Historia de un joven desubicado y parafílico 13: Conociendo a los amigos de David
Luego de tener que cambiar de casa pereció algo malo, fue el comienzo de nuevas experiencias..
Después de pasar un buen periodo con mi primo, en el que estuvimos juntos todas las noches, surgieron algunos problemas externos. Todo iba excelente hasta que sus padres sufrieron un accidente de tráfico en mi camioneta, y para colmo casi un día después el dueño del departamento que rentaba me avisó que tendría que buscar otro lugar, de imprevisto me quedé sin David, sin casa y sin auto.
Aunque fueron días complicados, al menos David se veía tranquilo, mientras sus padres estuvieron hospitalizados me encargué de él, después cuando los dieron de alta David se quedaba con ellos y dejé de verlo entre semana, solo los fines de semana era cuando podía pasar por él y se quedaba a dormir conmigo.
Durante ese periodo encontré otro departamento, no era del todo de mi agrado pero estaba bien como algo temporal, ya no tenía las comodidades del departamento anterior, nos quedamos sin los fines de semana en la alberca. Un beneficio de solo vernos los fines de semana fue que valoramos más los momentos que pasábamos juntos, los viernes se volvieron un día especial, saliendo del trabajo tomaba un autobús para pasar por David, él ya me esperaba para acompañarme a mi nuevo hogar, antes de llegar al departamento se volvió costumbre que camináramos un tramo largo para llegar a una plaza, ahí comprábamos mini pizzas (su comida favorita) y pasábamos a un blockbuster para rentar alguna película o videojuego, después caminábamos de regreso a mi casa, me gustaba mucho ese momento, era otoño, comenzaba a hacer algo de frio, mientras caminábamos platicábamos alegres, hablando sobre lo que habíamos hecho en la semana, supongo que estábamos contentos de poder pasar un fin de semana juntos, yo soy muy introvertido con la mayoría, pero David era de los pocos con los que podía platicar a gusto.
Algo peculiar del departamento donde ahora vivía era que estaba en el primer piso de un edificio antiguo y siempre se sentía mucho frío, en otoño era tolerable pero en invierno empeoró bastante, recuerdo que solíamos dormir con varios cobertores, por lo menos dormíamos abrazados, pegaditos muy cerca para calentarnos, a mí siempre me gustaba cualquier muestra de afecto físico y dormir abrazados me encantaba. Como ya era costumbre, antes de dormir dedicábamos un momento para tener sexo, por el frío era incómodo estar desnudos, para soportarlo después de quitarnos la ropa nos metíamos bajo las cobijas, recuerdo a David ocultarse debajo de los cobertores con el fin de manosear y luego chupar mi pene, en momentos David se asomaba (recuerdo su carita asomándose de entre las cobijas, me gustaba mucho admirar sus ojos de tono verde) se acercaba a mi rostro para besarnos apasionadamente, luego volvía bajo las cobijas y seguía chupando mi pene.
Mientras lo dejaba hacerme sexo oral, yo acariciaba todo su cuerpecito desnudo, David ya tenía más experiencia y la chupaba muy rico, fácilmente podría venirme en su boquita, pero también quería disfrutar de su culito, entonces después de un rato de chupadas comenzaba a prepararlo para penetrarlo. Solía acostarlo de lado, David con sus manos separaba sus nalguitas dándome libre acceso a su culito, yo primero lubricaba su colita con aceite para bebé y luego lentamente le iba introduciendo mi miembro, en ese tiempo aunque David cooperaba abriendo su culito, tenía que meterle mi miembro lentamente para no causarle mucho dolor, la parte difícil era introducir la cabeza de mi pene que aún era algo ancha para su culito, pero después de varias pausas para evitar que se quejara de dolor, superando su esfínter ya podía introducirle todo mi pene, cuando ya lo tenía todo adentro me quedaba un momento quieto para que se ano se acostumbrara (era curioso ese momento porque mientras me quedaba quieto y David aguantaba mi pene hasta el fondo, él solía platicarme de cualquier tema), después de un momento de tenerlo ensartado lo abrazaba por la cintura y lo presionaba contra mí para que mi pene entrara un poco más, después lo soltaba y ese movimiento de abrazarlo y soltarlo se volvía un ligero mete y saca, poco a poco iba subiendo la intensidad hasta que mi pene entraba y salía completo, solo procurando que la cabeza no saliera de su esfínter, para entonces David ya tenía el culito dilatado y aguantaba sin quejarse, me daba cuenta cuando comenzaba a disfrutarlo porque gemía un poco, haciendo un sonido como pujando, también apretaba sus manitas o doblaba sus bracitos de forma extraña mientras mi pene entraba y salía, e incluso en ocasiones durante la penetración David me decía que tenía ganas de hacer pipí, en ese momento lo colocaba sobre mí dejándolo boca arriba, y mientras seguía ensartándolo el soltaba algunos pequeños chorritos de orina que caían sobre su barriguita, por suerte era muy poca orina y podía limpiársela fácilmente.
En ese momento de estar ensartándolo, me gustaba girarlo para cambiarlo de posición, pasaba de tenerlo de lado a ponerlo sobre mí, o lo giraba para tenerlo debajo y yo sobre él, era muy rico ir cambio de posición mientras hundía mi miembro en su pequeño orificio, al ir subiendo la intensidad de las embestidas sus gemidos o pujidos eran constantes, al final de tanto cambiar de posición terminábamos envueltos en las cobijas, su culito apretado se sentía riquísimo y cuando ya no podía aguantar más las ganas de venirme trataba de introducir mi pene lo más al fondo, se me fue haciendo costumbre venirme dentro de él, también a David le empezó a gustar que terminara dentro de su culito, me decía que le gustaba sentir como mi pene palpitaba en su culo cuando terminaba. Esos tiempos de sexo con mi primo fueron muy especiales, estaba enamorado de él y tener sexo era lo máximo. Después de venirme, nos quedábamos un rato besándonos, después platicábamos un poco y luego nos quedábamos dormidos así desnudos.
Así pasaron algunos meses conviviendo y teniendo relaciones en ese departamento los fines de semana, en ese tiempo David cumplió 10 años (por la situación de que sus padres aún no se recuperaban del todo, no pude festejarlo como me hubiera gustado pero le compré un pequeño pastel para que lo celebrara con ellos) Tiempo después cuando sus padres se rehabilitaron del accidente comenzaron a trabajar en empleos más formales durante el día, también para entonces mi abuela había regresado a su casa y vivía con ellos, así David ya no se quedaba solo, con el pretexto de visitar a mi abuela yo en ocasiones iba entre semana y pasaba un rato con él y a veces con sus amigos.
Como la mayor parte de mi sueldo se iba en la renta del departamento, decidí buscar otro lugar más económico sin importar que quedara retirado, con lo que ahorraría pensaba adquirir un auto y la distancia no sería problema. Un amigo de la familia me comentó que tenía una casa sola y me la rentaría muy barata, el único problema era que la casa quedaba en un barrio a las afueras de la ciudad, la casa era pequeña pero mucho mejor que el departamento donde vivía, ese barrio tenía fama de conflictivo ya que la mayoría de los habitantes eran gente de bajos recursos, cuando fui a conocer el lugar, una cosa que me llamó la atención fue que por la tarde la calle se llenaba de niños jugando, algo que ya era muy poco común ver en la ciudad.
Esa ocasión David me acompañó a ver la casa, él era muy sociable con los adultos, recuerdo que se la pasó platicando con el dueño de la casa, la vivienda aparte de las áreas comunes tenía 2 habitaciones, David eligió la que le gustaría que fuera para él (aunque esa habitación fue de fachada y pocas veces la usó porque siempre dormía conmigo), a los dos nos pareció bien la casa, estaba algo retirada de donde vivía David pero esperaba que cuando tuviera automóvil no sería problema pasar por él.
Recuerdo que me mudé un fin de semana y como estaría ocupado en eso le comenté a David que ese fin de semana no podría pasar por él, por la tarde después de que llevaron todas mis pertenencias, yo seguía ocupado acomodando las cosas cuando me sorprendió ver llegar a David, había tomado un autobús él solo, no le importó que el trayecto fuera largo, yo no quería llevarlo aún porque sabía que no iba a termina de desempacar las cosas y él seguramente se aburriría mucho, pero cuando se lo comenté él me dijo -eso no importa yo lo que quiero es estar contigo-, me sentí feliz, me di cuenta que al fin tenía a alguien que me apreciaba y le gustaba estar conmigo, pasamos la tarde y noche acomodando cosas. No recuerdo bien por qué, pero esa ocasión no tuvimos sexo, creo que ambos terminamos muy cansados de limpiar y acomodar cosas, solo recuerdo que nos acostamos uno junto al otro tomados de las manos y pasamos la noche platicando hasta quedarnos dormidos.
Los primeros meses fueron complicados, pero ya estaba acostumbrado a trasladarme en autobús, igual que antes solo pasaba por mi primo los fines de semana, pero en algún momento los padres de David regresaron a trabajar en la noche, inesperadamente una noche entre semana tocaron a mi puerta, eran los padres de David que fueron a dejármelo hasta mi casa, por suerte el barrio donde ahora vivía les quedaba de paso a su trabajo, así que nuevamente me dejaban a David en la noche y pasaban por él en la madrugada, quedándose a dormir todas las noches conmigo, fue como regresar a los buenos tiempos, volvimos a tener sexo todas las noches, regresamos a nuestra rutina de a veces coger en la regadera y otras veces en la cama.
La situación que ya era buena con el tiempo mejoró, por fin conseguí un auto, eso me ayudó mucho, de esa manera saliendo del trabajo podía pasar por David y ya no dependía que sus padres lo llevaran hasta en la noche, también podía dejarlo en la escuela al día siguiente, además cuando pasaba por él podíamos invitar a algunos de sus amigos a acompañarnos un rato. Nuevamente el chico gordito y su hermano menor (los hermanos güeritos que antes solían acompañarnos a la alberca) fueron los que más venían con nosotros ya que sus padres casi siempre les daban permiso, pero lo mejor fue que ahora aparte de ellos, su otro mejor amigo llamado Brandon (el chico con el que David tuvo sus primeras experiencias sexuales) también empezó a acompañarnos, había ocasiones en las que llevaba a los 3 chicos, así poco a poco comenzamos a tener visitas nuevamente.
En una ocasión, en un fin de semana dejaron quedar a dormir a los hermanos gorditos, fue la primera pijamada que organizamos y los chicos estaban muy contentos. Yo no pensaba entrometerme mucho, cuando David convivía con los hermanos gorditos yo la mayoría del tiempo me mantenía distante, por lo regular solo los observaba. En esa casa David pasaba la mayor parte del tiempo en la sala, ya que ahí teníamos la tv con videojuegos y las computadoras, en la sala también teníamos un sofá cama que se extendía formando una cama grande y otra pequeña cama a nivel del suelo, en esas camas dormirían David y sus amigos. Yo me la pasaría en mi habitación, solo saldría en ratos para ver que hacían y para preparar la cena.
Aunque ambos hermanos aparentaban ser menores que David ya para ese entonces el hermano mayor tenía 13 años y el menor 10, y aunque David tenía la edad del menor se juntaba más con el mayor (como había comentado en relatos anteriores físicamente David aparentaba más edad y por eso casi siempre se juntaba con chicos mayores que él). Esa tarde de pijamada, ya estando en casa los deje jugando en la sala como era lo planeado, en momentos me quedaba observándolos, noté que ya bromeaban sobre cosas sexuales, también me di cuenta que el chico de 13 como llevaba un short deportivo, de vez en cuando se metía su mano bajo el short y sobaba su pene (al parecer lo hacía cuando se emocionaba), me excitaba mucho verlo hacer eso, me preguntaba cómo olería su manita.
En cuanto al chico de 10, en ocasiones su hermano y David no le prestaban mucha atención, en esos momentos a veces iba conmigo, supongo para distraerse o para saber qué era lo que yo hacía, esa ocasión ya por la noche yo me encontraba en mi habitación usando mi laptop, entonces el chico de 10 llegó y se paro junto a mí para platicar, recuerdo que él llevaba puesto un pantalón de mezclilla algo apretado que hacía resaltar mucho su trasero, el chico me platicaba sobre un videojuego y le dije que si quería podía usar mi laptop para jugar, él no sabía cómo jugar así que me pidió ayuda, pero como no había otra silla, le propuse que se sentara en mis piernas, pensé que no me tendría tanta confianza pero el chico aceptó sin problema, me sorprendió como sin pena se sentó sobre mi bulto, fue algo inesperado pero muy excitante, a pesar de que el llevaba pantalón de mezclilla fue muy rico sentir el rose de sus grandes nalgas.
Mientras yo le enseñaba a jugar, en momentos aprovechaba para acariciarlo, pasaba mi mano lentamente por alguno de sus brazos o acariciaba alguna de sus piernas, también “accidentalmente” acercaba mi boca a su cuello, eso le producía cosquillas y aunque yo me estaba cachondeando con el chico, él parecía más distraído con el juego, no supe si él lo notó pero mi pene ya estaba súper tieso y le daba arrimones mientras lo tenía sentado sobre mí. En un momento en el que él estaba distraído jugando, estuve tentado a meter mi mano bajo su pantalón para tocar sus nalguitas, tenía mi mano en su espalda baja, listo para deslizarla y sentir su traserito, yo estaba muy indeciso, no tenía idea de cómo podría reaccionar, podría no decirme nada, pero si lo tomaba a mal, me quedé pensando y además como no noté ninguna señal de excitación en él preferí contenerme. A pesar de que el sexo no me faltaba con mi primo, tenía mucha curiosidad por probar con un chico diferente a David, y aunque ese chico tenía unas nalgas buenísimas no sentí la confianza suficiente para que tuviéramos algo sexual. El chico estuvo sentado sobre mí paquete casi una hora, fue un momento muy rico de arrimones y caricias, pero al parecer él ni se enteró (no mostró rechazo pero tampoco excitación), al final terminé con mi ropa interior mojada de tanto pre semen del cachondeo que me di con ese chico.
Más tarde cuando llegó la hora de dormir, ninguno quiso usar la cama a nivel del suelo y los 2 hermanos prefirieron acostarse arriba en la misma cama con David, entonces en broma les dije – si están muy apretados uno de ustedes se puede acostar conmigo en mi cama- , y aunque fue una ocurrencia, el chico de 10 se lo tomó en serio, se quedó un momento pensando y le preguntó a su hermano sí le permitía irse conmigo, por un instante me emocioné, pero David me arruinó el momento y le dijo, -mi primo se duerme desnudo y si te acuestas con él de seguro te va a violar- aunque David lo dijo en broma bien sabía que no estaba lejos de la realidad.
Al final me quedé un rato con ellos, me acosté en la cama inferior y pasamos un momento platicando entre todos, de vez en cuando el chico de 10 bajaba conmigo y se dejaba hacer cosquillas, después comenzaron a tener una pelea de almohadas, al tratar de tranquilizarlos fue una buena oportunidad para darle algunos arrimones al de 13, no me quedé con las ganas y en ese momento mientras tenía sujetado al chico de 13 aproveché para tratar de olfatear su mano que usaba para manosearse y tal como suponía tenía un ligero olor de su verguita, era ese peculiar olor a orines de chico.
La pase muy bien con ellos esa noche, en general con ese par de hermanos gorditos nunca pasó algo relevante, en un principio solo llegué a verlos semi desnudos en los tiempos cuando nos acompañaban a la alberca y al final todo quedó en algunos manoseos y cachondeos con el más chico, aunque físicamente me atraían, nunca les tuve suficiente confianza para llegar a algo más.
Pero las cosas fueron diferentes con el otro mejor amigo de David, el chico llamado Brandon, para no hacer este relato muy extenso en el próximo contaré lo que tuve que hacer para involucrarme sexualmente con él y como terminamos haciendo un trío entre él, David y yo.
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