Historias de amor prohibido; El hijo del profesor
Después de unos minutos finalmente expulsó un enorme chorro de semen que por lo que lei en los libros del profesor es necesario en la fecundación. El se levanto de la cama y justo cuando iba a abandonar mi posición se abrió la puerta junto a mi revelando a Sebastian aun desnudo.
Yo era muy pequeño cuando mis padres murieron, no puedo recordar sus rostros antes de aquél accidente, lo único que me permitía hacerlo era una fotografía algo vieja de ellos cuando eran novios. Después de quedar huérfano un amigo de mis padres se hizo cargo de mi, era un profesor de secundaria, encargado de la asignatura de ciencias, además de eso tomaba turnos en la escuela nocturna por lo que solo lo veíamos durante la comida, El profesor también había sufrido una pérdida él era padre de dos hijos y había enviudado cuando el menor de sus hijos tenía solo 5 años, la misma edad que yo al momento de perder a mis padres, de este modo yo y el a pesar de que me lleva algunos años siempre nos hemos llevado muy bien ninguno habla de lo que siente pero Damián y yo pasábamos nuestro tiempo juntos, al menos hasta que entro a secundaria y solía salir con sus amigos todo el tiempo, aun nos llevamos bien, pero sin su compañía la casa se siente vacía.
Mientras tanto perder a su esposa y dos amigos cercanos volvió al profesor alguien melancólico, o tal vez siempre fue así tan ensimismado con su trabajo, nunca lo supe. Como fuera el siempre se preocupó por mí como uno más de sus hijos, tenía mi propia habitación, nunca me ha faltado absolutamente nada y suele comprarme obsequios con la misma regularidad que a sus hijos, y al igual que con ellos no cruza una sola palabra si no es realmente necesario. Sebastián es el hijo mayor del profesor tampoco habla mucho, y pasa la mayor parte del tiempo en su habitación o en la calle rara vez lo veo o interactúa con él, a veces veía películas con Damián y yo, y durante la comida bajaba a comer con todos, pero siempre actuaba con indiferencia hacia la familia en general, tan encerrado en sus pensamientos, tal vez al tener una edad más madura cuando su madre murió lo afectó más de lo que a Damián y a mi nos solía afectar normalmente.
Esta mañana fue muy tranquila, había algo en el aire que me hacia mucha ilusion, tal vez que fuera el dia de mi décimo cumpleaños lo hacía especial. baje a la cocina y había un pastel de cumpleaños, para mi con una nota del profesor:»Feliz cumpleaños Alberto, disfruta el pastel y nos vemos durante la comida» a pesar de tan directo mensaje, me alegro mucho la felicitación, el pastel tenía dos tajadas menos y junto a la nota del profesor había otra: «tome una rebanada, feliz cumpleaños, salí con amigos, vuelvo antes de la comida, Damián» y por supuesto sebastián tomó su parte, tome el cuchillo y corte mi rebanada, termine mi rebanada y después de que recorrí toda la programación de la tele sin encontrar nada me dispuse a deambular por la casa, me gustaba colarme al estudio del profesor y leer sus libros,cuando finalmente encontré algo interesante para leer note una ventila que daba al cuarto de Sebastián, era difícil encontrar una posición, pero pude encontrar la manera de ver algo y la vista era directo a su cama, mi sorpresa fue grande al verlo masturbarse, yo solo había oído hablar de ello, pero era sorprendente, el estaba ahí con su pene erecto expuesto, completamente desnudo, frotando su enorme pene, en eso volteo directo hacia mi posición, pero al ver que no había ninguna reacción supe que mi posición era segura, podía ver a aquel chico darse placer íntimamente sin ninguna molestia.
Después de unos minutos finalmente expulsó un enorme chorro de semen que por lo que lei en los libros del profesor es necesario en la fecundación.
El se levanto de la cama y justo cuando iba a abandonar mi posición se abrió la puerta junto a mi revelando a Sebastian aun desnudo y con la verga aunque flácida era grande, Sebastián era de tez blanca y su pene era igual cabello negro, unos ojos cafes claros, su cara era cuadrada con un mentón pronunciado que le daba una estética muy elegante, por supuesto a pesar de ser un chico reservado era un deportista nato y los 1.85 de altura con solo 16 años se los había entregado el basquetbol, además de un cuerpo muy bien marcado sin entrar en lo muscularmente inflado, digamos que sebastián era un Semi dios griego con el miembro de uno africano, bueno tal vez no tanto pero seguramente si es muy grande para el promedio.
-¿ Y bien?-
-Se se sebas ti ti an, yo he no, estaba- sebastian levantó una ceja para exigir claridad.
-no vi nada en serio, solo leía-
-¿En serio? podría jurar que te di un buen espectáculo- lo mire confundido por esas palabras, él aprovechó la confusión y me llevó a su cuarto, me senté en su cama y vi que desde dicho ángulo cualquier cosa detrás de la ventila se ve claramente, así que el me vio todo el tiempo mientras yo estaba seguro de mi sigilo, De pronto mis pensamientos fueron devuelta al presente cuando volví mi mirada al mayor de mis hermanos adoptivos y este tenia su pene erecto viendo hacia mi mientras se masturbaba.
-Espera ¿que? ¡basta!-
-no te preocupes, entiendo tu curiosidad, yo tambien la tuve y probablemente Damián la tiene, la diferencia es que tu tendrás alguien que te mostrará lo que quieras-
-no, espera, ¿de que hablas?- el detuvo su masturbacion y se sento junto a mi
-Bueno a mi normalmente me van las chicas, pero he probado con chicos y es divertido, a tu edad tenia esa curiosidad, pero no había quien me ayudara, pero si quieres yo te puedo ayudar-
-No, no tengo esa curiosidad-
-si eso es cierto, entonces ¿por qué me estabas observando?-
-no lo sé, creo que tenía… ah, ya veo, pero no creo que esto este bien-
-bueno, supongo que veo tu punto, pero no te preocupes, te aseguro que esto quedara entre nosotros- dijo sebastian mientras se subía sobre mi y me desarmaba con un beso.
-solo te daré una regla Alberto, prohibido enamorarse, esto es solo una ayuda con tu curiosidad-No sé qué fue lo que pasó en ese momento, por que todo lo que había leído en los libros de biología era extraño ahora, hombre con mujer me parecía tan antinatural como si la lluvia cayera hacia arriba, parecía que todos mis estigmas hacia aquellos que preferían al mismo sexo, esas frases que siempre escuche sobre ellos, todo eso desapareció puesto que ese beso me ayudó a caer en cuenta que yo deseaba a sebastian o al menos el placer que este me podía traer, el siguio besandome mientras yo solo me dejaba llevar, el tomo mi mano y la llevó a su pene, este era gordo y aunque no soy bueno calculando media casi los dos palmos, tal vez un poco menos, eso hasta que al parecer mi estimulación lo hizo entrar en calor y su pene paso medir más de dos palmos, trataba de imitar sus movimientos a la hora de masturbarse pero el grosor y ancho me lo dificultan mucho, aun así él parecía disfrutarlo, aveces me decía que fuera más lento o más rápido.
-Vamos, ahora puedes chuparlo, eso es grandioso–¿Chuparlo?-
-Si, es mejor de lo que suena, creeme- Lo miré con incredulidad, pero sebastián siempre era de los chicos que hablaba seriamente y rara vez hacía bromas, así que tomé aquella enorme víbora y comencé dando lamidas, era un sabor rico, salado con, nunca había apreciado el olor a sudor y menos el de hombre, pero ahora que lo podía degustar de esta manera, había algo nuevo, único y una experiencia única que de no ser por ese cachondo chico no lo habría degustado quien sabe cuando, además de eso había algo de residuos de semen, líquido preseminal y esmegma que añadían perfil de sabor muy delicioso de notas saladas, agrias y textura pegajosa gracias al líquido que emanaba de la uretra divina de sebastian.
-Lo haces bien, ahora metelo en tu boca como si fuera un chocolate que quieres derretir o tal vez un helado, pero cuidado con los dientes-
esta vez más confiado tome el grueso pene y lo metí en mi boca era difícil por el grosor pero me las arregle trataba algo torpemente de lamerlo pero era difícil, utilizaba mis labios y daba lo mejor de mi mientras sebastián tomaba mis largos rizos y empujaba lentamente mi cabeza para meter su pene más adentro, era difícil pero parecía que a él le gustaba pues el liquido preseminal no paraba de brotar, lo sentía en mi garganta como algo salado y muy pegajoso que dejaba el sabor de hombre en mi garganta, cuando finalmente me comencé acostumbrar sebas hizo algo muy brusco, me tomo por el cabello y comenzó follar mi boca, mi garganta se abrió fuerte y por suerte estaba relajada, podía sentir su pene entrar y salir salvajemente de mi y aunque pude soportar por un rato mis pulmones me dejaron abajo y con la falta de aire sentí arcadas, empuje sebastián y tosi fuerte como nunca y comencé a toser fuertemente.
-Tranquilo, lo siento, olvidé que era una clase básica, parece que tienes talento, aguantaste mas de lo que los principiantes, pero supongo que las anoréxicas de la escuela tienen menos reflejos de vómito para devolver el almuerzo-
Tan pronto la tos se fue pude tomar aire y aunque lagrimas recorrían mis mejillas no me sentía para nada enojado, fuera del infortunio disfrute mucho las embestida de sebastian en mi cara y sus enormes huevos chocando en mi mentón.
-Esta bien, creo que tal vez fue mucho por mi, pero no te preocupes, de hecho lo disfrute bastante-
-¿significa que entonces no era curiosidad lo que sentías?–supongo que no, ahora me doy cuenta que realmente disfruto de los hombres–Bien por que sigue un último ejercicio o experimento, como prefieras decirle-
-¿tener sexo?-
-eres más maduro de lo que esperaría para alguien de tu edad-
-En parte los libros de biología son la razón, pero, ninguno habla de hombres haciéndolo- -tienes razón, esto es más social que biológico, supongo-
-¿y qué es lo que sigue en el sexo?-
– Anal-
-¿espera, lo haremos por atras?-
-tu lo has dicho, la biología no habla de hombres con hombres, pero el ingenio supera la biología, ademas ¿acaso no disfrutaste chupandome el pito? esto es similar, pero mi pene disfruta con tu ano y tu ano con mi pene, al ser una zona tan sensible lo disfrutaras-
– supongo que tienes razón, después de todo no tenemos una vulva, supongo que se debe sentir bien, ¿que debo de hacer?-
-okey, lo primero será estar tablas y ambos debemos estar desnudos-
Sebastian me tomó y me ayudó a retirar cada prenda, acariciaba mi piel y al igual que el mi pene se ponia erecto, una vez desnudo me acerco a él, yo era muy bajo para mi edad apenas 1.34, por lo que la diferencia de maño era abismal, me subió parado a la cama sin ninguna dificultad y abrazándome comenzó a besarme cual hombre trataría a su amante con pasión, separaba mis nalgas, pegaba su torso a mi haciendo que mi pene se pusiera mas erecto he inflamado que podría sentir que iba a reventar, tomaba mis piernas, y finalmente me recosto en la cama, bajó poco a poco y sin problemas comenzó a chupar mi pene y mi ano a la misma vez, mis pequeñas dimensiones y su grandes rasgos lo permitían, me ensalivaba todo y mi cuerpo se sentía cada vez más caliente, la sangre que por mis venas corría era fácilmente percibida por mi, gemidos y gritos no podía evitar dejar salir pues nunca había yo experimentado algo como aquella mamada.
La lengua de sebas comenzó a presionar cada vez más fuerte y finalmente logró entrar en mi ano, eso me hizo sentir una especie de choque eléctrico que despertó aún más placer, por suerte la casa estaba sola pues mis gemidos llenaban la casa y yo no me estaba conteniendo ninguno, de pronto sebastián sacó un bote de lubricante prudence de fresa, colocó un poco en sus dedos y poco a poco los fue metiendo, una vez bien lubricado mi ano tomo un poco más con su otra mano y metió esos dedos, para así darme a chupar los dedos que hasta hace un momento estaban en mi colita, no se si para callarme un poco o solo para darme un poco, era delicioso su sabor, además el movimiento de dedos me tenia en el extasis total.
El profesor no era ningún creyente y gracias a eso ninguno de nosotros tampoco, pero si de pura casualidad existe un cielo debe ser así con angeles iguales a sebas follandote noche y dia con el lubricante de fresa fluyendo por todas partes.
Mi cavidad anal se encontraba perfectamente abierta y llena de lubricante de olor frutal por lo que mi fornido maestro (vocación familiar al parecer) decidió comenzar la penetración, al principio no hubo ningún problema pues la cabeza entro fácilmente en mi dilatado culo bien resbaloso con el lubricante se fue facil, pero despues de un cuarto de verga mis tripitas comenzaron a apretar y una sensación de querer defecar me hacia erizar la piel, sebastián trataba de meter mas lubricante pero su berga era larga y era difícil que el lubricante llegase tan adentro, el comenzó a empujar cada vez más brusco y mis gemidos se volvían quejidos, aunque se sentía bien había un dolor y mis intestinos se sentían calientes, como una membrana apunto de reventar, una vez llego adentro sentía dolor cerca de mi ombligo, sebastián estuvo quieto unos segundos y una vez le indique que la incomodidad había mermado el comenzó a bombear.
cada vez sus movimientos se volvían más fuertes mis piernas se encontraban rodeando sus hombros y él sujetaba fuerte mis brazos por lo que cualquier movimiento que intentara era inútil ante su fuerza, estaba sometido.
Cada minuto mis intestinos se sentían a punto de reventar con la fuerza, sin embargo tambien sentia un cosquilleo de mi ano que se extendía a todo mi cuerpo que me hacia gritar de placer y dolor cada vez más fuerte, haciendo que mis gritos, gemidos y pujidos llenaran la casa de nuevo, cuando de pronto sebastián lanzó una última embestida brusca y sentí mi interior inflamarse con el espeso líquido de la vida masculina.
hasta aquí parecía el final pero después de darme un rico beso y limpiar algunas lágrimas de esfuerzo me tomo para colocar mi cuerpo en cuatro.
una vez bien acomodado, lubricar su pene cual samurai afilando su katana, se montó sobre mí como un perro listo para montar a su hembra y empujando mi aun abierto ano comenzó a penetrar, esta vez más fácil pues con el extra de lubricante y la carga de semen en mi interior el enorme palo de sebastián entraba y salia como agua fluyendo, el dolor era tan minúsculo que apenas servía para recordar la cogida anterior, no me molestaba para nada y ahora mis gritos y sollozos eran de placer puro pues me estaban penetrando como la vil perra que desde ese dia me quería convertir, el pene de sebastian provocaba en mi ano cosquilleos de placer en for ma de descargas de endorfinas que viajaban de mi cerebro a todo el cuerpo y aunque sollozos salían de mi boca esta estaba sonriendo
-aaah ah aaaaah aah aaaah ah ah aaaaah, piedad papi, piedad- obviamente no quería piedad, quería todo menos piedad, quería morir y despertar con 3 ángeles iguales a sebastian dándome igual o más duro, apenas hace unas horas deseaba un set de carritos nuevos, tal vez un videojuego, pero ahora deseaba ser el objeto de placer de sebastian.
-¡sebastiaan sebastiaaan! ¡Sebastiaaam Sebastiaan!- gritaba su nombre, quería que todos supieran que el era mi nuevo deseo, quería que el me escuchara decir su nombre y el so me dio un beso como su enorme cuerpo le permitió alcanzar y finalmente con dos ultimas embestidas sentí mis intestinos llenos de semen y mi pene soltó unos chorros de penosa pipi manchando la cama de sebastian.
-perdón sebas-
-no te preocupes, es normal, después lavar las sábanas, además no será el único fluido que tendré que limpiar dijo señalando las dos manchas de sudor en la cama, y el hilo de semen, sangre y heces que abandonaban mi culo.sebas me besó y nos recostamos viendonos el uno al otro mientras nos besabamos, entonces lo aparte.
-perdón Sebas-
-no te preocupes, ya te dije que yo las lavare-
-no es por eso que te pido, perdon-
-entonces ¿qué es?-
-lo que pasa es que te falle-
-¿porque?-
-no puedo resistir, dijiste que no me enamorara y ya lo hice, me gustas, me enamore sebastian, quiero que me lo hagas siempre y en todo lugar, yo te amo-
-ya veo-
-perdón, entiendo que no sientas igual-
-De hecho no es asi, yo tambien te amo-
-¿que? ¿por qué?-
-se que tal vez te sorprenda, pero recientemente no puedo evitar verte y sentir deseo, pensé que si lo hacíamos tal vez mis sentimientos desaparecerían, por eso aproveche la situación, pero en lugar de eso me gustas mas-
-¿es en serio?-
-si, ¿que dices?-
-no lo sé sebastian, eres como mi hermano, pero no veo otro motivo para no intentarlo-
entonces me volví hacia el otro lado de la cama y pude ver hacia la ventila donde estaba un abstraído Damian masturbandose salvajemente, Sebastian se percató también y nos sonreímos el uno al otro.
-supongo que estoy listo para otra ronda- dijo Sebastián, viendo agachado frente a la ventila, devolviendo a la realidad a Damián que apenas se percató se quedó helado
-¿Que dices alberto?-
-Necesito un poco de agua, pero creo que también estoy listo, ¿que dices Damian? ¿vienes? Este nos miró confundido, pero sabía dos cosas, la primera era que sabíamos que se estaba masturbando viéndonos y la segunda que era que nuestra invitación iba en serio, por lo que sin mediar palabras salió corriendo del estudio y en un santiamén estaba desnudo, con una polla aunque menor en tamaño que la de Sebastián, no era nada pequeña y creo que algun dia sera igual a la de su hermano, una mata de vellos regada arriba de su pene le daba un estilo juvenil que su hermano tambien tenia pero a diferencia de la anterior esta no necesitaba ser rasurada para lucir genuina, pues esta era producto de la recién iniciada pubertad de Damián, la cual iba por buen camino.
¿qué más puedo añadir? al final de cuentas el profesor me dio una cas donde vivir, un techo y comida caliente sobre la mesa y qué mejor forma de agradecerle que dándole mucho entretenimiento a sus, pues desde ese dia se la pasaban en casa todo el dia y el profesor no tenía que preocuparse por ellos, De nada profesor.
Gracias por leer, espero que les haya gustado, me he tardado un poco en actualizar pero se que valdra la pena, de cualquier forma agradezco su apoyo y espero seguir actualizando.
dejo mi TG: LunaG08 por si quieren dejar alguna opinión
y les dejo mi wattpad:@GatoBlancoYNegro por si quieren leer esta y otras historias de mi autoría.
como csigue pro favor
Muy bueno, una historia que puede continuar, esos hermanos y tu pueden mucho mas👍