Historias de la Secundaria 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luego de un momento de tensión por la molestia que tuvo Pablo con Emma, finalmente se calmaron un poco las cosas, Pablo le dijo que si podía bañarse, Emma asintió con la cabeza y salió de la habitación y se fue al baño, yo preferí quedarme callado, tomé un pañuelo desechable del buró de Emma y me limpié el pene de los residuos de semen que me habían quedado.
Después de unos minutos Pablo regresó ya vestido, Emma lo miró y le dijo que porqué se había vestido, que él creía que ahora cambiarían de lugar como habían acordado, Pablo le dijo que no, que por eso se había ido a bañar, que ya dejaran las cosas así, a lo que Emma le contestó que no estaba muy conforme porque se sentiría en deuda y faltando a su palabra, Pablo volvió a repetir que no importaba que estaba bien.
Se notó de inmediato su molestia, yo me sentía sudado y sucio también, así que le pedí su baño a Emma para bañarme, él más forzado que nada me dijo con voz cancina: “Si Axel ve ya sabes donde esta”.
Preferí no discutir y me apresuré a irme.
Cuando llevaba unos instantes en la regadera se abrió la puerta y vi que Pablo entraba, él me dijo que quería hablar conmigo, que Emma se había molestado, había salido de la habitación y se fue al jardín, yo le pregunté qué de que quería hablar, esto lo dije un poco forzado ya que me volví a sentir incómodo con el hecho de que estaba desnudo y Pablo me veía, además de que él ya no lo estaba.
Empezó a decirme que respecto a lo que acabábamos de hacer, se sintió confundido, que al inicio actuó por la calentura de estar viendo el porno, pero que cuando sentía como Emma lo estaba penetrando, pasaban por su mente toda clase de preguntas y que cuando sintió el semen en su interior desató su ira, por esa razón ya no quiso cambiar de lugar con Emma como habían quedado.
Yo mientras me bañaba más incómodo que nada, le dije que no se preocupara que era lógico que se sintiera así, que por eso mismo al inicio yo les había dicho que si estaban locos, pero que al final me dejé llevar.
Pablo directo y al grano me preguntó qué fue lo que había sentido al estar penetrando a Emma y que si ya lo había hecho antes.
Le contesté con la verdad, le dije que esta había sido la primera vez que hacia algo como esto, y que desde que había conocido la masturbación, no había logrado tener un orgasmo más marcado como el que había sentido hace un momento, él se quedó pensativo y finalmente dijo: “Sabes Axel a pesar de todo me quedé con las ganas de experimentar eso, pero ya es muy tarde”, yo solo le respondí que no se preocupara que ya le llegaría el momento.
Yo deseaba que quedara conforme con lo que le había dicho y me dejara bañarme de una vez en paz, pero el hecho de que no abandonaba el baño me dejaba claro que no quedó conforme, finalmente me dijo algo que me incomodó demasiado.
“Axel te pido un favor porque no hacemos el mismo trato que tenía con Emma, me dejas penetrarte y luego yo me dejo que lo hagas para quitarme estas ganas”.
Le dije que estaba mal que el hecho de que habíamos hecho eso no quería decir que ya siempre lo haríamos, y que además a mí me gustaban las mujeres, que si accedí fue porque ellos me dijeron que era experimentar.
Él me insistió que lo hiciéramos como amigos nada más que a él también le gustaban las mujeres, y que siempre habíamos tenido confianza para hacer las cosas y que no tenía nada de malo.
Yo no sabía que me pasaba, me empecé a excitar y sin pensarlo le dije que aunque le dijera que sí, ese día no era el momento puesto que Emma se enojaría más de lo que ya lo estaba y que debería ser otro día.
Él lo tomó como que había aceptado y me dijo que gracias que no había problema si otro día lo hacíamos y salió del baño dejándome asustado y confundido ahora a mí.
Terminé de bañarme como pude, me demoré varios minutos, me preguntaba una y otra vez como fue posible que le diera esperanza, y por si fuera poco me di cuenta de que se me olvidó ir al jardín por mi ropa, por lo tanto tenía que salir del baño de nuevo desnudo y dejar que me mirarán mis amigos otra vez.
Salí del baño y rápidamente me voy al jardín dónde estaba mi ropa, la tomé y me empecé a vestir y aunque se me hacía raro que mis amigos no estaban por ningún lado, me sentía cómodo por fin ya que tendría privacidad, una vez que acabé de abrocharme los zapatos observé que Emma se acercaba de la puerta principal que daba a la calle, para mi sorpresa él seguía desnudo, habían pasado muchos minutos y él no había tenido el momento para vestirse, se me hizo raro igual de raro que cuando lo penetré hace unos instantes cuando fácilmente le entró mi dedo y por consecuencia más fácil entró mi pene, era como si algo esperara, llegó un poco más animado se veía que se le había pasado el coraje, me dijo que Pablo tuvo que salir de emergencia ya que había recibido una llamada de su familia diciendo que su tío había tenido un accidente automovilístico, y aunque no era nada grave sus padres saldrían y querían que él regresara a casa a cuidar a su hermana menor.
Le dije que estaba bien y que si ya estaban las cosas bien entre él y Pablo, dijo que sí que habían hablado antes de irse, y que por favor no me fuera yo también ya que detestaba quedarse solo pero que le guardara el secreto.
Yo no tenía intenciones de irme porque en mi casa empezarían a investigar por qué cambié de idea de no quedarme en la casa de Emma y prefería evitarme el interrogatorio.
Le respondí que no me iría, y sin pensarlo le dije que porque no se había vestido aun, que lo hiciera ya que me sentía algo incómodo, él sonrió y dijo que ya se vestiría.
Fue a dónde estaba su ropa la tomó, dijo que fuéramos al interior de la casa y que lo esperara un rato que ahora se iría a bañar él.
Asentí con la cabeza y me quedé en la sala mirando la televisión en lo que salía de bañarse, a los 15 minutos salió cambiado con un juego de playera y short negro con dibujos de balones, algo parecido a los uniformes de básquet solo que la ropa no tan floja, me propuso ir a cenar algo para irnos a su habitación a ver películas de acción.
Nos servimos un vaso de leche con unas galletas y fruta y después nos fuimos a su habitación, estuvimos viendo la película tranquilos con normalidad, cuando la película se terminó eran las 11 de la noche más o menos, me propuso dormir en el piso sacando una colchoneta y la extendimos, bajamos las almohadas de su cama y unas cuantas cobijas.
Fui a dónde estaba mi mochila saqué también un short, me fui al baño a cambiar y regresé a la habitación, por lo regular suelo dormir en bóxer pero para ese día había llevado el short y una playera ligera y preferí usarlos, cuando me tiré en la colchoneta a un lado de Emma, voltea y me dice que por qué no me había cambiado ahí, que de igual manera ya me había conocido desnudo, le dije que ya habíamos abusado de estar desnudos ese día, él sólo se rio y luego de un rato me dijo riéndose que ya había comprobado que era verdad lo que había dicho Clara, que tenía un lunar en el pene, hizo una imitación con casi la misma voz de Clara diciendo “Hay se le ve tan lindo el pene con el lunar”, a lo que yo le arrojé una almohada le dije que se callara y nos pusimos a reír.
Ninguno de los dos tenía sueño, así que comenzamos a platicar de muchas cosas, de la escuela, de lo que nos gustaba hacer, de las familias, luego Emma empezó a tocar el tema del sexo, me preguntó qué a qué edad fue cuando inicie con las masturbaciones, y qué cada qué lo hacía, le respondí que a los 13 años y que al inicio no podía dejar de hacerlo hasta unas 3 veces por día, me dijo que a él le pasó lo mismo, y que un día su papá lo encontró haciendo eso, qué pensó que lo regañaría pero al contrario tuvieron una larga plática acerca del sexo, masturbaciones y los cambios que se avecinarían en su cuerpo.
Estuvimos haciendo preguntas de ese mismo tono, hasta que me animé a tocar el tema de lo que hicimos hace unas horas, y le pregunté que si podía preguntarle algo de hace un rato, me dijo que sí, le pregunté qué porque había aceptado la propuesta que hizo Pablo sin titubear.
Se mantuvo un momento meditando y callado, hasta que después de unos minutos me dijo que si podía confiar en mí y no le diría a nadie, yo le respondí que sí.
Fue cuando me contó que desde hacía mucho tiempo cuando tenía como 8 años, una tarde y toda esa noche lo dejaron en casa de su tía, al cuidado de su primo porque su abuelo estaba en el hospital y lo iban a intervenir quirúrgicamente, por lo que su tía, su mamá y su papá, estarían al pendiente de las noticias; entonces cuando se llegó la hora de dormir se fue al cuarto de su tía, y entre la noche despertó, que se escuchaban ruidos raros en el cuarto de su primo y se fue con cuidado a ver qué pasaba, y que cuando abrió la puerta despacio vio a su primo desnudo acostado en la cama y que otro chico de la misma edad estaba sobre él también desnudo y haciendo movimientos raros, lo que provocaba el ruido que escuchó, según le dio miedo y se fue a su cuarto y jamás le dijo a nadie lo que vio.
Pero que desde ese día no se pudo quitar de la mente la imagen que vio esa noche, y que quería saber que era, pero por miedo a que lo regañaran no dijo nada, hasta que tuvo 11 años y en la escuela la maestra que les dio en sexto grado, les habló de lo que era el sexo y que como era muy abierta mencionó lo de las sexualidades y que tanto mujer como hombre tenían relaciones que era lo natural, pero que en ocasiones también mujer con mujer y hombre con hombre.
Que ahí fue donde comprendió que esa noche su primo estaba teniendo sexo, y que conforme pasaba el tiempo por fin pudo tener acceso al mismo video que vimos ese día de la chica con los dos chicos, ya que a su hermano le gustaba comprar el porno sin seleccionar, y que de una vez por todas entendió como era el sexo entre hombres y sin duda concluyó que a su primo el otro chico lo estaba penetrando.
Pero que ahí no quedó todo, que era tanta su curiosidad por saber que se sentía, que empezó él mismo a meterse un dedo al ano, pero que al principio no podía no le entraban por su falta de experiencia se lo quería meter sin ningún lubricante y no pasaba, hasta que se le ocurrió agarrar crema y ponerle bastante al dedo, y solo así por fin pudo meterse el dedo, aunque la verdad no sentía nada.
Y que pensaba que como sus dedos eran delgados y los penes de los chicos del video eran más grandes y gruesos que un dedo, por esa razón no sentía nada, por un tiempo se dedicó a buscar algo más grande que se pudiera meter en el ano sin tener éxito, hasta que por casualidad sus padres se lo dieron, ya que una día como a él le gustaba todo lo referente a los policías, le regalaron un juego de policía y lo que más le gustó fue una macana de goma porque lo primero que pensó fue que esa estaba perfecta para intentar metérsela, esa misma noche lo intentó cuando estaba en su habitación, se encueró por completo ya que otras veces solo se quitaba el calzón, le untó bastante crema al mango de la macana, se puso en 4 con las nalgas levantadas y se puso la macana en el ano, poco a poco empujó y sentía como iba entrando, la sacaba y volvía a meter, hasta que de rato se pudo meter media.
A partir de ese momento casi cada noche lo hacía, pero que aun así no se sentía del todo satisfecho y quería sentir un pene de verdad en él por lo que un tiempo dejó de hacerlo.
Que hasta hacia unos meses, cuando ocurrió lo del subdirector, que en el momento que le dijo que se quitara los bóxer y él le pedía que no, él sintió una emoción extraña cuando el subdirector le bajó el pantalón y los bóxer a la fuerza, que a partir de ahí, retomó las masturbaciones pensando en ese momento, y que también se estimulaba el ano.
Y que la verdad cuando Pablo propuso que anduviéramos desnudos, para él representaba una oportunidad, y que me confesaba que el video lo puso a propósito y le funcionó.
Se voltio me miró a los ojos y me dijo que jamás olvidaría lo que había pasado porque había cumplido su deseo y por fin había sentido un pene en él, y que su molestia con Pablo fue por desilusión porque creyó que se día sentiría los penes de sus dos amigos.
Volvió a voltearse miró al techo y me dijo: “Sabes Axel contándote esto me doy cuenta de una cosa, soy en definitiva gay y me gustaran los hombres, solo espero que no afecte esto nuestra amistad, porque los estimo mucho a los 3 aunque Poncho hoy no haya podido venir, me sentiría muy mal si me dejaran de hablar por ser lo que soy”.
Le dije que por mi parte no se preocupara, que cada quien era libre de elegir lo que le gustara, y que de mi boca no saldría ni una palabra, que si después tenía la confianza para contarle a alguien más seria su decisión, que también lo considera un gran amigo y por esas cosas no dejaría de hablarle.
Volvió a mirarme y me dijo: “Axel como amigos te lo pido, me dejarías volver a sentir tu pene de nuevo”, la verdad no me sorprendió ya me esperaba algo como eso, a lo que le respondí: “Emma yo no soy como tú, aunque no te niego que al momento de que te penetré sentí placer, eso no cambia mis gustos y la verdad me interesan las mujeres”, preferí no decirle que en ese día también había llegado a sentir cosas confusas.
Él volvió a insistir, que como amigos y que no me pediría nunca más nada parecido, pero que prefería que fuera conmigo aprovechando la gran confianza que teníamos, que con alguien más, me empezaron a entrar las confusiones y quería decirle que sí, pero a la vez no quería ser tan obvio así que le respondí que si me juraba que jamás me volvería a pedir nada, lo dejaría que se saciara de sus apetitos y después volveríamos a ser solo los amigos bromistas de siempre, el respondió feliz que sí que me lo juraba.
Rápidamente se quitó la playera y se bajó el short, para mi sorpresa no traía calzones y tenía el pene erecto, y le dije que si eso también lo había hecho a propósito, se puso rojo, sonrió y me dijo que lo disculpara pero que sí, yo moví la cabeza negativamente me senté en la colchoneta me quite la playera y me volví a recostar, cerré los ojos y le dije que cumpliera sus deseos que ya no diría nada.
Sentí como se arrodilló a un lado mío, empezó por alisarme el pelo, después acarició mis hombros, continuó por los pezones y siguió acariciando mi abdomen, enseguida siento como pone sus manos en el elástico del short y me lo empieza a bajar, ahora acariciaba mis muslos, sin duda Emma no quería perderse ningún detalle de la oportunidad que tenía, finalmente se decidió a dejarme desnudo, bajó mi bóxer lentamente seguramente disfrutando cada instante que lo hacía, inmediatamente cuando me lo quitó, tomó mi pene y lo empezó a masajear con sus manos, poco a poco empezó a ponerse duro y logró empezar a excitarme mucho.
Cuando mi pene ya estaba considerablemente erecto, siento como Emma se lo llevó a la boca, eso me hizo abrir los ojos y lo miré como disfrutaba degustar mi pene, con una mano lo masajeaba mientras que se metía el glande a la boca chupándolo y haciendo círculos con su lengua.
Era la sensación más rica que había sentido, no podía dejar de moverme involuntariamente y él lo notaba por esa razón lo hacía con más esmero, cuando notó que estaba a punto de acabar, paró de hacerlo y se subió en mí, tomó mi pene y se lo llevó a su ano, poco a poco se fue sentando en él, no le costó nada de trabajo ensartarse ya que me dejó el pene bien ensalivado.
Cuando ya tenía todo mi pene adentro, puso sus manos en mis pezones, y los acariciaba mientras se movía de adelante hacia atrás dándose placer, yo empecé a sentir el mismo placer intenso de hacia unas horas atrás, también sentía el pene de Emma que pegaba en mi ombligo bien erecto, cuando ya llevaba unos 10 minutos sentado en mi pene empezó a acelerar el ritmo y yo inconscientemente tomé su pene y lo empecé a masturbar eso le arrancó varios gemidos de placer, pero inmediatamente sentí como se contraía su pene y era demasiado tarde para soltarlo, arrojó 3 choros de semen bastante caliente con tanta fuerza que todo mi pecho quedo lleno de semen y uno de ellos llegó a mi barbilla.
Se bajó de inmediato de mi pene, lo tomó con sus manos y lo masturbó con desesperación, cuando ya estaba a punto de acabar sentí como se lo llevó de nuevo a la boca y al sentir el contacto de su lengua arrojé también 3 chorros de semen y uno más débil, el seguía chipando y masturbándome, hasta que le sacó hasta la última gota de semen y se lo comió.
Abrí los ojos y me estaba sonriendo, le dije que si había quedado satisfecho y riendo me dijo que no y que me veía sexy con el semen de mi barbilla que no me acordaba que aún lo tenía, me paré me fui al baño, volví a meterme a la ducha solo para quitarme el semen, me sequé con la toalla y regrese a la habitación somnoliento, ya me quería dormir, busqué mi ropa pero no le veía por ningún lado, hasta que me dijo que la había escondido para que no me vistiera, me dijo que nos durmiéramos desnudos como última vez, yo solo me acosté y me cubrí con una cobija, no aguanté más y de rato el sueño me venció.
A la mañana siguiente me despertó la claridad del día que entraba por la ventana, vi a Emma pegado a mí con la mano en mi entrepierna, seguramente entre la noche cuando estuve profundamente dormido me estuvo acariciando el pene hasta que se quedó dormido.
Ese fin de semana ocurrieron dos cosas, Emma cumplió sus deseos y aceptó su homosexualidad, y sin que él lo supiera sembró en mí la duda de empezar a aceptar que posiblemente yo fuera bisexual, condición que la confirmé tiempo después.
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