Gordito.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Su depa era pequeño y acogedor, me senté en un sofá mientras él iba por la cerveza, llegó con dos latas y bebimos, luego dos mas, y dos mas, y ya no recuerdo cuantas mas, de pronto ya tenía a Hugo, así se llamaba, sentado muy junto a mí. Un "me gustas" me desubicó un poco, pero ya había yo tenido una experiencia homo hacía años con un compañero de trabajo y sabía lo q seguía. Hugo besó mi cuello mientras su mano acariciaba mi bragueta, mi pene engordó, desabrochó mi correa, bajó el cierre, y sacó mi verga erecta, rápidamente llevó sus labios a mi glande y empezó a chupar, era diestro, su lengua recorrió toda la extensión de mi falo y mis bolas peludas, yo gozaba. Luego me llevó a su dormitorio y nos desnudamos.
Era apenas mas bajo q yo, blanco, algo velludo, de rostro varonil, ambos estábamos erectos, sentó al borde de la cama, me atrajo hacia él y besó mi ombligo, mi pubis velludo y otra vez a chupar mi gruesa verga dándome mucho placer, mi verga era fierro ya. Me excitó mucho y levanté sus piernas gruesas, puse una almohada bajo sus grandes nalgas, ensalivé mi verga y, yo con los pies sobre el piso, lo empezé a penetrar, su hueco se abrió a mi cabezón mientras Hugo generaba sonidos guturales en su garganta. Su ano era la medida exacta para mi verga y yo sentía rico su calor y los pelos de su culo, lo penetraba, acariciaba sus muslos, besaba sus pantorrillas, Hugo con los ojos cerrados me decía "papi, papi", pronto lo tuve totalmente empalado y empezé a darle fuerte, mis muslos contra sus nalgas se cacheteaban y ese sonido me excitaba, dentro era húmedo, ajustado y caliente, lo tuve así como 20 minutos hasta q él no aguantó la arrechura y empezó a frotarse el pene, su ano sentí latir fuerte y eso hizo q mi orgasmo empezara, por cerca de dos minutos sentí un placer indescriptible y eyacule un fuerte chorro, eso hizo q Hugo eyaculara un chorro también, luego yo otro chorro adentro, y él otra eyaculada, y yo otro chorro adentro, y él otro afuera, estábamos sincronizados!, era delicioso, hasta q luego de esta rica desesperación sexual llegó la calma y ví mi abdomen mojado de la leche de Hugo. Despacio me retiré del ano de mi gordo, mi pene aún turgente y mojadazo, lo incorporé a Hugo y un hilo de leche salía de su ano.
Entramos a la ducha, nos abrazamos, el agua lavó nuestros cuerpos, nos secamos, vestimos y me despedí de este gordo delicioso q en la puerta me dice "todos los sábados a la misma hora?", "claro mi gordo!" le respondí sonriéndole y una amplia sonrisa suya me despidió. ariez96@hotmail.com
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