Gusto y necesidad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Saul y tengo 26 años, vivo en la ciudad de México y como muchos, yo sé que me gusta la verga desde niño.
En ningún momento las mujeres han sido objeto de deseo para mí, me gustan los hombres varoniles, y en retribución, yo también soy varonil… mañas y locas no son lo mío.
Soy estudiante, y por una calentura muy grande y también por necesidad, comencé a buscar la forma de satisfacer esas dos cosas con un solo "trabajo"… heme aquí, soy puto (prostituto, sexoservidor o como le quieran llamar).
Todo comenzó por noviembre de 2014, cuando un amigo (Rubén se llama el tipo) me comentó a cerca de como señores le ofrecían dinero por tener sexo con él, pues mi amigo es guapo, y yo no soy de mal ver (más de uno me mira con insinuación de querer revolcarse conmigo)… entrados en ese tema yo le dije a mi amigo sobre querer sacar provecho también.
Al poco tiempo un hombre (al que llamaré Victor) me contactó para preguntarme acerca de mi servicio:
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V: Hola que hay… Rubén me pasó tu número y me dijo que tu me podrías hacer un servicio. Me dijo que tu eres alto y de piel clara, y que estás bien sabroso…
S: Hahaha… claro, pues ya tienes una idea sobre mí así que tú dirás de que forma te puedo ayudar… me refiero a si quieres que te la meta o tu me la metes a mí.
V: Excelente pues creo que nos vamos a divertir bastante los dos juntos… ven hoy a mi hotel a las 7:30pm, estoy cerca del metro Insurgentes…
S: Muy bien, te veo en un par de horas.
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Estaba nervioso, pero no por hacerlo con alguien a quien ni siquiera le había preguntado su edad, sino por el morbo que me causaba el hecho de ser "contratado" para eso… entre los nervios no quedamos de acuerdo sobre cuanto sería la paga, afortunadamente Rubén me llamó instantes despúes y me alegró saber que él ya había puesto la tarifa con Victor.
Era casi la hora en que debía partir hacia el hotel, y para entonces había procurado asearme muy bien, llevar ropa limpia (no elegante, solo casual), la boca bien lavada (me da asco un tipo con mala higiene)… claro está, no salí sin antes llevar bastantes condones y lubricante.
Llegué a las 7:20 a un hotel llamado Moreno Rosas (¿coincidencia?)… subí a su habitación y al verlo me quedé algo sorprendido (solo un poco).
Vi a Victor, un hombre de 40 y tantos, un poco más alto que yo, de piel canela y cabello negro, vestido con un traje azul marino y una cara muy atractiva… con un cuerpo normal, nada flaco pero tampo era una ballena. Me extendió la mano y noté el anillo (este wey tenía dueña), lo saludé cordialmente y me invitó a ponerme cómodo mientras el se deshacia de los zapatos.
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V: Es un gusto que hayas podido venir, he tenido una semana muy pesada y necesito algo que me ayude a desestresarme.
S: Bueno para eso estoy, para ayudarte a sacar todo… ese estrés que llevas por dentro.
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Victor se acercó a mí y me dio un beso calido en los labios y pude sentir su aliento fresco y una lengua que se movía tímida y suave tratando de entrar en mi boca… pero no fue todo lo que sentí, su mano izquierda acariciaba mi nuca con ternura y su mano derecha bajaba lentamente por mi espalda hasta detenerse en mi cintura.
Sentí como su cuerpo se estremecía, como si fuera un adolescente dando su primer beso, se separó un poco de mí y lo vi un poco raro…
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S: ¿Está todo bien?… si algo no te gustó puedes decirme con toda confianza…
V: No es eso, esque, para serte sincero esta es la segunda experiencia que tengo con un hombre… y Rubén me había dicho que eres guapo… pero ahora que te veo aquí frente a mí….
S: Oh, ya veo, te dijo que era guapo y ahora que me ves en persona crees que Rubén exageró… ¿cierto?
V: No, él apenas me dio una idea de tu apariencia, ahora que te veo me resultas mucho más guapo de lo que él había dicho y no me creo que esto esté pasando…
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Esas palabras me relajaron, y para relajarlo a él lo arrojé sobre la cama, con mis piernas separadas quedé arriba de él y comencé a besarlo… con mis manos empecé a acariciar su cuerpo y con movimientos de mi cintura empecé a pegar mi paquete al suyo, ambos teníamos la verga bien dura en ese momento.
Le desabotoné la camisa, desabroché su pantalón y baje su cierre, encontrándome con un boxer CK negro con un dragón rojo. Acariciaba su verga por encima del boxer, me separé de él y le quité el pantalón y la camisa, dejándolo únicamente con el CK puesto (me excita la ropa interior de hombre) pues se veía muy rico ese cabrón.
Me jaló de nuevo hacia él y seguimos besándonos por unos minutos, luego me puso sobre la cama y comenzó a quitarme toda la ropa hasta dejarme únicamente con el suspensorio blanco con rojo que yo llevaba.
Me sonrió al verlo y por fin sentí su mano sobre mi paquete, lo acariciaba con suavidad, acercó su cara, lo olió y le dio un beso como si se tratara de algo muy preciado (para mí si lo es).
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V: Saulito, hueles delicioso, muy limpio..
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Me puso boca abajo, se colocó encima de mí, tomó mis manos con las suyas como si tratara de impedir que me moviera, besaba mi cuello, mis orejas, y así todo el camino hacía abajo, se detuvo cerca de mis nalgas.
Después bajó hasta mis piernas, esta vez subía dándome pequeños besos, me separó un poco las piernas para poder meter su cara entre ellas y besar mi ingle y mis testúculos desde atrás… y por fin, la parte que ambos esperábamos, tomó mis nalgas con sus manos y las empezó a besar, las separó y vio mi anito…
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V: No mames Saul… ni mi esposa lo tiene así… me encanta ese culito de color rosa que tienes cabrón.
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No se entregó a la desesperación como hacen muchos, siguó tranquilo en su trabajo y comenzó a besarme el anito con delicadeza, subiendo el tono mientras lo hacía…
Yo gemía en silencio por el placer que me causaba, pero la cosa acabó cuando sentí su lengua dando vueltas en mi ano, fue tan delicado y tan repentino que gemí más fuerte y él lo notó, así que empezó a besar mi culo con más fuerza, luego sentí como metía un dedito, lo metía y lo sacaba en varias ocasiones, por momentos lo dejaba adentro pero haciéndolo girar dentro de mí.
Terminamos con eso, me dio la vuelta y subió hasta donde estaba mi rostro y comenzamos nuevamente a besarnos… ahora era mi turno.
Lo coloqué boca arriba en la cama y conforme lo besaba iba acariciando su verga (la cuál ya había soltado un montón de precum y que además estaba ansioso por conocer)… le quité el boxer, tomé su verga y mi mano quedó llena de precum, el cual usé para lubricarle toda la verga. Seguí jalándosela por un rato con mi mano derecha, y con mi mano izquierda extendida comencé a hacer círculos sobre su glande y con todo el precum que salía de él empezó a gemir y me pidió que me detuviera, pues sentía que se iba a venir (correrse, eyacular…), con eso dicho finalmente me decidí a mamársela, empezando por la parte más rica, es decir la cabeza, solo introduje la punta en mis labios y con mi lengua empecé a jugar, mientras con una de mis manos le sujetaba la verga y con la otra los testículos…
Pasé a introducírme todo su fierro en mi boca, y luego pasé a lamerle los testiculos y a chupárselos también… cuando hice eso también empezó a gemir…
Poco a poco empecé a pasar mi lengua de sus testículos a su ano, el cual al sentir apenas mi lengua se contrajo…
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S: Relájate, ya verás como te va a encantar esto…
V: Sí mi niño… hazme gozar…
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Tomé sus piernas y las elevé para poder tener su culito a una mejor altura, le di varios besos, y en el último le hice sentir la punta de mi lengua, el gimió un poco más, y al ver su cara de placer empecé a invadir su culo con mi lengua todo lo que pude.
Lo jalé hacia la orilla de la cama, le de dejé el ano bien ensalivado y le empecé a meter un dedo, despacio para no lastimarlo, gracias a toda la saliva no fue difícil, una vez que se acostumbró empecé a sacarlo y a meterlo, me llevé sus bolas a mi boca y empecé a masturbarlo.
Estuve así por unos minutos hasta que sentí como su anito se contría al rededor de mi dedo, y escuché un gemido, no fuerte pero largo, y vi salir varios chorros de semen que fueron a parar a su cara, su pecho y abdomen…
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V: Wow, Saul eres muy bueno… mi esposa nunca me ha hecho venirme de esa manera… y la forma en que te metes mis bolas a tu boca es una de las cosas que más me han gustado… La pasé increíble… espero que podamos vernos en otra ocasión…
S: Claro que si campeón… ya tienes mi número y lo podremos repetir cuantas veces tú quieras…
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Ese día no me pude masturbar para sacar toda mi leche pero al menos recibí mi pago y el placer de hacerlo con un hombre guapo…
Hay más cosas que relataré pero será con el tiempo. Aún hoy me dedico a eso, soy muy abierto de mente lo que me asegurá la satisfacción de algunos fetiches o guarradas con algunos clientes…
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