Héctor el repartidor de pizzas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día, como otros tantos se me ocurrió pedir una pizza para cenar mientras me duchaba, llame por teléfono para encargarla y me metí a la ducha, cuando apenas habían pasado 15 minutos llamaron a la puerta, a mí me extraño que fuera ya la pizza pero aun así me coloque una toalla y Salí a abrir cuando abrí era efectivamente el repartidor de pizzas allí estaba un chico jovencito guapo delgadito y moreno con ojos negros pelo negro y largo , yo le mire y el me miro de arriba abajo y volvía a mirarme se quedó mirando mi vientre bien marcado luego bajo hacia mi verga que a pesar de llevar una toalla se notaba un cierto bulto en esa zona, yo le mire a los ojos y él se dio cuenta y se sonrojo, ehh son 19,40 me dijo, espera un momento voy a por el dinero le conteste, me fui para adentro y volví a salir, mientras le pagaba se le notaba muy nervioso y apenas lograba articular palabra le volví a mirar y si antes me parecía guapo ahora me parecía guapísimo me fije en su cuerpo delgadito bien formado y sus ojos tristes, preciosos, que rehuían a los míos él sabía que yo le miraba y yo sabía que él me miraba, por alguna razón había saltado una chispa entre nosotros y durante apenas los 30 segundos que nos miramos ya conocíamos las intenciones del otro le di propina y cerré la puerta y pareciera que el sonido de la puerta al cerrarse rompiera toda la magia que había en ese momento.
Me quede solo, pensando en él, apenas pude cenar se me quedo un nudo en el estómago era una mezcla de deseo hacia él y miedo de no volverle a ver pero me calmaba pensando, si vuelvo a pedir pizza mañana lo volveré a ver supongo, o quizá venga otro nuevo, no, eso no me gustaría y si viene él que le digo que quiero salir con él y si él tiene ya pareja y si a pesar de que a mí me pareciera gay por la manera de mirarme no lo fuera y todo había sido un mal entendido como reaccionaria…. así estaba pensando ya habían pasado más de 2 horas desde el incidente me disponía a acostarme cuando sonó el timbre de la puerta, abrí y me encontré a dos agentes de policía.
Buenas noches, empezó a hablar uno de ellos, estamos buscando a un chico que se ha escapado de su casa hemos seguido su rastro hasta la pizzería y el dueño de la pizzería nos ha contado que esta ha sido su última entrega y que después no ha regresado quisiéramos hablar con usted ¿podemos pasar? yo me asuste pues pensaba que me fueran a acusar de su desaparición e intente ser lo más claro con ellos les enseñe la casa y después de un rato se fueron sin más cerré la puerta y me acosté bastante preocupado por él y por mí, para que negarlo, no quería tener nada que ver con este tema apenas llevaba media hora durmiendo cuando volvió a sonar el timbre y abrí, me encontré al chico de la pizzería delante de mi asustado y acalorado de haber estado corriendo, ¿ qué haces aquí? le pregunte la policía te está buscando ¿lo sabes? si ya lo se por favor déjame pasar me rogo, pero… no termine la frase cuando me volvió a rogar por favor…, su cara suplicante me ablando y le dije pasa y cuéntame a ver qué pasa entró y cerré la puerta tras él, siéntate y cuéntame lo que te sucede, le dije, se sentó y se fue serenando, me conto que se había escapado de casa de su tía, él era huérfano de padre y madre, su padre era drogadicto y murió de sobredosis cuando el tenía 10 años, su madre al igual que su padre también drogadicta había muerto hacia seis meses también de sobredosis a mí me conmovía lo terrible que debía de haber sido su vida pero me extrañaba que la policía tuviera tanto interés en encontrarle así que le pregunte ¿ y qué interés tiene la policía en este tema tu eres mayor de edad ¿verdad?, Sí, tengo 19 años me respondió entonces tienes libertad para irte de casa si quieres, le dije, el después de varias preguntas mías se derrumbó y me conto la verdad, me dijo que él y su madre habían robado hacia un año en una gasolinera para conseguir dinero y comprar droga y que después de la muerte de su madre el abandono los estudios y se puso a trabajar en varias cosas hasta que entro a trabajar en la pizzería hacia una semana y que esta noche al regresar a la pizzería después de una entrega había encontrado a la policía interrogando al dueño de la pizzería, el oyó que hablaban de él así que se asustó y salió por la parte trasera corriendo, la policía le perseguía , me pidió si se podía quedar esta noche en mi casa que mañana se iría, yo acepte, la verdad parecía tan inocente y desvalido y además esa carita de ángel guapísimo era capaz de convencer a cualquiera, además tenía un cuerpo de infarto en fin.. ¿cómo te llamas? le pregunte, me llamo Héctor, respondió, yo Miguel le dije, encantado y nos estrechamos las manos, le ofrecí algo de cenar e improvisamos una cama para el en el sofá del salón.
Al día siguiente me desperté temprano y me fui a la cocina a tomar un café, cruce por el salón donde él estaba aún durmiendo apenas estaba arropado por una sabana, solo cubierto hasta el pubis, su abdomen y su pecho lampiño totalmente al descubierto le mire y una descarga de deseo atravesó mi cuerpo, era medio ángel medio demonio, pura sensualidad, todo su cuerpo hecho deseo, llamándome, me quede mirándolo durante unos minutos, mi deseo hacia el aumentaba al igual que aumentaba mi verga bajo mis slip, me acerque para verle mejor deseaba ver más allá de su pubis pero la sabana me lo impedía, me anime y con dos dedos muy lentamente fui levantando la sabana para descubrir su preciado tesoro, el slip marcaba una verga medio erecta que parecía llamarme, sentía como mi verga se endurecía totalmente y hacia un bulto detrás de mí slip bastante aparente, le volví a tapar y me quede mirando su pecho me fije en sus tetillas, no me pude resistir y toque una con la punta de un dedo, mi calentura aumentaba, así le empecé a masajear haciendo círculos alrededor de sus tetillas, el soltó un gemido de placer, yo me detuve y me quede de pie, por un instante el abrió los ojos y me dijo sigue por favor no te detengas, yo me anime, el volvió a cerrar los ojos y continúe rozando sus tetillas con la punta de los dedos, él se retorcía de placer, así a cada pasada de mis dedos sobre su pecho, lentamente fui bajando hacia su vientre rozando su pubis con los dedos, me atreví aún más y bese su pecho, con mi lengua empecé a hacer el mismo recorrido desde sus tetillas hasta su vientre, él se retorcía y se notaba que lo estaba pasando muy bien, sentía su sabor ligeramente salado y un olor a macho joven me volvía loco así fui bajando lentamente hasta su slip con mi lengua chupe el elástico de su slip justo donde se encontraba con su vello púbico, le retire el slip y quedo al descubierto una verga erecta de unos 18cm, morena, con un capullo rosado, de su capullo brotaba un hilillo de líquido pre seminal no me pude resistir y con mi lengua lo recogí, luego baje hasta sus huevos y chupe alrededor, el jadeaba me metí uno en la boca sintiendo su vello en mi boca mi verga estaba a punto de estallar asomaba ya por encima del elástico del slip intentando escapar de su prision, su olor a sudor y macho me volvía loco seguí le quite el slip del todo y le di la vuelta le abrí las piernas y comencé a lamerle todo su agujerito mi lengua entraba y notaba como él se retorcía de placer, sigue, me dijo, mi lengua cada vez entraba más dentro él se relajaba para que entrara más yo le abría las piernas mi nariz en la raja de su culo y mi lengua dentro de su ano el olor era embriagador la pasión era inaguantable y me sentía en el cielo, él se retorcía cada vez mas de placer, penétrame, me pidió, hazme tuyo, yo no me hice de rogar y me lo lleve a la cama abrazados así desnudos nos tumbamos yo encima sentíamos piel con piel, nos besamos , le gire y le empecé a dilatar le metí un dedo dentro del su agujerito para preparar la penetración así bien dentro así hurgando en sus entrañas luego metí otro más así hasta tres dedos, unte crema en su ano y en mi verga, apunte mi verga a su agujerito delicioso y lentamente fui viendo como los 20cm de mi verga se perdían dentro de él, sentía como iba atravesando el túnel del placer hasta casi tocar el fondo ahh jadeo, notaba como su ano abrazaba mi verga y me hacía sentir en el cielo le tumbe de lado y comenzamos a sentirnos los dos yo sentía su dulce y húmedo calor en mi verga, mi mano le acariciaba su pecho suave, sentía como el reculaba hacia atrás para sentirla más dentro con la otra mano le agarre la verga y le masturbaba así mas rápido sintiéndonos los dos jadeábamos ahhh ahh si más dame más me pedía, te lo voy a dar todo mi amor le dije y subí sus piernas a mis hombros buscando la mejor posición para la penetración y le ensarte todo lo que restaba nuestros huevos se juntaron ahhh se quejó le había dolido pero me pidió no la saques dame más fuerte así más ahh más uff que rico le abrace y me beso nuestros labios se juntaron y nuestras lenguas se entrecruzaron buscando el fondo de nuestras bocas aceleramos y soltó varios gemidos ahh ahh asi varios chorros de su semen bañaron nuestros vientres nos abrazamos y su carga quedo aprisionada untada entre los dos, acelere un poco y entre varias descargas eyacule todo dentro de él, me quede asi por unos segundos con la verga dentro aun descargando semen en sus entrañas y la retire lentamente al momento un chorro de semen le corría por las piernas lo recogí y lo unte en mi pecho y en el suyo luego nos abrazamos, me dijo, no me dejes tengo miedo yo comprendí lo que quería decir debía de haberlo pasado muy mal en su vida, no te preocupes mi niño te prometo que voy a cuidar de ti, le dije, puedes quedarte en mi casa el tiempo que desees y selle mi promesa con un beso.
Bueno Héctor creo que deberíamos ducharnos y desayunar, ¿qué te parece si lo hacemos juntos?, pues si la verdad estamos bastante sucios me contesto sonriendo, era la primera vez que le veía sonreír y su carita de ángel se ilumino, a pesar de todo se le veía una mirada triste como de haber sufrido mucho yo debía cuidarlo, esa era mi promesa y pensaba cumplirla a toda costa sabía que había admitido en mi casa a un huido de la justicia y eso me podría acarrear muchos problemas pero estaba enamorado de él y las consecuencias no me importaban solo repetía su nombre “Héctor” que bonito nombre mi dulce Héctor yo voy a cuidarte….. así nos metimos a la ducha los dos, le enjabone la espalda lentamente sintiendo su cuerpo caliente bajando hasta su culito precioso y redondito metiendo la mano entre sus huevos y subiendo hasta su verga que otra vez estaba en alza así enjabonando hasta su vientre subiendo hasta su pecho el agua le recorría su cara y sus labios parecían llamarme eran pura sensualidad bese su cuello y así atravesé su cara con pequeños besos hasta fundirnos en un beso eterno nos abrazamos sintiéndonos muy juntos parecíamos uno solo, el agua caía sobre nosotros y por muchos minutos nos saboreamos, nuestras vergas erectas aprisionadas entre los dos luego poco a poco empecé a bajar otra vez por su pecho así hasta encontrarme frente a frente con su verga con mi lengua recorría desde sus huevos hasta su capullo rosado jugando y rozándolo con la punta, él se estremecía de placer así me la introduje en la boca poco a poco hasta que sentí su capullo alojado en mi garganta subía y bajaba mientras el con fuertes empujones me la introducía hasta los huevos metiéndola y sacándola yo le hacia la mejor mamada que hice nunca quería sentir como su leche inundaba mi boca así hasta dentro ahh el jadeaba y entre varios impulsos descargo su tibio semen en mi lengua yo estaba deseando saborear ese rico néctar asi que no lo trague al momento y lo retuve un momento en mi boca saboreándolo el me beso y lo compartimos y asi abrazados quedamos una vez mas.
Acabamos de ducharnos y desayunamos a el se le veía tranquilo y yo estaba feliz, aquel domingo fue el principio de un gran amor él vive conmigo, durante muchos meses no salío a la calle por miedo a que le reconocieran pero poco a poco fue saliendo y al final para mayor seguridad nos mudamos a otra ciudad, el continuo con los estudios, sobre nuestra relación amorosa debo decir que somos los mejores amantes cualquier momento es bueno para dar rienda suelta a nuestro deseo, pasamos días de verano de desenfrenada lujuria y noches de invierno de cálida pasión, el ya nunca estará solo, ni yo tampoco, nos tenemos el uno al otro. Gracias por leer este relato deseo que todo el mundo encuentre la felicidad.
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