Historias de amor prohibido; El abismo infernal (9 años) y (26 años)
En Afganistán se les llama Bacha bazi, en otros países simplemente niños stripers, en el «Abismo infernal» son «los ángeles caídos»; aquí hay nenes bailando y pasando por todo el lugar con pocas ropas, pequeños bikinis adornados con cristales, lentejuelas y/o otras pedrerías brillantes. .
Desde antes que los primitivos humanos caminaran el sexo ya era básico en la supervivencia humana, los primeros indicios prueban que la prostitución es tan antigua como la caza por algo es el oficio más antiguo, actualmente el sexo se vende y se realiza de diferentes maneras, los juguetes sexuales son tan innovadores que parecen estar más adelantados que cualquier otra tecnología, las no tan comunes hotline gozaron de un breve periodo de éxito, y por último tenemos los clubes de baile exótico, probablemente has visitado alguno, son lugares bastante hipnotizantes con hombres o mujeres bailando al ritmo de música caliente y movimientos sensuales, pero como reza aquella frase, «mientras haya quien compre habrá quien venda»
Precisamente de eso va la historia de hoy, de esas cosas que suceden mientras yo me dedico a escribir esto y seguirá sucediendo para cuando lo leas, si de algo probablemente estamos de acuerdo es que los peques son el pináculo del placer y hay gente que paga hasta grandes sumas por ellos, eso es algo que con el tiempo tuvimos que ir dando por hecho, dentro de estos formatos tenemos a los que se dedican a bailar, en Afganistán se les llama Bacha bazi, en otros países simplemente niños stripers, en el «Abismo infernal» son «los ángeles caídos»; aquí hay nenes bailando y pasando por todo el lugar con pocas ropas, pequeños bikinis adornados con cristales, lentejuelas y/o otras pedrerías brillantes. las luces de neón dan una baja iluminación lo que permite que la pintura corporal brille dándoles un estilo angelical único.
En este club había muchos pequeños empleados, la mayoría estaba como pago por alguna deuda de sus padres, aquí los niños aunque en un empleo poco glamours, disfrutaban de cierta tranquilidad, todos venían de hogares abusivos, con padres horribles, aquí pasan su tiempo libre jugando, descansando o socializando con los demás la única regla era nunca irse, eran aves atrapadas en un jaula de oro.
Una de estas aves era Iván o Asmodeo como lo habían rebautizado cuando llegó ahí, el era de los pocos que nunca extrañaba su casa, su abuelo lo golpeaba hasta el cansancio y su abuela disfrutaba matarlo de hambre, aquí el vivía mejor de lo que su casa si es que la podía llamar así, el era de los niños que más dinero generaba, era el favorito de la pista, verlo bailar era hipnotizante, su piel blanca acentuaba la pintura roja que le gustaba ponerse a modo de marcas, su trasero abultado era llamativo con su pequeño calzoncillo de diamantina negra que dejaba sus rosadas nalgas al descubierto, una peluca dorada cubría su negro cabello y unos tacones añadían 15cm a sus 130cm de altura, era tan popular que cuando su entrada era anunciada la pista principal se llenaba de hombres listos para vaciar sus abultadas carteras.
Asmodeo era también de los pocos que no acepta acostarse con los cliente, pues a pesar de sus 9 años él no estaba dispuesto a intimar con esos hombres que mucho le recordaban a su abuelo, sentía repulsión de solo imaginarlo, en este lugar los niños que se acostaban con los clientes tenían más privilegios y eran presionados por sus superiores para hacerlo, pero no Asmodeo el generaba bastante como para mantener a su jefe contento y su único pasatiempo era bailar, por lo que no había privilegio que lo orillara a ello.
– Una noche difícil ¿no?- exclamó Amon a la entrada de Asmodeo a los vestidores
-¡bah! me estoy cansando de esto- contestó el
-Creo que todos lo estamos en cierto grado, pero preferible esto que volver a casa ¿no es así?-
– Mil veces, pero nunca has querido algo mejor, no tener que bailar para hombres asquerosos cada noche-
-¿mejor que esto? créeme esto es lo mejor que me pudo suceder- respondió con orgullo
-¿En serio? te acuestas con tres tipos diferentes cada noche para obtener un premio, ¿eso es lo mejor que hay?-
-Escucha, en casa papá abusaba de mí cada noche, siempre pedía que parara, al principio pedía a mi madre por ayuda pero ella, pero ella miraba desde la puerta mientras calentaba su pipa, después supe que ella no haría nada, ¿y que recibía a cambio? la indiferencia de mi madre y un «mañana espérame sin calzones putita» de mi padre, tal vez ahora lo haga con tres pero es mi decisión, y recibo vídeo juegos a cambio, esto es lo que me tocó, madura un poco Asmodeo-
-tienes razón lo siento Amon- dijo Asmodeo con pesar
– Ah está bien, a veces olvido que eres la virgencita de este lugar-
-ja ja ja, muy gracioso- contestó con sarcasmo
-vamos Asmodeo, dicen que tu sudas agua bendita, deja me froto un poco, tal vez me pases algo de tu suerte en el escenario-
-!Basta Amon¡ me arruinas la pintura, tarde mucho haciéndola-
-vamos no seas llorón, dame tu bendición Virgen Asmodeo-
-!AMON! al escenario, te estas tardando- interrumpió otro bailarín
-!siiii mami¡ ya voy, nos vemos Asmodeo, deséame suerte- dijo Amon yendo al escenario.
-¿Que tal tu rutina, Belial?-
-no tan bien como el lindo Asmodeo y su bailecito tonto-
-¿así de mal?-
-por favor no finjas que te interesa-
-oye, eres mi amigo, después de todo me interesas-
-bueno supongo que si, pero si me siguen poniendo después de ti tendré que comenzar a coger con los clientes-
-este cielo brilla para los dos-
-no contigo deslumbrando a todos, igual no pienso volver a los privados, por más que satanás presione, antes dejo de comer donas que volver a cogerme al padre Maciel-
-¿tan malo es?-
-no, depende de tu pareja, pero a su santidad le gusta morder y ese es mi límite-
-¿como es?-
-¿el cura?-
-no, coger-
-pues no es muy diferente a cagar, pero para adentro, se siente bien y si el que te lo hace sabe moverse incluso es divertido, es una pena que todos aquí te quieran desgarrar el ano-
-ehw-
-eso me recuerda, que te esperan en la mesa 6, te solicitaron para compañía-
-ay no, odio las mesas, esos son ,mas tentones-
-no te preocupes, solo es uno y esta guapísimo, es como Henry Cavill pero real-
-¿Henry quien?-
-bah, deberías dejar el escenario en tus ratos libres, como sea te está esperando y Satán dice que lo trates bien por que es un pez muy gordo, nada de imprudencias-
Entre todas las mesas se encontraba ahí la mesa 6; con su ocupante un hombre joven de unos 26 años (cosa rara en un bar lleno de en su mayoría adultos por encima de los 50), bien vestido mostrando una posición nada humilde, al igual que el resto ahí. Tenía un mentón fino pero bien resaltado, su cabello negro rizado resalta su blanca tez, una barba muy tenue decoraba su cara, Asmodeo miró directamente a los ojos verdes del humilde caballero y sintió su fría mirada penetrar a su alma haciéndolo sentir desarmado y dócil como cualquier niño de su edad se sentiría normalmente, pero hace años que el no sentía algo así.
Asmodeo camino de la manera más sensual que sus temblorosas piernas permitieron, y al llegar a la mesa una extraña sensación que iba de sus pies a la cabeza le hacía difícil aclarar sus pensamientos, su estómago cosquilleaba y sentía calor en todo su cuerpo, el no había experimentado nada igual nunca antes.
-Bienvenido al abismo infernal, espero hacer de esta su mejor velada-
El hombre no cruzó ninguna palabra y simplemente se acomodó en el sillón viendo al pequeño hacer su rutina sobre la mesa, no tocaba o le hacía «cumplidos» simplemente miraba directamente al nene, finalmente este término su rutina, (algo decepcionado, pues temía no haber conectado con el cliente, ya que no pidió otro baile mas o solicitó «platicar» con él) y el hombre le coló su propina.
Cuando el pequeño se dio la vuelta sintió una fuerza jalándolo, finalmente se percató que era aquel joven, el cual lo sentó en su regazo y entre sus nalgas pudo sentir la gran masculinidad que escondían los negros pantalones de vestir de aquel joven.
-Eres muy lindo, temía que esta noche no pudiera conocer un buen nene, pero aquí estas tu, el hermoso Asmodeo-
-aahm, bueno… yo… no se que…-
-No te pongas nervioso, me llamó Sariel, quiero conocerte-
entonces el pequeño tomó al hombre del cuello y lo rodeo con sus piernas, haciendo algunos movimientos con su trasero para estimular al galante caballero, todo esto frente a la asombrada mirada de sus compañeros que nunca habían visto tanta determinación en su amigo cuando se trataba de cercanía con un cliente, Asmodeo asintió para acceder a la petición del cliente.
-Muy bien, ¿que edad tienes Asmodeo?-
-18 años- dijo Asmodeo e hizo una mueca
-jajajajaja, claro que si- contesto Sariel con sarcasmo
-No es correcto preguntar edades a los bailarines de este lugar o sus verdaderos nombres-
-Ya veo, perdón, lo que pasa es que soy nuevo en estos lugares- replicó Sariel tomando a Asmodeo por la cintura para restregar mejor su paquete, esto le provocaba una excitación al pequeño que nunca había sentido por otro cliente.
-Oye Asmodeo-
-¿Si, señor?-
-¿Es correcto besar a los bailarines?-
Esto sorprendió a Asmodeo, quien no podía creer que aquel serio hombre de hace un momento mostrara tanto interés, no obstante lo que más lo sorprendió fue el hecho de que a diferencia de con otros clientes esta vez no contestaría afirmativamente por obligación y con asco, no, esta vez respondería con gusto y deseo aparentemente mutuo.
-Por supuesto, estoy para complacerlo- dijo Asmodeo serio y deseoso, aunque con miedo pues todavía temía a sus extrañas y repentinas sensaciones.
-!Interesante¡- exclamó Sariel en tono pícaro, y sin desaprovechar el consentimiento del niño, lo tomó bruscamente por la cabeza y hundió su lengua en la boca del pequeño, rebuscando hasta sus muelas y batiendo en duelo sus lenguas, podía sentir la textura más blanda y suave de la lengua del pequeño, podía sentir ese sabor a menta del chicle que el pequeño hace poco había comido, mientras que su compañero sentía el sabor de aquel varonil hombre, por el contrario a los otros hombres que lo habían besado este era menos brusco, tenia movimientos delicados, un leve regusto a café, ni siquiera había notado que aquel hombre no había bebido alcohol en absoluto, aquel guapo caballero era único en su tipo.
los bailarines miraban sorprendidos a Asmodeo que nunca antes había besado con dicha entrega un cliente, la mayoría pensaban que Asmodeo era el único lo suficientemente «hetero» como para prendarse de un hombre, pero no, aquel hombre había encantado los ojos de Asmodeo y su cacho de decencia que lo diferencia del resto le provocaba un flechazo único.
para este punto Asmodeo no pensaba, lo único que existía en ese momento era el hombre aquel y se encontraba en una especie de trance que le hacía olvidar absolutamente todo, aquel hombre susurro a su oído, pero Asmodeo no escuchó, estaba perdido en el momento y simplemente asintió sin pensar.
Aquel hombre procedió a levantarse, con Asmodeo aun en brazos, bien aferrado a su torso, besándolo ya no solo en su boca, sino también en todos los otros sitios erogenos que dicha pose le permitía, se acercó a la barra y solicitó una habitación, ante la mirada incrédula de los presentes, nadie podía creer que finalmente Asmodeo accediera con alguien, quienes más sorprendidos estaban eran los clientes que deseaban hace mucho la virginidad del pequeño, pero que tantas veces les había rechazado.
recorrieron el largo pasillo, hasta finalmente llegar a la habitación 5-12, Sariel entro y dejo a Asmodeo sobre la cama, que entonces reacciono de su trance y se dio cuenta de lo que estaba a punto pasar, los nervios se le pusieron de punta y un nudo se formo en su garganta.
-¿te encuentras bien?- preguntó Sariel, a lo que Asmodeo negó con la cabeza pues no podía articular palabra alguna.
-¿quieres que me retire?- Asmodeo negó con la cabeza nuevamente.
-¿quieres que lo hagamos?- a lo que Asmodeo se quedó quieto muy pensativo y sin dar respuesta se recostó en la cama boca abajo, pues no se encontraba seguro de lo que sentía; por un lado quería decir que sí y conocer todo ese mundo del que había oído hablar siempre y que mejor que junto a quien había despertado tan extrañas emociones, por otro lado se sentía aterrado de terminar decepcionado, de que fuera horrible o que perdiera el poco control de su vida que aún le quedaba.
Sariel por su parte se quitó su saco, sus zapatos, corbata y se acomodo junto a Asmodeo, comenzó a dar caricias en su espalda, recorría la pequeña figura del pequeño, no cabía duda que Sariel quería probar la perversión dormida de Asmodeo, el pequeño poco a poco fue relajando su cuerpo y una vez más se encontraba envolviendo el torso de aquel viril caballero quien lo despojó de la pequeña tanga que poseía, acomodó al pequeño Asmodeo y acerco sus labios al pequeño agujero del pequeño.
-!AAAAh¡- gimió el pequeño al sentir la blanda pero consistente lengua de Sariel abriendo su agujero y llenándolo de su saliva, Sariel era un maestro con la lengua, esta daba vueltas, subía, bajaba y formaba círculos en la cavidad nunca explorada de Sariel.
-!!!AAAAAAhhh AAAh AAAAh¡¡¡- gritaba Sariel, no había pudor, no había necesidad de contenerse, no había de quien esconderse, ¿no era esa la mejor parte de todo esto? ¿quien diría algo? el lugar estaba lleno de gente que venía a los mismo, ¿acaso podría alguno de ellos juzgar tan profano acto?
-Mas por favor, Sr. Sariel, deme mas-
Los dedos de Sariel comenzaron a abrir el pequeño ano de Asmodeo, esto era necesario para que el pequeño pudiera soportar lo que pronto se vendría, mientras los dedos de Sariel parecían activar una inmensa sonata de gemidos cual pianista hace sonar un piano con tal destreza que Asmodeo parecía que cedería al placer de tan increíble dedeada.
Sariel se desnudo y acomodando al infante sobre el y sin detener la dedeada comenzó a introducir lubricante en agujero de Asmodeo.
-Aprovechemos la posición para que chupes mi pene, ¿que opinas?-
-claro que si Sr. Sariel-
Asmodeo tomo la verga de Sariel en sus manos y no podía creerlo, esta era muy grande, difícilmente podría meterla en su boca de niño, más no complacer a su amo sería no solo decepcionante sino una falta de respeto al sexo, así que con su lengua comenzó a lamer la cabeza de ese monumental pene, el sabor no era lo que esperaría, pero tampoco era malo, en cuanto al olor era idéntico al del resto del cuerpo de Sariel, pero con una cosa diferente, no podría Asmodeo saber que, pero lo volvía mas delicioso casi adictivo.
-ah, Asmodeo, lo haces perfecto, dame mas crió, dame mas-
Las miradas de Sariel y Asmodeo se cruzaron de manera cómplice, nadie podía negar que el amor estaba surgiendo de la manera más pasional que alguien podría imaginar.
Sariel finalmente tomó al pequeño y se dispuso a realizar en lo que debía de culminar este acto, levantó la colita del pequeño, se colocó sobre él y mientras acercaba poco a poco susurraba al oído de Sariel y le besaba el cuello, Sariel tomó a Asmodeo por la cintura y empujó su reata presionando fuerte, pero lento contra su ano, hasta que entro la cabeza de aquel hermoso pene y un tanto mas.
-!!!AAAAAAh¡¡¡- grito Asmodeo.
-¿que pasa?-
-duele-
-ya pasara, estoy haciéndolo con cuidado y amor-
-Me duele-
-¿confías en mí?- Dijo Sariel, al oído del pequeño.
-Si, señor Sariel, confió en usted-
-Aguanta entonces, pequeño, aguanta, eres un buen chico-
Sariel fue de apoco y logró empujar hasta que su pene entro por completo, sentía las palpitaciones anales de Asmodeo masajeando su pito desde la cabeza hasta la base, el interior era cálido y bien lubricado, muy apretado, no cabía duda que era la primera vez que algo entraba ahí, era tan estrecho que ajustaba perfectamente la verga, casi atrapándola pues era difícil moverla dentro. Sariel comenzó a girar despacio su cadera para ablandar un poco mas el terreno, y esto hacia estremecer los sentidos de Asmodeo.
-!!!aaaah¡¡¡ aaah aaah ah-
-¿duele aun?-
-un poco aaah,-
-¿me detengo?-
-no, aaaah, no por favor no se detenga aaaah, comienzo a sentir placer-
-¿puedo subir de nivel?-
-si, pero tenga cuidado aaaaah-
-haré lo mejor que pueda- respondió Sariel picaresco .
Se levanto un poco quedando de rodillas frente al penetrado Ano de Asmodeo y comenzó sacar su pene y después lo metía lentamente, una vez que se aseguró que resistiría comenzó a bombear rápidamente, los ojos de Asmodeo se llenaron de lagrimas y un dolor un poco fuerte se apodero de su ano, aun así trato de ahogar sus gritos pues confiaba en que este caballero sabia lo que hacia, Sariel no se detuvo al escuchar el llanto ahogado de Asmodeo, y por el contrario decidió volverlo y mirarle directamente a la cara, como pudo se acerco a su cara lamió sus lagrimas y le planto un beso en su boca que aprisiono su llanto en simples pujidos. Una ves que el llanto de Asmodeo se detuvo Sariel se recostó viendo hacia arriba y coloco al pequeño sobre el, este enseguida tomo a Sariel de sus manos y entrelazo sus dedos y apoyado de este modo comenzó a subir y bajar sobre la verga de su macho. los quejidos de Asmodeo se convirtieron en gemidos.
-¿te gusta bebé?-
-si, papi, mas dame mas-
Las manos de Sariel se colocaron en la cintura delgada de Asmodeo y con fuerza lo comenzó a subir y bajar, la habitación era una trampa de ruido perfecta para los gritos, gemidos y exhalaciones de placer que ambos liberaban, la pequeña y subdesarrollada próstata de Asmodeo le daba un daba fuerte cosquilleo y le hacia sentir placeres que el nunca antes podría haber sentido o que su poca experiencia podría describir, las palabras me faltarían incluso a mi para decir que era lo que sentía, un virginal culo con esas dimensiones siente sensaciones mas allá de lo descriptible, una especie de calambre pero en lugar de ser doloroso se extiende por todo el cuerpo y provoca espasmos a la vez que cosquillea en cada extremidad, una especie de revolución estomacal que calienta las entrañas mas de lo que un trago de licor lo haría.
finalmente el clímax se llego y Asmodeo sentía su cuerpo desvanecerse en sobre el torso de su amante, mientras serial pasaba por la descarga completa, sus huevos quedaron secos con tan tremenda cogida que le había dado a aquel pequeño, no cabía duda que su paciencia rindió frutos.
-Bebé, ¿te gustaría que te comprara para mi casa?-
Asmodeo que se encontraba al borde de la inconsciencia despertó al oír aquella propuesta.
-¿Harías eso para mi?-
-si-
-¿por que?- cuestiono Asmodeo incrédulo.
-Me divertí mucho hoy, como nunca lo había hecho, me gustaría que fuer así siempre, pero no puedo venir aquí siempre, ¿que dices?-
-no lo se, aquí están las únicas personas que me han amado-
-¿entonces no irías conmigo?-
-no se si seria capas de dejar a Amon y Belial, son mis únicos amigos-
-mmmmmm, y ¿si vinieran con nosotros?-
-¿Harías eso por mi?-
-Claro, quiero que seas feliz conmigo y si tengo que llevar dos chicos mas no hay ningún problema, ademas nos divertiríamos mas-
Los ojos de Asmodeo se iluminaron y se arrojo a la boca de aquel hombre quien le otorgaría la libertad que ni siquiera sabia que deseaba.
-Pero antes quiero saber tu verdadero nombre-
Asmodeo dudo un minuto, pero vio a los ojos de aquel hombre y después de muchos años finalmente le revelo su nombre a un cliente.
-Ivan Evaristo, ese es el nombre con el que llegue, pero Asmodeo es el único nombre que me representa-
-Bien mi pequeño diablillo, es hora de salir de aquí, vamos-
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dejo mi wattpad: @GatoBlancoYNegro por si quieren leer esta y otras historias de mi autoría.
Wooow que relato más bien redactado acabo de leer mucho morbo, mucha pasión, muu buena trama, es de lo mejor que e leído porfavor sigue con la segunda parte . Agrega más sexo jejejeje y un poco más de detalles de la verga de los hombres, execelente neta uffff .