Historia de un adulto parafílico 18: Primer año con mi vecinito Pablo
Relato de algunas de mis primeras experiencias con mi vecino Pablo, el primer chico de la cuadra que me entregó el culito.
Resumiendo sobre lo que ya he contado sobre mi vecinito Pablo, lo conocí desde que él tenía 10, en un principio era un chico demasiado desconfiado y algo serio conmigo, pero con los chicos de la cuadra era muy amigable y se llevaba bien con la mayoría, pronto se volvió el mejor amigo de mi primo David. Desde un principio siempre lo vi interesado en las niñas continuamente contaba como intentaba hacerse novio de alguna chica (en sus redes sociales agregaba a cuanta chica pudiera para intentar ligar) Físicamente era un chico moreno claro muy delgado casi sin músculos con estatura un poco mas alta al promedio de su edad, su cabello era negro un poco cenizo y regularmente lo llevaba corto, tenía ojos grandes color café algo característico en él era su mirada ya que cuando no tenía la atención de alguno de sus amigos o estaba concentrado en algo sus mirada parecía decaída como de niño triste ( aunque ya en confianza era un chico alegre y algo inquieto) Era el hijo menor en su familia y vivía solo con su mamá, una mujer ya mayor que tenía varios hijos adultos, como su familia era de bajos recursos su mamá trabajaba casi todo el día o en ocasiones en toda la noche en un fabrica y no podía prestarle mucha atención a su hijo, por lo regular Pablo usaba la misma ropa o siempre traía puesto su uniforme escolar, había ocasiones en las que parecía que no tenían ni para comer, además muchas veces Pablo se quedaba solo desde la tarde hasta la mañana siguiente.
Inicialmente conocí a un pequeño vecino llamado Juan, después él invitó a su hermano Roberto y Roberto nos presentó a Pablo que era su mejor amigo. Cuando Pablo y mi primo se hicieron amigos Pablo prácticamente se pasaba todo el día con nosotros, apenas mi primo y yo llegábamos a casa Pablo ya nos esperaba afuera, era el primero en llegar y el último en irse, al poco tiempo conocimos a su mamá y se llevó muy bien con nosotros en especial con mi primo ya que solía ser muy platicador con los adultos, fue tanta la confianza que tiempo después le dio permiso a Pablo quedarse a dormir con mi primo (por lo regular los fines de semana mientras su mamá trabajaba) en ese tiempo parecía como si Pablo viviera con nosotros y aunque pasaba mucho tiempo con nosotros Pablo no confiaba mucho en mí. Sabía que no llegaría a nada sexual con él pero en una ocasión me pidió dinero para hacerle un regalo supuestamente a una chica que quería hacer su novia, aproveché para proponerle un «trabajo» donde mediría su cuerpo desnudo para una «tarea» (supuse que no iba a aceptar pero logré verlo desnudito como relaté anteriormente) lo curioso fue que Pablo pensó que me iba a propasar o algo así y cuando vio que no le hice nada mas que «medirlo» justo después de vestirse cambió mucho su actitud hacia mi, de pronto empezó a confiar en mí tanto como lo hacía con mi primo.
Como mencioné en los últimos relatos Pablo pasaba tiempo entre mi primo y su mejor amigo Roberto (un chico 3 años mayor que él que muchas veces lo acompañaba) Roberto aunque era sociable se notaba que era algo falso, trataba de aparentar ser amigable pero realmente era algo mala leche, como la mayoría de los chicos en el barrio Roberto daba la apariencia de ser un chico hetero incluso mas rudo que Pablo, también era moreno y delgado pero estaba un poco mas desarrollado y tenía más musculo (era el típico chacalito de barrio) Roberto y Pablo siempre la pasaban hablando de chicas y por lo mismo un par de años estuvieron fuera de mi interés, pero como relaté anteriormente noté algo raro en ellos y con el tiempo y para mi sorpresa descubrí que tenían sexo a escondidas, pasaron meses en los que solo me dediqué a espiarlos hasta que cometieron un error y cuando los afronté fue que Roberto se ofreció a tener sexo conmigo y después Pablo (para entonces Pablo tenía 12 y Roberto 15) Se supondría que mi primera experiencia sería con Roberto pero él siempre inventaba algún pretexto para no quedarse a solas conmigo (según él era mi «novio» me dedicaba canciones y me mandaba frases de «amor» pero sabía que eran para pedirme favores, yo no le prestaba mucha atención le decía que le haría caso solo después de que tuviéramos «la prueba de amor» y de esa manera dejaba de molestarme por algún tiempo) no me interesaba mucho Roberto porque desquitaba mis ganas con Pablo y algunas veces con mi primo David. En el relato anterior conté como fue mi primera experiencia con Pablo, en este contaré como fueron algunas de las primeras experiencias especiales, Pablo fue el vecino con el que más experiencias tuve pero la mayoría fueron cortas porque debíamos apresurarnos para no ser descubiertos, solo cuando teníamos tiempo a solas nuestras experiencias fueron más memorables.
Recuerdo mi segunda vez con Pablo, fue nuestra primera vez a solas y también fue cuando conocí su manera de ser en la intimidad, sabía que era un chico cachondo pero no esperaba que le gustara tanto el sexo. Fue la siguiente semana después de nuestra primera vez cuando llegó el día en el que dejaba a mi primo pasar el día completo con su mamá, ese día de la semana yo pasaba la tarde solo y no solía invitar a nadie a casa (era como mi día de descanso de atender chicos) Pablo tampoco solía visitarme en ese día pero esa tarde aunque no habíamos quedado cuando llegué a casa el chico ya me esperaba él solo. Pablo en ese momento ya tenía 12 pero aún seguía en quinto de primaria, era común que vistiera su uniforme escolar todo el día (creo que desde mi primo Miguel siempre me excitaban mas los chicos con uniforme) esa tarde recuerdo aún llevaba puesto su uniforme deportivo de la escuela ( un pants y sudadera rojos con playera y tenis blancos) Pablo al verme llegar me preguntó si podía invitarlo a jugar (al pedírmelo noté que tenía una pequeña sonrisa y es que ambos sabíamos que ese momento era una excelente oportunidad para coger) En un principio al invitarlo a pasar actuamos normalmente y nos sentamos juntos en el sofá, estuvimos platicando de cualquier cosa y de pronto no tuve que pedírselo solo me acerqué junto a él y comenzamos a besarnos, Pablo se notaba muy entusiasmado me besaba y acariciaba como si tuviera mucho tiempo sin hacer algo sexual, era curioso como ese chico pequeño que antes me trataba con respeto y era un poco reservado ahora estaba basándome y manoseándome apasionadamente, mientras estábamos en el cachondeo comencé a quitarle la ropa hasta dejarlo solo con la playera blanca y sus calzoncillos (recuerdo que eran grises y ya bastante desgastados casi se transparentaba su penecito aprisionado por la erección que tenía) Intenté quitarle su playera pero me dijo que prefería mantenerla puesta por si lo buscaba su mamá podría asomarse por la ventana sin tener que vestirse ( ahí entendí porqué desde que los espiaba cuando él cogía con Roberto tampoco se quitaba la playera ) Me puse de pie y comencé a desnudarme, por lo regular me avergonzaba al desnudarme frente a un chico pero vi a Pablo tan animado que me sentí en confianza, luego Pablo también se levantó y se quitó el calzoncillo, por fin pude ver en persona su pene erecto ( en nuestra primera vez solo pude tocarlo) el pene de Pablo era delgado y morenito con un tono un poco mas obscuro, pero lo que más llamaba la atención era su tamaño, era largo a comparación de chicos de su edad, también me llamó la atención su glande, al igual que yo solía tener la cabeza de su pene muy húmeda llena de pre-semen (estaba bien «enmielado» y apenas estábamos empezando).
Desde esa ocasión al estar solos y sin interrupciones, sin pensarlo fuimos definiendo nuestra rutina al tener sexo, después de desnudarnos empezábamos con un 69, yo me acosté en el sillón boca arriba y Pablo se subía sobre mi quedando de frente, seguíamos con algunos besos y caricias y luego rotaba a Pablo aún de frente para que nuestros rostros quedara a la altura de nuestros penes, para que su peso no quedara completamente sobre mi Pablo abría las piernas y se apoyaba en sus rodillas levantando el trasero, a veces también se apoyaba en sus brazos pero regularmente dejaba su pecho recostado sobre mi estómago, de esa manera su carita quedaba justo en mi pubis y al alcance de mi pene, también mi rostro quedaba justo frente a su estirado miembro, además al estar medio hincado podía inclinar un poco sus caderas para llegar con mi lengua a sus nalguitas.
Como mencioné en nuestra primera vez, creí que Pablo tendría más experiencia chupando penes, pero al parecer no tenía mucha experiencia haciendo cosas de pasivo, regularmente me daba unas pocas mamadas y pasaba mas tiempo rosando mi pene por su rostro o masturbándome mientras yo sí se lo chupaba a él, solo cuando Pablo estaba muy excitado era cuando dedicaba mas tiempo a chuparme la verga ( en esa ocasión el pequeño Pablo si me la chupo con ganas pero al tener poca experiencia me lastimaba con los dientes o apoyaba mucho su mentón sobre mi pubis causándome algo de molestia ) Mientras Pablo mamaba mi verga a su manera yo me las ingeniaba para chupar su pene, yo estaba acostumbrado a penes pequeñitos pero no fue difícil acostumbrarme al penecito largo de Pablo, pasaba mi lengua por su glande y luego trataba de meter su tronco lo más a fondo que podía en mi boca, el sabor del precum de Pablo era peculiar, muy distinto a lo que estaba acostumbrado con mi primo ( como mencioné, al igual que yo Pablo solía soltar un buen de pre-semen antes de venirse) su babita no era agradable ni desagradable tenía un sabor un poco amargo, además su olor también era un poco raro ( era algo raro como a sudor y «cloro» ) me excitaba mucho hacerlo con él porque era algo nuevo para mi ( era como todo lo opuesto a mi primo ) no estaba acostumbrado a un chico flaquito y moreno, ni tampoco lo había hecho con alguien tan gustoso por el sexo (aunque en ese momento Pablo tenía poca experiencia como pasivo se notaba muy participativo y entusiasmado) Después de chuparle su pene y huevos lo incliné un poco para llegar a su trasero, lo único «malo» era que al estar flaquito tenía las nalguitas muy planas, pero eso no me desanimaba porque al estar inclinado se veía muy rico su culito, al fin pude tener frente a mi rostro su ano, su culito no era muy grande pero igual me encantó porque al separar sus nalgas se notaba que tenía muchos pliegues, lo empecé a lamer y acariciar con un dedo pero lo tenía bastante apretado, se notaba que sería difícil meterle un dedo sin lastimarlo. En esa ocasión mientras le chupaba el culo descubrí que a Pablo le encantaba eso, solía masturbarse cuando sentía mi lengua en su agujero, no pasaba mucho tiempo de lamidas cuando de pronto me daba cuenta que el morrito comenzaba a tener su orgasmo y se venía regularmente sobre mi pecho ( así después cuando teníamos poco tiempo, con una mamada de culo lo hacía venirse y podía rápido pasar a culearlo) Desafortunadamente no siempre lo tenía limpio y nunca me animé a lamérselo «con premio», cuando lo traía aseado me gustaba lamerlo en círculos y tratar de apoyar mi lengua lo más posible en su culito, pero cuando lo tenía sucio solo le lamia las nalguitas y la parte entre sus huevos y ano eso también lo hacía soltar su lechita.
Normalmente Pablo botaba muy poco semen, me daba la impresión de que se masturbaba muy seguido y ya venía descargado, en esa ocasión mientras le mamaba el culo él se la jalaba y al poco tiempo soltó un pequeño chorro de semen transparente sobre mi pecho, yo solía usar su propio semen para lubricar su culito, con mi saliva y su semen le quedaba bien lubricado. Ya deslechadito me concentraba en culearlo, lo hacíamos en cuanta posición se nos ocurriera, aunque en esas primeras ocasiones aún no lo penetraba, le apoyaba mi pene en el ano y de vez en cuando intentaba meterle los dedos.
El momento de culearlo era mi preferido porque Pablo era muy participativo en experimentar posiciones, además al estar flaquito lo podía cargar sin mucho esfuerzo, primero solía ponerlo de perrito, después lo acostaba boca arriba con sus piernas flacas en mis hombros, una de mis posiciones favoritas era sentarme a la orilla del sofá y luego Pablo se daba sentones en mi verga (sabía que era la posición que Pablo más hacía con Roberto pero generalmente él tenía el rol de activo) aunque no lo penetraba me encantaba sentir su culo y nalgas frotando mi pene, algo curioso de esa posición era que sus huevitos terminaban chocando con los míos, Pablo tenía el escroto un poco estirado y le colgaban sus bolitas, entonces al estar yo sentado con las piernas abiertas mis huevos quedaban sobre el sofá, así que cuando Pablo se daba sentones en mi verga al sentarse o dejarse caer de espalda sus huevos terminaban golpeándose con los míos, era una sensación extraña pero muy placentera, era un poco doloroso pero rico y creo que él también lo disfrutaba porque parecía que lo hacía intencionalmente (lo descubrimos por accidente y luego se volvió algo que nos gustaba hacer, fue curioso porque ese choque de huevos solo me pasó con Pablo) Luego después de un rato de sentones lo volteaba para que quedar de frente, levantaba sus piernas para que rodearan mis caderas y en esa posición lo cargaba y lo culeaba de pie, al final ya cuando terminaba cansado, solíamos acostarnos de lado (como en nuestra primera vez) y cogerlo con una piernita levantada apoyada sobre la mía, me gustaba esa posición porque solía recargar su cabeza en mi brazo y con mi otro brazo mientras lo culeaba lo masturbaba ( de hecho en esa posición también solía cogerme a mi primo) Me gustaba mucho venirme en sus nalgas, hasta que con el tiempo logré venirme dentro de su culo, también había ocasiones en las que Pablo se venía por segunda vez mientras lo masturbaba en esa posición. Después de venirme le decía a Pablo que levantará las nalguitas para limpiarle el trasero con papel higiénico, me encantaba verlo como se queda quieto mientras yo le limpiaba del trasero los restos de mi semen, después lo abrazaba y le decía que lo quería mucho, él me respondía con un – yo también – ( supongo más por compromiso que porque realmente él lo sintiera) si había tiempo nos quedábamos un ratito así abrazados a veces platicando, recuerdo que en esos momentos pensaba en lo afortunado que era por tener un chico así, tenía claro que esos momentos no serían para siempre. Por último nos vestíamos y después nos comportábamos como si nada hubiera pasado, rápidamente él dejaba de ser tierno y cachondo para volver a ser el chico «hetero» y «rudo» que aparentaba ser con los demás chicos.
Aunque ya nos teníamos confianza a partir de que empezamos a tener sexo Pablo se volvió mucho mas amistoso conmigo y creo un poco mas dependiente, como su mamá seguido le pedía hacer mandados Pablo me pedía que yo lo llevara en el coche, casi todos los días lo acompaña a sus mandados o le hacía favores a él o su mamá, no era problema para mi porque empecé a quererlo, además mi primo también se llevaba muy bien con él y no había queja de su parte, muchas veces también nos acompaña a los mandados. Como nos llevábamos tan bien su mamá empezó a darle más permiso para que nos acompañara a salidas a parques o a lugares como albercas o eventos, en ese tiempo Pablo ya era como de la familia, incluso como mencioné de vez en cuando dormía con nosotros, también nos acompañaba a comer fuera o salir a pasear. Así pasaron los días, al menos una vez a la semana Pablo y yo cogíamos rico cuando mi primo no estaba y de vez en cuando buscábamos la forma de hacerlo a escondidas de mi primo o los otros chicos, pero luego comenzamos a coger también los fines de semana, por las mañana del sábado y de vez en cuando en domingos mientras mi primo aún seguía dormido teníamos sexo mañanero ( mi primo tenía el sueño pesado así que incluso cogíamos a un lado de él) la primera vez que cogimos mientras mi primo estaba dormido Pablo estaba muy preocupado, recuerdo que lo hicimos de perrito con mi primo roncando a un lado de nosotros y Pablo no dejaba de vigilarlo, me parecía gracioso como casi practicábamos el Kama Sutra a un lado de mi primo y él ni se enteraba. Los días que no estaba mi primo un par de veces fuimos interrumpidos, como la mamá de Pablo iba a buscarlo para algun mandado, en un par de ocasiones estábamos en medio del acto cuando escuchábamos a su mamá llamarlo, afortunadamente su mamá le gritaba desde la calle y nunca entraba a la casa, así que con contestarle por la ventana era suficiente ( recuerdo ver a Pablo asomándose por la ventana hablando con su mamá con la playera puesta pero las nalguitas desnudas, era muy morboso eso) También llegamos a tener interrupciones por parte de sus amigos, en esas ocasiones Pablo se iba corriendo a vestir al baño mientras yo también me ponía la ropa apresurado.
Como mencioné los primeros meses no creía que podría penetrarlo pero de vez en cuando comenzaba a dedearlo, entonces poco a poco su culito fue cediendo hasta que llegó el día que lo penetré por primera vez, recuerdo que fue una tarde en la que no estaba mi primo, ya habían pasado unos 4 o 5 meses después de nuestra primera vez, era temporada de lluvia y esa tarde cuando llegue a casa Pablo me esperaba afuera como de costumbre ( como casi todos los días tenía puesto su uniforme escolar) pero al estar lloviendo ya estaba algo mojado, entonces al entrar a la casa y estar solos como Pablo no tenía otro cambio de uniforme le dije que pondría su ropa a secar junto a un calefactor y que aprovecháramos para meternos a bañar con el pretexto de que no se fuera a enfermar ( ya en ocasiones anteriores lo había empinado en la regadera pero solo para lavarle el culito cuando lo traía muy sucio, pero hasta ese momento nunca nos habíamos bañado juntos) Pablo dudó pero le comenté que al estar lloviendo era poco probable que alguien nos interrumpiera y de esa manera aceptó, le fui quitando la ropa para ponerla a secar hasta dejarlo completamente desnudo, luego entramos al baño y mientras Pablo regulaba la temperatura del agua yo me fui desnudando, empezamos a bañarnos normalmente, yo lo enjabonaba y el me enjabonaba a mi, hasta que llegamos a la parte de frotarnos con jabón los penes y fue cuando comenzamos a besarnos, siempre me gustó el cachondeo bajo el agua y mientras estábamos en medio de las caricias aprovechaba para enjabonarme una mano y meterle uno o dos dedos dentro de su culito, tenía mucho tiempo sin coger en la regadera las últimas veces fueron con mi primo un par de años antes. Una posición que me gustaba hacer en la regadera era el 69 pero estando de pie, como Pablo estaba flaquito no tuve dificultad para cargarlo y girarlo de cabeza, lo tenía sujetado de la cintura quedando su rostro frente a mi pene, Pablo me la empezó a chupar con la dificultad del agua escurriendo en su rostro (recuerdo que seguido pausaba para escupir agua y tomar aire), al estar yo de pie no me era difícil chuparle el pene, incluso me gustaba admirar como el agua en sus nalgas y huevos y escurría por su cuerpo, siempre me causó mucha excitación coger bajo la regadera y era muy rico sentir la boca y lengua de Pablo, a pesar de tener que aguantar su peso al cargarlo, después de un rato de chupárnosla mutuamente lo giré de regreso para dejarlo de pie, hasta ese momento todo lo habíamos hecho con jabón pero entonces se me ocurrió ponerme un poco de shampo sobre la cabeza de mi pene y tomé a Pablo nuevamente de la cintura lo levanté y recargue su espalda en la pared, Pablo cruzo sus piernas en mi cintura y en esa posición le comencé a darle arrimones de mi pene contra su culito, por el shampo mi pene quedó muy resbaladizo y al tratar de presionarlo contra su ano se iba entre sus nalgas o se desviaba hacia sus huevos, entonces me hice un poco hacia atrás y le pedí a Pablo que subiera sus piernas en mis hombros, fue complicado pero logró subir sus piernitas y de esa manera su culo quedó mucho más expuesto a mi verga , podía apoyar mi miembro y hacer más presión en su culito, cada empujón que le daba se sentía riquísimo, además en esa posición cuando mi pene quedaba presionado contra su culo escuchaba un chasquido mezcla de shampo y agua, ya estaba agarrando ritmo y estaba dispuesto a venirme en esa posición pero de pronto el agua comenzó a enfriarse y eso me cortó la inspiración, rápidamente puse a Pablo de pie y terminamos de enjuagarnos antes de que el agua se pusiera mas fría.
Después de secarnos fuimos directo a la cama para seguir cogiendo, recuerdo que aún seguía lloviendo incluso con más intensidad así que aún temíamos oportunidad de no ser interrumpidos, por el clima la habitación estaba algo obscura así que preferí encender la luz, entonces me quede admirando a Pablo que ya estaba esperándome acostadito en la cama, me encantó su cuerpecito moreno eran pocas las veces que lo veía completamente desnudo, era evidente distinguir que Pablo estaba excitado tenía una sonrisa un tanto maliciosa y su pene completamente erecto no pasaba desapercibido. Me acosté junto a el y comenzamos a besarnos, algo que me gustaba de Pablo es que siempre estaba dispuesto para el cachondeo, como ya habíamos hecho el 69 en la regadera pase directo a comerle el culito, lo puse en 4 y me dispuse a lamerle su pequeño ano, pero me llamó la atención que la piel de su ano y alrededor estaba muy rosada, su culito se veía muy rojizo, pensé que tal vez el shampo le habría irritado la piel o quizá presioné mi pene con fuerza ( de hecho yo sentía un poco de molestia en mi glande era como un ligero hormigueo en la cabeza de mi pene, luego me di cuenta que esa molestia me provocaba tener menos sensibilidad) mientras le lámina el culito Pablo como era costumbre empezó a masturbarse y no pasó mucho tiempo cuando comenzó a contraer las nalgas en señal de que estaba eyaculando. Espere un poco a que terminara de venirse y así como estaba en 4 apunte mi pene a su traserito y comencé a culearlo, como mencioné en ese tiempo no estaba interesado en penetrarlo solo me gustaba la sensación del rose de mi glande con su ano, solo lo bombeaba hasta venirme sin penetración, pero al frotar mi pene en su culo me di cuenta que había perdido sensibilidad, casi no sentía el culito de Pablo (no estaba seguro si fue por el shampo o tal vez la cabeza de mi pene estaba adolorida por haberla apoyado con fuerza cuando estábamos en la regadera) después de darle un rato en 4 le dije que se acostara boca arriba y luego puse sus piernitas en mis hombros, tal ves al estar en una posición diferente sentiría más el contacto de su trasero, hasta ese momento todo iba normal pero como no sentía mucho el contacto con Pablo supongo que no medí la fuerza con la que le daba empujones y mientras estaba en el mete y saca me llamó la atención el comportamiento de Pablo, por lo regular Pablo siempre estaba animado mientras cogíamos (generalmente me acariciaba o gemía mientras le daba arrimones) pero en ese momento él estaba muy quieto y al mirar su rostro estaba con la boquita un poco abierta y con la mirada perdida como si estuviera concentrado en sus pensamientos, pero lo que me confirmó que algo estaba pasando fue que en un momento sin decirme nada apoyó sus manos en mis piernas indicando que me detuviera, entonces cuando retire mi pene de entre sus nalgas me di cuenta que mi glande estaba ligeramente sucio con restos de popó, eso me sorprendió porque acabábamos de bañarnos y cuando le lamí el culito estaba completamente limpio, pensé tal vez se estaría haciendo del baño mientras le daba arrimones, entonces le dije que se pusiera nuevamente en 4 y cuando separé sus nalguitas me sorprendió ver por primera vez su culito un poco abierto, me impresionó como sus pliegues se habían separado y podía ver un poco en su interior, por fuera su culito estaba limpio pero dentro de su recto se notaban algunos restos de popó, pensé que por mi poca sensibilidad no me di cuanta que ya le estaba metiendo mi glande, entonces quise comprobar que tanto le entraba y puse mas atención a como mi pene era tragado por el culito de Pablo, lentamente comencé a empujar mi pene en su culo y efectivamente mi glande se iba perdiendo en su interior, incluso al sacarlo notaba como el tono de la cabeza de mi pene era un poco mas pálida, se notaba donde hacía presión su esfínter, seguí metiendo y sacando mi glande en su ano sin mucha dificultad, entonces me dispuse a empujar más a fondo para que la cabeza entrara completamente, hice presión lentamente y justo cuanto le metí mi glande completo fue cuando sentí la presión de su ano porque su esfínter presionó el tronco de mi pene y esa parte si la tenía sensible, la presión fue muy incomoda, me recordó mucho las primeras veces que penetré a mi primo, pero con Pablo era mucho mas incómodo, la presión era mayor y mas dolorosa que placentera, esperaba escuchar a Pablo quejarse pero él seguía muy quieto y callado, solo en un momento de manera tranquila me dijo – ya entró verdad? – En ese momento más que placer yo tenía la emoción de sentir por primera vez su interior, y mientras Pablo no se quejara yo trataba de aguantar la presión de su esfínter, pero el culito de Pablo aún estaba bastante estrecho así que le dejaba la cabeza adentro por un momento y luego se la sacaba, entonces para estar mas cómodo me acosté de lado para culear a Pablo con mas calma de ladito, esta vez me propuse meterle toda la verga para ver que tanto la aguantaba.
Acomodé a Pablo como solíamos coger de ladito con su cabeza recargada en mi brazo y una piernita levantada, nuevamente comencé a empujar lentamente mi pene en el interior de su ano, ya no tenía tanta dificultad para que le entrara mi glande completo, pero justo cuando su esfínter presionaba el tronco de mi pene era cuando sentía ese dolor que poco a poco se fue transformando en placer al irme acostumbrando a la presión, recuerdo que era una situación extraña Pablo seguía muy quieto y callado, yo también guardé silencio mientras poco a poco empujaba mi miembro en su interior, estaba al pendiente esperando escuchar algún quejido o muestra de dolor de Pablo, al estar los dos en silencio recuerdo mucho ese momento porque solo se escuchaba el ruido de la lluvia, me sorprendía que Pablo no se quejaba a pesar de que ya casi le había metido la mitad de mi verga. Pero entonces entre mas avanzaba mas estrecho sentía su recto, su interior se sentía como si estuviera metiendo mi pene en una funda apretada (con mi primo solo su esfínter era el que se sentía apretado su recto no apretaba demasiado) el interior de Pablo era tan estrecho que incluso sentía las paredes de su recto apretando mi verga, poco a poco avanzaba unos centímetros y luego se la sacaba completa para luego volver a empujarla intentando llegar mas a fondo, Pablo seguía sin quejarse, por un momento pensé que se la podría meter completa, hasta que mi verga avanzó un poco más de la mitad y ahí fue cuando de pronto Pablo comenzó a quejarse de dolor, inesperadamente intentó zafarse diciendo – espera.. espera me esta doliendo la cola! – traté de calmarlo y con mi brazo libre lo sujete de la cintura, le dije que se relajara que hasta ahí se la iba a meter, me dijo – no! ya sácala… siento ganas de cagar -, tuve que resignarme y le dije que estaba bien pero que me dejara sacársela despacito para no lastimar su culito, entonces se la fui retirando lentamente, cuando ya la tuvo toda afuera supuse que Pablo en cualquier momento se levantaría y así habría terminado nuestra primera experiencia de desfloración, pero Pablo se quedo quieto y entonces me dijo – si quieres métela pero no muy adentro y cuando la saques hazlo así despacito como ahorita – no me esperaba que Pablo aún quisiera que continuáramos así que no desaproveche la oportunidad, nuevamente se la fui introduciendo procurando no meterle mas de la mitad de mi verga, entonces fui agarrando ritmo se la metía rápido pero se la sacaba despacito, mientras le enterraba y sacaba mi pene le iba besando el cuello y él en momentos volteaba para besarlo en la boca, Pablo estaba completamente sumiso, nuevamente se veía como ido en sus pensamientos, se notaba que lo estaba disfrutando pero también parecía confundido entre dolor y placer, de pronto hizo un comentario en broma mientras yo estaba empujando y sacando mi pene, mencionó algo como – se siente rico, pero cada que la sacas siento como si cagara un mojón duro -, no recuerdo cuanto tiempo estuve dándole por el culo pero ya sentía el pene adolorido, preferí no aguantar más y me dispuse a disfrutar de un gran orgasmo, en el último empujón deje venirme por primera vez dentro de su culo, a pesar del dolor fue extremadamente placentero, no supe cuanta leche le deje dentro pero después de vaciarme rápidamente mi pene se puso flácido y salió fácilmente de su interior, supongo que Pablo sintió cuando mi pene se ensanchó mientras eyaculaba ya que luego de venirme lo noté más excitado, aunque ya no tenía mi pene adentro el chico comenzó a restregar sus nalgas contra mi verga mientras él se masturbaba, yo seguí besándolo en el cuello mientras Pablo pegaba su trasero contra mi miembro húmedo y flácido, cada que se re pegaba se escuchaba el chasquido de mi semen en su culo, hasta que Pablo comenzó a tener su segundo orgasmo, fue de las pocas veces que observé como le salían varios chorros pequeños de su lechita transparente, los dos quedamos exhaustos pero aquello era un desastre, mi pene estaba cubierto de semen y restos de popó, el culo de Pablo aún seguía un poco abierto mostrando el semen en su interior, tuvimos que irnos a lavar nuevamente al baño, mientras le lavaba el culito a Pablo le decía que pujara para que sacara toda la leche pero curiosamente le daba vergüenza, no quería que yo lo viera cagando semen cuando ya prácticamente le había visto hasta el interior de su culo, tuve que salir del baño y esperar a que él se lavara solo.
Como su ropa aún no estaba completamente seca estuvimos un rato más solo con una toalla amarrada en la cintura, mientras encendí un ventilador para despejar el olor a sexo y platicamos un poco, a Pablo no le gustaba hablar de su vida sexual pero esa ocasión fue de las pocas veces que me contó algo, me dijo que era la primera vez que sentía una verga adentro, le pregunté si le había gustado me dijo que no mucho, en broma me dijo que la mayoría del tiempo sintió que estaba apunto de cagarse. Solo habían pasado unos meses y ya había desflorado a Pablo (con mi primo me tomó años) recuerdo que mi pene quedó adolorido unos 2 días, supongo que Pablo también estuvo con molestias por algún tiempo pero no me mencionó nada, cada vez me convencía más de que ese chico estaba tan interesado en el sexo como yo pero curiosamente no le gustaba hablar de eso, o al menos conmigo no, las semanas siguientes seguimos cogiendo pero solo en ocasiones especiales era cuando se dejaba penetrar (la mayoría de veces me venía en sus nalgas pero de vez en cuando aunque no se la metiera mucho le dejaba mis mecos en su interior)
Ese primer año teniendo sexo con Pablo fue muy bueno, también pasaron algunas situaciones raras o arriesgadas como en una ocasión estaban de visita un par de amigos de la secundaria de mi primo (se quedaron a dormir pero me molestó que en la noche salieron a escondidas a grafitear) como era fin de semana Pablo también se quedó con nosotros, como no me agradaba pasar tiempo con ellos en esa ocasión yo me fui a dormir a mi habitación, por la mañana siguiente era costumbre que Pablo y yo hiciéramos el mañanero pero en esa ocasión los chicos ya estaban despiertos, después de que desayunáramos mi primo estaba distraído con sus amigos, entonces desde una de las computadoras Pablo me envió un mensaje -si lo vamos a hacer hoy?- no me esperaba que Pablo estuviera con ganas, pero con las visitas era complicado, la casa era pequeña y no se vería bien que Pablo se encerrara conmigo en mi cuarto, así que le contesté -y si lo hacemos en el baño?- Pablo aceptó y me dijo que entrara yo primero, después de un momento en que los chicos se detrajeron Pablo entró al baño, yo me bajé los pantalones y me senté en el escusado, Pablo también se bajo su ropa y dándome la espalda comenzó a darse sentones en mi verga, la situación era muy morbosa porque a pocos metros estaban mi primo y sus amigos (de hecho podíamos escucharlos platicar en la sala) Pablo y yo tratamos de hacer el menor ruido posible porque al igual ellos podrían escucharnos, por suerte ninguno de ellos se le ocurrió entrar al baño mientras estábamos cogiendo, la situación de ver a Pablo sentándose en mi verga y a la vez escuchar a los amigos de mi primo me causó tanto morbo que sucedió algo curioso, justo cuando Pablo apoyó sus nalgas en mi miembro solté un chorro de mecos con mucha fuerza, el sonido de venirme vigorosamente entre sus nalguitas fue gracioso, se escuchó como cuando presionas con fuerza una botella de cátsup, estuvimos a punto de reírnos pero recordamos que mi primo y sus amigos podrían escucharnos, luego de calmarnos Pablo se volteo frente a mi acercando su pene a mi rostro en señal de que se lo chupara, empecé a mamarle su pene morenito y mientras se lo chupaba con un dedo le acariciaba el culito que estaba cubierto de mi semen, Pablo no aguantó mucho y se vino en mi boca, fue una situación muy rica pero me preocupaba que los amigos de mi primo fueran a notar algo, después de limpiarlo Pablo salió del baño y yo esperé unos minutos para salir después, por suerte los chicos no mencionaron nada aunque Pablo tenía un ligero olor a sexo y yo me quedé con el sabor de su semen ese día.
Otra situación en la que casi nos descubren fue tiempo después cuando Pablo ya tenía 13, al igual fue un sábado por la mañana y aún teníamos la costumbre de coger mientras mi primo David dormía, pero en esa ocasión nos visitaba otro primo, era mi primo Fernando que en ese tiempo estaba de visita en la ciudad (Fernando es el primo del que conté en mis primeros relatos, un chico moreno que dejó de hablarme cuando lo penetre por primera vez cuando él tenía como 9 años, eso lo molestó mucho y con el tiempo lo contó y se enteró toda la familia ) años atrás cuando pasó lo de mi abuelo ya habíamos hecho las pases y también se llevaba muy bien con mi primo David así que en ese tiempo mientras estuvo en la ciudad nos visitaba seguido y se quedaba a dormir, ese fin de semana como ya era costumbre Pablo también se quedó con nosotros, entonces mi primo David y mi primo Fernando se acostaron en la parte superior del sofá cama y Pablo y yo nos quedamos en la base a nivel del suelo, por la mañana me aseguré que mis primos siguieran dormidos pensé que no habría problema en culear a Pablo como solía hacerlo en esas mañanas, entonces comencé a acariciarle las nalguitas, por suerte ambos estábamos cobijados solo nuestras cabezas quedaban visibles, Pablo al sentir mi mano ya sabía que lo quería culear así que medio adormilado se bajó el short y calzoncillo, luego se colocó boca abajo y levantó el trasero para que me subiera encima de él ( Pablo comenzaba algo adormilado pero mientras iba despertando se ponía mas participativo ) entonces me subí sobre él y acomodé mi pene en su culo, Pablo solo arqueaba el trasero para que sus nalgas quedaran mas pegadas a mi pene, yo estaba concentrado en darle arrimones pero entonces se me ocurrió mirar nuevamente hacia el sofá y para mi sorpresa estaba mi primo Fernando despierto mirándonos con una ceja levantada, me quedé frio sin saber que hacer, aunque estábamos cobijados era obvio que yo estaba encima de Pablo y me preocupó que notara que lo estaba culeando, cuando Pablo se dio cuenta que deje de moverme en voz bajita me preguntó el porqué me había detenido, como no le respondí volteo a mirarme y también se dio cuenta que mi primo Fernando estaba despierto mirándonos, Pablo era muy sociable y también se llevaba muy bien con mi primo Fernando, entonces como si nada Pablo lo saludó y empezó a sacarle platica, Pablo y mi primo conversaban mientras yo todavía seguía encima con mi pene entre sus nalgas, poco a poco me fui moviendo para quitarme de encima y disimuladamente le subí su ropa a Pablo por debajo de la cobija, ambos siguieron platicando y todo pareció continuar normal. Tenía duda si mi primo Fernando en algún momento me reclamaría, pero al ver a Pablo comportarse amigable y como si nada supongo que no le dio importancia (o tal ves no alcanzó a ver mientras lo culeaba). Esa ocasión sentí sudar frio pero por suerte Pablo fue quien supo como llevar la situación.
Creo que los mejores momentos que pasé con Pablo ocurrieron al poco tiempo de que cumplió 13, recuerdo que festejamos su cumpleaños y le regalé un celular, en ese tiempo lo quería mucho y para entonces ya nos tratábamos con mucha confianza tanta que también empezó a hacerme berrinches como mi primo, pero entre lo malo también tuvo detalles buenos, el solía quedarse a dormir solo los fines de semana o entre semana si había un día festivo, pero entonces en una ocasión me preguntó si podría quedarse a dormir conmigo en uno de los días en los que no estaría mi primo, me dijo -le diré a mi mamá que me voy a quedar con tu primo, pero quiero quedarme contigo-, fueron pocas las veces que dormimos juntos a solas pero fueron muy especiales, detallarlas supongo sería algo repetitivo, en resumen por la tarde cuando llegaba a casa cogíamos sin quitarnos toda la ropa, pero en la noche era mas especial porque lo hacíamos completamente desnudos y al estar a solas me dejaba penetrarlo, era de esas pocas veces que podía disfrutar de su culito apretado sin prisas, después de coger nos quedábamos abrazados platicando a veces hasta por horas, incluso en una ocasión casi pasamos toda la noche platicando, dormir desnudo con Pablo fue lo máximo para mi, y para rematar en las mañanas antes de irme a trabajar todavía teníamos un mañanero rápido.
Desafortunadamente lo bueno no es para siempre y nuestra relación decayó cuando descubrí algo sobre él, pero eso mejor lo dejaré para un siguiente relato, también espero contar como fue mi experiencia con Roberto y algunas situaciones que pasaron con mi primo.
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