Infancia Precoz (3) – Mi primer amor Aldo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shadowjcsq18.
Hola a todos nuevamente, me disculparan la demora pero he estado atareado y no he tenido tiempo para seguir escribiendo, les agradezco sus comentarios y tratare de esforzarme más para que estos relatos verídicos de mi vida sean de su agrado, a continuación les contare lo que paso con el novio de mi madre luego de la mala experiencia con mi vecino.
Parte 2:
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Mi primer Amor Aldo
Estaba mi madre profundamente dormida, ebria y desnuda, pero tapada, al lado estaba su novio, lo recuerdo como un tipo carismático, siempre que lo veía me despeinaba y cuando me iba me daba una nalgada, ahora lo veía desnudo y dormido, pero tenía el bóxer puesto, quería dormir y no se me ocurrió mejor idea que hacerlo en su entre pierna.
No sé qué tiempo pase dormido, pero aún era de noche cuando Aldo, así se llamaba, me despertó, le pedí que me dejara dormir pero insistió y me levante.
Aldo: Enano anda a tu cama, me has dejado con las bolas aplastadas.
Yo: Perdona, es que tenía mucho sueño
Aldo: Porque has llegado tan tarde?
Yo: Me quede jugando arriba
Aldo: Con quien nene, ya eran las 9 y todos los niños deben dormir a esa hora
Yo: Siempre juego solo.
Me quedo mirando y yo no le dejaba de ver su bulto que lo tenía semi erecto, al bajarme de la cama sentí el dolor en mi culito desvirgado y no pude evitar quejarme.
Aldo: Que te duele enano?
Yo: No nada
Camine hacia mi habitación y me eche tapándome con una sábana, pero al instante Aldo entro y me siguió preguntando que me dolía, noto que el olor que traía no era mío, yo siempre tenia ese olor a limpio y mi ropa a ese olorcito del detergente de limón, quizás el sudor de Sebastián había quedado en mi cuerpo.
Aldo: Porque hueles a sudor de adulto?
Yo: Déjame dormir le voy a decir a mi mama que me estas molestando.
Aldo: Cuéntame has estado con alguien arriba no? Que es lo que dolía? Quiero que te des la vuelta.
No le hice caso pero fácilmente me puso boca abajo y me bajo mi short, abrió mis nalgas y pudo comprobar que me habían metido verga y una enorme.
Aldo: Pero mira que tenemos aquí, te han dejado bien roto el culito enano.
Yo: No le digas a mi mama por fa, te lo suplico.
Aldo: Esta bien no lo haré, será nuestro secreto, pero quiero que me digas quien fue.
Yo: No te lo diré, jure por mi mama que no lo diría.
Aldo: Esta bien enano, pero quiero que me prometas que no vas a volver a subir con él.
Yo: Ya no subiré, me dolió mucho.
Aldo: Ven nenito te voy a sobar para que te pase.
En ese instante me volvió a dar vuelta y comenzó a besarme el culito, esa rica sensación me gustaba, suspiraba con cada lamida de su culo, su lengua hurgaba dentro de mi anito recién desvirgado, luego de tantas lamidas me pidió que yo le haga lo mismo pero a su verga, se quitó el bóxer y le vi una buena pinga, recta, cabezona y bien venosa, más grande que la de Sebastián.
Ya tenía experiencia mamando verga así que le di una chupada que le gusto, me decía cosas como “que rico chupas perrita”, “tienes la boquita más rica que me tenido”, le pasaba mi lengüita por todo el tremendo falo, le chupaba sus tremendas bolas y succionaba su tremendo cabezota, luego de 5 minutos de mamadas me subió encima suyo y comenzó a besarme la boca, sus besos eran muy agradables, me dejaba tocar todo, introducía fácilmente un dedo y luego dos, me queje de dolor pero rápidamente era atrapado por esos mágicos besos en mi cuello y oreja, jadeaba de placer, mi pene tocaba su barriga y su verga comenzaba a asomarse por mi culo, sobaba todo mi rayita con tremendo falo, estaba en las nubes con tantas sensaciones ricas.
Después de algunos minutos en ese plan, Aldo comenzó a dilatar más mi culito, no sé que uso pero era aceitoso, metía un dedo y trataba de meter los 3 y no podía, recordé que no tenía que ajustar y así lo hice, así que pudo al fin meter los 3 dedos en mi ano deplorado horas antes, entonces me dijo “vas a probar una pinga de verdad nenito, aguanta como los hombres” me dio un profundo beso mientras con sus grandes manos tomaba mi culito y me sentaba en su vergota, separo mis nalgas con sus manos y metió la cabeza, me quería morir, mi grito se ahogó en su boca y firmemente me seguía introduciendo, el dolor era insoportable pero la follada anterior ayudo a que pueda resistirlo, y así siguió hasta que al fin me quede sentado sintiendo los pelos de su verga en mis nalgas, no podía evitar llorar pero seguía correspondiendo a sus dulces besos.
Aldo: Ya mi nene no llore, has aguantado como los machos, desde ahora serás mi mujercita y nadie más que yo te hará el amor.
Acto seguido levanto mi culo con sus manos para subirme y volverme a ensartar, el dolor era intenso y un extraña sensación rica se apodero de mí, estaba echo para recibir una buena pinga y ser follado de aquí para adelante por hombres atractivos y pingones iba ser mi destino, mi penecito comenzó a erectarse con cada ensartada, y seguía disfrutando de sus besos, soportando el dolor y el nuevo placer de ser culeado, entonces comenzó a follarme más rápido, apretaba mis nalgas y me daba unas buenas sentadas, la sacaba toda y la volvía a meter sin piedad, después de unos minutos cambiamos de posición, me cargo y me llevo a la cocina, la tele estaba encendía y subio todo el volumen, me puso en perrito en la mesa, se echó mas lubricante y comenzó a bombearme, “au au me duele” decía, “pero te gusta, dime que te gusta” “si me gusta sigue, sigue, me gusta”, “dame mas pinga dime dame mas dime” “si dame mas, dame mas pinga Aldo” “que rico culito carajo” “mas mas, mas Aldo” “Ahí viene tu leche mi campeón” “aaaahhh aahhhh”.
Comenzo a bombearme con fuerza, la mesa chillaba junto con mis gemidos de putita, le había agarrado gusto a la pinga y estaba hipnotizado por el placer anal, era un concierto de sonidos, sus jadeos, las palmas de mis nalgas con sus piernas, la mesa contra la pared y nuestras palabras de un cachero y su putita, de pronto aumento mas las embestidas “aaaaaaahhh conchasumare que ricooooooooooo” y sentí como inundo mis entrañas con su caliente leche, era lo mas rico que había sentido, sabia que era su leche, la que ya conocía a la perfección,me quede en esa posición, rendido, sin fuerzas, y el cuerpo de Aldo cayo encima mio despacio, “eres una putita rica mi amor” “si soy putita, fue rico”.
Se paro y trajo una toalla y me pidió que pujara y yo le dije que sentía rico, pero el me dijo que mi mama no podía enterarse porque sino nunca nos volveríamos a ver, entonces puje y salio su leche, me limpio y me llevo a mi habitación, me cambio y me acostó.
Aldo: Descansa mi reinita, ya sabes, no le digas nada a mama y no vuelvas a subir arriba con ese señor si?
Yo: No lo hare, ahora soy tu novia verdad?
Aldo: Si mi putita, eres mi novia, pero tengo que estar con tu mama para poder seguir viéndonos
Yo: Entonces eres el novio de las dos, esta bien
Aldo: Ya mi amor duérmete, mañana nos vemos.
Yo: Ya mi amor =)
Cerro la puerta y yo cerré mis ojos, aunque mi huequito aun no cerraba había abierto mi corazón a Aldo, me trataba lindo, pasaron los días y no volvimos a tener sexo por que tuvo que viajar, pronto regresaría dijo mama, yo iba a esperarlo con muchas ansias, no volvi a subir a ver a Sebastián pero me lo cruce en la puerta de la entrada un par de veces, siempre me llamaba y no le hacia caso, aunque la sensación de tener algo en el culito aparecía pero yo estaba enamoradísimo de ese robusto y bello mulato de ojos marrones, Aldo era mi amor y lo esperaría para volver a ser su putita.
Continuara…
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