Historias de niñero: Parte 2 – El niño amanerado
Volviendo con los relatos, continua la historia con el niño de 12 años que me toco cuidar en plena pandemia y que quiere descubrir cosas con su cuidador..
Al final del relato parte 1, quede pensativo sobre si enseñarle o no la masturbación a Gabriel, el niño a mi cuidado que me sorprendió viendo una porno en la sala. Luego de una breve conversación, a petición de él accedí a mostrarle una porno en el canal cable que transmitía películas xxx todo el día. Justo cuando encendí el televisor estaba una escena anal, y ante incomodas preguntas no tuve más remedio que contestar hasta que me pidió enseñarle como se hacía una paja. La verdad me daba algo de miedo la situación, ya que Gabito (como le decía de cariño su jovencita mamá Martina) se notaba algo extraño. Era algo afeminado, hablaba muy fino, tenía una forma de caminar muy de adolescente mujer y sus gustos en colores no eran los tradicionales de un niño, que entre morado o rosado no estarían en sus prioridades. Noté algo en su habitación, ya que más que autitos o cosas deportivas, habían peluches e imágenes de grupos juveniles coreanos de K-pop. Este muchachito se notaba algo mas fino y delicado que los demás, aunque con un genio de puta madre. Pensaba que si le enseñaba a masturbarse quizás después que le diría a Martina, su mama, que pienso que en su descuido con el niño no asume que su hijo probablemente sea gay.
– Ya, me enseñaras a hacerme la paja o no? – me pregunto nuevamente mientras yo pensaba y en la porno el hombre le destrozaba el ano a una chica,
– Mira Gabriel, te enseñare, pero esto debe quedar entre los dos, porque sino es así, no podré cuidarte más, tu mamá me despedirá y no seré tu niñero.
– No, eso no por favor, no quiero una niñera, a mi me gustas tu – me dijo con un tono de chica, pero pensando si se refería a que quería que yo lo cuidara le gustaba o que si le gustaba yo.
– Entonces, a quitarse los pantalones, la ropa interior y a quedar desnudos – le dije y el feliz comenzó a quitarse todo mientras miraba disimuladamente hacía mí para ver mi cuerpo, que era algo marcado por el gimnasio, y esperando ver mi verga colgando. Se coloco a mi lado en el sillón y tomo su pequeñito pene aun en desarrollo (solo tenía 12 años) mientras que yo tenía un fierro de 19 cm, musculoso, cabezón y venoso. Miraba su cara de reojo y en vez de la porno estaba fijo mirándome la verga parada mientras se tocaba. Yo soy bisexual, bien morboso, pero no me ponía un niño tan pequeño. Pero las cosas se fueron poniendo ardientes y no quedo mas que dejare llevar.
– Sabes Matías, no se me para como a ti – me dijo con voz triste, bajando su cabeza algo decepcionado, más con lo que lo molestaban en la escuela. No supe como reaccionar para evitar su frustración y llanto, así que decidí dar un paso del que sabía no habría vuelta atrás.
– Mira, hagamos algo, como aun tu no puedes masturbarte por tu edad, como estas aun chiquito, que tal si practicas la paja pero con mi pene – le dije terminando casi dudoso al final, lo que me sorprendió ya que esa idea le regresó la sonrisa a la cara y de inmediato fue hacía mi verga para tomarla firmemente.
– Mi mano no llega a tomar lo grueso de tu pene – me dijo sorprendido, mientras examinaba mi verga dura mirándola por todos lados. Luego acarició mi cabeza, la que encontró muy suave y lisa, que hizo sacar un gemido de mi parte, por lo que preguntó que fue eso y le dije que ocurre cuando algo te gusta demasiado uno hace un sonido de placer. Así que siguió rosando mi pene con sus dedos y yo estaba en las nubes, con una paja de un niño mirando sexo anal. Yo en ese momento de la pandemia estaba soltero, no había podido juntarme con nadie a tener sexo y esto era lo mas cercano a una relación sexual en mucho tiempo.
Todo iba marchando bien, yo disfrutaba y el jugaba, hasta que ocurrió lo imprevisto: en la porno el tipo le saca la gran verga del culo a la actriz y se la mete en la boca eyaculando chorros de semen. Yo quede impresionado por la escena que estaba viendo Gabriel y pensando cual sería su reacción, y justamente fue la mas incomoda: preguntando queriendo saber cosas que no sabía pero a su edad debería conocer, aunque Martina no le ha hablado de sexo aun.
– Por que el macho ese le dio de beber esa cosa blanca a la chica? Eso realmente sale del pene? Que cosa es? A ti también te sale eso Matías? Se puede tomar? – preguntas que si las respondía morbosamente tendrían una reacción, así que intente ser lo mas correcto en explicarlo.
– Eso que sale es semen, es un líquido que sale del pene, cuando se agita en una paja sale de a chorro. A mi también me ha salido cuando me masturbo y hay personas que les gusta probarlo y a otras les da asco. Eso es lo que te puedo decir.
– Y a que sabe? – me pregunto de vuelta, y con un tono de curiosidad que sabría a que llegaría. Así que para evitar algo le dije que parece que era salado según algunas chicas que me lo habían probado. Pero esa mejor respuesta para mi fue la peor, ya que me dijo que a el le encantaban las cosas saladas y no mucho las dulces.
– Matías me dejarías probar ese semen? – me dijo siguiendo masturbando y no parando sabiendo que al final de ese ejercicio terminaría botando semen, con lo que aceleró el ritmo, y más encima viendo la porno como la actriz quedaba llena de ese líquido lechoso por toda la cara y boca no aguantaría mucho sin acabar.
– Si la quieres probar, debe ser un secreto total nuestro, porque ya hemos llegado demasiado lejos con esto – le dije y me prometió no decir nada a su mamá – entonces pone la boca pronto por que ya voy a eyacular. Puso su boquita lo más cerca de mi pene que podía y lancé mis chorros adentro, dándole el gusto que quería.
– Es algo entre salado y dulce, un poco viscoso, pero me gusto, parecía como leche, pero me encanto – me dijo mientras me retorcía del placer ya que hace tiempo que no me masturbaba alguien que no fuera yo mismo.
– Recuerda, este es nuestro secreto, y si no le cuentas a tu mamá, puedo darte más leche cuando venga – le dije ya morbosamente entregándome al placer ya que al menos tenía quien me pajiara en pandemia.
– No le diré a mamá, tu tranquilo. Además, no es nada malo, mi compañero de banco en la escuela hace lo mismo que hice yo con su novio – me contó como si fuera lo más normal.
– Y tu amigo por que lo hace? Es gay? Y tiene novio si apenas tiene 12 años como tú? – le pregunté sorprendido.
– Mi amigo es gay y le chupa el pene a su novio. Me había contado sobre una leche pero no le entendía, a el también le gusta beberla porque su novio se la da en la boca y a veces dentro del culo donde se siente rico según él – me contaba con total naturalidad – mi amigo tiene 13 años y su novio creo que tiene 17 parece y es su primo.
– Y como sabes tanto de eso? Tu eres gay Gabriel? – le pregunte para saber en que problema podía meterme si el niño llegaba a enamorarse de mi o cualquier cosa.
– Es que mi amigo Rodrigo me cuenta todo…y yo no se que soy, porque no miro a las niñas de mi salón, veo a los chicos – me dijo como avergonzado de lo que me decía – pero no le digas a mamá todo esto por favor.
– Tranquilo Gabito, no diré nada, ese es nuestro secreto – nos dimos la mano como compromiso – además no hay nada de malo en ser gay, debes ser feliz.
– Igual me siento mal ahora un poco – me dijo con pena mientras preguntaba por que se sentía así pensando en lo peor y que me denunciaría o algo – y me respondió que al masturbarme y beber mi semen sentía que había engañado a su novia de mentiras, que era una amiga que lo ayudaba a encubrirse en la escuelita.
– No la has engañado, tranquilo, solo has tomado un poco de mi leche, no pienses eso – le dije inocentemente siguiendo el juego – así que ahora luego de todo este desmadre mejor a bañarse que quedé todo manchado y sudado.
– Y puedo bañarme contigo? Me siento sucio igual porque me cayó leche en otros lados también – me preguntó y sin saber que contestar pensando en que podría ocurrir en esa ducha, lo dejare para la siguiente parte con el niño afeminado.
* Recuerda comentar mi relato, indícame si te ha gustado lo que escribo y que piensas que podría pasar mas adelante. Gracias. Nos vemos en la parte 3.
que ganas de la parte 3
Gracias por tu comentario. Ya viene la parte 3, donde ojalá ese niño afeminado pueda seguir experimentando nuevas cosas.
Lindo relato, muy bien redactado. Porfa, continúa pronto.
Gracias por seguir mis historias. Ya se viene la tercera parte, espero con más morbo y sexo.
Excitante tu relato amigo y mucho morbo si me excite, oye hay una 3ra parte supongo, seguiré leyendo, saludos 😁 😁 😁
Ya está semana me pondré al día con la continuación de está historia.
🌟 🌟 🌟 🌟 🌟
Muy buen relato!
No puedo esperar para leer la continuación!
Pronto estará la próxima parte. No te la pierdas.
para cuando la tercera parte pro favor