Historia de mi vida sexual como gay (1)

Hola, soy Javier, el tercero de cuatro hijos varones y el único gay. Desde hoy, te voy a contar como empezó todo, desde los 10 hasta hoy que tengo 28 años. Espero que disfrutes de cada capítulo..
La verdad… siempre fui un putaso y «no tengo por qué negarlo…» jaja. En la escuela, lo primero que recuerdo es que a los 6 años me enamoré de mi compañero Josué de primer grado; obviamente no pensaba en sexo pero sí sentía los latidos de mi corazoncito al verlo. Antes de seguir, describo como era mi cuerpo de niño, mi suave piel trigueña y pelo negro lacio, flaquito aunque medio nalgón, de baja estatura, gestos amanerados y lampiño; nací dos veces, la primera en 1995 y la segunda cuando probé y bien rico en 2005. Vengo de una familia de clase media de Encarnación, Paraguay.

De mi familia, me acuerdo cuando papá nos dejó para vivir con otra mujer y que mi mamá lo lloró por años, hasta que un día se juntó con un albañil mucho más joven y con una envidiable dotación con la que le daba placer, hasta que en una noche, aprovechó que los dos quedamos solos en la casa para darme pija y hacerme probar leche de hombre por primera vez… (Para más detalles, te recomiendo leer «Mi primera vez con mi padrastro a los 10 años», disponible en mi perfil).

Aunque me hizo su hembra de todas las formas imaginables, debo reconocer que Daniel (así se llama mi padrastro/desvirginador) no fue mi único hombre, ya que llegué a la mayoría de edad tras probar a mi primo Iván a mis 11 años, a mi vecino don Jorge a los 12 y a mis compañeros Raúl, Manu y Rafael, desde los 13 hasta los 17 años. Las velas de mi cumpleaños 18 las soplé ya con un historial de 6 ricas pijas que de varias maneras lijaron mis paredes anales y me alimentaron con lo que descargaban esas bolas llenas de leche de macho.

Empiezo con mi primo, Iván «el terrible», que con 17 años sabía bien que yo era el trolito ideal para su feroz pija: era un blanquito alto, lindas facciones, con un cuerpo velludo y muslos especialmente tonificados por estar todo el día jugando al fútbol; al hijo de la hermana de mi mamá le admiraban y respetaban como ese macho delantero goleador nato que era y que tanto me excitaba cuando en la cancha se acomodaba la pija o al escupir en el pasto de forma tan varonil… yo solía jugar también pero famoso para completar el equipo como defensor o más como arquero…me acuerdo que los perros decían «el que juega de arquero es por loco o porque es puto»… y yo loco no era, jaja; más bien… loca lo que estaba por llevarme a la boca un feroz paquete como el que se le marcaba en su short de fútbol a mi primo y cada vez que llevaba sus manos y lo movía al bromear con los muchachos, soñaba con sentir esa abultada tela por mi cara y luego tragarla entera con mi boca.

Y así fue que una vez mi primo estaba en su pieza, con las manos en el joystick jugando al PES en la play pero solo con la casaca de Boca puesta y nada más…al menos desde la primera vez que, caliente y con mis ojos mirando sus huevos, se la sacó y sacudiendo su poronga al aire, me dijo «vení chupame la pija y cumplí tu sueño, primito» y arrodillado encima de una almohada en el suelo, desde esa vez hizo de mí un experto petero, enseñándome a usar de manera impecable mi lengua, boca y garganta, mientras el le metía tanto a la play como a mi boca…yo realmente disfrutaba del sabor de su pene, de darle placer y más cuando lograba estimularle a full hasta que, poniendo su juego en pausa, soltaba su control para con sus manos empezaba la garganta profunda…»putito, no dejes de mirarme a los ojos…el que realmente quiera mi pija en su boca me tiene que mirar y mostrar sus gestos sin parar y sin importar lo fuerte que te sacuda»…la escena fue genial para el, hasta que en un momento me dijo que le encantaba mi mirada…»me vuelve loco la cara que ponés cuando te la meto al fondo de tu garganta yo sé que te duele pero te gusta, seguí aguantando tragar lo que siempre quisiste…te pasaste la vida mirándome el bulto Javi…ahora me toca a mi mirarte como me la comés»… Si si… Y minutos después escucho que dice… ¿Ooooh ya estoy por largar Javi, decime bien donde querés mi leche? Ahora te suelto… Y mientras miraba su furiosa paja, por única vez elegí y me cumplió… «Largame por mi cara», ahí nomás me cubrió toda la cara y con su pija me lo esparció…desde ahí el pijudo se pasó eligiendo llenarme de semen la boca o mi cutis cada vez que me daba para chupar su biberón.

Todo era sexo oral hasta que, en una noche en la que mamá y mi macho – padrastro viajaron y me dejaron con el, decidió cambió su joystick de plástico por su poronga con dos huevos y cambió su consola por una noche a puro sexo anal: con sus piernas encima de las mías y mis dientes mordiendo su almohada, se vacío con 4 tiros toditos en mi culito… «Hoy no hay pete para vos porque ahora te vas a acostar en la cama, me vas a dar la espalda y entregarme el culito las veces que quiera»… Y aunque le pedí bien que me meta despacio, el primer cojo dolió muchísimo pero le aguanté sus embestidas hasta que le apreté rico el culo para que me deje su lechita bien adentro, ya que con mi padrastro aprendí que el esperma funciona como lubricante y así ya pude disfrutar de los siguientes dos tiros…cada vez que me cogía más duro, en vez de quejarme le gemía más fuerte, con voz de puta que le encantaba escuchar… Y me gustó tanto su forma de penetrar hasta el punto que yo mismo le pedí la cuarta y última cogida… Al volver de limpiarse la pija en el baño, yo sin sacarme una sola gota de semen me empiné bien de cuatro para el y dándole la espalda, le empecé a decir lo mucho que sabe coger y lo rico de su bombeo… «Iván quiero un gol más adentro por favor»… «Dame más pija dura, quiero que me sigas cogiendo porfa…así parado vení tengo la boca abierta»… Y con el ego en el cielo, empezó a penetrar mi boca hasta que logré que ahora me montara de cuatro y así empezó a darme como martillo al clavo…me dolió un poco pero me callé, ya que es lo que quería… «Te encanta mi pija en tu culo verdad, pero que puto que sos eh y que rica tu cola»… Siguió a full la safudida hasta que le escuché gritar su «ahhhhh…ahhhh…voy a largar no te muevas Javi» y agarrando fuerte mi cintura, me dejó quieto para hacerme sentir cada una de sus descargas inundar mi orificio… «Ay gracias primo por la cogida y tu leche»…»Uff primito, si de verdad te gusta mi pija, quedate asi mismo como estás que con mis dedos voy a ir sacando todo lo que salió de mis huevos, quiero que tragues todo lo que largué por vos…abri la boca y lame todo todito con cara de putita…que si me volvés a calentar, capaz y al despertarme te rompa el culito de nuevo…limpia bien mis dedos…ya le dimos de comer a tu culo, ahora te toca cenar tu yogurt favorito»… «Mmm sii así muy bien…hay para tu cara también si querés… mmmmm que putita que sos, se nota que te encanta la lechita»…

Y con aquella noche y otras más, mi primo lograba satisfacer sus necesidades sexuales sin tener que sufrir los celos de las mujeres y así…descargando por mí, terminaba sus jornadas futboleras luego de meter goles, tanto en la cancha grande donde lo ovacionaban como en mi cancha chica donde yo le gemía, como esa vez que después del partido tomaron cerveza por horas y el equipo compartió las anécdotas sexuales más prohibidas, borracho llegó a «nuestra» cama para remató por mí a puros pijazos; aunque esas fueron las únicas veces en la que mi primo me puso sus 17 centímetros en mi culo, continuó por un buen tiempo dándome su feroz biberón.

Y a causa de que Dani, mi papá del corazón, empezó a cogerle a la hija de una vecina, ya casi no me daba lo mío, causando en mí un vacío anal que, sin buscarlo, empezó a ser llenado por el morboso de mi vecino Jorge, un despensero del barrio, un feo cuarentón pero bien pijón que, en una tarde y sin preguntarme, estando solos primero cerró su local, luego se acercó a mis espaldas y con mucha fuerza, en un segundo me bajó el buzo y mi ropa interior…asustado sentí que me empezó a meter un dedo en mi colita, luego intentó el segundo pero no pudo aunque yo, necesitado de pija, no me resistí… luego sacó su dedo índice de mi culito y empezó a frotar la entrada de mi asterisco ahí si con dos dedos…y aunque no me atraía en lo físico, lo que me hacía era algo nuevo para mí y se sentía rico… cuando notó que me gustaba, dijo: «Ufff mi bebé, se nota que a tus 11 añitos no estás usando este culito que se ve delicioso y listo para atender a los hombres…si vos guardás este secreto, en vez de pasarte mis dedos voy a introducir acá algo mío… bien largo, muy grueso y súper rico enterita y solito para vos»… «¿Nene, te gustaría día de por medio que te haga mi mujercita y darte de comer mi pija que dicen que es muy rica…?… Y yo, con miedo pero caliente le dije que sí, pero le puse dos condiciones… «Don Jorge, si es que tenés muy grande como decís, me vas a poder coger solo si me prometés que me vas a hacer despacio hasta que me acostumbre por favor?»… «Y también quiero que solo me cojas a mi y a nadie más y yo también solo contigo voy a tener sexo»… Y después de decirle eso, sonriendo con todo me mostró su mandioca y realmente me asustó, casi corrí y eso que en ese tiempo no sabía eso medía 24 centímetros… «Mi mujer se cansó de llorar cuando le ponía esta, ojalá te entre aunque sea la mitad de inicio a fin, y cuernos tranquilo que a veces hasta las putas se sacan mi verga llorando con sus manos»… Y al escuchar eso, tragué saliva…pero no corrí de ahí, porque la verdad soy puto y los putos pasivos de verdad, queremos y aguantamos toda clase de pijas…

«Bueno bebé y lo demás va a depender de que tan rico sepas chuparme la pija y mis huevos al principio… después te voy a ir cogiendo de a poco subiendo la potencia hasta donde te entre y yo pueda eyacular»… «Lo que no es negociable, pibe, es que te largue toda adentro, nada de condón y luego de deslecharme ir a bañarnos juntos»…»Yo sé que la tengo muy grande y que saco muchísima leche… por eso te voy a ayudar para que siempre regreses a tu casa bien contento pero sin una gota de mi semen…por qué no empezamos ya ahora una prueba… a ver dejame chuparte el culito por lo menos y darte de merendar mi leche, querés?»…

Bueno, espero que te hagas rica paja, porque en la próxima sigo contando lo que pasó con el señor Jorge y mis anécdotas comiendo la pija de mis compañeros…