Infancia Precoz (2) – La penetración
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shadowjcsq18.
Hola todos los lectores de esta linda web, así mismo agradezco sus comentarios y espero poder seguir teniendo el tiempo para volver a escribirles mas de mi vida.
En esta oportunidad relatare la continuación de este relato:
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-12685.html
Las visitas a la casa de Sebastián (30) se hicieron mas frecuentes, debido al poco cuidado que recibía tenia la libertad de poder subir al ultimo piso y seguir disfrutando de cada caricia, de esos tiernos besos en todo mi cuerpo, de las continuas lamidas de culo tratando de taladrar con su lengua mi virginal anito y recibir sobretodo esas hermosas palabras a las que no estaba acostumbrado desde pequeño.
Ya con 8 años Sebas jugaba con mi ano con su enorme dedo, yo le replicaba que no me gustaba y siempre quedaba allí, hasta que llevo a vivir a su novia y nuestros encuentros se redujeron mucho.
Yo tenia la idea de que a ella le daba los cariños que yo recibía y un día se lo dije.
Yo: Sebas por que ya no tienes tiempo para jugar los dos? Te quiero mucho y quiero estar contigo todos los días.
Sebas: Mi bebe eso no se puede, tu eres un niño y no puedes soportar lo que una mujer si puede, a ti te duele y no quiero hacerte daño, entiéndeme por favor
Yo: Entonces ya no me dolerá, te lo prometo, voy a dejar que me hagas lo que le haces a esa.
Sebas: Me lo prometes, te va doler y vas a llorar y no quiero verte así.
Yo: Te lo prometo, solo quiero estar contigo.
Quedamos en hacerlo al día siguiente.
Subí y me metió en su habitación, me saco la ropa y comenzó a lamerme el culo como siempre, pero no tardo mucho y comenzó a dilatar mi ano con su dedo con bastante saliva, yo sabia que no tenia que decir nada, pero el dolor hacia que me contrajera y el me decía que si hacia eso mas me dolería.
Sebas: Tranquilo mi bebe, no te pongas duro, me dijiste que no ibas a quejarte, pero te va doler mas si haces eso, déjate meter el dedo si?
Yo: Esta bien
Acto seguido introdujo muy lentamente y con mucha dificultad su tremendo dedo en mi oyito, si mi camino era ese tenia que resistir, cerré los ojos y apretaba los dientes y los ojos, mas no mi culito, sentía como jugaba con mi ano, metiendo su dedo una y otra vez, me cambio de posición y me puso boca arriba, comenzó a lamer mi penecito mientras seguía follando mi ano con mas fuerza, ambas sensación me distraían de el dolor de sentir que esta ves metía dos dedos, trate de zafarme pero me miro y sabia que había prometido no hacerlo.
Como todo un experto siguió dilatando mi culito y chupándome la pija, pero después me lleva a la sala, donde tenia una computadora, la prende y me sienta encima de su pierna, hace algunas cosas que no entendía (abría su MSN y conectaba el Cam), chateo por un breve momento, le pregunte que era y solo me beso, su lengua la introducía muy dentro de mi, me ahogaba y no me gustaba pero sabia que no podía replicar.
Después comenzó a besarme todo el cuerpo, pasaba su lengua por mis axilas por mi cuello, por mi espalda, todo esto en la misma silla, yo solo tenia los ojos cerrados esperando ese dolor que tenia que soportar para ser su novia.
Me sentó nuevamente en su pierna y levanto las mías, siempre pidiéndome que mire la pantalla de la computadora, entonces comenzó a meter su dedo y con la otra mano masturbaba mi pequeño penecito, el dolor era mayor debido al desconcierto de ver que miraba en la pantalla un hombre masturbándose, entonces saco un frasco, vaselina supongo, y me lo comenzó a embarrar en el recto mientras metía un dedo y luego dos, el dolor disminuía y la sensación de placer empezó a aparecer.
Sebastián me estuvo dilatando durando un rato mas hasta que se levanto y me pidió que le chupara el pene, me puso de rodillas en la cama y hice lo que ya sabía, le pasaba la lengua por todo su pene y veía su cara de placer y empezó a esperarme, le succionaba el glande como le gustaba y le daba chupadas que pasaban mas de todo su cabeza, sin decirme palabras me arrodillo en la silla mirando para atrás, acomodo en forma horizontal el mueble hacia la compu, ya aquí no notaba lo que hacia, nos sabia que iba a hacer.
Sebas: Te voy hacer lo que le hago a mi novia, te voy a meter mi pinga dentro de tu culito, ya has visto que es mas grande que mis dedos, quieres que te lo meta mi bebe?
Yo: Si, méteme, yo quiero ser tu novia.
Voltee y observe como se embarraba de vaselina la poronga, la cara de extasiado que tenia no me preocupaba, pero al mismo tiempo veía como el tipo se acercaba mas a la pantalla, era un tipo gringo como le decimos aquí en Perú.
Me pidió que me agarre de la silla fuertemente y me puso un calzoncillo entre los dientes, y comenzó a jugar con mi anito, lo pasaba suavemente y aquello me gustaba mucho, pero de pronto supe por que tenia el calzoncillo en la boca, metió su pene, quizás solo el glande , sus enormes manos agarraban firmemente mi culito y no podía hacer nada.
Llore y mucho, el dolor de ser penetrado y ser la novia de alguien tenia un precio y si que lo supe resistir, pero el dolor aumento a medida que metía su enorme pinga (tranquilamente de 18cm) entraba, pero no del todo y comenzó a embestirme solo la parte que había entrado, la mente se me nublo, el dolor no se transformo en el placer que sentía con su lengua, mis lagrimas dejaron de caer y mi cuerpo ya no se comprimía, no supe que mas paso…
Me desperté no se a que hora, pero ya era de noche, sentía que hacia algo con mi culito, estaba pasándome algún ungüento, sabia que ese día iba a ser doloroso, pero no pensé que al final solo me iba a dejar una mala experiencia que no se volvió a repetir con mis nuevos amantes.
Me tomo de la cara y me dijo que me quería mucho, yo no conteste nada, solo le pedí que me dejara ir a mi casa, me cambio y el dolor que tenia en el culo era leve, pero el ardor hacia que me tocara, me dijo que no hiciera eso sino ya no seria mas mi novia, había echo una promesa y camine hacia el apartamento de mi madre, entre y estaba abierta la puerta, estaba desnuda con un hombre al costado, balbuceaba cosas y yo solo quería dormir, el tipo me miro lascivamente debido a que siempre use pequeños pantaloncillos, no pude evitar fijarme en el tremendo bulto que comenzaba a asomarse, me acerque y a el y me recosté en su entrepierna hasta quedar dormido..
Continuara…
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