I Un baño en Casa de Andrés
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElianOcho.
Un día caluroso de verano cuando tenía 8 años, estaba jugando con mi pelota en el patio cuando veo que mi primo Federico de 10 años que baja de su casa y sale a la calle, yo lo seguí a la puerta por curiosidad y vi que estaba con su padrino Andrés. Yo sabía que su padrino muy seguido lo sacaba a pasear pero eran cosas de ellos, no me invitaban, o no me dejaban ir, o no se, pero luego mi primo me decía que fueron aquí o allá, incluso a la playa, también luego veía los regalos que le compraba, ropa, yo quería un padrino así: joven, en buena forma, con auto y sobre todo le hacia caso a su ahijado.
Me acerque a ellos y les pregunte ¿que hacen? y mi primo dijo “nada, vamos ir a comer y dar una vuelta después”, a mi se me salió “¿puedo ir? El padrino me vio de arriba a abajo, no estaba para salir así ni a la esquina. Dudando Andrés dijo, “pues, pide permiso, ver si te dejan”. Andrés ya me conocía de tiempo atrás, sabía que era primo de Federico y en muchas fiestas de la familia de Federico ahí había estado yo y siempre veía que Andrés era muy amistoso, siempre hablando de planes para salir con Federico o adonde habían ido y a veces platicaba conmigo también.
Me fui corriendo a la casa pero no dije que íbamos con Andrés, no quería que dijeran que no, quizás por estar mas chico, no me dejaban, solo dije, “me voy con Federico al parque”, mi mama sin verme, solo dijo “no llegues tarde”.
Llegue con ellos que ya estaban en el carro y nos fuimos. Andrés le dijo a Federico, “..quería llevarlos al McDonalds pero Adrián no se arreglo, no está para ningún restaurante, vamos a la casa para que se arregle un poco…”
Federico ya me había contado sobre la casa de su padrino, el vivía con sus papas un hermano, ya conocían a Federico desde bebé, ahí en su casa ya habían videojuegos y otras juguetes para que Federico se entretuviera cuando iban ahí.
Al llegar a la casa Andrés saludo, pero nadie contesto, “debieron haber salido a comer” o algo así dijo para sí.
Federico corrió y subió las escaleras, era una casa grande de dos pisos con un patio central, Andrés me tomo de la mano y me guió. Al llegar ya Federico estaba sentado en la cama en el cuarto de Andrés y había puesto un video juego y solo me senté junto a él a verlo jugar,
Andrés empezó a abrir los closets y cajones, vi que sacaba una camiseta playera y de una bolsa unos calcetines blancos. Dijo “esta playera esta como nueva y ya no te queda y aquí todavía hay calcetines nuevos”, y puso eso a un lado y se sentó en un escritorio que había en el cuarto como arreglando papeles y viendo como jugaba Federico. Federico no dejaba de llamar la atención de Andrés, “mira como gane”, “¿viste mi golazo?” etc.
Después de un rato Andrés dijo, “váyanse alistando, voy a preparar el baño”, yo no tenía ni idea de que se refería y menos había pensado en ningún baño, así que Andrés abrió una puerta que había en su cuarto y daba a un baño grande y oí como se abrió la llave y se empezó a llenar una tina.
Entre juego y juego Federico se iba quitando alguna prenda, yo inocentemente le dije “¿te vas a bañar?” y me contestó “nos vamos a bañar…” así que yo también iba siguiendo a Federico, si se quitaba la playera, yo me la quitaba, se se quitaba un calcetín, yo también. A Federico no parecía importarle que Andrés estuviera por ahí, adentro en el cuarto o saliendo a veces, yo creo que ya estaba más que acostumbrado.
Llegó un momento en donde Federico, se para y en un solo movimiento se quitó los pantalones junto a la ropa interior, los patea a un lado y se vuelve a sentar a seguir jugando, yo traía un short sin ropa interior y poco a poco me lo fui quitando, así que los dos quedamos desnudos sentados en la cama. Yo ya me había bañado con mi primo desde hace mucho tiempo por diversas circunstancias, pero el verlo así en ese momento me llenaba de curiosas sensaciones, yo solo seguía sentado con las manos entre las piernas mas viendo a mi primo que al juego. Entonces Andrés pasó y recogió la ropa que estaba en el suelo y la puso a un lado y fue a revisar como estaba la tina y dijo “va a la mitad, Federico, ya deja jugar un rato a Adrian…” por lo que me paso el control y por fin empecé a jugar, en esas circunstancias no pensaba mucho en el juego pero mas pronto ya estaba dentro del juego olvidando que estaba desnudito en una casa extraña.
Andrés se sentó a un lado de nosotros a ver cómo jugábamos y yo creo que también a vernos a nosotros, yo sentía cierto gusto en que me pudiera ver así, quizás era una manera de agradarle, de “caerle bien”.
Como era bueno en los videojuegos y no perdía de repente se para Federico y ¡se sale del cuarto! así ¡encuerado como estaba! lo curioso es que Andrés pareciera no darle importancia y como sea yo estaba más que inmerso en el juego. Ahí con Andrés note que se interesaba más en mi juego y en mis logros, me daba mil halagos y yo me sentía muy contento, tiempo después comprendí que Federico era muy celoso y Andrés procuraba no hacerme mucho caso cuando Federico estaba cerca.
Andrés sentado junto a mi, me puso un brazo alrededor y bajaba su mano por mi espalda, era muy rico sentir esos cariños, luego revolvía mi pelo también.
Andrés se paró y se fue al baño y oí que cerró la llave del agua y regresó junto a mi, se paró junto a la tele y la apago, dijo “ya se lleno la tina” y luego me tomó de la mano y dijo “vamos por Federico” sin tiempo más que para la sorpresa salimos del cuarto y vi que la puerta que daba al patio estaba abierta, más sorpresa mía que salimos así al patio cuyas paredes internas no daban vista a la calle, recuerdo haber sentido una brisa recorriendo mi cuerpo y esa sensación de que me iban a ver desnudo, cruzamos el patio y llegamos a otro cuarto. era el cuarto del hermano de Andrés y ahí estaba acostado Federico sobre la cama boca abajo jugando en otra consola.
Andrés se sentó en un lado de la cama a ver como jugaba y yo del otro quedando Federico en medio de nosotros, Andrés empezó a acariciar toda su espalda, de cuello hasta los pies, recordé como él me había apenas acariciado y recordaba lo rico que se sentía, pero a la vez me paso por la mente que se sentía recorrer así el cuerpo de Federico, que al estar en un equipo de fútbol tenía un cuerpo que me pareció muy bonito, firme, pero a la vez suave… pero no me atreví a tocarlo.
Un poco después, Andrés dijo “ya esta el baño” y Federico siguió jugando hasta que perdió, en eso se para y sonriendo me dice “¡vente vamonos!” y ya corriendo riéndose dijo “vamos a escondernos” cruzamos nuevamente el patio desnudos, el me había agarrado la mano y me jalo al cuarto de sus papas, que afortunadamente me acordaba que no había nadie en casa, y nos escondimos a un lado de la cama, el me tomo de los hombros porque era más grande y estaba detrás de mí y me agacho para que no nos viera, yo quede hincado con la cabeza sobre la alfombra el el atrás sobre mi, ahí sentí nuevas sensaciones porque “sin querer” su pene quedó entre mis nalgas y yo solo me reía tratando de que no nos descubriera.
Andrés pasó a un lado de la puerta llamandonos, pero seguro que ya se sabía los escondites de Federico así que finge y se siguió a su cuarto, nosotros en cuatro patas gateando nos acercamos a la puerta de la recamara, salimos al pasillo y Federico se para me levanto y me tomó de la mano para entrar al cuarto de Andrés lo que me hizo tener cierto alivio.
Mi sorpresa fue mayor cuando en vez de dirigirnos al cuarto da media vuelta y conmigo agarrado empieza a ¡bajar las escaleras! yo solo pensaba en quien pudiera estar abajo y no descubriera así, pero llegamos a la sala y estaba vacía, y nos sentamos en la sala, las cortinas dejaban ver la calle pero me imagino que nadie nos veía porque la gente que pasaba seguía de frente, fue raro pensar “que no nos veían” como si hubiera querido lo contrario.
Federico se quedó atento y se oyó como Andrés bajaba la escalera, nos llamaba pero en ese tono juguetón de los papas cuando dicen “¿donde esta el bebe?”. En el momento justo Federico se paró y lo seguí, empujó una puerta que daba a la cocina y junto a la cocina estaba otras escaleras de servicio que daban al patio nuevamente. Mientras subimos me fije en Federico nuevamente, casi subía a gatas ayudándose con las manos, yo atrás vi como le colgaban y columpiaban su pito y huevos, eran más grandes que las mios, así también me quedo a la vista su hoyito, nunca había visto uno tan cerca y claro, una sensación me recorrió la espalda, ya que uno se imagina que eso que no se ve y se relaciona con las cosas del baño debería ser de dar asco pero quede como hipnotizado mirando, fue como una visión: sus nalgas, su pene y sus huevitos colgando y el hoyito… el hoyito (suspiro).
Llegamos al patio, lo cruzamos por tercera vez, Federico me gano salió primero y se dirigió al cuarto, Andrés ya estaba atrás de mi, yo como queriendo seguir jugando , me desvíe de Andrés que estaba por atraparme y rápidamente me subí a una escalera que llegaría la azotea de no ser que el techo estuviera enrejado por lo que mí “escape” no llegó lejos, sentí como Andrés me atrapó tomándome de la cintura y yo reía y pataleaba fingiendo querer escapar, Andrés me dio la vuelta me echó sobre sus hombros hacia atrás sujetandome solo por mis piernas y me llevó “prisionero” hacia el cuarto y el baño mientras con una mano acariciaba mis nalguitas que estando así al aire me daba dobles sensaciones de sentir rico y estar “expuesto” a la vez, pensaba que si mi hoyito quedaba a la vista…
Llegamos al baño y ya Federico estaba dentro de la tina, me bajo y agarrandome entre con cuidado a la tina, todavía el agua se sentía muy caliente por lo que me fui aclimatando y sentandome poco a poco y ahí nos quedamos un buen rato solos.
Mas tarde llego Andrés tomó uno se esos shampoo para niños de olores a frutas y se lo puso en el cabello de Federico, y así también a mi, Luego tomó un jabón y enjabono la espalda de Federico, se pasó a mi lado y me dijo “párate”, me pare y él con el jabón en la mano me enjabono todo el cuerpo, pasando el jabón suavemente entre mis nalguitas y aunque sentía cierta pena también sentía muy agradable su contacto en mi piel, nuevamente Andrés nos dejó y bastante tiempo después regresó con unas toallas.
Andrés nos dijo”ya estuvieron mucho tiempo y el agua ya se enfrió, voy a prender la regadera para que se enjuaguen”, con lo que le quitó el tapón a la tina y nosotros nos paramos y nos hicimos un lado porque al prender la regadera esperamos tantito a que saliera tibia y nos pusimos bajo el agua para que se nos quitará todo el jabón,
Andrés cerró la regadera y envolvió a Federico en un toalla, lo cargo y lo saco del baño, poco después llego por mi, me enrollo en una toalla grande y me cargo afuera.
Saliendo vi que Federico estaba sobre la cama envuelto en la toalla con los pies en la cabecera y viendo la tele que Andrés había encendido y así me coloco a mi también y nos quedamos viendo alguna serie de “Dragon Ball”.
Andrés se sentó al lado de Federico con la misma toalla lo acabo de secar y puso la toalla sobre la cama y Federico se volvió a acostar sobre ella. Andrés tomó una de esas cremas tipo “Nivea Milk” y se dedicó a ponerla sobre Federico de “pies a cabeza” y de regreso varias veces, yo seguía viendo la tele pero atento a lo que hacía Andrés porque sabía que después sería mi turno. A mi me llamaba la atención como Federico se dejaba masajear, como pasaba Andrés suavemente su mano por todos lados incluso sobre su pene el cual parecía que había crecido un poco debido al rico estímulo.
Así luego se puso junto a mi, me quito la toalla y me seco y me acosté sobre la toalla, y el suavemente me ponía gotas de crema sobre toda la espalda, haciendo un “caminito” hasta mis pies, para posteriormente esparcirla en toda mi parte trasera, así pronto me hizo girar y quedando de espalda con la cabeza hacia atrás para que siguiera viendo la tele repite el proceso, de alguna manera sentí que me dedicaba más tiempo a mi, lo que de cierta manera agradecía porque se sentía tan rico todo eso, y esa sensación cuando pasaba su mano sobre mi penecito, pronto me di la vuelta y Andrés me volvió a untar un poco más de crema pero esta vez se detenía más en mi parte “media” y al recorrer sus manos sobre mis nalgas claramente sentía que algún dedo pasaba sobre mi hoyito lo que me generaba una sensación muy agradable. Así nos quedamos hasta que terminó el programa, Federico se paró y se empezó a vestir solo y dijo “ya vamonos ya tengo hambre” Andrés se acercó a mi y me puso aquella camiseta playera y me puso los calcetines nuevos, después tomo mi short lo acomodo en el piso, me pare sobre el y Andrés me lo subió, me senté y me ayudó a ponerme los zapatos, yo me sentía muy “consentido” porque hace años que en la casa no me ayudaban a verstirme o desvestirme finalmente me llevó al baño me paré en un banquillo enfrente del espejo y él se puso detrás de mí para peinarme yo sentía muy rico esa manera que quedamos juntos con nuestros cuerpos en contacto.
Finalmente nos bajamos y salimos a la calle en donde entramos nuevamente al auto y nos fuimos a comer, en el McDonald’s nos divertimos en los juegos y finalmente Andrés nos regresó a donde vivíamos y se fue, Federico y yo nos dijimos “Adiós” y regrese a la casa, fue un día muy bonito que me dejo mil cosas que pensar y recordar en especial de todas esas nuevas sensaciones para mi..
De esa vez Andrés preguntaba más por mi y fuimos más veces a su casa en donde ya con más confianza llegamos a hacer otras cosas que ya les contaré, lo que con el tiempo supe es que esta primera vez el vio como me portaba con ellos y no quiso hacer más sin antes saber como reaccionaba a sus afectos.
ElianOcho
elian@tormail.org
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!