Historias de Julio: El novio de mi hermano.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Julio jamás se había masturbado tantas veces seguidas.
Llevaba 5 pajas en un par de horas.
Estaba muy caliente.
Un hombre lo ponía así.
Aquello no complicaba a Julio.
Si bien su familia no sabía de su atracción por hombres, tenía claro que aquello no iba a ser un drama.
De hecho, uno de sus hermanos de Julio se declaró gay a los 28 años, por lo que si se declarase homosexual o bisexual luego de un par de años de follar con mujeres, no iba a ser un gran tema para su familia.
Lo que realmente complicaba a Julio es que desde el día de su cumpleaños un hombre es el principal responsable de sus constantes pajas; Juan Pablo, el novio de Daniel, uno de sus hermanos mayores.
De los seis hermanos que tiene Julio, dos son abiertamente gays; Daniel de 24 y Eduardo de 29.
Daniel estudia en la universidad y fue ahí donde conoció a su actual pareja, Juan Pablo.
De 28 años, 1.
82 m de estatura, tez blanca, pelo castaño claro y una complexión atlética, Juan Pablo es esa mezcla perfecta entre una persona que da la impresión de ser formal, de vida sana, sin excesos y un tanto nerd, pero que al mismo tiempo mantiene sus dosis de masculinidad y atractivo sexual.
Julio conoció a Juan Pablo meses atrás, en una fiesta que Daniel realizó en el departamento en el que vive con un par de compañeros de la universidad.
Daniel invito a sus hermanos a la fiesta, pero solo fueron Julio y Eduardo.
Como Julio no conocía muy bien a nadie en la fiesta, salvo a sus 2 hermanos, se las arregló para interactuar con algunos compañeros y amigos de Daniel.
Entre los invitados estaba Juan Pablo.
En aquel periodo, Daniel no tenía una relación con Juan Pablo.
Según sabía Julio y el círculo social cercano, su hermano llevaba 4 años con otro chico, Nicolás, quien también estaba en la mencionada fiesta.
Por esta razón, Julio se sorprendió al ver lo que sucedió antes de marcharse del departamento de su hermano.
Cuando ya finalizaba la fiesta, Julio subió al segundo piso del departamento de su hermano para ir al baño.
Justo antes de salir de baño, Julio escucho una voces, abrió ligeramente la puerta y diviso que en uno de los dormitorios continuos, con la puerta entreabierta, estaba Juan Pablo y su hermano Daniel.
Quizás por el alcohol, ni Daniel ni Juan Pablo se percataron que puerta estaba semi abierta.
Julio vio como Juan Pablo se acercó a Daniel y lo beso en la boca apasionadamente.
En unos segundos, su hermano Daniel se puso de rodillas, bajo los jeans de Juan Pablo y comenzó a chuparle el pene.
Como Juan Pablo estaba de espaldas a la puerta, Julio no pudo ver el pene de Juan Pablo, pero veía como este movía los brazos como si tuviese tomada la cabeza de Daniel para controlar el ritmo y la intensidad.
En aquel momento, un ardor comenzó a recorrer todo el cuerpo de Julio.
Sentía envidia de su hermano, pero estaba excitado.
Quería masturbase ahí mismo y acabar.
O mejor, sintió un impulso de entrar al dormitorio y unirse a su hermano.
Pero no.
Esa idea era demasiado para él.
Julio no quiso ver más y antes de salir del baño hizo un poco de ruido para que su hermano Daniel y Juan Pablo cerrasen la puerta.
Julio salió apresurado por el pasillo a la escalera y llamó a su hermano Eduardo para marcharse del departamento.
Ya en casa, recostado en su cama Julio pensaba ¿Su hermano le era infiel a su novio? o ¿O la relación de su hermano y Nicolás era un relación libre?.
O Quizás fue solo un momento de debilidad de mi hermano, se decía Julio a sí mismo.
Juan Pablo era muy atractivo, por lo que tener una oportunidad para tener sexo con él era difícilmente rechazable.
Sin ir más lejos, en aquella fiesta varios invitados intentaron acercarse a Juan Pablo, pero Julio vio a Juan Pablo besar toda la noche a un compañero de Daniel, por lo que había asumido que aquel joven era el novio de Juan Pablo.
Por alguna razón, la imagen de su hermano teniendo sexo oral con Juan Pablo aparecía a cada minuto en la cabeza de Julio.
Al principio pensó que podía deberse al impacto de ver a su hermano con una sexualidad tan libre o siendo infiel a su novio, pero no.
Aquello le excitaba mucho.
Más de lo común.
La primera vez que Julio tuvo sexo fue a los 15 años con una chica de la escuela secundaria donde estudiaba.
En aquellos tiempos no se imaginaba la posibilidad de excitarse con hombres.
La vida de Julio era la de un chico heterosexual cualquiera; chicas, futbol, fiestas del curso y estudio.
A los 17 años fue la primera vez que vio en vivo y en directo un acto homosexual.
Vio a uno de sus hermanos besándose con otro hombre.
Estando en casa, Julio se levantó a beber agua y se percató que en la cocina estaba Daniel con su novio Nicolás, abrazados como si fuesen solo un cuerpo, besándose y pasando sus lenguas por el cuello y labios.
Aquella postal fue un incentivo para comenzar a ingresar a páginas de pornografía gay e imaginarse a él mismo, desnudo en una cama, con un hombre con su pene erecto al frente.
Sin embargo, ninguna de sus fantasías eran los suficientemente intensas para atreverse a tener sexo con hombres o para declararse como gay.
Tampoco había conocido a algún chico que le quitase los sueños o que le hiciera dudar tanto de su sexualidad.
Pasaron unos días y en la cabeza de Julio comenzó a rondar la idea que podía hablar con Daniel para que le hiciera una cita con algún chico y poder tener su primera vez con un hombre.
Sonaba un tanto ridículo, pero al meditarlo no parecía tan descabellado, ya que Julio no era un chico para desmerecer; era masculino, de tez morena, rasgos juveniles, pelo negro y corto, 1.
76 m de estatura, de complexión media y un culo levantado, redondo y bien formado.
Seguramente a algún amigo de su hermano le gustaría experimentar con un joven de 18 años, de buen culo y que quiere su primera vez con un hombre.
Quizás ese hombre podía ser Juan Pablo.
Sin embargo, los planes de que el primer hombre de Julio fuese Juan Pablo se vinieron abajo 2 semanas después de la mencionada fiesta.
Daniel llego a la casa de la familia, tomado de la mano de Juan Pablo, presentándolo como su nuevo novio.
La situación se volvía cuesta arriba.
Su hermano difícilmente aceptaría que su propio hermano folle con su novio.
Lo mejor era buscar otra alternativa.
Otro hombre.
Dos meses después de la fiesta, Daniel organizó una nueva fiesta en su departamento.
Cerveza, cigarros, música y conversación era el panorama para esa noche del viernes.
Julio no tenía muy claro si asistir o no.
Sin embargo, su hermano Eduardo quería ir y motivo a Julio.
Al llegar al departamento, Julio contabilizo que habían otros 15 chicos.
Daniel le presento a Julio algunos amigos y compañeros.
Danilo, Felipe, José, Sergio, Alejandro, David, Ricardo y Hugo eran algunos de los nombres de los amigos de Daniel.
También estaba Nicolás, el ex-novio de Daniel, y en una esquina estaba Juan Pablo hablando con un hombre de más de 30 años, rubio, de 1.
90, tez blanca y muy guapo.
Según supo durante la noche, su nombre era Antoine.
Según comentaban algunos compañeros de Daniel, Antoine era amigo de Juan Pablo y tenía novia, con quien llevaba un par años.
Julio se entretuvo un rato con los chismes acerca de la sexualidad de Antoine.
Con el pasar de las horas, aumentaron los vasos de alcohol vacíos en la mesa y el departamento se puso más caluroso.
Daba la sensación de que el ambiente era la antesala de una orgía, lo cual incomodo mucho a Julio, puesto que si alguno de los compañeros de Daniel le proponía algo sexual, no sabría si aceptar.
Sería su primera vez y de paso sus hermanos se enterarían de que es gay.
Para pasar un poco la calentura, Julio se levantó del sofá, camino a la terraza y vio que estaba Juan Pablo besando Daniel frente a Nicolás, el que no parecía incómodo con la situación.
No era buena idea interrumpir el momento, así que camino en dirección contraria.
Sin embargo, en otras partes del departamento el ambiente no estaba menos intenso.
En una esquina, al lado de la puerta de cocina, estaba su propio hermano Eduardo besándose con un chico del cual Julio no sabía su nombre, pero que era compañero de Daniel.
En tanto, en otra esquina de la sala de estar, bajo una luz tenue y perfecta para el momento, un amigo de Juan Pablo, un tal Danilo, besaba y manoseaba el culo apasionadamente a un chico llamado Sergio.
Se besaban con tal intensidad que parecían no darse tiempo para respirar.
Sin duda parecían haber olvidado que otras 15 personas estaban en el departamento.
Aquello solo podía describirse como sexo con ropa y de pie.
Danilo era más alto y más fornido que Sergio, el cual era delgado y de baja estatura, por lo que Sergio debía estirarse para alcanzar la boca de Danilo.
Los brazos de Danilo era gruesos y fuertes, por lo que al abrazar a Sergio con tal fuerza parecía que iba asfixiarlo.
Cuando Sergio logro un espacio para mover y bajar uno de sus brazos, los dirigió de inmediato a la entrepierna de Danilo, para poder tocar su pene erecto, el cual sobresalía formando un gran bulto en su pantalón.
Sergio manoseo el bulto de Danilo unos segundos hasta que se dieron cuenta que varios observan con interés la situación.
Danilo tomo de la mano a Sergio y subieron la escalera para terminar lo que estaban haciendo en el baño o en una cama.
Cuando Danilo y Sergio pasaron a menor distancia de Julio para subir las escaleras, Julio pudo ver que Sergio era el chico con el cual Juan Pablo estuvo besándose en anterior fiesta de Daniel.
¿Te gusto? – dijo una voz atrás de Julio.
Era un amigo de Juan Pablo llamado José.
eeeem – respondió Julio con una cara de cierta duda.
¿Tú eres el hermano de Daniel no? – pregunto José.
Si, soy el hermano menor.
¿Y eres gay? – Nuevamente Julio respondió con un eeemm , pero más largo.
–
Tranquilo.
Por la forma en que miraste a Danilo y Sergio, eres gay – concluyó José con una sonrisa en su cara.
Julio miro con cierta rostro de vergüenza a José y volteo la cara para ver como Antoine subía la escalera con Alejandro.
Seguramente Antoine no iba a besar a un hombre en público, puesto que se arriesgaba a que alguien le tomese una fotografía, la cual podía ser enviada a su novia.
Sintió un impulso por subir las escaleras y ver que iban a hacer Alejandro y Antoine, pero giro la cabeza y miro a José.
Juesto en ese instante, Juan Pablo pasó frente a Julio para subir las escaleras.
Sin conciencia de que estaba al lado de José, Julio miro a Juan Pablo todo su paso con un rostro que fue leído con exactitud por José.
¿Te gusta el novio de tu hermano? – dijo José con un tono de diversión.
¿Que dices?, ¡no!.
no me gusta.
Dijo con Julio intentando ser tajante.
– Voy a baño.
No se le ocurrió ninguna forma para terminar la conversación más que ir al baño, lo que lo obligaba a subir al segundo piso.
Cuando subía la escaleras, escucho unas voces y prefirió ingresar al baño más cercano a ese dormitorio.
Desde ahí podía observar lo que pasaba en el interior del dormitorio ya que la puerta estaba abierta.
Estaba Juan Pablo hablando con Sergio.
¿Con quien vas a tener sexo? – preguntó Juan Pablo.
Con Danilo.
¿Tienes Condones que me des? – preguntó Sergio.
Sí en la mochila.
¿Tú necesitas? – preguntó Sergio.
No.
Quiero follar a Daniel sin condón.
Ok.
Me sucedió algo – exclamó Sergio con un tono de preocupación – Danilo me pidió tener una relación más seria con él.
Quiere ser mi novio o algo así.
¿Y tú que le dijiste? – dijo Juan Pablo con curiosidad
Que yo estaba contigo.
Obvio.
No le quise contar que estoy saliendo con Alfredo y Luis también.
– dijo Sergio.
En ese momento la conversación se detuvo y para ver que sucedía, Julio asomó su cabeza por la puerta y vio a Juan Pablo y Sergio besándose.
¿Juan Pablo le es infiel a mi hermano con Sergio?, pensaba Julio con enorme sorpresa.
¿Que es lo que debía hacer? ¿Contarle a Daniel para que la relación entre Daniel y Juan Pablo terminase? ¿Cabía posibilidad de follar con Juan Pablo, si Daniel terminase con Juan Pablo?.
Muchas dudas entraban en la cabeza de Julio.
Antes de que terminaran de besarse, Julio dejo de observar por la puerta y bajo la escalera.
Sentía que ya había sido suficiente por el día.
Comenzó a buscar a su hermano Eduardo pero no lo encontraba.
Mientras buscaba a su hermano Eduardo, José se acercó a Julio le dijo en voz baja.
No eres el único que quiere follar con Juan Pablo.
¿Tú también? – dijo Julio con tono sarcástico.
Yo ya follé con él.
Dos veces.
Pero él no es mi tipo.
Es mi amigo y nada más.
Quizás si le pides que te folle lo haga.
Juan Pablo es promiscuo.
Pero Juan Pablo está de novio con mi hermano – dijo Julio con un tono de duda.
Pero tu hermano también folla con quien se le da la gana – contesto José con una risa sarcástica.
– Además, que yo sepa Juan Pablo tiene 3 movidas.
Tu hermano es solo uno.
¿Que dices? – pregunto Julio con tono de sorpresa.
Si.
Juan Pablo tiene una relación con tu hermano y con Sergio, el chico que se estaba besando con Danilo.
Y según sé, Juan Pablo además tiene algo con un antiguo compañero de Sergio, de la secundaria.
Un tal Antonio.
Julio miro con cara de sorpresa a José.
¿quieres decir que mi hermano sabe que Juan Pablo tiene sexo con otros hombres?
Si – dijo José.
De hecho tu hermano folla con Juan Pablo con el permiso de Sergio.
Julio miraba extrañado y trataba de entender lo bizarra de la situación.
Juan Pablo lleva años en una relación abierta con Sergio.
– dijo José – Sergio tiene sus propias relaciones y Juan Pablo las suyas.
Y en ocasiones comparten.
Cuando Daniel y Sergio ingresaron a la universidad tuvieron algo.
No sé.
Quizás solo fue sexo.
Cuando Juan Pablo empezó una relación con Sergio, Daniel le pidió a Sergio si podía permitirle tener sexo con Juan Pablo.
Siempre que Juan Pablo quisiera.
Según sé, Sergio convenció a Juan Pablo y un día x vimos como Juan Pablo besaba a Daniel en el patio de la universidad.
Ahí todos supimos que algo había pasado entre los dos.
No sabía esa historia – dijo Julio con un tono de incredulidad.
La historia resultaba extraña.
¿A Sergio no le molestaba que Daniel tuviese sexo con Juan Pablo? ¿Sergio y Daniel también tenían sexo?.
Los pensamientos de Julio fueron interrumpidos por la voz de José.
Si quieres tener sexo con él podrías hablar con tu hermano o Sergio.
Seguramente no les va a complicar compartir unos 15 minutos el pene de Juan Pablo jajaja – dijo José riéndose.
Cuando Julio diviso a Eduardo, se acercó a él y le pidió marcharse del departamento.
Julio tenía la cabeza llena de pensamientos e ideas de lo más descabelladas y eróticas.
Se imaginaba a él follando con Juan Pablo.
Aparecía en sus pensamientos Danilo, Sergio, Antoine y su hermano.
Estaba tan caliente que apenas llego a su casa, cerró con llaves la puerta de su dormitorio y se desnudó.
Se recostó y comenzó a masajearse el glande y a mover de arriba hacia abajo el cuero que cubre su grueso pene.
Poco a poco comenzó a aumentar en ritmo y en intensidad.
En su cabeza transitaban todo tipo de imágenes.
El pene de Juan Pablo ingresando en el culo de su hermano Daniel.
Sergio chupando el pene de Antoine.
Danilo besando a Daniel.
Miles de morbosidades.
La respiración de Julio fue en aumento poco a poco.
Su pene estaba grueso, rojo, con las venas marcadas y el glande liso.
Sentía que iba a reventarse.
Cuando en su cabeza se vio a él mismo siendo penetrado por Juan Pablo, un chorro de semen salto desde su pene y mancho sus sabanas.
No le quedaron fuerzas para limpiar.
Cerro los ojos y cayo rendido.
Y llegó el día del cumpleaños de Julio.
Julio no había planificado nada para su cumpleaños.
Es cierto que 19 años no se cumplen todos los días pero ya había tirado la casa por la ventana para sus 18 años.
Así que esta vez quería más que nada tranquilidad y no tener que preocuparse por invitados.
A eso de las 5 de la tarde, Julio recibió un llamado de su hermano, Daniel.
¡Feeeeliz Cumpleaños hermano!
Gracias.
¿Cómo estás?.
Bien bien.
Julio.
Te espero a las 21 horas acá en el departamento.
¿Para qué? – pregunto Julio con mucha curiosidad.
Eduardo organizó una fiesta para ti.
Van a estar algunos compañeros tuyos.
Algunos amigos míos.
Tu sabes.
No les dije a todos los hermanos porque sabes que en mis fiestas siempre pasan cosas subidas de tono.
Igual invite a tu hermano Camilo, pero solo a él.
Julio quedó muy sorprendido por la fiesta, pero ya teniendo todo organizado, Julio debía decir solo sí.
Así que a eso de las 21:30 horas Julio estaba en el departamento de su hermano compartiendo con algunos compañeros del instituto, sus hermanos Daniel, Camilo y Eduardo y algunos amigos de Daniel.
Estaba Alejandro, Sergio, David, Ricardo, un tipo que jamás había visto llamado Alfredo y otro desconocido que se llamaba Luis, el cual parecía haber estado con abstinencia sexual puesto que durante toda la noche parecía un tanto desesperado por conseguir algún encuentro; abrazaba a Daniel de forma morbosa, intentaba obtener un beso del tal Alfredo e intento durante varios minutos llevarse a Eduardo al baño.
Al ser más numerosos los amigos de Julio que los de sus hermanos, los amigos de Daniel se mostraron menos voyeristas y más contenidos que en la última fiesta.
Rara vez se besaban o abrazaban frente a todos.
Solo cuando Julio iba al baño del segundo piso podía ver actos más sexuales en los dormitorios, como Alfredo besando a Sergio o Luis intentando manosear a cualquiera.
Ya a las 3 de la madrugada varios asistentes estaban un tanto pasado de copas y otros derechamente buscaban sexo.
Las pocas mujeres asistentes ya se habían marchado y lo que quedaba podía ser presa para alguna conquista homosexual.
Julio no veía donde estaba su hermano Daniel, Alfredo y Luis y Sergio.
Su hermano Camilo ya se había ido así como la mayoría de sus compañeros del instituto.
Diviso a Juan Pablo preparándose un trago.
Cuando finalizó, Juan Pablo le hizo un seña a Julio.
Con sorpresa, Julio se acercó y Juan Pablo le dijo:
Te tengo un regalo de cumpleaños, acompáñame al segundo piso.
¿Un regalo? pensaba muy extrañado Julio.
No era necesario ir a un dormitorio para que Juan Pablo le entregase su regalo.
Pero quizás, el regalo era de otro tipo.
Era algo que no se podía ver.
Juan Pablo hizo entrar a Julio al dormitorio más pequeño donde había solo una cama de una plaza, con un poco de ropa sobre ella.
Julio se dio vuelta y vio como Juan Pablo cerraba firmemente la puerta.
Tengo un regalo para ti – dijo Juan Pablo.
Sin previo aviso Juan Pablo se acercó a Julio y lo beso fuertemente en los labios.
Julio sentía como sus lenguas se topaban y como hasta el aliento de Juan Pablo le producía excitación.
Juan Pablo comenzó a abrazar fuertemente a Julio, como cuando Danilo besaba a Sergio en la fiesta anterior.
No era un abrazo incómodo.
Era un abrazo que generaba una presión que solo te hacía excitar más.
Haciendo lo mismo que hizo Sergio, apenas pudo mover su brazo, Julio bajo sus brazos para tocar la entrepierna de Juan Pablo.
Juan Pablo tenía su pene erecto.
Se sentía grande y grueso.
Julio quería verlo y metérselo en la boca.
No importaba que fuese el pene del novio de su hermano.
Solo quería chupárselo y que Juan pablo acabase en su boca.
Julio se agacho y le bajo los pantalones a Julio.
Frente a si tenía un pene de más de 20 cm erecto.
Era realmente muy grueso y venosos.
El glande era grande y ancho.
Julio lo tomo y se lo metió a la boca.
Era delicioso.
Pasó su lengua por debajo del pene y los testículos de Juan pablo.
Luego de unos minutos, Julio sintió como las manos de Juan Pablo estaban en su cabeza.
Juan Pablo empujaba la cabeza de Julio para que este se tragase por completo los 20 cm de pene.
De pronto, Juan Pablo tomó de las axilas a Julio, lo levanto y comenzó a besarlo mientras le bajaba los pantalones.
Juan Pablo se arrodillo y se introdujo en la boca el pene de Julio.
Juan Pablo lo chupaba con intensidad.
Cada cierto tiempo escupía el pene de Julio para humedecerlo.
Julio estaba muy excitado.
Intentaba con todas sus fuerzas controlar una inminente eyaculación.
No quería acabar.
Quería más.
Juan Pablo se levantó y continuo besando a Julio mientras se empezó a sacarse la ropa.
En un par de minutos, tanto Julio como Juan Pablo estaban desnudos besándose y rozándose sus penes.
La respiración de ambos era agitada.
Date vuelta – dijo Juan Pablo.
Julio giro y sintió como Juan Pablo tomo sus nalgas las abrió.
Sintió como la lengua de Juan Pablo pasaba por su ano.
Aquello era delicioso.
Julio sentía como su ano se contraía y abría cada vez que Juan Pablo escupía e introducía su lengua o un dedo en su ano.
Después de unos minutos, Juan Pablo se levantó, beso a Julio y le dijo:
Te dolerá un poco, pero aguanta.
Te lo voy a meter sin condón.
Juan Pablo tomo un botella de la mesa y puso el líquido de la botella en su pene y en el ano de Julio.
Era un lubricante.
Juan pablo comenzó poco a poco a introducir su pene en el ano de Julio.
Dolía, pero Julio sabía que debía aguantar.
Cuando ya estaba todo el pene en el interior, Juan Pablo comenzó a sacarlo lentamente y acerco su cara a la de Julio para besarlo y decirle al oído.
Tienes un culo delicioso.
Estas muy rico.
Como tu hermano.
Quiero acabarte adentro.
Juan Pablo introdujo nuevamente su pene en el culo de Julio y comenzó a sacarlo y meterlo lentamente.
Julio se quejaba.
Sentía dolor, pero no era un dolor insoportable.
Era placentero.
Poco a poco los movimientos comenzaron a aumentar en intensidad y frecuencia.
Juan Pablo ya lo metía con fuerza.
Estaba muy excitado.
Después de unos minutos meterlo y sacarlo, Juan Pablo lo introdujo con toda su fuerza, apoyo su cuerpo en la espalda de Julio, tomo la cabeza de Julio con una mano para voltearlo y besarlo.
Julio sentía como algo liquido estaba en su ano.
Juan Pablo eyaculaba mientras lo besaba.
Julio ya no tenía dolor, solo quería acabar.
Juan Pablo sacó lentamente su pene, puso de frente a Julio, se arrodilló y comenzó a chuparle el pene.
Julio no aguanto ni un minuto y eyaculo en la boca de Juan Pablo.
Julio sentía que no podía respirar con mayor intensidad.
Aquello era lo más placentero que había experimentado.
Juan Pablo seguía chupándosela con su boca y labios llenos de semen de Julio.
Luego Juan Pablo se levantó, y con su boca con semen, besó a Julio.
Fue el mejor beso de su vida.
Juan Pablo dirigió a Julio para que este se recostara en la cama, y luego se recostó en encima del cuerpo desnudo de Julio.
Se besaron y abrazaron un par de minutos sin decirse ni una palabra.
Juan Pablo tenía su pelvis entre las piernas de Julio mientras Julio manoseaba la espalda de Juan Pablo.
Fue el final perfecto para una primera vez con un hombre.
Julio era incapaz de pensar en las consecuencias que podía tener lo sucedido.
Solo quería disfrutar.
No importaba que hombre que tenía entre sus piernas fuese el novio de su hermano.
La única certeza que tenía era que con toda seguridad, iba a volver a tener sexo con Juan Pablo una próxima vez y que no era impedimento que Juan Pablo fuese la pareja de su hermano.
Ya en su casa, luego de 6 pajas seguidas, Julio se preguntaba, cuando sería la próxima vez.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!