Hasta que la muerte nos separe
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, comenzare mi relato describiéndome, mi nombre es Wilfredo soy de la capital actualmente tengo 20 años, no soy delgado pero tampoco obeso, soy moreno alto y soy o era muy risueño y juguetón
Todo inicia cuando entre a la preparatoria, las primeras semanas todo estaba normal hasta que un profesor nos pone a un ejercicio en parejas uniéndome con Luis un compañero que yo observada desde lejos, el típico deportista, el guapo que todas las mujeres y muchos hombres deseamos.
poco a poco inicio una increíble una amistad entre el y yo, y empece a sentir algo extraño… algo que yo no conocía, yo quería pasar todo el tiempo posible con el y el conmigo, cualquier pretexto era bueno para poder estar juntos.
Un día cuando yo estaba en su casa… me declaró su amor, me dijo que le gustaba estar conmigo que sabia que el y yo podíamos tener algo muy lindo, yo lo dude un poco porque no aceptaba que yo pudiera ser gay, le pedí un tiempo para pensarlo y el me dijo que me daría todo lo que yo necesitaba, a partir de ese día siempre tenia un obsequio para mi, alguna flor, chocolates, dulces, cualquier detalle por mas mínimo que fuera pero siempre había algo para mi.
decidí darle una oportunidad, decidí luchas contra todos, decido nadar contra corriente, decidí intentar ser feliz, le dije que quería ser su novio, que me encantaba la idea de compartir la aventura del amor a su lado.
pasaron 3 meses desde que acepte ser su novio, un día que estábamos solos en mi casa me abalance sobre el, besándolo, de la forma mas tierna pero al mismo tiempo salvaje que podía, y con una sonrisa en el rostro le dije que yo estaba listo, y le pregunte si el quería en ese momento entregarse al placer. El no me respondió con palabras, se acerco y me besó su lengua estaba penetrando mi boca, bese su cuello, mordí sus pezones, pase mi lengua por sus axilas, olí el desodorante que traía puesto que me volvía loco baje por su estomago hasta llegar a su pene, respire sobre el sentí su aroma de adolescente limpio, y me metí su pene a mi boca, chupaba lo mejor que podía, el gemía de placer y yo me excitaba con cada grito que el daba, me levanto para poder besarme y después fue el quien bajo, acariciaba mis nalgas mientras me practicaba sexo oral, de pronto, siento que si lengua pasa por mis testículos hasta llegar a mi ano, chupaba de una manera deliciosa esa parte de mi cuerpo, y después de un rato, me comento que me quería penetrar yo solo atine a decir "soy todo tuyo mi amor" " te amo" puso mis piernas sobre sus hombros y su pene estaba en la entrada de ano, empezó a meterlo muy despacio, con mucho cuidado, lo tenia ya todo dentro de de mi se agacho hasta a mi, me dicho que me amaba y me beso, sin dejar de besarme empezó a cogerme, su vientre estimulaba mi pene, y mis pies acariciaban su trasero, me dijo que se venia y le pedí que lo hiciera dentro de mi, que lo quería sentir y a si fue expulso mucho semen y yo con toda la situación también tuve un orgasmo el orgasmo mas fuerte e increíble que nunca había experimentado, nos metimos a bañar y nos quedamos dormidos, abrazados, felices y muy enamorados.
Así pasó un año, teniendo relaciones cada fin de semana, ayudándonos en todo, siempre apoyándonos estando juntos un día recibí una llamada a mi teléfono celular, era la madre de Luis, el estaba en el hospital muy grave lo habían atropellado y en los pocos momentos en los que reaccionaba solo decía mi nombre, la desesperación se apodero de mi, no sabia que hacer, salí corriendo y mi madre me detuvo me pregunto a donde iría así de mal, le explique y ella se ofreció a llevarme, cuando llegue vi a mi Luis, golpeado, conectado a aparatos, su familia me veía extrañado, yo llore, lo tome de la mano y ahí frente a su familia y frente a mi madre, le dije que yo lo amaba, que recordara todo lo que habíamos pasado, que no me podía abandonar sin embargo en ese momento el murió, yo quería irme con el, mi vida sin el ya no tenia sentido su familia estaba destrozada por suerte tuve mucho apoyo de mi madre, quien me ayudo a salir de la gran depresión en donde estaba.
Hoy 3 años después no he podido encontrar la persona que me llene como me llenaba el, algunas veces aun lo siento, siento sus besos, siento su cuerpo, pero la realidad llega a mi mente y se que jamas lo volveré a ver.
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