I. LOS AMIGOS DE MI HIJO.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por depravadoheteroflexible.
Mi nombre es Guillermo, tengo 38 años, mido 1.83 cm, de cuerpo robusto por el ejercicio, velludo, con barba, verga de 19 cm no circuncidada y gruesa, me considero tipo "oso" por lo que he leído. Casado, tengo 3 hijos varones: Rodrigo 16 años, Javier 12 años y Genaro 6 años. Nunca antes había vivido una experiencia homosexual, jamás había tenido atracción por el sexo masculino hasta aquel día.
Comenzó en verano de 2015, vivo en un estado de México, mis hijos estaban de vacaciones, mi esposa es diseñadora de modas y en esos días viajaría a la ciudad de Nueva York para una pasarela, mi hijo Genaro por ser el más chico y el que más atención necesitaba por ser muy travieso viajaría con ella y la srita. de servicio que tenemos en casa, ya que mi esposa no confía en dejarla sola conmigo cuando ella sale por muchos días… En esos días de vacaciones mi hijo mayor Rodrigo me pediría permiso para viajar con sus amigos al rancho de uno de ellos, y quedarse a dormir ya que se dedicarían a cazar venados; Me quedaría solo con mi hijo Javier…
Como mi casa es muy grande, con alberca y cancha de futbol, mi hijo pidió permiso para invitar a sus amigos a jugar, no veía ningún problema puesto que conozco a esos niños desde el primer año de primaria y siempre suelen llegar a la casa. Decidí no ir a la empresa ese día (ni los posteriores) para vigilar a los niños. Llegaron todos, Ángel, Emilio, Gerardo, Federico, Arturo y Salvador todos de 12 años, como eran muchos y no había personal de servicio me dispuse a asar carnes para los niños, ellos comenzaron a jugar videojuegos, correr, etc… Comimos y descansamos cada quien en un camastro mirando a la alberca, en ese momento mi hijo me pidió permiso para que se quedaran a dormir sus amigos, a lo que accedí, al fin que no había nadie en casa y se aburriría mucho. Después de un rato decidieron jugar un partido de futbol, pero al ser ellos siete decidieron invitarme para completar el equipo, acepté con gusto. Casi todos estaban listos con su ropa deportiva para jugar, menos mi hijo, Federico y Emilio que corrieron a ponerse listos para el partido, al igual que yo que me dirigí a mi habitación por mi ropa deportiva y llevar también mi ropa para después nadar.
Tardaría unos 15 o 20 minutos mientras me alistaba, al salir vi luz encendida en la habitación de mi hijo y me dirigí a apagarla ya que no había nadie dentro, al acercarme escuché que platicaban en voz baja, me asomé despacio y no podía creer lo que veía, Federico y Emilio tenían a mi hijo mamando sus vergas. En ese momento quise entrar y golpearlos por lo sucedido, pero tenía demasiados sentimientos que me bloquee y solo alcance a gritar que ya jugaríamos para que salieran y dejara de pasar lo que estaba pasando. Anteriormente los había escuchado hablar de sexo, de que tamaño la tenían, si tenían pelos o incluso que ya se masturbaban, no le tomé importancia puesto que estaban en plena pubertad y es algo normal que se platiquen esas cosas, estando en la edad que buscan curiosear y empezar sus primeras experiencias, más nunca me imaginé que esto pasara.
Cuando salieron de la habitación me vieron muy cerca y por sus caras pude notar que temían que los hubiera descubierto, y aún más que yo estaba serio totalmente, el enojo me comía por dentro pero no quería decir nada en ese momento para no avergonzar a mi hijo delante de todos, disimulé alegría por jugar y ellos entraron en confianza de nuevo. Mientras jugaba no podía sacar de mi mente esa escena y mucho menos el enojo. Terminamos de jugar y fuimos a guardar todo para dirigirnos a la alberca, los últimos que fueron a guardar sus cosas fueron Federico y Emilio que los vi entrar de lejos, a lo que me apresuré pensando que había sido apropósito para tener tiempo nuevamente y que mi hijo las mamara la verga. Al llegar vi que mi hijo estaba con los demás, lo que me tranquilizó, a pesar de eso entré a dejar mis cosas y me asomé para ver si no estaban entre ellos haciendo lo mismo, no fue así, pero logré escuchar como Fede la decía a Emilio que aprovecharían esa noche para que Javier y Salvador les mamaran la verga e intentaran cogér por primera vez. Salí al patio, dentro de mi continuaba la furia y ahora más de pensar en lo que harían, querían cogerse a mi hijo y no lo podía permitir.
Nos dirigíamos a la alberca y antes de eso ordené meternos a la regadera para quitarnos lo sucio del césped, tierra, etc… que pudieran entrar en el agua. Me puse en la regadera alado de Fede y Emilio, no sé si fue por enojo o impulso pero en la regadera decidí quitarme toda la ropa y dejar que los niños me vieran desnudo, quería demostrar autoridad masculina de la casa e intimidarlos, y efectivamente todos quedaron sorprendidos al verme, más que nada por ver al papá de su amigo de años, totalmente desnudo y muy peludo, mientras que a ellos apenas le salían. Los ignoré y me quité toda mugre que tuviera encima, me puse mi short y a la alberca. Todo transcurrió normal, nadamos, jugamos, yo descansé y al final platiqué con ellos, preguntándoles si tenían novias, y empezando a preguntar cosas sexuales a lo que ellos estaban inquietos por saber y aprender, y perdieron la pena y comenzaron a preguntarme. Alguno de ellos me preguntó cuanto me medía, comentaron que la tenía muy grande y gruesa, preguntaban si a mi edad me masturbaba, entre otras cosas, parecieron aprender mucho ese día.
Llegó la noche y salimos de la alberca, vi como tres ellos llevaban la verga parada, se les notaba, entre ellos Fede y Emilio, comenzamos a secarnos y nuevamente me quité el short y me envolví en toalla para no mojar de más; los niños, algunos se secaron por encima y otros con Fede y Emi se quitaron el short, quedando en boxer para poder secarse, en ese momento vi la nalgas de ellos dos, blancas, redondidas, y muy paradas por su rutinario ejercicio de futbol. Fue en ese momento cuando llegó a mi mente la mala idea de hacer con ellos, lo que hacían y querían hacer a mi hijo, por coraje, no por ganas. A como habíamos acordado se quedaron a dormir, no a todos los dejaron, solo a Federico, Emilio y Salvador (Ángel y Gerardo serían en otra ocasión). Cenamos y nos preparamos para dormir. Comenzó mi plan… Como eran muchos y no entrarían en la cama de mi hijo, además para evitar lo escuchado en la tarde, les dije que vinieran a mi habitación con cama king y pantalla gigante, así entrarían todos y sería más cómodo. Terminó la película y comenzamos a preparar la cama para finalmente "dormir". Para ocasionar morbo entre ellos nuevamente me desnudé y les dije que así dormiría yo, que era más cómodo. Parecían encantados de verme desnudo, los invité hacer lo mismo pero tenían pena, solo logré que se quedaran en boxer.
Acostados platicando me inventé que no podía dormir, que me hacía falta masturbarme ya que diario lo hacía antes de dormir, y me paré al baño, a lo que me preguntaron si era verdad que lo haría, asombrados. Afirmé y entonces les pregunté si ellos no lo hacían antes de dormir, y respondieron que no, que ni siquiera sabían si realmente se masturbaban correctamente. Reí y casi al llegar al baño Emilio preguntó:
– Emilio: ¿Podríamos ver cómo lo hace? Para saber si lo hacemos bien…
(Mi plan iba perfecto). Regresé a la cama y para no hacer todo más largo les comenté que sí, que con gusto. Yo ya había enseñado a mis dos hijos mayores como hacerlo, no con morbo como en esta ocasión a los niños. Les dije que lo hicieran conmigo para yo decirles si era correcto o no; con un poco de pena se sacaron la verga los cuatro, efectivamente Federico y Emilio estaban más desarrollados, ya tenían más pelos que Salvador y mi hijo, y sus vergas eran un poco más grandes y gruesas. Comenté que primero necesitábamos inspiración, y puse una película porno, busqué la adecuada, una de orgía con 5 hombres y una mujer. Yo acostado en medio de los cuatro, dos y dos a mis lados, les dije que empezaran viendo la película y tocándose sus vergas suavemente hasta lograr la erección, fueron rápidos, ellos sorprendidos de ver como 5 hombres cogerían a una sola mujer, les dije que era algo normal, que existía sexo de todo tipo, tríos, orgías, mujer y mujer, hombres y hombres, etc… Que el sexo era algo muy rico que se disfrutaba. Les dije como bajar y subir su mano por su verga lento y después rápido. Realmente me estaba excitando en ese momento. Para hacerlo más interesante les dije que cuando alguien los masturba es más rico, y como maestro les indiqué que tomaran la verga del de alado (Fede – Emi y Salvador – Javi), en ese momento dejé que mi hijo también lo hiciera, vi como cerraban los ojos, suspiraban y se retorcían de placer.
Emilio, el más curioso me dijo si podía agarrármela porque era más grande que la de todos, con gusto me dejé, ¡me estaba masturbando el amigo de mi hijo! Les dije que se detuvieran y fueran lento para que no acabaran pronto. En el video comenzaron a lamer el culo de la mujer, en ese momento Federico preguntó si era posible eso, a lo que aproveché e indiqué que sí, que es algo delicioso de hacer y que te hagan. Asombrado preguntó que si a los hombres también se les hacía, y contesté que sí, algo riquísimo (y realmente lo es, hasta ese momento, solo mi esposa y alguna otra mujer con la que he estado, me lo había hecho). Aproveché y le pregunté a Federico si quería también conocer y aprender como se hacía y sentía, tal vez por lo excitado o curioso que estaba aceptó en seguida. Me giré hacía él, hice a un lado a Emilio y todos se dispusieron a ver, les dije que lo haría con todos para enseñarles, levanté las piernas de Fede, las abrí y comencé a lamer ese rico ano lampiño, cerrado, sentía delicioso, como los primeros anos que mame cuando tenía 15 años, pasaba mi lengua, se la metía, daba giros con la punta de mi lengua al rededor de su ano, escupía y el solo gemía de placer, los niños seguían masturbándose viendo la escena.
Estuve así como por 5 minutos, me detuve para evitar que él acabara, le dije a Emilio que le haría lo mismo y así fue el mismo proceso, lo mismo con Salvador y finalmente ellos pidieron que también a Javier, aunque yo no quería por ser mi hijo, pero ellos muy vivos comentaron que todos parejos, y con temor se lo comencé hacer a mi hijo, fue el más delicioso, no se si por la idea de ser mi hijo, pero lo disfruté más que todos, tardaría más con él, e invité a los otros que lo hicieran entre ellos, Federico quedó solo y le dije que me lo hiciera a mi, y así fue, inexperto pero sin temor, comenzó a lamer mi ano como si se tratara de una nieve, se ahogaba entre mis grandes y peludas nalgas, pero el continuaba, realmente me estaba gustando esto y me sentía en la gloria. Sin darme cuenta comencé a dedear a mi hijo, le mamaba el culo y lo dedeaba, él gemía de placer, y yo también.
Recordé la escena de mi hijo mamando la verga de sus amigos, y por lo excitado que estaba, imaginé haciéndolo conmigo, así que detuve mi lengua de su ano y lo giré hacia mi, y con fuerza le lleve su cabeza a mi verga, él sabía perfectamente que hacer. No sé desde cuando mamaba verga mi hijo, pero lo hacía muy bien para su corta edad. Todos se sorprendieron de ver a Javier mamar la verga de su padre, les dije que se acercaran más a mi e indiqué a Federico que le mamara la verga a Emilio, y Emilio a Salvador, mientras que yo jugaba con el ano de Federico, se lo mamaba, le empecé a dedear, le escupía, le metía uno, dos, tres dedos, esto ya se había salido de control. Federico comenzó a hacer lo mismo con Emilio, lo dedeaba, seguía mis pasos, todos gemíamos de placer, por un momento perdí la conciencia de con quienes estaba, recordé que los niños habían dicho que esta noche penetrarían por primera vez a mi hijo, y entonces pensé que ya estando en esa situación, antes que nadie debía ser yo quien lo cogiera, entonces lo hice, giré nuevamente a mi hijo, quedando su culo frente a mi y nuevamente lo comencé a dedear, ahora con más furia que antes, sentí preparado y les dije a los niños que los enseñaría a coger, todos excitados se alegraron. Comencé a pasar mi verga por el ano de mi hijo, escupía mi verga y comenzaba a empujar para introducir el pedazo de carne que lo trajo al mundo, le pedí a Salvador y Emilio que mamaran mi verga y el ano de Javier al ritmo que yo metía mi verga, y ellos encantados lo hicieron, mientras que Federico le daba verga por la boca a mi hijo.
Logró entrar, estaba muy apretado, sentía delicioso, me mataba el morbo de saber que la verga con la que se procreó Javier ahora estaba dentro de él. Mi hijo gritaba, pero no se quejaba, yo veía como disfrutaba al máximo ser penetrado por mi. Él solo comenzó a moverse a su ritmo, lo hacía delicioso, parecía un experto, luego me enteraría que aprendería los movimientos por la pornografía que veía, volteé a ver a todos, era una escena ardiente, un oso maduro teniendo en su cama a cuatro deliciosos niños. Comencé a embestir a mi hijo con más fuerza, y él gemía con más placer, exclamando: ¡SÍ!. No podía terminar ahí, así que saqué mi verga rápidamente del ano de mi hijo, el gritó con mucha fuerza. Tomé con fuerza a Emilio que lo tenía a un lado, y levanté su culo de nuevo para mamarlo y dedearlo. Ahora Emilio mamaba la verga de Javier, y Javier continuaba con la de Federico, mientras que Salvador mamaba mi verga, hasta que me dispuse hacer lo mismo que con mi hijo y le indiqué que mamara el ano de Emilio y mi verga. Comencé a meter, costó más trabajo porque Emilio se resistía hacía adelante, por lo que lo tomé de su cintura para que no se escapara y se la dejé ir de un golpe, el soltó la verga de mi hijo que tenía en su boca para dar un grito. Saldrían unas lágrimas de sus ojos, pero al cabo de 5 minutos con mi verga dentro, comenzó a mamar nuevamente a Javier. Federico y Salvador cambiaron de posición, ahora Javier chupaba la verga de Salvador, me excitaba tanto ver a mi hijo mamar verga. Federico se acercó a mi mientras yo cogía con fuerza a Emilio y comenzó a besarme en la boca, era la primera vez que besaba a un hombre, sentí delicioso, metía mi lengua hasta su garganta, le mordía sus pequeños y gruesos labios, con una mano logré darle una nalgada muy dura. Sentí acabar nuevamente, así que me apresuré a salir de Emilio.
Federico me tenía muy prendido, al soltar a Emilio tomé por la cintura a Fede y me recosté boca arriba, le indiqué que se sentará en mi verga, solo logré escupir dos de mis dedos e introducirlos en su ano antes de penetrarlo. Fue tal vez a quien más le dolió, por la posición siendo su primera vez. Comenzó a bajar su lampiño culo atinando a mi verga, al sentirla se contrajo, y al igual que a Emilio lo tomé por la cintura y lo bajé con fuerza hasta tragarse por completo mi verga, gritaba que no podía, que le dolía demasiado, le dije que esperara, que era normal al ser la primera vez. El decidió cuando comenzar a cabalgar mi trozo, se movía como una puta, yo estaba en los cielos. Puse a Salvador quien sabría que sería el siguiente, en mi cara para mamarle el ano. Escuché como gemía Javier y levanté a Salvador un instante para observar, Emilio se lo estaba cogiendo, fue exageradamente excitante ver como Emilio levantaba las piernas de mi hijo y lo embestía. Federico se inclinó para besarme mientras que con mi dedos jugaba en el ano de Salvador. Con Federico sería con quien más tardaría. Lo nalgueaba, le chupaba sus tetillas, cambiamos de posición, buscaba las posiciones adecuadas para estar todos en interacción y también para observar como mi hijo era penetrado. Solo me faltaba Salvador así que dejé de coger a Fede y jalé con fuerza a la orilla de la cama a Salvador, lo abrí de piernas, Salvador parecía ser la más putita de todos, no tuve consideraciones esta vez para prepararlo, de una se la deje ir, gritaba como una perrita y eso a mi me ponía más duro. Emilio le cedió lugar a Federico, quien ahora cogía a mi hijo y Emilio llevo su verga a la boca de Javier. No podía creer todo lo que estaba ocurriendo. Cogería por al rededor de 10 minutos a Salvador, me salí de él y me acosté para que me mamaran la verga, se acercó Federico, parece que era quien más gusto tenía por mi.
Se inclinó y comenzó a mamar, con su culo al aire ahora era Javier quien se lo cogía, nuevamente mi excitación fluyó al ver a Javier ahora ser quien cogía a su amigo. Lo mismo pasaba con Salvador que se cogía a Emilio, todos sudábamos, gritábamos, gemíamos. Disfrutábamos al máximo del momento. Sugerí cambiar, Salvador me mamaba la verga, Federico se cogía a Salvador y Javier se cogía a Emilio, la habitación estaba que ardía, al igual que todo por mis adentros. No podía más tenía los huevos durísimos. Debía derramar toda la leche que acumularon esos cabrones. Les dije que era el momento en que saldría mi leche, que se acercaran los cuatro a mamar mi verga y así lo hicieron. Se compartían mi verga y mis huevos esas cuatro boquitas, y como tres minutos después salieron disparados mis chorros de semen. Apunté mi verga por sus caras, quería que llegara para los cuatro. Les llené la cara de semen, esas caritas tiernas, ahora eran caritas morbosas, con lujuria, llenas de sexo y leche. Gemí tan fuerte de lo delicioso que lo había pasado, pero ellos parecían querer más. Y Federico tomó a la fuerza a Emilio para que mamara su verga, y mi hijo a Salvador, yo ahora solo observaba lo demonios que había creado. Unos instantes después Federico comenzó a gemir más fuerte, estaba derramando su leche dentro de la boca de Emilio, se me paró la verga al instante. Federico se tiro a mi lado y comenzamos a besarnos, mientras Emilio le acercaba su verga a Salvador. Yo acostado con los ojos cerrados besaba y besaba a Federico, de pronto siento como se acomodaban en mi verga. Era Javier que pedía verga en su ano.
No pude negarme, nuevamente comencé a coger a mi hijo, era delicioso ver como giraba sus ojos de placer. Entre ratos besaba a Federico que parecía muy agotado. Un momento después Emilio se retorcía y gemía, él también ya eyaculaba, vi como Salvador escupía su leche, y al igual que Fede, cansado se recostó. Salvador comenzó a masturbarse por su cuenta, yo seguía cogiéndome a mi hijo mientras él se masturbaba. En un momento con un tono dulce y gimiendo me gritó: "Papi", y sus dos chorros de leche llegaron a mi cara. La excitación era tanta que al mismo tiempo que mi hijo terminaba en mi cara, yo me deslechaba en su culo. Javi se echó sobre mi, aún con mi verga dentro. Lo abracé como cuando dormía sobre mi pecho cuando era pequeño. Salvador continuaba masturbándose, pero se veía cansado. Comentó que nunca antes le ha salido leche, le dije que tal vez aún no era el momento, que tal vez en unos días saldría. Cansado y con la verga parada se acostó también. Mi verga perdió su dureza y salió del culo de Javier. Sin darnos cuenta nos quedamos profundamente dormidos. A las 9:00 de la mañana me desperté, Javier aún seguía arriba de mi, a mi lado Federico y al otro lado Emilio y Salvador, todos desnudos y pegajosos. Me paré a darme un baño, bajo el agua pensaba en todo lo ocurrido y mi verga despertó. No quise masturbarme nuevamente. Salí del baño, ya limpió y desnudo y vi como empezaban a despertar. Les di los buenos días. Estando los cinco despiertos nos miramos entre sí y nos vimos todos desnudos. Comenzamos a reír al vernos. Me acosté nuevamente entre ellos y les pregunté como habían pasado su primera experiencia. Todos estaban maravillados.
Afortunadamente no tuve que indicarles que de eso no debían decir nada, ya que los mismos Federico y Emilio amenazaron con que nadie debía decir absolutamente nada de lo ocurrido, mucho menos a sus padres. Sabían que no estaba bien lo que había pasado, me sentí tranquilo por esa parte. El día transcurrió normal, jugaron, comieron, vieron televisión, yo ya no estaba enojado con ellos. Antes de que llegaran por ellos sugirieron repetir pero les comenté que no se podría, ya que en cualquier momento llegarían por ellos. Esa fue la manera en que rompí el culo de los amigos de mi hijo, y de mi propio hijo; y ellos rompieron con mi paradigma de ser totalmente heterosexual, aunque sigo disfrutando como adolescente el coger con mi esposa y otras mujeres. Como eran vacaciones volvieron a llegar, y volvimos a repetir la historia, aunque en alguna ocasión se integraría Gerardo, más tarde Ángel y algún momento dos amigos de mi hijo Rodrigo hasta entonces. Y en otras ocasiones, Javier mi hijo y yo.
Gracias.
Cuenta cómo se integraron los otros niños y su hijo menor se lo llegó a coger también
No hubo segunda parte?
Y Las demás Historias que faltan, es uno de los mejores relatos que he leído
Que relato! uff! Yo quisiera ser su hijo Javier! jejeje