HASTA DONDE HE LLEGADO POR MI CALENTURA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alonso70.
Bien tenía poco mas de dos semanas sin sexo, la ultima vez había sido en el cine porno Rio el jueves 7 de septiembre por la mañana, me penetraron pero yo no pude tener un orgasmo, por lo que la calentura creció en los días siguientes, ya para el lunes 18 andaba yo como lumbre, así que pedí permiso en la oficina de ausentarme para el día siguiente, pensaba ir primero a los baños de vapor y después al cine porno, y rematar en la tarde noche en las cabinas del centro de la ciudad, como la empresa donde trabajo me debe días de vacaciones no tuve ningún problema con que me dieran el permiso para el día siguiente, ese martes me levante temprano, me bañe revise mi depilado y por ahí de las 8 de la mañana entre a una sala de chat gay solo para ver si había alguien que compartiera mis necesidades y me acompañara ya fuera al vapor o al cine porno, a los tres minutos entable conversación con alguien que tenía el apodo de maduro 53, platicamos y resulto ser activo y maduro de más de 50 años como me gustan pensé, intercambiamos números de teléfono y le mande unas fotos por whats, le gustaron tanto mis fotos que de inmediato me propuso conocernos, me dijo que él era dotado y muy caliente, me mando un par de fotos y pude apreciar un pene enorme, de piel blanca, largo y muy grueso en la base, de inmediato empecé a tener fantasías con ese pene, le pregunte que donde y a qué hora nos veríamos para que me hiciera suya, y me propuso ir a un departamento que cuidaba cerca de una colonia de donde vivo como a media hora, nos citamos a las 11:30 am, de camino tuve un retraso porque ese día se cumplían 32 años del sismo que sufrió mi ciudad en 1985 que había dejado muchos muertos y para que no se volvieran a dar esas cosas mi ciudad organizo ese día un simulacro a las 11:00 am.
Como yo salí de casa a las 10:45 tuve retrasos por que las personas encargadas del simulacro cerraron calles y avenidas, y llegue un poco retrasado a mi cita, de cualquier modo conocí a Willy, que así me pidió que lo llamara, y me pidió también que llevara lencería por que eso a él le calentaba muchísimo, así que llevaba un body con liguero en negro con azul rey, medias al muslo negras y zapatos de piso, en cuanto entre al departamento me quite la ropa de calle y eso provoco que Willy se me fuera encima, me comenzó a besar y acariciar las piernas, masajeaba mis nalgas de manera vigorosa, y besaba mi cuello muy efusivamente al grado de darme un pequeño mordisco de vez en cuando, no tarde mucho en ponerme lista, y de inmediato me hinque frente a él para meterme ese hermoso trozo de carne ya que en lo que yo me quitaba la ropa de calle Willy hacia lo mismo desnudándose.
Lo mire como dudando que me fuera a entrar todo en la garganta, pero como andaba súper excitada lo metí poco a poco, hasta dejar solo un pequeño resquicio de la base, después lo sacaba despacio para terminar enredando mi lengua en la punta de su verga, lo hice de manera repetida varias veces con algunas variantes, a veces trataba de contener su verga dentro el mayor tiempo posible, haciendo que me dieran ganas de vomitar pero cuando sentía que esa sensación me ganaba me sacaba su verga para que no sucediera, y en cada mete y saca de su enorme verga me lloraban los ojos del esfuerzo por contenerla en mi garganta, en momento alzaba la mirada para ver sus expresiones, y me daba cuenta de lo embelesado que estaba con la mamada que le daba, cerraba los ojos, y me decía asiii putita asiiii, que rico la mamas pareces una profesional, Yo no podía responderle nada ya que estaba entregada a esa enorme verga blanca y gorda, hasta que la calentura le gano a mi cogedor en turno y levantándome con sutileza me dijo: Empínate mamita quiero meterla en tu culo, de inmediato me levante no me lo tuvo que decir dos veces, ansiaba esa verga en mi culo, saque un condón de sabor y se lo puse, para después darle la espalda y empinarme frente a él, apenas alcance a ponerme un poco de mi propia saliva antes de sentir aquel monstruo entrando en mi hoyito.
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– Haaa haaa que grande estas Papi, que vergota tienes.
¡Siento que me partes en dos, despacio por favor despacio!
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– Me dijiste en el chat que podía cogerte como a mi se me pegara la gana ¿No es así? Entonces aguántate, querías andar de puta, pues toma.
Toma una buena verga puta.
Y sin decir mas me hundió toda esa enorme tranca en mi culo, al principio no me agrado incluso estuve a punto de rechazarlo pero conforme siguió bombeándome el culo el malestar desapareció y en segundos pase a ser yo quien se moviera y buscara sentir más profundo ese enorme falo, mis quejas de dolor se transformaron en demandas de placer, empuje mi cadera hacia atrás dejando que él se recargara completamente en la pared, no dejaba de sujetar fuertemente mi cintura, y al mismo tiempo que yo movía mi cadera, el embestía con vigor dentro de mi.
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-Sigue por favor no pares, ¡Que rico me coges, que rico me haces tu puta!
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– ¿Te gusta mi verga puta?
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-Me encanta tu vergaaaa, cógeme asiiii durooo ¡Ho amor esto es una deliciaaaa! no pares por favor no pares, quiero sentir tus pulsaciones cuando te vengas amor.
Los golpes que Willy le daba a mis nalgas con su pelvis se oían como aplausos de una fuerte ovación, mis gritos seguramente se escuchaban afuera de ese pequeño departamento pero ¡Que rayos! A mi no me importaba que me escucharan afuera y por lo fuerte que me cogía mi amante en turno, a él tampoco, las piernas me temblaban por las limadas tan fuertes que me estaban dando, quise descansar y me salí de él con cuidado, pero para mi sorpresa vi que el condón se había quedado dentro de mi, apenas y pude tomar un pedacito con mis uñar y me lo saque despacio, seguramente se atoro por las fuertes embestidas que mi macho me daba, eso me prendió y me hinque de nuevo para llevar esa enorme verga a mi boca, supongo que Willy ya estaba muy sensible por qué no tardo no tardo ni dos minutos cuando sentí el primer chorro de leche caliente proyectarse en mi cara, seguí besando su verga por el tallo, dejando que por la punta expulsara todo su néctar hubo gotas que sin querer bebí y eso me prendió aun mas, lo vi como terminaba de convulsionarse y una vez que derramo la última gota de semen, lo volví a meter a mi boca para limpiarlo el solo se retorcía el deliciosos espasmos hasta que tomo mi cabeza diciéndome.
¡Ya chiquita yaaa, me dejaste seco! No era como quería haber terminado pero estuvo rico, la verdad yo quede con ganas de mas pero seguramente Willy ya no quería o no podía, por que de inmediato comenzó a vestirse, yo me deje la lencería y solo me volví a poner la ropa de calle encima, ambos intercambiamos palabras de lo rico que había sido y después nos despedimos prometiendo volver a llamarnos pronto.
Como yo seguía muy caliente decidí probar con ir a visitar uno de los lugares que mencionan en una página para los amantes de la adrenalina, y no era otro sitio que los baños públicos del metro ermita, que sinceramente no estaban lejos de ahí, aborde un taxi, eran como las 12:20 llegue al metro entre a los baños y estaba un tipo de traje, saco negro y corbata roja, me le quede viendo a su bulto y de inmediato lo entendió ya dentro el baño reviese que no hubiera nadie y sin pudor me baje el pantalón hasta que llego al suelo dejándole ver la lencería que llevaba, el tipo de inmediato me comenzó a manosear y besar donde podía de manera desesperada y medio torpe, hasta que escuchamos el sonido del torniquete de alguien que iba a entrar, de inmediato me subí el pantalón y él se arreglo la ropa, se cohibió un poco y salió del baño, el tipo que acaba de entrar solo orino y se fue, me quede esperando cerca de diez minutos para ver si el otro tipo regresaba o bien llegaba alguien mas, y como no paso decido salirme, aborde un taxi y estuve a punto de volver a casa, pero como aun andaba caliente y excitada, le dije al taxista que me llevara a los baños de vapor que están cerca de donde trabajo, entre, eran como 12:45 pm.
me quite la lencería y solo me deje una tanguita azul y me enrede la sabana que le dan a uno en la entrada, subí al vapor general de hombres por que como ahí todos andan desnudos es como entrar a un bufete cuando ando excitada, entre al cuarto del sauna y había dos parejas teniendo sexo, y uno más en solitario, me fui a sentar cerca del tipo que estaba solo, me quite la sabana y le deje ver la tanguita azul que llevaba, mis piernas lisitas y depiladas ya mojadas por el vapor se antojaban aun mas, y añadiendo lo caliente que me sentía no pensaba ponerle pero a nada, el tipo paso su mano por una de mis piernas, y después quiso bajarme la tanga para sacarme el pene y darme un oral, pensé en dejarlo, pero yo quería ser que hiciera el oral y más aun deseaba desesperadamente sentir de nuevo otra verga en el culo, así que levantándome sutilmente me salí del cuarto del sauna y me fui a refrescar a las regaderas, me pare en la ducha y sentí como el agua fría recorría mi piel caliente, después de eso, me senté en uno de los bancos de acero inoxidable que están ahí en esa ahora y entonces.
sucedió
Las paredes y el piso empezaron a moverse, aun estaba algo incrédulo pero en ese momento vi que todos los que estaban en el sauna salieron despavoridos gritando ¡Esta temblando, esta temblandoo! ahí fue cuando reaccione, enrede mi sabana en la cintura y empecé a correr a la salida, de momento nadie busco al chico de las llaves para pedirle abrir su vestidor y vestirse, todos pensamos en dirigirnos a la salida, en la confusión y con el piso mojado una de mis chanclas se atoro rompiéndose uno de los cintos y caí, la caída fue tan aparatosa que se me disloco la clavícula, desprendió también la sabana de la cintura, dejando al descubierto mi tanguita azul, varios me vieron tirado en el suelo y varios corrieron dejándome ahí, al final un tipo grande y robusto me ayudo a levantarme y salí a la calle, el edificio de departamentos que esta junto a esos baños públicos se le empezó a desprender la fachada, pedazos de concreto, vidrios y piedras, caían de él, fueron quizás el par de minutos más largos de toda mi vida, después.
Después la angustia, desesperado subí de nuevo a buscar al chico de las llaves y afortunadamente había varios pidiendo su ropa, cuando abrió mi vestidor, fue cuando me di cuenta que no podía mover el brazo derecho, el hombre me dolía muchísimo, con mucho dolor me vestí y recuerdo haber tardado mucho también, creo que fui el último en salir del lugar, solo me puse la ropa sin siquiera secarme lo mojado o húmedo que estaba, salí corriendo del lugar para irme directo a casa y saber como estebaban mis familiares, mi brazo derecho lo llevaba pegado a mi cuerpo por que me dolía mucho, trate de llamarlos con mi móvil pero no había señal, todos los teléfonos estaban muertos, empecé a caminar sobre la calzada de Tlalpan, ya que tampoco había trasporte público ni siquiera el metro estaba funcionando, de repente escuche una voz que gritaba mi nombre, ¡Alonsooo, Alonsooo! voltee para ver si era a mí y vi a un tipo en una camioneta, gritándome y haciéndome señas con su mano, al acercarse lo reconocí, era un vecino que apenas conocía pero que siempre había sido muy amable, cuando estuvo junto a mi me dijo: ¡Súbete! ¿Vas para tu casa?
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-Si le respondí.
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Súbete yo voy para allá, ¿Que te paso en el brazo?
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-Me caí ahorita que veía corriendo por la calle y creo que me disloque la clavícula,
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-Te caíste ahorita en la calle? No te vi.
¿Te duele?
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-Solo si muevo el brazo.
Reanudamos el camino y durante los quince o veinte minutos que duro el viaje a mi casa, me platico algunas cosas a las que no le di importancia, preguntándome si me acordaba de Moisés el hojalatero que tenía su taller cerca de donde vivíamos, que hace poco lo había encontrado en el centro de la ciudad y que había platicado muchas cosas con él y etc etc.
pero como dije antes no le di importancia.
Llegue a casa y abrace a todos mis seres queridos, afortunadamente a nadie de mi familia le paso nada, el sábado que siguió de ese martes volvió a sonar la alerta sísmica y en esta ocasión todos incluyendo las mascotas salieron de sus casas llenándose de personas mi calle, han sido unos días con mucho nerviosismo, inseguridad y estrés.
Apenas el martes pasado, tuve oportunidad de volver a ver a Don Raúl, el vecino que me trajo en su camioneta el día del sismo, me invito a pasar a su taller, me ofreció un café y platicamos de lo acontecido ese día, y hasta entonces supe que Don Raúl sabia de mi doble vida, me dijo que él estaba en los baños también, solo que en el otro cuarto, el de vapor seco, que vio cuando me caí en el pasillo, y se me desprendió la toalla, pero no se fijo en mi hombro, de hecho él fue el que me ayudo a levantarme, pero como pensó que ya no le iba a dar tiempo de bajar las escaleras se quedo ahí en el marco de una de las puertas, mientras yo corrí a la salida, por eso fue que él se pudo vestir antes que yo, y cuando yo estaba en mi vestidor poniéndome la ropa con mucho trabajo y dolor, él salió a buscar su camioneta, dijo también que por lo emergente de la situación no me comento nada, pero que ahora que ya habían pasado algunos días, quería sincerarse conmigo confesándome que tenia algún tiempo que se había fijado en mí, pero que no estaba seguro de decirme nada al respecto, pero que ahora que se había dado la oportunidad, no pensaba desaprovecharla, desde ese martes 19 de septiembre no había tenido sexo, vamos si siquiera me había masturbado, no había tenido ánimos para eso, hasta apenas el martes pasado, que deje que Don Raúl me tomara como dijo él que siempre lo había soñado, para mí, más que un encuentro sexual por calentura, fue una manera de agradecerle a Don Raúl el que me haya auxiliado ese día, porque ni siquiera estaba excitado, aun hay secuelas en mi hombro por la dislocación creo que estaré así otros 15 días antes de que lo pueda mover como antes, a veces pienso que todo esto se pudo evitar si solo me hubiera dado por bien servido después de conocer a Willy, pero como inicie este relato a veces no percibimos donde pueden estar los limites de nuestras acciones, en fin solo doy gracias que pude llegar a este día y escribir este relato y ojala haga conciencia en alguien para bien.
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