Heterocurioso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Llegamos al cine, eran aproximadamente las 12 de la mañana, era la primera función, se podrán imaginar que el cine y en especial nuestra sala, estaba completamente vacía. Inicio la película y el me abrazo, lo acostumbraba a hacer muy seguido. Durante la película volteaba a ver su entrepierna, en el pantalón escolar se le marcaba claramente su pene y sus testículos, me di cuenta de lo excitado que yo estaba. Se me empezó a antoja muchísimo hacerle sexo oral, por lo cuál argumente que me dolía la cabeza y que si podía recargar mi cabeza en sus piernas y dormirme. Durante el resto de la película lo empecé a acariciar las piernas hasta llegar a su pene, lo masturbe por arriba del pantalón, cuando estaba dispuesto a mamarsela entró gente del cine. Por lo cual no pudimos continuar.
Después de un par de años, yo empecé a tener novia, inclusive, aún continúa mi relación con ella.
Un día hizo una fiesta en su casa, en la azotea, yo ya estaba muy tomado pero sabía perfecto lo que hacía, mis ganas de tener a Rubén dentro de mí nunca disminuyeron, cómo fue pasando la noche y llegando a la madrugada sólo quedaba Rubén, un amigo mutuo y yo, sonaba el regueton y empezamos a perrear Rubén y yo de juego, fue tan placentero que aún lo recuerdo, sentía todo su miembro empujando contra la ropa a la altura de mi ano, él ya estaba erecto desde el principio y yo también empezaba a sentir como se me endurecia mi pene, así como ahorita solo de recordarlo, mientras bailabamos yo le tocaba su pene y me excitaba más, si no hubiera sido por nuestro amigo, que estaba ahí, probablemente esa hubiera sido mi primera vez, en su azotea.
Con el tiempo cada vez que Rubén y yo nos veíamos y tomábamos terminabamos haciendo lo mismo, hasta que un día sólos y medio tomados lo empuje contra el escritorio de su cuarto, le baje el cierre y lo vi por primera vez, era grueso y largo, moreno.
Me excito tanto que lo empecé a masturbar, mientras con mi otra mano le acariciaba sus testículos, cuando su pene estaba erecto lo metí lentamente a mi boca, primero le besé el glande poco a poco lo empecé a introducir todo lo que pudiera.
Cuando su glande llego a mi garganta, él lo empujo todavía más contra mí boca hasta hacerme vomitar eso nos prendió muchísimo más.
Yo tragandome mi vomito mientras se la mamaba.
Me agarró de los brazos, me levantó y me empinl sobre su cama, me lamio el ano durante unos dos minutos mientras me masturbas, nunca había sentido tanto placer, con ninguna otra mujer, ni inclusive con mi novia.
Primero me metió un dedo, recuerdo que dolió muchísimo, después me metió el glande y grite de dolor pero el placer seguía siendo inigualable.
Cuando me canse de estar empinado cuál puta, lo detuve mientras tenía todo su miembro dentro de mí, me fui recorriendo poco a poco para sentir con mí ano cada centímetro de su grueso y largo pene.
Una vez que había sacado su pene de mi lo acosté sobre la cama y volví a lamarle todo sus genitales, jugando con sus testículos en mi boca mientras lo masturbaba.
Me levanté y me introduje despacito para que no me dolerá tanto, me pidió que le perreara como aquella vez en la fiesta, de repente sentí un líquido caliente que recorría y me chorreaba de mi ano.
Me levanté, me metí dos dedos y mi chupe todo su semen, inclusive lo que había quedado chorreando de su pene.
Él comenzó a lamerle el ano y pasarme su semen escupiendome en el cara y en todo el cuerpo, me continuó lamiendo el ano mientras me masturbaba, me mamaba mientras me metía su mano en forma de cono, me metía la lengua completa, dentro de mi ano, sentía con continuaba fornicandome.
Fue el mejor y más rico orgasmo que he tenido en mi vida.
Lo hemos seguido haciendo continuamente cada vez que podemos y se nos antoja.
Al día de hoy llevó ya 7 años con mi novia y sin duda el mejor sexo que he tenido ha sido con Rubén, mi mejor amigo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!