Historias de cuarentena: Cuidando al chico rebelde en pandemia – Parte 2

Retornamos a la historia con Luis, el chico rebelde de 13 añitos, que quedo al cuidado de mis padres y con el que tendré que compartir mi cuarto por un tiempo..
Luis llego casi por suerte a mi casa. Como sus padres eran contacto estrecho de personas con Covid-19, no les quedo más que dejarlo en casa ya que su mamá era amiga desde pequeña de la mía, así que por la confianza que había entre ellas fue mejor dejarlo en sus manos al menos una pequeña cuarentena fuera de casa. Luis no era un chico común, era más bien rebelde, tipo maleante, juntándose con amigos mayores y con una actitud que no siempre era de agrado de todos por su forma de hablar tan callejera. La primera noche empezó de manera entretenida, jugando Play Station y charlando de la vida después de tantos años sin vernos (casi 5 años), antes siendo niño y ahora era todo un adolescente. Nos pusimos a ver unas fotos en su celular sobre su novia, algunas eróticas, y accidentalmente fotos de él mismo desnudo y con la verga erecta, que era bastante grande para su edad, con la que intente enganchar a ver si se daba algo.

– Calmado bro, si los dos tenemos penes, además para ver cosas grandes , mejor me veo la mía – le dije.

– Ah te tení fe tu compita – me dijo molestándome – tu ya viste foto y sabi como la tengo, pero yo no se nada.

– Entonces si queri verla, es cosa que mires nomas – le dije mientras me sacaba la verga afuera del boxer y la dejaba ver completamente erecta.

– Media verga socio que te gastas, con eso partes a una mina – me dijo mirando el pene con la luz de su celular – con razón tu ex tenía el culo grande, demás que se la mandabas entera por el ano.

– Si, a ella le encantaba que le diera sexo anal – le dije provocando algún morbo en Luis – tu hay hecho sexo anal?

– La verdad no he probado por el culo, pero me llama demasiado la atención eso – me contaba mientras veía que se estaba tocando la verga sobre el boxer.

– Ya, pero oye, las fotos mienten, a veces se ven más grandes las cosas por la cámara, veámonos en vivo y comparemos quien la tiene mas grande – lo desafié sin dudar, sabiendo que aceptaría el resto solo por demostrar su hombría.

– Ya po, entonces saquemos las espadas y veamos quien la tiene mas grande – me dijo mientras se quitaba el boxer totalmente y quedaba al aire esa gran verga que tenía.

– Parece que yo la tengo mas gruesa y ancha – le comentaba cuando estando de frente con él pusimos nuestros penes uno al lado del otro para comparar largo, ancho, largo y cabeza – y parece que también te gano en lo cabezón, aunque la tuya se ve musculosa y con muchas venas, pero te gané en largo también.

– Es que tu eres mayor que yo, que esperabas – me dijo desafiante – igual no estoy tan mal pa tener 13 años. Realmente ese pena era grande para su edad, aunque no tan grueso y largo como el mío, pero bastante bien para un chico de su edad. Mirando detalladamente parecía un pene virgen, que era muy distinto a lo que decía él.

– Luis, tu y has follado a alguna chica verdad? – le pregunté en confianza, sabiendo que solo decía eso por no sentirse mal.

– Compa, si te cuento algo no te reirás? – me dijo a lo que yo indique que no moviendo mi cabeza hacia los lados y diciéndole que confiara en mi – con mi polola solo hacemos cosas por videollamada, porque nos conocimos en un chat de jóvenes, y ella me dijo que era lesbiana y que le daba curiosidad probar algo conmigo.

– Entiendo, no hay problema en eso. O sea eres virgen aun? – le pregunté sabiendo su respuesta, pero quería confirmar todo.

– Si compa, no he tenido sexo con mi chica aun ni con ninguna tampoco – me respondió avergonzado, cabizbajo y con su orgullo por el suelo. Quizás esa personalidad rebelde la tenía para solo aparentar. Con esto me dio una idea que empecé a ejecutar en ese momento y sospechando cosas por el relato que me iba diciendo de su poca y nula experiencia sexual.

– Tranquilo, ya llegara la indicada. Yo no he follado con mujeres hace mucho tiempo, que ya ni me acuerdo – le dije y enseguida capto la idea y me pregunto por mi ex…y como si terminaste hace 3 meses con la chica que conocí hace años, o sea no follaban hace mas tiempo atrás – me respondió sin entender a que me refería.

– Es que mi chica no era chica, era un chico – le dije para ir viendo sus reacciones en torno a la sexualidad que yo tenía, ya que soy bisexual – pero era tan femenino, que era un femboy, pareciendo prácticamente una chica. Lo mire temeroso de su reacción, que se quisiera ir del cuarto o de la casa, pero estaba pensativo.

– Entonces por eso es que tenías sexo anal todos los días, porque tu novia era un hombre – dijo sacando conclusiones, que no tomaba para nada mal, sino que intentaba entender – a mi me parecía una mujer real incluso hasta me gustaba, la encontraba guapa, no me imagine que era un hombre, que impresionante bro, quede mal.

– Pero no lo tomes mal, es que él me gustaba porque era femenino, parecía una chica y no me incomodaba para nada, mas encima tenía sexo anal todos los días, lo mamaba bien rico mas que una mujer y no quedaba embarazada – le dije ya mas sexualmente para despertar al menos su curiosidad con el tema.

– No, calmado, si no lo tomo para nada mal la verdad. Si como te dije yo soy super abierto a esos temas, imagina que mi novia es lesbiana y quiere probar conmigo, no hay problemas con eso compa – me contesto relajado, dejándome tranquilo que no reaccionaría mal, pero se notó que engancho con el tema – además la pasabas malito con ese femboy, si la pasabas metiendo en el culo, que rico eso.

– Si, es tan rico el sexo anal, es lo mejor, mejor que el vaginal – le dije, ya capturando su atención y viendo como se le colocaba mas duro el pene – imagínate que se lo hacía sin condón porque éramos pareja y no quedaba embarazado y lo dejaba siempre preñado. Hasta se tragaba el semen, le encantaba hacer eso, no como las mujeres.

Ya lo tenía curioso, estaba preguntando cosas relacionadas al sexo, y en vez de cortar la conversación, seguía subiéndole la temperatura. Así que di un pasito que determinaría si se podría algo más o no.

– Oye Luis, no te gustaría acabar? estamos calientes y creo que lo mejor será botar la calentura masturbandonos le dije esperando su respuesta.

– Buena idea, pero onda nos masturbamos cada uno con su pene o a mano cambiada – me dijo sorprendiéndome por la propuesta – es que en el colegio con los cabros (compañeros de curso) a veces uno se pajea solo y otras se cambian las manos viendo porno cuando hacemos trabajos en grupo.

– Podríamos hacer las dos que te parece – le dije tomando la iniciativa agarrándole el pene y el reacciono tomando fuerte el mío – corrámonos una rica paja. Puse porno anal hetero en el celular y en unos minutos los dos eyaculamos sobre unos trozos de papel que teníamos. A mi me salto mas lejos, que mancho un poco su mano, pero sin asco se limpio, hasta paso su dedo en mi glande para sacar unas gotas que me colgaban y se lo seco en otro trozo de papel higiénico.

– Que buena paja hermano, ya estaba aburrido de corrérmela solo en casa – me dijo terminando de limpiarse su verga ya flácida – además no la tenías hedionda, olía bien me decía mientras se acercaba los dedos a la nariz.

– La tuya igual olía rico – le dije para que tuviera mas confianza conmigo mas adelante – fue buena paja me gusto, es como pa que se repita o no en la semana.

– Es que me bañe antes de salir de la casa – me dijo poniéndose los boxer de nuevo – y demás nos corremos otra en la semana, porque mañana quiero que me cuentes que cosas hacías con tu ex, ese femboy que dijiste.

Ya había caído en el mar de dudas, y si empezaba a preguntar quizás podría tentarlo hacer mas cosas sexuales con hombres o conmigo. Si quieres saber que paso en esa semana loca, no dudes en estar atento a la 3° parte de esta historia prontamente.

* Recuerda comentar mi relato, dime que te pareció y que expectativas tienes que pueda ocurrir en esa semana llena de morbo y cosas prohibidas con el chico rebelde.