Hotel Íkarus Capítulo III
Chico conoce chico a través de una app, éste resulta ser un tipo importante relacionado con la política, le invita a alojarse con él en un hotel en Tailandia, en ese hotel tienen servicio de esclavos sexuales y la cosa pronto se sale de madre.
Adrián apareció por la puerta de la mano de un muchacho muy joven, su complexión y estatura era como la de Austin Young, con facciones muy delicadas y piel demasiado blanca teniendo en cuenta su procedencia, ambos entraron y Adrián cerró la puerta tras de sí.
En el lapso de tiempo que tardaron en llegar, Bruno había colocado unas cuerdas sobre la mesa, una pala de azotes y un gag de bola.
Adrián y el esclavo llegaron al sofá donde permanecían Bruno y Juan.
-¿Qué hacéis ahí parados? Dos pollas duras, dos putas, ¿no sabéis sumar?-Preguntó Juan consiguiendo que Adrián empujara suavemente del cuello al otro esclavo para que entendiera que tenía que ponerse a trabajar.
-Espera, espera…, la noche es larga…, el pequeñito es mío de momento, dile que quiero su culo en mi boca mientras me come la polla…, ahh, y nada de chupar, lengua fuera y boca abierta en todo momento, hasta el fondo.
– Adrián le dijo al esclavo lo que tenía que hacer y haciendo una leve reverencia a Bruno se puso de pie en el sofá manteniendo las piernas rectas con un pie a cada lado de Bruno y agachó la cabeza para después flexionar las piernas hasta que el ojete quedara a la altura de la boca de Bruno, el cual empezó a lamer y sorber sonoramente, al cabo de pocos minutos, decidió agarrarle la cabeza para llevar él el ritmo de la mamada haciendo que el esclavo llenara el sofá y el suelo de babas y bilis.
Mientras tanto, Juan tenía a Adrián agarrado del pelo con una mano, de rodillas ante él, mientras la otra mano la usaba para guantearle la cara cada vez que le apetecía, de vez en cuando dejaba de follarle la boca para escupirle en la cara y preguntarle entre risas como podía ser tan pringado.
-Después de todo deberías estar agradecido perro, hoy vas a hacer horas extras, pero como te encanta comer pollas deberías pagarnos a nosotros lo que te den.
Juan se reía ante la cara de Adrián que estaba completamente roja y bastante hinchada por el lado izquierdo de las constantes bofetadas que le daba.
-Ey Bruno, déjame a tu puta un rato, te voy a dar yo el espectáculo.
Bruno accedió y con un gesto el esclavo se bajó del sofá, Juan se puso en pie y ordenó a Adrián a que se tumbara en el suelo boca arriba, acto seguido Juan cogió una de las cuerdas y ató al esclavo con las manos a la espalda, lo arrodilló frente a Adrián y él se sentó sobre su pecho, para luego coger la cabeza del esclavo y traerla hasta su polla, ahí empezó a follarle la polla mientras el esclavo estaba maniatado con su boca a pocos centímetros de la de Adrián, el cual permanecía con la lengua fuera llegando en ocasiones a lamer los huevos de Juan.
-Hasta esta puta Tailandesa vale más que tú, fíjate para lo que has quedado, para comerte las babas de una puta.- Las babas caían a chorros en la boca de Adrián, no sólo caían de la boca del esclavo, sino que se deslizaban por la polla y los huevos que Adrián lamía sin descanso.
Bruno se masturbaba viendo la situación, se frotaba la punta del capullo con una mano mientras se estimulaba el ano, Juan se dio cuenta.
-Bruno, veo que tu ojete te está pidiendo guerra, ¿eh?, al final no vas a ser tan activo como creías…
Bruno permaneció en silencio mirando fijamente a Juan introduciéndose dos dedos en el ojete.
-Lo bueno es que estas perras no cuentan, son sólo trozos de carne con agujeros y reconozco que esta puta tiene buen rabo, aprovéchala mientras yo me calzo a la enana.
Bruno se levantó y se sentó sobre la polla erecta de Adrián abrazando a Juan por la espalda y tapándole la boca con la mano para luego atraerlo hacia él haciendo que Juan arqueara su espalda mientras Bruno le gemía en la oreja, Bruno deslizó la otra mano hacia la polla de Juan para empezar a pajearle, Juan tuvo que soltar la cabeza del esclavo para apoyarse en los muslos de Bruno y así no caerse, Bruno le besaba en la boca mientras Adrián seguía ocupado lamiéndole ahora el ojete debido a la nueva posición de Juan.
El esclavo pequeño intentó acercarse a la polla de Juan que cada vez estaba más inaccesible y se calló al suelo de lado.
-¡Maldita puta inútil! ¡Me has clavado un puto diente!
Juan entró en cólera, se levantó y empezó a patear al esclavo que intentó contener los gritos, aunque al cabo del tiempo no tuvo más remedio que dejarlos salir, acompañados de una sucesión de súplicas que Juan ni entendía ni le importaba lo más mínimo, acompañaba patadas con pisotones, hasta que a los 10 minutos se cansó, mientras Bruno seguía cabalgando a Adrián.
Acto seguido Juan cogió al pequeño esclavo y lo inclinó sobre el sofa, dejándole el culo expuesto, le puso el gag y cogió la pala, se sentó sobre su espalda de cara al trasero del esclavo y empezó a darle palazos durante 20 minutos, haciendo intervalos crecientes y decrecientes, parando sólo de vez en cuando para darle puñetazos en la espalda, Bruno cogió a Adrián y se apoyó sobre el respaldo poniendo su cara al alcance de la de Juan mientras Adrián continuaba follándole.
El esclavo gemía y gritaba, pero el gag ahogaba sus gritos mientras una explosión de babas bajaba por su barbilla, el culo lo tenía en carne viva y con bastantes puntos de sangre justo por debajo de la primera capa de la piel.
- ¿Bueno qué, te lo quieres follar? ¿O prefieres seguir con lo que estás?
Bruno se incorporó y le dijo a Juan que se echara para atrás, así lo hizo, entonces tumbó a Adrian sobre el esclavo de manera que su boca quedara a la altura del ojete, empezó a follarle la boca durante unos minutos y cuando la tuvo bien mojada se la clavó al esclavo.
El esclavo tenía un ojete muy estrecho, era evidente que le estaba doliendo pues no le habían preparado y parecía no haber sido usado recientemente, pero Bruno lo empalaba con fuerza sin parar en intervalos de 1 minuto, sólo se la sacaba para follarle la boca a Adrián.
-¿Ves lo que te había dicho? Primero te tragas las babas y ahora la mierda…, tendrías que replantearte tu existencia… Juan se reía a carcajadas mientras se entretenía ahora en darle los palazos a Adrián.
Bruno no tardó mucho en correrse dentro del ojete del esclavo el cual se había quedado bastante dilatado siendo ahora capaz de mantenerlo abierto sin problemas.
-Llénale los intestinos de meo Bruno, una buena lavativa no le va a venir mal.
Bruno lo hizo sin dudar y soltó un fuerte chorro dentro del esclavo sin que cayese ni una sola gota fuera. Tras eso Juan se levantó y llevó a Adrián justo al ojete del esclavo, el cual seguía conteniendo el meo y la lefa de Bruno, le encajó la cara en el ojete e incorporó al esclavo.
El esclavo dejó salir todo lo que llevaba dentro mientras Adrián seguía sorbiendo sin parar dejando escapar algunas gotas que le corrían por el pecho.
-Vaya festín te estás dando hoy, ¿eh?
Tras decir eso, Juan agarró de la cabeza a Adrián y al esclavo, le quitó el gag y les juntó las caras obligándolos a enrollarse mientras él insertaba su polla entre sus bocas y se las follaba intercalando entre usar las dos a la vez y de una en una, Bruno se quedó sentado mirando el espectáculo acariciándose la polla y los huevos, no tardó en volver a tener una erección.
-Bruno, cuando me dijiste sin límites…, era sin límites, ¿no?
-El único límite es que salga de una pieza, mientras pueda seguir andando está bien.
-Que pena, tenía planes para mi amigo el “español”…, pero bueno, tendré que ser creativo.
Juan se fue a su montón de ropa y trajo sus calzoncillos y los de Bruno, le metió los suyos en la boca a Adrián y le puso el gag a presión, para después cubrirle la cara con su calzoncillo, le ató las manos a la espalda y los tobillos a las manos para que no pudiera moverse, entonces cogió una jarra de agua y fue humedeciendo los calzoncillos que tenía en la cara, la respiración de Adrián se aceleró automáticamente al empezar a caerle el agua, sólo podía respirar por la nariz, pero la película de agua sobre la tela le impedía coger aire correctamente, además al inspirar le entraba agua en los pulmones y le obligaba a toser, vaciando aún más éstos.
-Pero no pasa nada si hay un accidente, ¿no Bruno?, a esta puta le estaría haciendo un favor.
Bruno negaba con la cabeza haciendo entender a Juan que no podía pasarse de esa ralla.
-Que suerte tienes puta de que te estén protegiendo…, si estuviéramos solos te ibas a enterar…
Juan le quitó los calzoncillos de la cara y empezó a mearle en los ojos.
-Déjalos abiertos, te prometo que el culo de tu amigo no va a ser nada en comparación con lo que te haga en la cara si se te ocurre cerrarlos.
Bruno se encendió un cigarro y sentó de rodillas al esclavo pequeño entre sus piernas mirando hacia el techo con la boca abierta para que fuera su cenicero mientras veía como Juan le meaba en los ojos a Adrián.
Después de mearle Juan abrió la ventana y sacó medio cuerpo de Adrián por ella, dejándolo en equilibrio, aún atado de manos, pero suelto de pies, mientras se lo follaba agarrandole las piernas, una en cad brazo.
-Por si alguien tenía alguna duda de lo puta que eres, que te vean bien mientras te follan.
Adrián quería gritar de pánico, pero no podía, el calzoncillo taponándole su boca junto al gag, apagaba cualquier sonido, aunque a Juan no sólo le hubiera sido indiferente entender sus súplicas, sino que le hubieran puesto más cachondo todavía.
Juan bombeaba con brutalidad cuando Bruno se acercó a él y le rodeó con sus brazos agarrándole por el pecho con una mano y por el cuello con la otra, Bruno estaba muy cachondo y empezó a frotarse la polla con el culo de Juan, el cual no paraba de moverse adelante y atrás mientras Adrián seguía intentando pedir que parara
-No sé porqué gastas voz puta, a nadie le importa tu opinión.- Decía Juan mientras bombeaba más rápido todavía haciendo que Bruno se excitase aun más.
Bruno, ciego por la excitación intentó meterle la polla a Juan en el culo justo cuando estaba a punto de correrse, éste se sobresaltó y empujó a Adrián que cayó por la ventana, cayendo justo junto al cuarto de basuras del hotel.
Juan se quedó en shock mientras se corría, llenando el cristal de debajo de lefa, Bruno cogió al esclavo y lo arrodilló frente al cristal obligándole a lamer toda la lefa de Juan.
-Ha sido un accidente… no puedo ir a la cárcel
-Lo sé, no te preocupes.
-Tío, que no puedo ir a la cárcel, y mucho menos aquí, joder.
-Que no vas a ir a la cárcel Juan…
Bruno cogió su móvil y escribió un mensaje, luego se volvió hacia el esclavo y lo llevó hasta la puerta.
-Ya está solucionado, recuerda que el director es amigo mío y estas cosas pasan de vez en cuando.
-Joder, pero… entonces…, ¿no van a investigar?
-Lo que pasa en este hotel se queda aquí, no pueden denunciar sin decir lo que se hace en este hotel y ésta es una habitación con un diplomático, no van a investigar, tranquilo…, mi amigo ya me ha dicho que está arreglado.
-Joder…, menos mal…, ya me veía con el ojete abierto…
-Tranquilo, hombre…, bueno, creo que ha sido suficiente por hoy…, muchas emociones.
-Sí, sí…, pero necesito tomarme algo, si no, no creo que duerma… y mañana tenemos que coger el avión.
-Tenía preparada una botella de tequila para esta noche, pero como nos hemos puesto antes de tiempo…, vamos a tomarnos unos chupitos y listo, siéntate y relájate que yo lo traigo.
-Chupitos no, copa directamente, más contundente…
-Ok.
Bruno se alejó para coger su botella del cuarto y un par de vasos, estuvieron un rato bebiendo y al cabo de un rato ambos estaban dormidos en el sofá.
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