Iniciado a los 5 años (4)
Con los hermanos Tino, Hugo y Juan .
Que hay como están, aquí sigo contándoles cómo fui iniciado en el sexo a los 5 años y trato de contarlas en orden cronológico porque todas estas experiencias con Martín sucedieron desde los 5 hasta los 13 años y claro en todo ese tiempo también tuve otros encuentros, al principio con vecinos cercanos y después ya con más edad como de 7 u 8 años con adultos que fui conociendo en diferentes lugares, algunos inesperados, y otros porque yo «los seduje» si se puede decir así (a algunos les parecerá escandaloso pensar que un niño pueda seducir a un adulto, pero al menos en mi experiencia así fue).
Comenzaré con la primera experiencia alterna a lo que pasaba con Martín, yo iba a clases en el kinder y todo era muy normal, jugaba y tenía mis amigos.
Cómo ya habrán leído en los primeros relatos, mi kinder estaba recién fundado, así que solo era un techo de madera y lámina y no estaba cerrado sino que solo tenía los 4 palos de madera que sostenían el techo, de ahí todo alrededor era monte, así que en la hora de descanso podíamos jugar libremente por donde quisiéramos.
Conmigo iba un niño que se llamaba Juan, vivía casi cerca de mi casa pero fuera del kinder yo casi no jugaba con el porque tenía sus hermanos mayores y mi mamá no quería que me fueran hacer algo como pegarme o que me molestaran así que no me dejaba ir jugar más que a la barranquita o a una ladera arriba de mi casa donde me sentaba en las tardes a ver la ciudad a los lejos, ya que como les dije mi colonia era nueva y estaba aislada de todo.
Ok pues, me llevaba bien con Juan y platicábamos de muchas cosas y claro también de programas de televisión, en mi casa no había tele, así que por eso empecé a ir a la casa de Martín, (aparte de jugar con José claro), pero bueno entre pláticas surgió el tema de los besos que se daban en las novelas y las películas y Juan me decía que le gustaría hacerlo con alguna de las compañeritas que iban con nosotros, especialmente con una que le gustaba y que a veces se juntaba con nosotros, la niña se llamaba Carmela pero le decíamos Carmen y a veces tambien participaba en esas pláticas y hablábamos de besos y novios, novias etc, bueno, era Juan el que hacía esas pláticas porque yo en lo personal solo pensaba en lo que hacía con Martín pero también me parecía interesante lo que Juan le decía a Carmen y otros compañeros empezaron a decirles que eran novios, ya saben el típico relajo de niños cuando dicen «son novios, son novios».
Pues bueno un día que estábamos de recreo Juan me dijo que le había dicho a Carmen si se besaban para ver cuánto aguantaban o si aguantaban igual como hacían los de la tele y pues al principio no le crei pero me dijo que habían quedado en irse a un lugar por ahí en el monte a hacerlo y me dijo que fuéramos, lo acompañé y Carmen ya estaba ahí, así que después de unas risitas bobas típicas de la edad se besaron, primero el clásico beso cortito de labios y luego un beso ya más intenso.
Yo nada más miraba y pues obvio me gustaba, y me dice Juan ahora tú y volteé a ver a Carmen y nos empezamos a reír y que lo hacemos, imitando a Juan y a lo que había visto en la tele me di unos buenos besos con Carmen y así estuvimos un beso yo y un beso el y lo repetimos varias veces a la hora de recreo.
Otro día Juan me dijo que su hermano tenía una revista donde había mujeres desnudas y se les veía «la pepa» y que si le decíamos a Carmen que nos la enseñara y nosotros también podíamos enseñarles lo de nosotros.
Primeramente mi sorpresa y curiosidad fue por la revista de su hermano, pensé como era posible que hubiera revistas así y claro pues me decía que la había comprado a escondidas y la tenían guardada donde su mamá no la encontrara, segundo pues la idea de que si Carmen aceptaría hacerlo y si también le vería el pene a Juan, lo bueno es que él hablaba con ella y yo solo iba de acompañante pero pues tendría la oportunidad hacerlo.
Fuimos al lugar de siempre y después de unos besos, Juan le dijo a Carmen que ya lo enseñara y ella dijo que nosotros también, se levantó el vestido y se bajó toda su pantaleta, nosotros también hicimos lo mismo y nos quedamos mirando uno a otro, Juan se acercó a Carmen y la empezó a tocar, ella también estiró su mano y tocó el pene de Juan, yo estaba a un lado mirando el espectáculo y pues me gustó mucho, en eso Juan me dice «ora tu» y también le di sus buenos agarrones de pepa a Carmen y ella a mi, luego Juan y después yo y así un buen rato y así seguimos otros días más.
Lo siguiente fue que Juan empezó a hablar sobre «pichar», que en la revista el hombre pichaba a la mujer y que básicamente era que el hombre ponía su pene en la pepa de la mujer y se la tallaba, y claro lo hicimos así con Carmen, nos abrazábamos y restregábamos nuestras partes y Juan se movía en ese mete y saca que ya había visto con Martín.
Cabe aclarar que solo la tocábamos por encima, no le veíamos la vagina ni sabíamos nada más allá de los toqueteos que Juan nos enseñaba y así seguimos un tiempo más.
Días después una tarde me encontré a Hugo el hermano de Juan de 12 años y aunque casi no hablaba con el, igual me fui a jugar con el por unos árboles y ahí en pláticas me dijo: «jugamos a pichar?».
La palabra pichar que ya le había escuchado a Juan y ahora Hugo me decía que jugáramos a eso.
Me puse nervioso porque solo estábamos el y yo y le pregunté cómo, y nos fuimos atrás de una casa que estaba cerrada, la dueña era doña Norma y estaba un poco más arriba de la casa de Hugo y como la señora casi siempre se iba todo el día, nos íbamos a la parte de atrás que se convirtió en nuestro escondite para «pichar».
Ya estando ahí, Hugo se puso atrás de mi tallandome su pene en mis nalgas, aún estábamos con ropa pero el me la estuvo tallando un buen rato y me tocaba mi pene, lo apretaba y lo acariciaba así que yo sentía placer por los dos lados, en mis nalgas y en mi pene.
Después de un rato me dijo «nos lo enseñamos?» le dije que si y nos bajamos nuestro short y nos la agarramos mutuamente, después se puso atrás de mi y me dio tallones otro rato más, nos pusimos nuestro short y nos fuimos.
De momento no le conté a Juan lo que había pasado, todo siguió normal, nosotros con Carmen y yo con Hugo, que dicho sea de paso, en los siguientes días nos besamos y nos chupamos los penes.
El de él ya estaba desarrollándose y tenía unos cuantos pelos apenas brotando de su pubis, se le ponía un poco duro pero se notaba su inexperiencia, nada que ver con Martín, aun así lo disfrutaba mucho, y había descubierto el nuevo placer de besar y de sentir un pene entre mis nalgas, que por lo general lo hacíamos casi a diario, hasta con besos de lengua y todo, Hugo era muy apasionado.
En uno de esos encuentros, estábamos atrás de la casa bien concentrados «pichando», y en eso oímos a Juan que se acercaba por el camino buscando a Hugo: «Hugooo, Hugooo», nos subimos rápido el short y me dijo que me quedara ahí y salió para preguntar a Juan que quería, pero Juan muy inteligente le dijo «estas pinchando verdad?» «a ver quien es?», se asomó y me encontró ahí y se empezó a reír: «estaban pichando verdad?» y se reía más, y que le dice a Hugo «a ver pichalo», y entre risas le seguía diciendo «pichalo, pichalo», y Hugo (siguiéndole el relajo o que se yo), que se acerca y se pone atrás de mi a tallarmela, y yo pues me dejé.
«Ora dale tu», le dijo Hugo a Juan y él rápidamente se fue sobre mi a darme unos tallones fuertes, se notaba bien que Juan era más machito por sus actitudes y por lo que había pasado con Carmen, en cambio Hugo era más de acariciarme y sus movimientos eran suaves, en fin que a partir de ahí los dos me lo hacían, turnándose y Hugo y yo nos besábamos, a Juan no le gustaba eso pero si les chupaba el pene a los dos, incluso Hugo hasta se se la chupaba a Juan y se dejaba dar tallones también, en pocas palabras, Juan era el 100% activo.
Días después conocí a Tino de 20 años, el mayor de los hermanos, bueno ya lo conocía pero casi no le hablaba, aunque al parecer Juan le contó de esa ocasión en qué nos encontró con Hugo, yo iba pasando por el camino cuando me habló, me dijo ven!!!, me acerqué y Juan con sus típicas risitas que dice: «verdad que estabas pichando con Hugo»?.
Me sorprendí y me enojé y a la vez me dió vergüenza que estuviera diciendo eso muy sin pena delante de su hermano, se supone que era algo secreto, pero bueno ya lo había dicho, no dije nada y me fui, después me volví a encontrar a Tino y me hizo señas que me acercara, le dije «que?» y me dice «vamos allá arriba», obviamente se refería a la casa de doña Norma, «vente vamos», lo seguí y nos metimos atrás de la casa, sin decir nada se bajó la bermuda, se puso atrás de mi y puso su pene entre mis nalgas, no me penetró solo me dio unos buenos tallones, su pene entraba y salía entre mis piernas y se movía muy rápido sujetándome fuerte hasta que en un momento con una mano abrió mis nalgas y con la otra supongo se masturbaba y sentí los disparos de leche caliente, restregándomela por todos lados, yo estaba quieto sintiendo como quedaba todo batido de leche, pero disfrutando el momento.
Había sido rápido pero muy rico, la verdad Tino era atractivo, de cuerpo delgado y moreno y aunque no vi su pene si lo sentí grande, en otro relato les seguiré contando más de él.
Así fueron los encuentros con los tres hermanos primero por separado y después los tres juntos, Hugo y yo de pasivos y Tino y Juan de activos, aunque cronológicamente el siguiente relato será con Martín y el primer intento de penetración, ya que, aunque Tino me la tallaba y se venía entre mis nalgas, aún no tenía idea que el pene tenía que entrar en mi ano y eso me lo enseñó Martín.
Pues bueno, hasta aquí dejamos este relato, como ven no hay mucha acción salvaje y desenfrenada pero pues éramos niños inexpertos haciendo cosas «inocentes», y por cierto con Carmen hubo algunas cositas más solo ella y yo y posteriormente con una hermanita de ella, así que ya les iré contando.
Saludos a todos
chido uff
como sigue
Ojalá publique los demás encuentro
como contonua por favor
Cómo sigue con Martin?