Infierno latente.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por andreatequiere.
María tenía apenas 5 años cuando fue abandonada en una comunidad de retiro, una iglesia diferente a las normales , en esta todos son familia de sangre se casan los unos con los otros y son muy pocos los casos de personas foráneas que entra a formar parte de esta comunidad
Aal ser tan pequeña me dejaron ingresar sin mayor problema , mi casa se componía de un padre una madre dos hermanos y cinco hermanas , uno seguido del otro no tenían mucha diferencia de edad, cuando me adoptaron mi padre desde el inicio afirmo que yo tenía al diablo en mí , que no era digna de confianza por el momento pero que él me ayudaría, fui criada lejos de mis hermanos apenas los veía cuando comíamos, ayudaba a servir la mesa y me sentaba en una mesa más pequeña al lado de mi padre un hombre mayor de alrededor de 65 años, desde que me adopto , decía que para sacar el diablo debía maltratarlo, que las heridas en mi cuerpo sanarían a medida que mi alma se elevaba al cielo
Los castigos consistían en golpearme con una regla cuando hacía algo indebido , como mirarlo fijamente o sentarme con las piernas abiertas, si olvidaba servir la comida como se debía era porque algo pecaminoso me distraía y debía ser castigada para no pensar más en eso, aunque no sé, a que se refería mi mente estaba en blanco, cuando comencé a crecer recordaba una a una sus enseñanzas, hasta que a mis ocho años cometí un error imperdonable, en medio de la comida sentada al lado de mi padre sentí comezón y rasque mi muslo , tenía una picadura mi padre lo vio y de inmediato me saco del comedor para el baño , tomo su regla y me ordeno quitarme la ropa , yo no lo podía creer , me ordeno quitarme la ropa frente a él , eso debería ser pecado, no lo hice… pedí perdón afirme que no lo haría de nuevo pero el insistía que debía hacerlo, tomo la regla y me abofeteo una vez , sentí como se marcó la regla y como se puso caliente la piel , yo solo pedía perdón , me comenzó a golpear las piernas yo sentí mil reglazos a pesar que solo serían unos quince , sentían que me quemaban viva , opte por decirle, que si me quitaría el vestido pero que no me golpeara más , otro gran error , use la palabra “pero” eso es una ofensa mayor a rascarme la pierna es el demonio retándolo , diciendo que no tiene autoridad sobre él, no dijo nada espero que me desnudara
Me dijo dónde te tocaste le señale el muslo y con qué mano fue me pregunto yo levante la mano derecha y señale la pierna izquierda, me entrego la regla con la que me golpeo y me dijo debes darte tú misma en el pecado con la fuerza con la que deseas salvarte del fuego del infierno, tome la regla y me golpee un par de veces, recupero la regla y me dijo te enseñare a desear el cielo, si metes las manos o cierras las piernas ya sabrás de lo que soy capaz, abrió mis piernas ,
No sabía que era peor que me viera desnuda o el dolor que sabía sentiría, así que me prepare, inicie a rezar en mi mente sentí el calor del infierno con cada golpe la regla era de madera de unos cincuenta cm de largo y unos tres de ancho, color café claro y brillante por la laca después de 3 reglazos intente cerrar las piernas pero recordé su amenaza así que continúe cerré los ojos sentí tres reglazos mas cuando deje de sentir reglazos abrí los ojos mire mi muslo y me encontré con una pierna morada y rastros de sangre , me dijo el diablo está retrocediendo más te hace decir palabras que no debes es el momento de sacarlo de tu cuerpo de esta forma me levanto y me inclino en el lavado
Abrió mis piernas para que no me moviera de esa posición, tomo la regla y comenzó a rezar ,la regla me golpeo entre la cola y la espalda una dos cinco veces sentí que me moriría después de diez reglazos y notar sangre en mi espalda me vistió y salimos como si nada pasara yo no podía contener el llanto pero a lo largo del tiempo entendería que el diablo se expresa por el llanto y que si lloro es porque aun lo tengo , esta sería la enseñanza para dejar de llorar con los castigos de mi padre, a salir note como me miraron mi madre y mis hermanas con un toque de felicidad, no sabía si era por estar siendo bendecida o porque con mi llegada ellas no estaban siendo corregidas
Esa semana mis heridas no me dejaron dormir tenía mucho dolor y no podía mencionarlo , alrededor de veinte días después mi padre decidió que era momento de ver si el diablo había salido de mi cuerpo, esta vez me llevo al estudio cerro las puertas y me pidió que me quitara la ropa , yo no quería que me golpeara , lo hice sin oponer la mínima resistencia miro mi muslo y mi espalda casi cicatrizadas y dijo lo peor que podía escuchar , aun tienes el diablo adentro si las heridas estuvieran cerradas por completo ya no podría entrar pero aun entra y sale de ti cuando quiere por eso están como están estas en la edad justa de sacarlo si dejamos pasar más tiempo será imposible lograrlo, tenía temor de no sacar al diablo de mi pero también tenía temor del daño que podría hacerme, no sabía que me esperaba solo podía temer comencé a temblar mi cuerpo de niña como podía tener al diablo adentro con ocho años, baja, delgada sin senos y apenas una cola de niña, como podía ser, caco la regla pero esta era diferente tenía una especie de clavos
Inicie a llorar antes que me golpeara , se acercó a mí me beso en la frente y me susurro al oído , lograre liberarte , me inclino en el escritorio boca abajo con las piernas abiertas y comenzó a golpearme uno dos tres cuatro veces sentí como corría agua por mis piernas me dijo no es suficiente te veo palpitar no entendía a que se refería , no podía controlar mi llanto me tomo del cabello metió su mano por mis piernas y toco mi vagina , me altero demasiado comencé a gritar y a patalear él me decía saldrás de ella maldito diablo, sus dedos me tocaban de manera que me hacían daño, sentí unas ganas incontrolables de orinar no sabía si era lo que debía hacer , aguante … aguante lo que más pude hasta que salió la orina en cuanto salió la orina el me soltó dejándome inclinada en el escritorio tomo la regla y me golpeo mientras yo orinaba intermitente mente, no quiero decir que fue un gran orgasmo porque sentía culpa y dolor pero con cada chorro intermitente y cada reglazo descubrí que en el dolor podía encontrar un consuelo, pasarían tres o cuatro minutos cuando él se detuvo pregunte si podía vestirme a lo que el respondió que si
Al ponerme en pie vi como la sangre escurría por mis piernas y se mezclaba con la orina en el suelo, al darme la vuelta me tomo del pelo y me escupió me dijo mira lo que lograste y restregó mi cara en su pantalón, me apretó tanto que no podía respirar me tiro al suelo y me escupió de nuevo, me dijo que no se daría por vencido que ya encontraría la forma de ayudarme , si él no podía lo lograría, el alcalde de la comunidad, era como una pastor para este rebaño.
Yo solo quería que el diablo me dejara, el dolor en mi cuerpo no me permitía ni caminar, dure tres días en cama, esperando la respuesta del alcalde para saber qué hacer con este infierno latente en mí.
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