Gracias a mi vecino me gusto la verga
Mi vecino me hizo su putita a los 7 años, y me gusto demasiado .
Mi nombre es Mauro, esto me sucedió hace mucho tiempo tenía yo unos 7 años más o menos, hoy en día tengo 32 y soy gay, pero todo empezó gracias a un vecino.
Recuerdo que su familia tenía una tienda de víveres en el barrio su nombre es Waldo, en ese momento el tenía unos 20 años, sinceramente el hoy es tiene unos 45 años pero sigue siendo muy bonito, así como lo recuerdo que era en ese tiempo, que para mi inocencia no sabía pero ahora sí recuerdo que era bonito y lo es, el por lo que entiendo no vivía donde los papas y después se mudó ahí, y una vez yo fui con mi mamá a comprar y mi mamá lo saludo diciendo que tenía rato de no verlo, el le dijo vaya como a crecido Mauro. Después mi mama me mando un día solo a la tienda, era como horas de medio día que casi nadie va a comprar, yo llegué y el era el que estaba atendiendo, yo desde niño e sido muy nalgoncito, el, estaba afuera barriendo y yo vi que me miró extraño, entro y me dijo que quería, yo le dije y entonces me dijo que si lo podía ayudar en algo, le dije de que se trataba me dijo que si él me cargaba y yo le alcanzaba algo que estaba en los estantes de arriba en la bodega que él no alcanzaba, yo inocente le dije que si y entre, el me cargo de espaldas y me aprisionó contra su cuerpo poniendo mi colita contra su pene, en lo cual yo sentí que algo muy duro y grande se posesionaba entre mis nalguitas, y me subía y me bajaba, para ser sincero a mí me gusto lo que sentía, solo le dije que te voy a alcanzar, y me dijo si es la bolsa que está ahí y me subió y yo sentí y como el besaba suavemente mis nalguitas, le dije ya, pero en el fondo quería que siguiera, pero pensaba que me estaba demorando y mi mama me podía regañar, el me bajo y me dio las gracias dándome un abrazo, en el cual yo sentí su bulto en mi pecho, al salir me dio lo que había ido a comprar y me regaló unas papas fritas de paquete y me dijo que cada vez que viniera lo ayudaba a bajar eso ya que el papá lo dejaba allá arriba y el no alcanzaba y siempre me daría algo, pero me dijo eso es solo cuando estemos los dos, si ahí más gente no porque después mi papa me regaña por bajar eso de allá arriba. Yo le dije está bien yo te guardo el secreto y me fui, en mi mente de niño inocente iba pensando en todo lo que había sentido no entendía porque me había gustado sentirlo a él así tan cerca, al llegar a mi casa mi mamá no me dijo nada, pensaría que me había quedado jugando con algunos niños.
No volví a ir a la tienda sino como al tercer día, era una tienda que la cerraban a las 7 de la noche pero quedaba abierta por una puertecita, donde despachaban hasta las diez de la noche más o menos, yo solo vivía con mi mama y una tía, ese día mi tía estaba en la ciudad y no llegaría y mi mama estaba con un resfriado, que tenía fiebre y gripe, el día están lluvioso y ella se sentía mal, no le gustaba mandarme a la calle después de seis de la tarde, pero ese día por su malestar me dijo que fuera rápido a la tienda y le trajera unas cosas para tomar y aliviarse, yo salí y estaba serenando, al llegar a la tienda ya estaban atendiendo era por la ventanilla, empezó a llover más fuerte, así que salió él y me dice, te vas a mojar ven entra, yo entré, en ese tiempo lo que existían eran los teléfonos fijos, así que el me dijo si sabia el número de mi casa para llamar a mi mama y no se preocupara, él llamó y mi mama le agradeció y le dijo que una vez bajará el agua si era muy tarde el me acompañaba, ya que mi mama le dijo que estaba enferma. Ese día para él fue lo mejor en todo, llovía que no paraba, y para su suerte, le pregunté por sus padres y hermana y me dijo que estaban en la cuidad y que no habían podido viajar por qué allá llovía demasiado también y lo más seguro es que se quedarán donde una tía, le dije que mi tía igual no había podido por lo mismo.
Él fue y cerró la ventanilla, ya que por el agua nadie iría a comprar, al regresar me dice oye ya que estamos solo, me ayudas a bajar lo del otro día, yo me emocione y le dije que si, así que el me cargo nuevamente de espaldas, y me abrazo otra vez contra él, yo volví a sentir su gran cosa dura en mi cola, y me empezó hacer cosquillas, teniéndome abrazado, yo me reía y el me decía eres cosquilludo, así haciendo me subía y me bajaba, yo le dije alcanzó lo que me dijiste, me dijo la quieres alcanzar lo o seguimos jugando a las cosquillas, yo le dije sigamos jugando, el me dijo pero te quedas así, le dije bueno, en esa bodega había un sofá el me llevo así cargado hacia el sofá, y me dijo que me sentara en sus piernas y pues como les dije a mi me gustaba también sentir eso duro, así que me senté y me empezó hacer más cosquillas, ya llevaba rato restregándome su gran verga en mi culito y en muchas ocaciones me tocaba la cola, le dije que tenía sed y él se levanto a buscarme una botella con agua, al regresar pude ver esa cosa tan grande que se le veía, traía una sudadera de algodón color gris donde se pintaba toda su cosa y además estaba un poco húmeda después supe que eso era su precum, el me abrazo nuevamente y me comenzó ha acariciar levemente, yo sentado sobre su cosa le pregunte, que es eso tan grande y duro que siento en mi colita, él se quedó viéndome y me dijo, quieres saber que es, yo le dije si, me dijo tú también tienes solo que pequeño, yo le dije que cosa el me dijo tu pipi, yo le dije pero el tuyo se siente grande y duro, me dijo si porque ya yo soy grande, me dijo lo quieres conocer, yo me quedé pensando pero las ganas de ver me ganaban y le dije que si, me dijo levántate para que lo conozcas, él se puso de pies, y se bajó la sudadera y el bóxer, su verga salió, bien dura un poco curva a la izquierda, blanca, ya que él es de tes muy clara y su cabeza medio afuera de su prepucio, me quedé sorprendido en mi corta edad nunca había visto un pene tan grande, hoy en día pienso que le media como unos 19 centímetros, pero para mi edad lo veía como de 30, él tomó mi manita y me dijo ven tócalo para que lo sientas y yo puse mi mano sobre el, y se sentía grueso, duro, caliente y palpitaba, me dijo que si me gustaba y yo le dije que si, le dije te lo puedo tocar siempre, me dijo claro cada vez que tú quieras solo es que estemos solos, y no le digas a nadie le dije claro que no, le dije porque lo tienes así tan grande y duro, me dijo cuando crezcas entenderás más, pero te digo que tengo rato de no estar con una hembra y ya la quiero meter, pero los niños así como tú también me gustan y quisiera meterte la, le dije donde me la vas a meter, me dijo ahí en tu colita, no ves cómo te la pasaba, yo le dije por donde, me dijo ahí por donde haces popo, yo le dije no eso es sucio, me dijo a mí no me importa que me ensucies con tal de metertela, yo no pensaba en que eso me podía doler sino en que lo ensuciaría. El me dijo me dijo quítate la ropa quedemos desnudos los dos, él se quitó la camiseta y me quito mi ropita, él se sentó en el mueble y me dijo ven súbete aquí, su verga bien parada mirando al techo y yo me subí sentí como su verga me entro entre mis nalguitas sentí algo muy rico, sentir eso tan duro y caliente, el suspiro bien rico, le dije que tienes, me dijo que me gusto sentir tu culito encima de mi, busco una toallita húmeda y me limpio muy bien la colita y me dijo ven que te quiero hacer algo, me dijo que me pusiera en 4 y me abrió mi culito y empezó a lamerlo, eso me empezó a gustar mucho, fue tanto así que no quería que parara, le decía me gusta mucho y el más me hacía, su verga se iba a reventar de cómo deseaba entrar en mi culito, se puso de pie y me mando a sentar en el sofá, su verga quedaba toda en dirección a mi boquita, y me dijo abre la boca, para que pruebes a tu primer macho, y no se pero yo solo obedecí y el metió su cabeza en mi boquita, sentí un sabor saladito de su babita que tenía, la cual me gusto mucho, y le decía que me diera más, él ya muy arrecho me decía que era toda una zorrita y la que iría a ser y lo mejor es que el me iba a estrenar, el me volvió a colocar en 4 y me puso su gran verga en toda mi entrada, hizo como para entrar pero me empezó a doler mucho y el me decía que se desesperaba que quería clavármela toda, pero igual era imposible, así que el me empezó a pasar toda su babosa y rica verga en mi culito y a masturbarse, después me pidió me sentara nuevamente y volví a chupar y él seguía masturbandose, hasta que me dijo que abriera bien la boca que me iba a alimentar y metió su verga y descargo toda su leche en mi boca y garganta, primero sentí asco, pero luego ese sabor me gusto demasiado, le dije que era eso, me dijo que era su leche que me la daba toda a mi, fue mucha la que trague, le dije me gusto, quiero más , me dijo será toda tuya cada vez que podamos pero por ahora, ya debes irte ya está bajando mucho la lluvia.
Así empecé a tomar su leche cada vez que podíamos, habían veces que aunque estuvieran sus papás me metía a la bodega corriendo y él se hacía una paja rápida y me daba mi delicioso alimento, yo me iba feliz a mi casa, saboreando la lechita de mi macho. Así transcurrió unos dos años ya yo tenía nueve años, y el me había enseñado a chuparsela bien y yo solito ya le sacaba la leche, y me había enseñado mucho de sexualidad, incluso el tenía novia pero me seguía dando mi tetero, un día cercano a cumplir los 10 años él me dijo que ya era hora de entrar en mi que cuando se lo iba a dar, yo le dije que cuando él quisiera, me dijo que teníamos que esperar a que estuviera solo y ver cómo hacíamos, pasó más de un mes desde eso, y un día fui a la tienda y no lo vi pensé que había salido, seguí yendo por dos veces, y un día le pregunte al papá, donde estaba Waldo y el me dijo, se fue a la capital, hace ya unos días, porque va a tener un bebé con la novia y se fue a trabajar y vivir con ella allá, no sé que sentí como tristeza o un sentimiento me invadió. La capital estaba muy lejos y para un niño de 10 años mil veces más lejos, cuánto años tendrían que pasar para yo valerme por mí mismo e ir a la capital, ya para ese tiempo él ni se acordaría de lo que habíamos hecho, llegue a mi casa triste y mi mama me dijo que te pasa, le dije solo que me sentía con malestar, me acosté y llore y me dormí, cuando recordé pensé que era un sueño, pero todo era la realidad. En parte ahora pienso, como un niño de mi edad entre los 7 y 10 años se pudo más allá de sentir placer, enamorarse de un hombre mucho mayor. Pero bueno la vida me tenía preparado algo muy bueno para mí. Lo cual contare en la segunda parte.
A los niños hay que darles mucho amor yo tuve un vecinito desde los 4 años el cumplio 13 y se mudó ya es mayor gay no volvimos a hablar pero a los 9 me lo chupaba muy rico