Harry y Ron: Una mamada entre colegas.
Harry Potter y Ron Weasley, unos adolescentes bastante cachondos iban a descubrir lo que era el verdadero placer..
Una fría tarde de invierno, Harry Potter y Ronald Weasley se encontraban realmente aburridos, todos se habían ido de excursión pero por culpa de Snape habían sido castigados con no ir.
La pareja de amigos se dedicó a hablar de temas triviales y con carencia de sentido e importancia, hasta que salió el tema favorito de ambos: el sexo. Cómo era de esperarse entre dos adolescentes tan pajeros como ellos, los varones sintieron cómo el calor en su cuerpo aumentaba y cómo sus pollas se endurecían con el paso de los minutos. De repente, Ron recordó algo que se le olvidó decir a su amigo Harry.
— ¡Oh, se me olvidaba! Mira lo que les he cogido a Fred y a George. — Ron corrió hacia su mochila y sacó una revista porno del interior.
Harry la observó fascinado, nunca había visto una, ni siquiera sabía en qué lugar se vendían. Si lo llegara a saber, ya tendría una estantería llena.
— Oye, ¿Y si nos hacemos una paja mientras vemos esto? — Sugirió Ron muy caliente, deseoso de ver las fotos de aquella revista.
Harry por supuesto que aceptó, nunca había tenido oportunidad de ver algo así y tenía mucha curiosidad, además de tener una pequeña erección en sus pantalones. Los dos eran muy pajeros pero nunca se habían masturbado juntos, iba a ser la primera vez y armbos estaban entre nerviosos y emocionados, pero ninguno sabía por qué.
Los dos chicos se acostaron en la cama del pelirrojo con sus pollas cómo piedras por la excitante situación. Ron dejó la revista a un lado para quitarse sus pantalones y calzoncillos, dejando al aire un muy buen dotado rabo, grande y gordo. La camiseta sin mangas que resaltaba sus músculos que tenía puesta no se la quitó. Harry si que se quitó toda la ropa, su verga no era pequeña pero era más fina que la de Ron.
Ron puso la revista entre los dos y la morbosa paja comenzó. Todas las fotos eran deliciosas, muy excitantes, vaya dos pajeros estaban hechos.
Eventualmente, ambos miraban como se masturbaba el contrario, Harry echó ojo a la gigante polla de Ron, y Ron hizo lo mismo con la de Harry. Conforme los minutos pasaban, los muchachos se iban soltando más y más; sus piernas estaban tan abiertas que sus muslos habían comenzado a rozarse, lo que implicaba un íntimo contacto entre sus calientes pieles.
Las fotos eran simples desnudos, hasta que llegaron a una increíble sección que contaba con más de 35 imágenes de mamadas. Cuando vieron la primera foto, Harry y Ron aceleraron considerablemente el ritmo de sus pajas.
— Bufff, menuda zorra, mira cómo se la come. — Dijo Ron señalando la imagen de un hombre recibiendo una mamada.
— Joder, se ve que disfruta eh jajaja. — Ahora fue Harry quien señaló la cara del hombre, el cual se le notaba lo bien que se lo estaba pasando.
— Jajaja, ya ves, qué suerte. No sabes lo que daría en este momento por tener a una buena puta aquí, chupándomela, estoy harto de pajas tío.
— Lo mismo digo tío, eso tiene que ser el cielo.
Entonces, una bombilla se encendió en la pelirroja cabeza de Ron: — Harry, y si… ¿nos las chupamos? Solo será una mamada entre colegas, así nos aliviamos un poco.
Ron estaba deseoso de tener sexo, estaba harto de darse placer él solo; necesitaba sentir una buena boca tragar su rabo, y que mejor que hacerlo entre amigos, era un simple favor y había la confianza suficiente. Harry se lo pensó un poco, no se esperaba tal oferta de su mejor amigo, aunque pensándolo bien, una boca es una boca.
— Uhm… vale, pero, ¿quién empieza?
— Tú, la revista es mía, a si que es justo. — Dijo Ron para convencer a Harry de ser el primero. Había sacado la manipuladora actitud de sus hermanos gemelos.
Harry lo pensó y finalmente aceptó. — ¡Pero luego me la chupas tu a mi eh!
— Que sí, que sí, que yo te la chupo luego… Venga Harry, agacha la cabeza, vamos…
Aunque Harry no lo quisiera admitir, la idea de chupar el pollón que se gastaba su mejor amigo le ponía muy burro, y más el saber que su pelirrojo amigo se la chuparía después.
Ron cerró la revista y la tiró al suelo cuando vió a Harry inclinar su cabeza en dirección a su polla. Potter agarró el duro y grande cipote de su amigo y empezó a hacerle una pequeña paja. Ron sintió una descarga eléctrica cuando Harry agarró su polla entre sus manos, nunca había sentido otra mano tocar su pene y se sentía realmente bien.
Harry no tardó mucho en complacer a su mejor amigo, bajó más su cabeza y con un poco de asco y morbo, abrió la boca y engulló la cabecita roja del pene de su mejor amigo. Ron gimió bajito al sentir la tibia boquita de Harry en la punta de su verga.
Al principio el sabor desagradó un poco a Harry, pero un trato era un trato. Harry tragó hasta la mitad solamente, no podría chupar en su totalidad la polla de 17 centímetros de Ron. Potter subía y bajaba su cabeza lentamente chupando el pene de Ron, éste tenía sus brazos detrás de su cabeza mientras disfrutaba la mamada, se sentía un verdadero rey en ese momento.
— Oohhh… dios, qué gusto… — Decía Ron con sus ojos cerrados. Harry ahora sabía que lo que estaba haciendo estaba gustando de sobremanera a su pajero amigo.
Harry chupaba y chupaba aquel mástil que tenía en su boca. Ron, que quería más acción, agarró la nuca de Harry y le empujó de golpe, Harry se atragantó y se sacó la verga de Ron de su boca.
— ¿Pero qué mierda haces? — Preguntó el pelinegro con una pizca de enojo.
— Tranquilo Harry, solo quería que chuparas un poco más. Anda Harry… — Decía Ron acariciando seductoramente el pelo de Harry. — Tragala entera.
A Harry se le endureció la verga ante la petición – orden de su mejor amigo. Ron bajó empujó la nuca de Harry devuelta a su polla, éste abrió su boca y engulló de nuevo aquel gordo rabo. El pelirrojo soltó un profundo suspiro al sentir los labios de su amigo envolver de nuevo su pene. Ron empujaba lentamente su cabeza hasta que con un poco de esfuerzo, logró que tragara hasta el fondo su polla; la nariz de Harry se mantenía pegada al escaso pelirrojo vello púbico de Ron:
— ¡A-aahh! — Ron echó la mirada abajo y su calentura aumentó cuando vio a su mejor amigo atragantándose con su verga. Ron soltó la nuca de Harry para quitarse la camiseta que aún llevaba puesta. Potter aprovechó para sacarse aquel mástil de su boca y respirar un poco. Ron escuchó a su amigo toser y soltó una risa.
— ¿Qué pasó Harry? ¿La tengo muy grande? Jaja. — Rió Ron con el ego por las nubes.
— Calla cabrón — Harry le dió un golpecito en el hombro entre risas antes de volver a engullir aquel pollón al que sin el saberlo aún, iba a ser su nuevo vicio.
Harry chupaba la verga de Ron lentamente, repartía besos por toda su extensión, besos que provocaban agradables y placenteros cosquilleos a Ron. Harry se centró durante unos minutos en el apetecible capullo de su amigo, ¡estaba riquísimo! Le encantaba pasar su lengua por el glande y juguetear con la piel del capullo, todo esto mientras le pajeaba su gran pollón. Después, Harry se la metió a la boca lentamente, abriéndola bien para que entrase todo. Pudo tragarla entera, cosa que dudó en un principio. Potter escuchó el jadeo de su mejor amigo, se la sacó lentamente y sus miradas chocaron, ambos sonrieron pícaros.
Harry, que hasta ahora había estado sentado al lado de Ron, cambió de posición, poniéndose en posición de perrito en frente suya para tener mejor acceso al rabazo de su amigo. Potter agachó su cabeza para volver a su tarea; cuando Harry la tuvo en su boca de nuevo, sintió la gran mano de su amigo acariciar su cabello mientras éste chupaba, Harry sabía lo que Ronald quería: llevar él el ritmo. Como predijo, Ron puso sus dos manos en la cabeza y empezó a aumentar el ritmo. Ahora es cuando sentiría la verdadera rudeza de un Weasley.
Ron empezó a aumentar el ritmo; Harry abrió bien la boca apartando los dientes. Al pelinegro le excitaron sus jadeos, el notar cómo se descontrolaba y se iba poniendo más cachondo con el paso de los segundos. Potter notó cómo su boca empezaba a babear, no podía controlarlo, y sintió como la saliva salía y caía por su barbilla. En ese momento se acordó de la única peli porno que había visto, se la había cogido una vez a su primo Dusdley y en ella la actriz salivaba todo exageradamente mientras se la chupaba al actor. Harry se preguntó si tendría la misma pinta.
A Ron le ponía de sobremanera escuchar los sonidos de atragantamiento de su mejor amigo, se sentía poderoso, un rey, un verdadero macho. Harry, que tenía las manos libres, agarró los huevos lampiños de aquel macho que tenía enfrente suyo. Ron dio un pequeño respingo, no se debía esperar que le tocase las pelotas, y paró de follarle la boca, aunque no sacó la polla.
— ¿Qué Harry? ¿Me los quieres comer también? — Preguntó un Ron poseído por el placer.
Harry dejó de mamar para poder contestar.
— Sí, los tienes guardia, muy gordos… — Dijo un Harry irreconocible para Ron.
— Joder… venga maricón, cómeme los huevos. — Ron agarró su cabeza y la hundió en sus huevos.
Antes que nada, Harry inhaló el olor de los huevos de Ron, dios, aquel se convertiría en su aroma favorito. Potter succionó las pelotas de Ron, pero al ser virgen e inexperto, se los succionó con demasiada intensidad.
— ¡Ey ey! Más despacio…
Harry acató la petición de Ron y comenzó a succionarlos más lento. Con una mano, sujetaba sus huevos y con la otra masturbaba el duro y húmedo miembro de su amigo a causa de la mamada que le había dado hace un minuto. Ron, disfrutaba de aquel placer con sus ojos cerrados y los brazos detrás de su cabeza.
Harry alternaba huevos y polla, huevos y polla, vaya marica estaba hecho. El placer era demasiado para Ron, estaba cerca de la corrida y no quería que aquello terminara, pero Harry cada vez chupaba más rápido e intensamente.
— H-harry m-me voy a correr. — Avisó Ron, el placer era tal que hablaba entrecortado, estaba a punto.
Harry no dejó de mamar, al contrario, aquello le motivó más a seguir. Dejó sus labios rodeando el capullo y comenzó a hacerle una paja para sacarle hasta la última gota de semen.
— H-harry q-que me corro…
Y Harry aumentó la velocidad de la paja, ya, estaba aquí.
— ¡A-aahh! ¡Aahhh!, ¡Oohhh! — Gimió Ron sintiendo el orgasmo más intenso de su vida. Harry recibió varios tallazos de leche en su boca, los saboreó y luego los tragó. El espeso semen de Ron estaba delicioso.
Ahora sí, Harry soltó su polla y se acostó a su lado, recuperando el aliento junto a Ron. Sus cabellos se pegaban a sus frentes sudadas. La pareja de amigos conectó sus miradas y ambos rieron.
— Dios mío Harry… ha sido mejor de lo que esperaba. — Confesó Ron terminando de recuperar su aliento.
— Lo mismo digo, me ha flipado jaja, pero, te olvidas de algo.
— ¿De qué? — Preguntó Ron confundido.
Harry le indicó que mirara hacia abajo. Ron recordó todo, ahora era su turno.
Después de la intensa corrida que acababa de experimentar, Ron no tenía muchas ganas de devolverle la mamada a su amigo, su calentón se había ido.
— Ah, eso. Uhm, tío es que no me apetece ahora, si quieres te lo hago otro día ¿Va? — Dijo Ron intentando escaquearse de su trato, chuparsela a su mejor amigo no estaba entre sus deseos en ese momento. Harry le miró indignado, si es que lo sabía.
— ¿Qué? No me jodas Ron, que yo aún no me he corrido, ¡hicimos un trato!
Ron resopló al darse cuenta de que no tenía escapatoria, debía cumplir su trato como un hombre. Ron dedicó una última mirada a Harry antes de ponerse manos a la obra, éste sonreía gracioso viendo la actitud de su pelirrojo amigo, estaba claro que no quería cumplir su trato. Finalmente, Ron comenzó a agachar su cabeza, después de la corrida de antes estaba desganado, pero al ver la polla de su amigo Harry al alza, su verga se endureció un poco.
Ron agarró con su gran mano el duro mástil de Harry, el cual recibió un agradable escalofrío al sentir como una mano ajena tocaba su miembro. El rabo de Harry tenía casi el mismo tamaño que el de Ron, aunque este era un poco más pequeño que el de su pelirrojo amigo, tampoco tenía el mismo grosor, la suya era más fina. Pero vamos, que Harry calzaba una verga que más quisieran otros.
De tantas pajas que se hacía, Ron tenía una técnica manual impecable, y Harry lo estaba experimentando. Mientras Ron pajeaba a su amigo, comenzó a hacerse una el mismo con la mano que tenía libre. Harry lo estaba disfrutando de sobremanera, pero él quería su mamada, anhelaba sentir al fin una boca en su polla.
Potter agarró su nuca y empezó a acariciarle seductoramente. Sus miradas chocaron y ambos rieron por la situación, nunca se llegaron a imaginar que se chuparían entre ellos las pollas.
Ron cedió e inclinó su cabeza hacia abajo dispuesto a devolverle a su amigo el placer que le había dado a él hace unos minutos. Abrió bien la boca y tragó de golpe la mitad de aquel rabo, sacándole un pequeño gemido a Harry, maravillado por la nueva sensación que estaba invadiendo su cuerpo. Ron comenzó un mete y saca a una velocidad media mientras con una de sus manos se masturbaba su gran polla. Con la mano que tenía libre agarró los peludos huevos colgantes de Harry para así estrujarlos mientras chupaba y darle más placer a su gran amigo. Ron movía la lengua para complementar la mamada, también le dedicaba su tiempo al glande y al prepucio de Harry. Ron le miraba a los ojos mientras mamaba y Harry se ponía aún más cachondo viendo cómo su mejor amigo tenía los mofletes llenos de su polla y el hecho de saber que al pelirrojo le estaba encantando tanto como a él le ponía a mil.
Ron abrió bien la boca para intentar que entrase toda, se la tragó entera sin respirar, su nariz quedó pegada al vello púbico de Harry. Ron escuchó el jadeo de Potter perfectamente, se quedó quieto unos segundos y, mirándole a los ojos, comenzó a sacarse la polla lentamente de la boca, apretando suavemente los labios contra el tronco venoso. Harry, suspiraba de placer.
— Aahh… que bien la chupas Ron.
Ron le sonrió pícaro, continuando la mamada mucho más animado. Como a todo hombre, le encantaba que le subieran el ego. Harry comenzó a acariciar el pelirrojo cabello de Ron sensualmente mientras éste disfrutaba el sabor de su polla. Así estuvieron unos intensos minutos más, Ron inclinado sacándole gemidos a su mejor amigo, hasta que éste levantó la mirada y los labios de Harry se le empezaron a hacer bastante interesantes. Ron, sin dejar de pajearle, acercó su rostro al de Harry y le robó un beso. Harry, impactado, no le devolvió el beso. Ron, un poco avergonzado por lo que había hecho, siguió la paja sin decir nada, sus mejillas se volvieron del mismo color que su pelo. Harry se tocó sus labios sonriendo, nunca le habían besado y el contacto de los labios del pelirrojo contra los suyos le había gustado.
Harry obligó a su amigo a mirarle, agarró su nuca y se lanzó a sus labios. Ron le siguió el beso muy prendido. La escena era muy morbosa para cualquiera que la observara, dos bellos adolescentes besándose sin control mientras uno de ellos pajeaba al contrario. Harry dió permiso a su amigo de que explorara con su lengua su cavidad bucal, permiso que Ron aprovechó con creces. Harry también metió su lengua de por medio, y ambos comenzaron una guerra de lenguas que ninguno quería perder.
Ron aumentó el ritmo de la paja considerablemente. Harry, se acercaba cada vez más al orgasmo, quiso avisar a Ron pero sinceramente no quería que dejara de besarlo, para ser virgen Ron lo hacía todo de maravilla, tanto chupar como besar.
Ron notaba como la verga de Harry se hinchaba más en su mano, sabía lo que eso significaba y en lugar de frenar, le pajeó más rápido. El intenso sonido de la saliva podía escucharse desde cualquier rincón de la sala común de Gryffindor. Harry notó un rico cosquilleo que provenía de su glande; Harry comenzó a soltar varios tallazos de semen en su abdomen. Ron ahogaba sus gemidos con sus labios. Cuando Harry terminó su descarga, sus labios se separaron de los de Ron con una pequeña mordida. Ron lamió todo el semen que había quedado en su mano, desgustando el sabor de la espesa esencia de Harry.
Ambos se miraron y rieron juntos, los dos sabían que aquello iba a volver a repetirse muchas veces más.
Nunca pensé que me calentaría tanto Ron y Harry, ahora los mirare con otros ojos jaja.
Me encantó el relato
A mí me calientan mucho los dos jejeje. El próximo episodio tardará NADA en llegar. Estate atento jeje 😉