Historias de sexo gay (maduros y jovenes) de todo
Escribo relatos, historias o fantasías muy calientes, en esta ocasión de un nene de 10 que usa tanguita para su maduro..
No diré mi verdadero nombre porque eso no interesa, cada vez voy a escribir relatos muy calientes desde el punto de vista de diferentes hombres, son fantasías y otras son reales. Comenzamos.
Había una vez un niño de 10 años, delgado, piel clara, ojos miel, rostro fino y delicado, hermoso, bajito y de cabello castaño corto.
Le gustaba mucho jugar futbol con sus amigos, video juegos, etc., todo lo de un niño normal, solo que tenia un secreto, un par de meses atrás, buscando entre las cosas de su hermana de 16 años vio una tanga rosa, le gustó pero la dejó en el mismo cajón donde la encontró. Pocos días después regresó a ese cajón para buscarla, decidido a robarla y ponérsela para ver que se sentía, pero ya no estaba.
En una ocasión cuando salió con su madre al centro de la ciudad, pasaron por un tianguis (así les llaman en México) habían muchos puestos y al seguir caminando pasaron por la parte de la ropa interior, su mamá se detuvo ahí para comprarse calzones y brasier, el nene veía las tangas femeninas de reojo, en el puesto atendía una señora a su mamá y también un joven de unos 25 años aproximadamente, moreno, alto, con brazos fuertes (tenia una playera negra sin mangas) y guapo, de inmediato notó que el niño veía las tangas y por un instante sus miradas se cruzaron, el joven le sonrió como burlón y el niño solo agachó la mirada.
Mientras la madre compraba su ropa interior el joven que vendía tomó una prenda en su mano y cerró el puño, se escabulló hasta un lado del niño y le metió la mano en el bolsillo de la sudadera que llevaba puesta. El niño se asustó pero se tranquilizó al ver que el joven se alejaba dándole una sonrisa, esta vez de complicidad. Se pusieron en marcha el niño y su madre y se fueron a casa.
Al llegar el niño de inmediato subió a su habitación y metió la mano en el bolsillo de la sudadera, sacó una tanga que el joven le había dado, era de color rojo, pero era muy pequeña, parecía hecha para el. No pudo de la emoción y se metió a su baño y se la puso, se vio al espejo, le quedaba ajustadita, perfecta, su cuerpecito se veía hermoso con esa tanguita que mostraba su delgado cuerpo y sus nalguitas redonditas y paraditas. A partir de ese día, se volvió adicto a usar tanga.
Al ser un niño un poco descuidado por sus padres que tenían que trabajar y no se llevaba muy bien con su hermana, el salía y compraba su ropa interior, un bóxer en un local cercano a su casa, pero siempre pagaba con un billete de alta denominación para que mientras la dueña buscaba cambio, el aprovechaba y se robaba una tanga y la metía en su bolsa. Eso lo hiso en dos ocasiones ya que sabia que si lo hacia seguido, sabrían que era el. después de esos días el niño casi siempre se ponía tanga, tenia una negra como de res, otra blanca de encaje y la roja que le habían regalado.
Una vez se puso su tanga blanca y un short muy cortito de algodón, una playera muy delgada blanca que ya le quedaba justa y un poco corta, se fue a buscar a sus amigos para jugar pero ninguno apareció ese día, el regresaba muy desanimado a su casa antes de lo normal, cuando llegó usó su llave y entró en silencio, subió a su cuarto pero se detuvo cuando escuchó un gemido que venia del cuarto de su hermana, se asomó y la puerta estaba entre abierta. Al asomarse no podía creer lo que estaba viendo, su hermana de 16 años estaba siendo penetrada por un hombre alto y fuerte, moreno al cual solo podía ver de espaldas.
El nene se excitó tanto que se bajó el short y se comenzó a tocar sobre la tanga, el hombre besó a la chica y la cargó ella teniendo sus piernas en los hombros del chico, el la cargó y la recostó en la cama sin dejar de penetrarla con buen ritmo, el niño cada vez estaba más excitado, se levantó la playera y comenzó a tocarse todo el cuerpo, se chupaba sus deditos y se los llevaba a los pezones, el hombre de repente levantó la mirada y lo vio, ahí al nene de 10 años con los ojos cerrados tocándose y con el penecito parado, usando una tanga de mujer. Al principio el joven se asustó pero al ver el hermoso cuerpo del niño, siguió con lo suyo, la chica no dejaba de gemir, era evidente que le dolía pero le gustaba.
Al ver al niño cuando se sacó el penecito, el joven se excitó más y comenzó a taladrar a la chica, entonces lo reconoció, ese hombre era el que le había regalado la tanguita roja al nene. De pronto se escucha un gemido muy brusco del chico, gritando ¡¡¡Haaaa!!! ¡Me vengo, haaa!!
El hombre terminó y el niño reaccionó al escucharlo, se puso el short y salió de ahí, se encerró en su cuarto esperando que no lo hubieran visto, aunque el joven si lo había visto y eso le había excitado mucho.
Se que es corto el relato pero pronto escribiré más y más detallados si gustan.
Después viene la segunda parte y muchas historias más.
Hermoso relato muy bien detallado espero la continuación