HISTORIAS REALES 3 “EL ACCIDENTE DE EDUARDO 2”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me baje el cierre del pantalón hice a un lado mi bóxer para liberar mi herramienta, la empecé acariciar de arriba abajo (masturbándome) el niño que iba a mi lado al darse cuenta de lo que estaba haciendo, fijo su mirada en mi verga….
Yo: ¿quieres probar?
Sacudiendo un poco mi verga que ya empezaba a crecer, el niño no perdió tiempo se acomodó en el asiento, su pequeña manita trato de sujetar mi verga, me hizo temblar al sentir como sus labios hizo contacto con la cabeza y Empezó a engullir.
Yo: mmmmm, que bien la chupas pequeño….
Tienes una rica boquita….
Mientras conducía, el niño me iba chupando la verga de lo más rico, mientras con una mano de vez en cuando acariciaba su cabello.
Mi verga soltaba líquido seminal que el niño se tragaba gentilmente… fue así que estuve amamantando al niño por unos 10 minutos luego se me ocurrió una idea a un mejor.
Apartando el niño de mi verga.
Yo: Luisito, te gustaría conducir un rato…
Luisito: yo no sé conducir señor….
Yo: no te preocupes yo te enseño….
¿quieres aprender?
Luisito: enserio me dejaría hacerlo!!!
Yo: por su puesto ven, siéntate aquí para tomar el volante.
Luisito: pero no voy a dar con los pedales….
Yo: yo te ayuda con los pedales, ven siéntate en sima de mí.
En realidad lo que quería era sentir nuevamente su pequeño traserito en mi verga, pare un momento la camioneta acomode bien al niño de tal manera que su trasero quedara justo en mi verga.
Dando marcha a la camioneta empezamos a avanzar, muy despacio mientras yo le ayudaba con el volante.
Me detuve un momento más adelante como 200 metros.
Luisito: que pasa señor, ¿porque nos detuvimos?
Yo: es que tu ropa me lastima un poquito….
Haber, te la voy a bajar un poquito…
Le desabotone el pantalón bajándolo junto con su pequeño bóxer hasta media pierna, yo un poco audaz ya tenía el pantalón desabotonado para liberar un poco más mi verga, le dije al niño que se pusiera un poquito de pie ayudándolo a levantarse; puse un poco de saliva en la cabeza de mi verga lo acomode en la entrada de su pequeño culito.
Yo: siéntate lentamente pequeño….
Puso sus manitas en mis piernas y fue dejando caer su peso poco a poco enterrando centímetro a centímetro parte de mi trozo de carne caliente.
Yo: ahora sí, esto está mejor….
Sigamos conduciendo::::::::
Di marcha nuevamente la camioneta aun despacio, dándole pequeñas estocadas en su trasero al niño, en ocasiones detenía la camioneta, sujetaba de la cadera al niño y empezaba a cogerlo, disfrutaba como mi verga era aprisionada.
Pero el lugar era incomodo, quería sacarlo de la camioneta llevarlo a un lugar en la vegetación y cogérmelo a gusto, pero teníamos que regresar con su madre.
No quería que sospechara nada malo de mí.
Yo: tienes un rico culito, que me gustaría volver a cogérmelo con calma, pero tenemos que irnos lo más rápido posible con tu madre.
Luisito: si, señor….
Yo: anda, pásate a tu asiento y acomódate el pantalón.
Guarde mi verga dentro de mi bóxer y me acomode el pantalón, partiendo directamente al hospital donde estaba la madre del niño.
Durante el camino me cerciore, que el pequeño mantuviera su boquita cerrada y que no le contara a nadie que me lo había cogido.
Después de un rato de conducir llegamos a la ciudad, el niño me pidió un licuado y unas galletas con gusto se los compre, llegamos al hospital y rápidamente buscamos a su madre….
Yo: discúlpame Lizet, tuve que regresar a tu hijo porque tus padres no estaban en el rancho.
Lizet: eso creí, porque estuve tratando de comunicarme con ellos pero no respondían, hasta hace rato hable con ellos pero me dijeron que no estabas en tu casa y que el niño no había llegado.
Yo: si, como no vi nadie, creí prudente regresarnos rápido.
Lizet: no te preocupes, gracias por el favor.
Yo: ¿y cómo esta Eduardo?
Lizet: pues todos los estudios salieron bien, no hay fracturas u otras lesiones, pero esta con analgésicos fuerte porqué le duele mucho la columna y el cuello.
Yo: que buena noticia, que bueno que está bien, me imagino que hoy sale del hospital?
Lizet: no, los doctores dicen que se quede hoy para estar en observación y si todo sale bien mañana nos vamos a casa.
Yo: me quedare un rato aquí para estar al pendiente…
Lizet: gracias Eduardo, llevare a mi hijo a ver a su papa.
Me quede como 45 minutos esperando tiempo que aproveche para comer algo de la maquina hasta que Lizet apareció con el niño en brazos.
Yo: y bien ¿cómo sigue Eduardo?
Lizet: un poco mejor los analgésicos hacen bien su trabajo…
Yo: ¿qué le paso a lusito? Parece que lloro mira la carita triste que tiene…
Lizet: si, le dolió mucho ver a su padre en esa cama se puso a llorar, quiere mucho a su papi.
Yo: si entiendo, por eso se ve con la cara triste y cansado….
Lizet: si, lloro tanto que tuve que darle unas gotitas para tranquilizarlo.
Yo: oh, entiendo.
Lizet: si, lo bueno es que ya me comunique con mis papas y llegan en un rato acaban de salir del rancho para que ellos cuiden a mi hijo y así yo pueda quedarme al pendiente de mi esposo.
Yo: yo puedo quedarme un rato para que lleves al niño a tu casa y cuando estés lista regreses.
Lizet: gracias David, pero es mucha molestia… pero tomare tu palabra porque los niños no deben estar aquí en el hospital.
Yo: ¿cuál es el cuarto donde esta Eduardo?
Lizet: no David, quiero pedirte que lleves a mi hijo a mi casa y que esperes ahí hasta que lleguen mis papas.
Yo: ok, no hay problema… con gusto llevo a la niño a tu casa…
Lizet: en verdad muchas gracias David, no quiero separarme de Eduardo por cualquier cosa…
Yo: no agradezcas, lo hago con gusto… ¡ademas quien mejor que tu para cuidarlo ya que eres la mejor enfermera!!!! ¿disculpa en que tiempo llegan tus papas?
Lizet: hable con ellos hace 15 minutos y aun no salían del rancho, creo que tardaran un poco; ten la llave de la casa, hay comida en el refrigerador come lo que gustes.
Yo: gracias pero creo que no va hacer necesario… cuida mucho de Eduardo!!!!
Lizet: (hijo cuando llegues a casa te cambias de ropa y no le des molestias a David)
Luisito: si mami… (Tallándose los ojos)
Cargue al niño, nos despedimos de Lizet, lleve al niño a mi camioneta y fuimos hasta su casa, en el camino el niño cerraba los ojos y bostezaba.
Cuando llegamos a la casa estacione la camioneta, entramos el niño dijo que tenía sueño y se fue a su cuarto.
Cerré las puertas con seguro, me dio curiosidad por recorrer el interior de esa casa pues se veía bonita y limpia.
Busque la cocina me serví un vaso de agua luego regrese a la sala a descansar un poco y esperar a que llegaran los papas de Lizet.
10 minutos de total silencio, por lo cual me levante de la sala y fui a buscar el cuarto del niño para supervisar que estuviera bien.
Llegue a la habitación, efectivamente Luisito estaba acostado en su cama boca abajo abrazando una almohada, empecé hablarle y hasta lo moví un poco pero él no respondía estaba completamente dormido.
Tal vez fue el tranquilizante que le dio Lizet que ya había hecho efecto.
El niño dormía profundamente, los dos estábamos solos y tenía algo de tiempo; fue ahí donde me paso una idea morbosa, mi mano fue directamente a su espalda debajo de su camiseta, fui bajando poco a poco hasta llegar a sus pequeñas nalguitas tocándolas por encima de la tela.
Tenía un algo de tiempo y lo iba a provechar, Sin más despoje su short junto con su bóxer el seguía boca abajo, mis manos tocaban sus pequeñitas y duritas nalguitas.
Fui al baño a buscar algo que me sirviera como lubricante, encontré una crema corporal la lleve conmigo regresando a la cama de lusito; me quite rápidamente toda la ropa me subí a la cama detrás del pequeño, me acomode entre medio de sus piernas, con ambas mano separe sus nalguitas hundí mi nariz en su colita para sentir su olor.
Tome un poco de esa crema en mi dedo índice introduciéndolo lentamente cuando tuve el dedo dentro, tome más crema ahora trate de meter otro dedo los cuales se fueron deslizando en el interior poco a poco los movía circularmente, abriendo mis dedos como tijera, el culito del pequeño se abrió tome la crema y deje caer una cantidad en su interior.
Tomando una almohada la puse debajo de pelvis del niño, para que su colita levantara, tomando crema me embarre todo la verga que se mesclo junto con mi lubricación que salía de mí y escupí en el anito del niño.
El niño seguía dormido, así acomode mi pene justo en la entrada de du anito, empujando un poco me fui abriendo camino hacia su interior, indescriptible el placer cuando atraviesas ese pequeño esfínter para irte adentrando cada vez más.
Cuando la cabeza de mi pene estaba dentro el niño se movió un poco, por lo cual me que quieto un instante tomando fuerte su cintura para que yo no me saliera.
Me Coloque entremedio de sus piernas abriéndolas lo más que pude, me apoyaba con las manos en el colchón, fui deslizándome lentamente dentro de ese estrecho culito, moviendo mi cadera en vaivén; sacando una parte de mi vega y enterrando un poco más.
La posición y la crema ayudaron mucho a entrar más fácil, cuando media verga estaba dentro doble mis brazos para bajar un poco mi cuerpo hacia la espalda del niño pero con mis brazos detenía mi peso para no aplastarlo.
Al estar disfrutando de tan rico placer mis movimientos hicieron más profundos, sacaba un poco y enterreraba un centímetro más, el chiquillo parecía disfrutarlo porque su respiración acelero al igual que la mía.
Ya había logrado meter más de la mitad, casi sentía como mi vello púbico hacia contacto con sus nalguitas.
Me fui saliendo poco a poco hasta sacar mi verga, acomode al pequeño a la orilla de la cama; veo que ahora está despierto.
Luisito: ¿Qué haces?
Yo: voy a cogerte otro rato o ya no quieres?
Luisito: (asisntiendo con la cabeza) ¿ y si llegan los abuelos?
.
Yo: lo sé por eso quiero que me ayudes para terminar rápido, agarra levanta tus piernas y sujétalas con tus manitas.
Puse crema en la entrada de su culito y suficiente en mi barra de carne, agachándome un poco para obtener la altura perfecta coloque mi verga en su culito, deslizándome poco a poco apoyándome con mis manos en la cama ahora los dos estábamos frente a frente podía ver su pequeño rostro.
En menos de un minuto ya tenía clavo media verga, nuevamente empecé a cogérmelo deslizándome un poco más dentro el pequeño cerro los ojos, de nuestras bocas solo salía gemidos.
Luisito: aaaaaahhhhh, aaaaaahhhh , aaaaaahhhh
Yo: que rico estas niño, que bueno fue encontrarte….
aaaaaaahhhhh, aaaaahhh ….
Te gusta tener la verga dentro chiquito.
Luisito: si, siento bien rico….
pero no le baya a decir a mi papa.
aaaaaahhhh
yo: ni que estuviera loco.
jajajajajaja
El niño lo disfrutaba se ve que le encantaba la verga y me imaginaba que no era el único que le estaba llenando el culo de leche, me gano la calentura y los 5 centímetros que me faltaban para meterle completamente mi verga, se los mande de una estocada; el niño abrió los ojos y al boca grande.
Luisito: aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh
Yo: ¿te duele?
Lusito: (moviendo la cabeza dijo que no)
Me quede quieto un momento Había logrado mi objetivo, aunque me costaba trabajo creerlo se tragó mis 19 centímetros cosa que mi mujer solo aguanta la cabeza.
Sentía su estrecho recto caliente, ahora podía moverme a mi antojo para que los dos disfrutemos empecé a sacar y a meter mi verga lentamente pero poco a poco fui intensificando mis embestidas, ahora ya podía penetrarlo sin dificultad….
Mis bolas cargadas de leche chocaban con sus nalguitas que rico sentirme entrar y salir.
El pequeño tenía un buen culito para dar placer y tenía que seguir aprovechándolo.
Yo: aaaaahhhh, aaaaaahhhhh ya te voy a dar mi lechita….
Aaaaaahhhhh
Luisito: mmmmm, mmmmmm, mmmmmm
Sujetándolo fuertemente mande mi verga hacia adentro con fuerza, Mi verga se hincho, convulsionando fuertemente lanzando en lo más profundo de sus entrañas mi leche….
Yo: aaaaaaaaaaahhhhhhh, disfrute mas esta cogida que la anterior, mmmmmmmmmm….
Gracias chiquito por tan rico placer…… aaaaaaahhhhhh
Cuando mi verga perdió dureza fui sacándola lentamente, observe el culito del pequeño me sorprendió ver lo abierto que le había quedado, hasta creí que podían darse cuenta de lo ocurrido por eso lo mande a ducharse mientras yo me limpiaba y me colocaba la ropa….
Cuando el niño salió de la ducha lo abrace fuertemente, se puso su ropita y dándole una nalgadita le hice prometer que nunca contara nada para que así algún día no muy lejano pudiéramos hacer lo mismo, dijo que nuca contaría nada a nadie.
30 minutos después llegaron los abuelos, me agradecieron por cuidar del niño les dije que es un niño muy obediente y que cuando quisiera podía visitarnos en el rancho para jugar con sus amiguitos….
me retire de la casa como si nada hubiese pasado…
espero sus comentarios para seguir escribiendo mas de mis relatos.
saludos
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!