Gracias a mi madre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, me llamo Carlos, ahora tengo 25 años, pero lo que me paso fue cuando yo tenía 15, lo que vi, definió mi vida sexual, y todo gracias a mi madre.
Mis padres se divorciaron hace varios años y es como que eso le saco algo de adentro, la liberó.
Gloria, que así se llama mi madre, tenía en ese entonces 35 años, es una mujer que ahora se cuida mucho, aunque el paso de los años son inevitables, es una mujer entrada en carnes, generoso pechos, y un culo bien nalgón.
Vivimos en Moreno, provincia de Buenos Aires.
Yo en ese entonces, era delgado, tirando a baja estatura, nada que ver con mis amigos.
Yo me sentía inclinado hacia los hombres, pero es como que me daba miedo hacer algo, era como que quería experimentar que me cogieran, pero algo mas fuerte no me dejaba.
Un día llego a casa fuera de hora, ya que yo estudiaba el secundario, y como siempre entro por la puerta del fondo, que generalmente estaba abierta, pero para mi sorpresa, estaba cerrada, busqué una ventana abierta para ver si estaba mi madre y decirle que había llegado, completamente inocente de lo que me esperaba cuando me asomo en la ventana de su dormitorio y la vi, desnuda, en cuatro patas con el culo bien levantado y José Luis, un amigo mio, de mi edad la estaba cogiendo, veía como su pija entraba y salía del ojete de mi madre y la escuchaba gemir de placer a medida que mi amigo la estaba cogiendo y ella se metía los dedos en la concha, "dale bebé, cogéme mas rápido que puede venir mi hijo", escucho que le decía mi madre a mi amigo, entre gemidos de placer a medida que mi amigo le cogía el culo, "así bebé, así, haceme bien la cola, que bien me estas clavando la pija por el culo, seguí, no pares", le decía mi madre, "reventame bien el ojete pendejo hijo de puta", le gritaba mi madre, metiendo dos dedos lo mas adentro que pudo en su concha y me di cuenta que se estaba acabando a medida que mi amigo no dejaba de cogerle el ojete.
Yo viendo eso, me fui, no quise que mi madre sepa que la había visto como mi amigo Jose Luis, la estaba cogiendo.
Empecé a caminar hacia la estación del tren y ahí siempre hay chicos, a los cuales los conozco a casi todos y me encuentro con dos de mis amigos, "che, que te pasa?", me dijo uno de los chicos, "nada, boludeces mías", le dije, y me senté al lado de ellos, sin dejar de pensar como José Luis le cogía el culo a mi madre y ella le pedía a gritos que se lo rompa bien roto, "dale, no seas boludo, contános que te pasa", me decían mis amigos, y yo sin decir quien era, les conté lo que había visto, "enserio le estaban haciendo la cola a tu vieja?", me dijo uno de mis amigos, "pero quien era?", me dijo el otro, yo volví a decirles que no sabía, vi que se miraron, yo me sorprendí, "mirá Carlos, te vamos a decir algo, los que nos cogemos a tu vieja somos, Pablo, José Luis y yo, asi que el que le estaba haciendo la cola a tu madre es José Luis", me dijo Gastón, mi amigo, yo quedé helado, a mi vieja se la cogen mis amigos, "pero como se la cogen?", les dije sin poder creer lo que me habían dicho, "si, se deja por el culo o nos chupa la pija hasta que nos acabamos en su boca,, casi no se deja hacer la concha, porque dice que tiene miedo que la dejemos embarazada", me dijo Pablo, mi otro amigo.
Yo estaba en una nube, no podía creer lo que mis amigos me decían, "y que siente mi vieja cuando les chupa la pija o le cogen el orto?", les pregunté como perdido en la conversación, "se ve que le gusta, ya que nunca dice que no a un buen pete como dice ella, o a una buena cogida por el orto", me dijeron, "a vos nunca te chuparon la pija?", me dice Pablo, "no, ni me chuparon ni chupé", les dije, "que pasa te gustaría chupar una pija?", me dijo Gastón, "vení, vamos a ese galpón viejo y nos chupas la pija a ver si te gusta", dijo Pablo enseguida, yo los mire, "bueno, vamos", les dije.
Fuimos a un galpón que antes servía de deposito de bultos que el tren llevaba o traía.
Fuimos y el primero que sacó la pija fue Pablo, que yo con un poco de nervios y miedo me la metí en la boca y mientras se la estaba chupando, Gastón me acariciaba el culo, "y si te hacemos la colita a vos también, así le hacemos la colita a la madre y al hijo también", me decía, restregando su pija por mi culo, por sobre nuestras ropas mientras yo sentía la pija de Pablo bien dura en mi boca.
Como no dije ni que si, ni que no, Gastón me empezó a bajar el pantalón, me dejo con el culo al aire y empezó a pasar su pija por mis nalgas, "huy, que rico, le hacemos la cola a la madre y ahora le vamos a hacer la cola al nene", dijo Gastón, pasando saliva por mi ojete y se rieron los dos, a medida que yo le seguía chupando la pija a Pablo y Gastón acomodaba su pija contra mi ojete.
"Mmmmmmmmmm", recuerdo que dije cuando sin dejar de chuparle la pija a Pablo, Gastón me empezó a romper el culo, metiendo su pija por mi ojete, "que rica cola, igual a la de tu madre, como se la traga toda", me dijo Gastón, pegando mis nalgas contra su cuerpo y su pija bien adentro de mi culo, "cuando no nos cojamos a tu madre, te vamos a coger a vos", decía Pablo, moviendo su pija dentro de mi boca, recuerdo que lo mire, saque su pija de mi boca y simplemente dije que si, y se la seguí chupando mientras Gastón me seguía cogiendo el culo.
"Vení Gastón, que te la chupe a vos, que quiero hacerle la colita yo ahora", dijo Pablo sacando su pija de mi boca y Gastón la suya de mi culo y se cambiaron, ahora el que me cogía era Pablo y al que le estaba haciendo un pete era a Gastón, "y donde fue la primera vez que se cogieron a mi madre?", pregunté para seguir con el pete que le estaba haciendo a mi amigo.
"Acá mismo, donde te estamos cogiendo a vos, estábamos tomando un vino, y ella apareció, se puso a tomar con nosotros y media en pedo la trajimos para acá y nos hizo un pete a los tres, nos tomo la leche y se fue, y después nos llevaba a tu casa y la cogíamos entre todos, pero como dice que puede quedar preñada no quería con los tres ya que le dejábamos la concha llena de leche", me contaban a medida que me seguían cogiendo, "con los tres juntos?", les pregunté asombrado, dejando de chupar la pija de Gonzalo, "si, con los tres, uno se la metía en la concha, otro por el orto y otro en la boca", me seguían contando, sin dejar de cogerme, yo estaba caliente, sentía mi propia pija dura, mientras sentía las pijas de mis amigos, duras entrar y salir de mi boca y de mi culo.
Los movimientos de mis amigos eran mas rápidos y fuertes, "tragate toda la lechita", me decía Gastón gritando y siento como me empieza a llenar la boca de leche, metiendo su pija casi hasta mi garganta, "te lleno el culo de leche", me grito Pablo y me metió la pija lo mas adentro que pudo y sentía como se retorcía de placer llenando mi culo de leche.
Yo me había convencido que realmente me gustaban los hombres, había disfrutado mucho chupando las pijas y dejando que me cojan mis amigos, a partir de ahí, cuando no se estaban cogiendo a mi madre, me estaban cogiendo a mi, nunca le dijeron a mi madre que ellos me cogían pero si me contaban como se la cogían a ella, las cosas que le hacían y como disfrutaba mi madre y ahora yo, de las pijas de mis amigos.
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