Iniciación a los 8 años II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Elrond21.
Habían pasado dos días desde aquel en el que Guillermo me había enseñado a jugar con nuestras vergas y yo no hacía más que pensar en lo rico que había sido y aunque no tenía del todo claro muchas cosas de lo que había sucedido con él, si quería volver a verle esa verga peluda y venosa. Él me había dicho cuando nos despedimos que volviera el sábado en la mañana. Ya era sábado por la mañana y decidí ir a su casa, aunque un poco nervioso iba decidido a repetir probar esa verga, quería repetir todo, que me la metiera y poderle meter la mía en ese gran culo.
Cuando llegué luego supe que la familia se había ido a visitar unos familiares de la zona rural muy cerca al pueblo, me hubieran llevado de haber llegado más temprano cosa que agradecí no pasó. Como la puerta siempre estaba abierta entré y saludé, Guillermo me habló desde el patio trasero en donde estaba con su primo Carlos. Carlos era un muchacho de alrededor de 14 o 15 años, lo supongo porque era compañero del colegio de mi hermano mayor que tenía esa edad, moreno, grueso y de presencia como de señor con un pequeño bigote, además trabajaba en el campo. Los dos estaban disparando con una escopeta de fulminantes a unas latas, yo pedí probar y aunque no acerté al primer disparo si lo hice al segundo cosa que fue muy divertida.
Era muy chévere estar con ellos, además estaban hablando muy abiertamente de guarradas que le hacían o querían hacer con las viejas y realmente no importaba que yo estuviera escuchando, de hecho me imaginaba todo lo que ellos hablaban y me empezaba a preguntar cuando pasaríamos a lo serio y si era que Carlos iba a participar cosa que me agradó mucho.
Realmente Guillermo era un poco tosco y monosilábico para dialogar cosa que me impacientaba porque no sabía cuál era su propósito y yo siendo tan peque no me sentía tan extrovertido para insinuarle cosas. Fui a orinar y cuando salí Guillermo estaba parado frente a la puerta y me dijo que lo siguiera e inmediatamente el corazón se puso a mil y las rodillas me temblaban pero me emocioné al pensar que íbamos a repetir y que todo lo que había dejado de hacer y que me había pasado pensado lo iba a llevar a cabo. Entramos al cuarto y él cerró la puerta tras de mí, me senté y le pregunté por Carlos, me dijo que se había ido a la sala a ver televisión que no pasaba nada y Yo me preocupé porque pensé que fácilmente podría descubrirnos.
Él se sentó a mi lado y me empezó a besar el cuello, yo busqué su boca y le daba picos aunque ahora pienso que no me correspondía bien en esa parte, luego me fue desabrochando la camisa y el roce de sus labios con mi pecho y mis pezones me hacía sentir un fuego increíble como si doliera y fuera gustoso al mismo tiempo. Nos quitamos la ropa y se acostó sobre mi pasando sus manos por todo mi cuerpo, era rico sentir sus manotas sobre mi espalda, piernas y finalmente me hizo chupar su dedo índice y luego lo pasó por mi pequeño ano masajeándolo. Se puso de rodillas sobre la cama y yo en cuatro empecé a mamársela mientras con mi culo al aire él me daba dedo.
Yo disfrutaba al máximo de esa situación, ya me metía toda la verga en la boca y con la lengua masajeaba la punta sintiendo el sabor saladito de su líquido preseminal que ahora lo sentía muy bien, cuando la sacaba para respirar miraba los hilos de saliva y líquido escurrir de su vergota hacia su pubis lleno de pelos húmedos, cada vez me sentía más en confianza y luego me llevé los güevos a la boca y se los mordía con mucha suavidad y sentí como se contorsionaba. Al cabo de un rato así, se dio vuelta y quedó su culo frente a mi cara, me dijo que hiciera lo mismo que con sus bolas y entonces él se abrió el culo con sus manos y yo hundí mi cara en ese orto que olía a machito y lo mamaba velozmente con pequeñas mordidas y veía ahora que realmente disfrutaba tanto él como yo lo que estábamos haciendo pues oía sus gemidos y me restregaba el orto de arriba a abajo y me dijo: “si ve lo rico que es, ese culo ahora se lo va a comer”.
Se puso en cuatro y me dijo que lo montara, yo extasiado esperando ese momento me paré y lo penetré fácilmente con mi verguita que se perdía en la caverna de ese ano húmedo, me acosté sobre su espalda teniendo la sensación más placentera que hubiera imaginado le daba besos mientras apretaba su pecho y recuerdo muy bien que el placer se localizaba en la parte baja del vientre casi en la ingle, era la misma sensación que buscábamos con mis amigos al subirnos a un poste metálico que había en nuestra cuadra y al estar arriba como a 4 metros de altura surgía la inexplicable pero increíble sensación entre las piernas, creo que debido a la sensación de vacío y ahora la estaba experimentando de una forma menos inocente pero que me volvía loco.
En algún momento se zafó el culo y me hizo cambiar a posición de perrito, el se puso detrás solo me dio un beso en el ano y me la fue metiendo, no recuerdo haber sentido dolor más bien las ganas de cagar pero esta vez la disfrutaba sin preocuparme de nada y me movía en vaivén hacía su verga, bombeó mi culo por un rato y cuando se acostó sobre mí, caímos en la cama y bombeando más rápido me dijo:”eso, eso papasito, así es” y luego de un momento la sacó. Sintiendo mi culo muy húmedo y como chorreante me paré de la cama y me disponía a ir al baño en calzoncillos y aprentando, antes de salir él me dijo que si quería de lo mismo con Carlos, yo fruncí los hombros con duda y supongo que acepté.
Dije que ya venía, fui al baño me limpié el culo con papel y un poco de agua y pensaba que rico será con Carlos aunque por mi inocencia pensaba que él quizá podría contarle a mi hermano. Cuando volví al cuarto Guillermo me pregunto que si al fin iba a estar con Carlos, que estuviera tranquilo que él ya le había contado lo que habíamos hecho y quería también por eso estaba esa mañana ahí y que no había ningún problema que me iba a gustar también. Dije que sí y salió buscando a su primo.
Yo estaba con la ansiedad hasta el techo porque no me creía lo que estaba pasando y lo que iba a pasar. Cuando entró Carlos, cerró la puerta, se paró en frente de mí (yo estaba sentado en la cama) y me dijo:”Y entonces chino (joven, niño, muchacho, etc. En Colombia) ¿me la quiere chupar? Hágale que está rica” y de una vez se bajó el pantalón sacó su verga morena y peluda y me dijo: “chupe nene, yo se que le va a gustar” la cogí y la olí bien y recuerdo su olor también a verga de machito que me gustó y de una vez entré en confianza y me la llevé a la boca.
La verga de Carlos definitivamente era más grande que la de Guillermo y estaba blanda y fría dentro de mi boca, él me dijo que se la consintiera para que se levantara y yo traté de metérmela toda y comencé a mamarla como ternero y me atreví a mirarlo a los ojos, él me puso la mano detrás de la cabeza y me mostraba la lengua y la movía, eso me gustó mucho porque vi que a él le gustaba lo que hacía. Yo me sentía increíble, ya que aparentemente le estaba dando una buena mamada a su verga que se fue poniendo dura y grande dentro de mi boca y ya no me cabía toda, cuando me zafaba para respirar él casi no me dejaba y me volvía a meter su falo. Me decía que me la tenía que tragar toda porque ya sabía que me gustaba chupar pene.
Después de estar mamando buen rato le intenté morder las bolas también y le gustó, ya luego se acostó boca arriba sobre la cama y sosteniéndose la verga me dijo me que sentara en ella de frente, yo me fui sentando despacio pero realmente me dolió mucho el culo cuando la cabeza empezó a perforarme y me estaba haciendo desistir pero Carlos se lubricó con saliva la verga y sosteniéndome el culo y abriéndolo fue subiéndola de a poco hasta que fue entrando, yo estaba a punto de llorar y quería salirme pero me aguanté las lágrimas porque me decía que si me portaba bien me iba a tratar bien, que me relajara. Apenas hubo entrado un poco el empezó a bombear suavemente y me fue acostumbrado el culo cada vez más a esa tranca morena que me estaba follando.
Cuando ya la verga entraba fácilmente me decía que cabalgara. Esa posición no era muy cómoda para mí pero podía ver como esa tranca me culeaba y trataba de satisfacerlo, después de un rato así empezó el frenesí y a bombear más rápido hasta que se vino y me dijo: “ooh sienta como lo preño ohhh” después de los espasmos y verle la cara de satisfacción cuando se vino yo seguía sentado y me dijo que listo que me fuera a limpiar, yo me paré y cuando me zafé el culo me ardió y enseguida bajó por mi pierna su leche mezclada con un poco de sangre y con eso entendí que eso era preñar. Mientras me limpiaba el semen en el baño pensaba que aunque doloroso me había gustado mucho y el corazón me palpitaba por lo que había experimentado apenas hace un momento.
Cuando salí y me vestí, el par haciéndose los maricas trataron de ignorar lo que había pasado pero la verdad yo no esperaba nada diferente, vimos televisión y tomamos jugo, al despedirme me dijeron que “cayetano” y con una sonrisa Guillermo me dijo que nos vemos después. El tema se repitió varias veces más con Guillermo y una más con Carlos ya que no era tan regular que su casa estuviera sola.
Así concluye la parte de mi iniciación y espero les haya gustado el relato. Ya les contaré la otra gran historia dos años después con el papá de mi amigo. ¿Dudas, comentarios? Escríbanme y nos ponemos en contacto.
Saludos lectores.
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