeca me llevó al pozo, el testigo silente y cómplice de como hacía una semana dos hermanos violaron al mismo tiempo a su hermano menor de 13 años; Allí me metió y quitándome bruscamente mis interiores, botas y sombrero me talló el cuerpo con sus asperas manos, acariciando fuertemente y apretando de vez en cuando las partes que quisiera, en una de esas me acarició el culo y tanteando mi úpite con su dedo medio me dijo al oido <<Ese culito se ve bien rico>>; pero la cosa quedó ahí, me vestí, almorzamos, Ignacio aún no salía; pero no podía hacer nada, probablemente su orgullo de hombre macho del llano estaba tanto o mas roto que su ano.
2:00 pm
Luego de comer hasta hartarme y tomar una siesta me desvestí nuevamente y solo con mi traje de "encantador de caballos del edén" salí afuera, al verme, Mateo me indicó ir con él a la caballeriza y una vez adentro vi que él ruano estaba en su cubículo de celda de barras (básicamente puedes entrar y salir con él mientras permanece encerrado), me quedé allí contemplando a tan enorme bestia, su pelaje color ocre, su crin negra y hocico afinado, unas patas fuertes y gruesas, la inmensidad del animal resultaba imponente cuando lo comparaba conmigo, entonces lo ví, Un jodido miembro viril, más grande que cualquier otro que hubiera visto antes, de color negro puro, mas largo que mi muslo y mas grueso que mi brazo, me enamoré a un nivel muy primitivo de ese animal y lo mas extraño es que me pareció (tal vez eran vainas mías pero.
) parecía que él sentía lo mismo, yo estaba frente a su costado izquierdo en otra celda junto a Mateo (quien tambien se había quitado los jeans, quedando solo en unas trusas raidas y flojas que dejaban todo al descubierto), de pronto *palpitar*, lo vi moverse *palpitar*, lo vi agrandarse, al buscar su cara noté que él me estaba mirando, y mientras lo hacía su verga descomunal reaccionaba contoneándose.
-Le gustas!- dijo Mateo – Y no lo culpo, yo yambien te veo y me provoca es.
Sin completar su frase me tomó de la cadera y apoyandome la verga en los interiores comenzó un mete y saca fingido, mas para restregarme la verga que para meterla, palpando con mis nalgas el buen tamaño que me recordó a mi profesor que me inició en el sexo me incitó a menearme ligeramente, Mateo al sentirme dispuesto me bajó el interior y escupiendome el culo y su verga desarrollada y firme inició un apuntalamiento rápido y fogoso (y algo doloroso) que me dejó completamente empalado en menos de un minuto, con su fuerza superior Mateo me atraía bruscamente hacia su pene haciendome gemir y alborotando los rulos de mi cabello, para no caerme me aferré con los hombros a la tranca de barrotes pasando mis brazos y cabeza hacia el espacio de la bestia Ruana y noté que aún me miraba, y lo que es mas, su miembro golpeaba su vientre a cada palpitacion que este daba (golpes de pecho como reza el dicho), sin ningun pudor extendí mi brazo y cuando mi mano tocó el falo del animal este dió un respingo de precaución pero me permitió continuar.
-Píja Cámara! a culito mas bueno el suyo, oyo!?- exclamó Mateo sin percatarse de que yo estaba masturbando al potro salvaje.
Yo me encontraba siendo enculado por aquel llanero de pura cepa, su virilidad recorría mis entrañas con impetu mientras mi manito estimulaba aquel amenazante trozo de carne salvaje, el corcel se agitaba resoplando, no podía aunque lo intentaba, rodear aquella verga animal con mi mano y me imaginé siendo penetrado por ese caballo, me excitó tanto que le pedía con mi mejor voz de putita a Mateo que me rompiera el culo, que me violara de tal forma que me dejara tendido en el suelo, tanta sumisión de mi parte le proporcionó a mi activo veguero una falsa pero rica sensación de poder y hombría que me avasalló cada vez con mas presión su verga en mi culo.
Entrando y saliendo tan a lo bruto que yo chillaba como un puerquito rumbo al matadero salivando sin control y jalandole la verga a mi corcel, el cual disfrutó tanto de nuestro extraño y poco ortodoxo trío que cuando halé hacia mi su verga equina y me metí su glande a la boca chupandolo con fuerza me bastaron 4 chupadas para que diera un relincho y me disparara un rayo letal de leche de caballo que me llenó la boca tan abruptamente que esta bañó tambien a Matéo, fué allí que él se percató de que el caballo había eyaculado solo con verme (según él, ya que no me vió masturbarlo), entonces un poco cortado de inspiración se sentó en el suelo de paja y enchucandome lo rodeé con sus piernas mientras me empujaba hacia arriba con los envites de su pelvis que se desvivía por destrozarme el culo, yo saboreaba aún la leche del animal y jugando con esta en mi boca se la eché en la misma unión de mi ano con su pene, y a modo de lubricante esto nos excitó a tal punto que tanto él como yo gemimos y gritamos sin importar si alguien entrara a la caballeriza de imprevisto, mis nalgas chocaban con su pelvis al son de su clap clap clap, hasta que en medio de un retorcijón de vientre Mateo disparó dentro mío el brío de su gloriosa juventud embarrando las paredes de mi mancillada inocencia.
-Upa! camarita, A culito mas sabroso oyó!- exclamó mi amante mientras me sacaba del culo su flácido miembro.
-Eso me han dicho!- le dije recuperando el aliento, luego me quedé contemplando la hermosura de "mi caballo ruano" y dije mas para mi que para Mateo – Crées que ese animal me pueda coger?
-Verga!- fué lo único que la impresión producida por mi comentario le dejó decir- Seguro que te quiere coger, ahora.
– se quedó pensativo hasta ordenar sus pensamientos- ¿Como vas a aguantar esa verga?, primero tendrás que darle el culito a todos lo hombres de esta finca, y lo harás; por ahora continuemos con el adiestramiento del ruano este.
8:00 pm
Luego de pasar todo el día llevándome golpes y palizas, mi cuerpo había quedado lleno de moretones, mis ojos rojos de tantas virutas de polvo y barro que me habían entrado, mi boca tenía una herida en el labio inferior y por lo demás muchos raspones y barro en todo el cuerpo, incluso saque granos de arena de mi anito rubio, dentro de mis botas había mas lodo que en las suelas, por lo que completamente agotado y ya sin fuerzas caminé al poso y me sumergí dentro del agua con todo y sombrero, floté viendo un sorprendente cielo salpicado de estrellas en un pétreo negro profundo, me acordé de mi mamá y de lo dificil que sería mi vida como un llanero pero tambien como la puta de la hacienda, de que mi escala en la jerarquía era como menos que un peón.
Luego de lavarme lo mejor que pude, subí a mi cuarto, no cené puesto que solo quería dormir, y así desnudo como había salido del pozo me eché en la cama dejándome llevar por el sueño con absoluta facilidad hasta que.
Llegó a mi como una epifanía, definitivamente iba a domar a ese caballo de pelaje rubio.
4:00 Am (al siguiente día)
Hice como venía repitiendo la rutina cada madrugada, cantarle a la vaca, y ordeñarla, cuando la mano de mi prima Indira se dirigía a mi pueril penecito para ordeñarme a mí, la detuve y le dije que necesitaría esa fuerza hoy, continué con mis demás quehaceres y finalmente despues de desayunar salí a la caballeriza en donde mis primos Iker e Ivan y algunos trabajadores abrían para dirigir al caballo al corral abierto en donde continuaría tratando de domarlo; pero yo los detuve.
-No no!- dije muy seguro de lo que hacía- no lo saques hoy!
-Que pasa Jhona?- preguntó preparando una burla- Se va a rendi tan rápido?!
-No es eso, voy a trabajar con él pero no allí en el monte.
-.
No se Primo- dijo él.
-Y necesito que me deje a Mateo para que me ayude!- A este le brillaron los ojos.
-Como uste diga!- asintió y partieron a sus propias faenas, no antes de decirme <<Hoy te vamos a visitar en la noche!>>
Esas palabras finales me revolvieron el estómago de terror; pero disipé esos pensamientos concentrándome en el adiestramiento de la bestia.
Entramos al corral Mateo y yo, este algo animado me preguntó que tenía pensado hacer al verme quitándome la ropa -Vamos a coger- le dije, y este ni bien logró procesarla se comenzó a desvestir.
Como la vez Anterior me sujeté de la reja del caballo y parando mi culito quedé en posición para la entrada de Mateo quien cuando estuvo a punto de dedearme le dije primero – Mateo, no se vaya por las ramas y reviénteme Bien reventao!- asi que sin protocolos o antesalas se ensalivó la verga erecta y tomándome de las caderas me enculó como todo el macho que era, sin pausas ni delicadeza, solo un güevo y el culito para reventar.
Las embestidas de Mateo eran bien enérgicas y como todo buen llanero se puso a la altura del desafío y su aguante se lució prolongando nuestro polvo los casi veinte minutos que duró; pero antes, mucho antes de la mitad mis manitas volvían a jugar traviesamente con el penco de la bestia de pelaje rubio, su pene, enorme, negro y palpitante se contoneaba como tratando de escapar de mis manos, daba fuertes tirones mientras mis pálidas manos en comparación se veían mas pequeñas de lo usual frente a ese pedazo de carne equina, El ruano resoplaba y Mateo sabía la causa de las reacciones del animal, que mucho antes de nosotros se sobre estimuló y me disparó su grumosa, espesa e hirviente semen de caballo, por curiosidad abrí la boca para experimentar de nuevo su sabor en dos espasmos me llenó los cachetes de su gusto salado-agrio y por inercia me lo tragué (nada bonito) mientras otros disparos correosos (casi chorros) de leche aterrizaban en mi cara bajando por mi pecho, el olor a bestia semental era tan intenso que aún hoy con solo oler un caballo a la distancia se me prenden los motores.
-Uff! se lo vuelvo a decir compa, Que Culo!- me halagó Mateo.
-No se me vaya Mateo que todavía no hemos terminado! -le dije al verlo levantarse y vestirse.
-Como así cámara! -preguntó mientras su pene ahora flácido moqueaba semen como un gotero.
-Nos faltan como Siete polvos mas -le solté, él quedó así como petrificado por el reto hasta que sopesándolo le dije- O es mucho para usté?
-Usted manda patroncito! – dijo aceptando su desafío.
Así lo hicimos, Matéo con un esfuerzo cada vez mayor y luego de descansos mas cortos cumplió con su deber de macho pecho peludo y me cogió como todo un hombre de llano recio cuantas veces se lo pedí, mi culo estaba a 50º C de tanta fricción y frotamiento anal de su parte, me escocía pero al ver al ruano recostarse un par de minutos sobre sus patas, igual que una figura de la mula en un pesebre navideño, supe que todo iba por buen camino, ya que por cada polvo que Mateo y yo echabamos era tambien un polvo para la bestia a la que masturbaba, ya para las doce del mediodía ninguno de los dos sementales eyaculaba nada, mas bien se notaban los orgasmos por sus reacciones corporales exageradas.
12:30 M
Mateo sacó al ruano hasta el corral a cielo abierto bajo el sol inclemente, yo por mi parte, desnudo como andaba solo con mi sombrero porque luego de tantas cogidas ni interiores ni botas me dejé puestas, me dirigí de frente hacia la bestia y esta casi sin fuerzas, totalmente desganada no hizo ni un intento de alejarse o pedirme que me alejara, me acerqué lentamente, con un manzana en la mano, hediondo a semen seco, su propio semen, prácticamente podría haber sido su hijo ya llevaba por dentro y por fuera su material genético, en fin que acercándome paso a paso, estuve a un metro de él, le di un mordisco a la manzana, dulce en mi lengua y se deshizo a cada mascada, Mateo observaba impávido la escena que ni en sueños se le hubiese ocurrido a él intentar.
Mi mano extendida en el aire se aproximó a su cabeza y sin reacción alguna me dejó tocarlo, palpé su pelaje corto y grueso hacerle cosquillas a mis manos, sentí su pulso atravesar mi palma por debajo de su piel, seguí acariciándolo por su cuello acercándome descalzo a su costado, me miró sin ningún recelo y con un solo impulso que me costó mucho me subí sobre sus lomos a flor de piel, mi culito abierto chorreaba aún el semen tibio de Mateo sobre el animal, al levantar la vista contemplé la llanura desde una nueva altura, para un niño de casi 10 años haber conseguido someter (aún me faltaba mucho para eso pero ya era un comienzo) a un animal tan grande y que me aceptara era un hazaña igual o mayor a matar un gigante incircunciso o cruzar el mar nadando.
-No creo esto compita!- expresó Mateo quitándose el sombrero
-Ni yo! dije aliviado sintiendo el retumbar de cada paso directo en mi culito.
-Y como lo va a llamar?- preguntó interesado.
Lo voy a llamar exactamente como lo que es, "Lechita"!- dije totalmente seguro.
7:00 PM
Iker e Iván llegaron de su labor, y de mas está decir que quedaron sorprendidos cuando Mateo les contó que ya había domado al ruano que ahora me pertenecía, esa noche no me visitaron como habían presagiado; pero me dijeron que tenían preparado algo mucho mejor para mí e Ignacio mi primo de 13 años a quien hacía unos días no veía.
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Este relato fué escrito por Shotaboy (solo en caso de que aparezca como anónimo), si les gustó pongan un comentario indicándolo, si no, pongan un comentario criticándolo, así podré mejorar mi escritura, saludos y besos para todos.
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