iniciando

Hola actualmente tengo 35 años, pero lo que le voy a contar me sucedió cuando era un niño de 6 años creo que eso marco mi vida para bien porque he disfrutado en todo su esplendor de sexo desde entonces..
Bueno les cuento tengo 35 años de más de 100kilos siempre he estado rellenito desde niño, velludo la mayor parte de mi vida se desarrolló en un pequeño pueblo con mi familia y abuelos en un hermoso estado de la república mexicana y lo que les cuento paso en las vacaciones de semana santa ya que cursaba el primer año de primaria

Recuerdo que un día jugando con un compañero y vecino en los corrales de su casa me dijo que si le mostraba mi pito (pene) y por lo pronto no le entendí y le pregunte qué y me dijo enséñame tu pito y yo te enseño el mío, me resistí un poco, pero la curiosidad me gano y nos fuimos atrás de unas tapias para que nadie nos viera

Nos tapaban unas bardas de adobe y costales de alimento que tenían para su ganado, ya estando allí me dice a ver bájate el pantalón el cual ice con algo de nervios y pena, pero allí estaba mostrándole mi pene no de más de unos cuantos centímetros, se le quedo viendo y en eso me lo agarra y sentí algo raro, pero no dije nada solo sentí que se me he empezaba a poner duro cosa que no era la primera vez, pero si en esa situación

Después de unos minutos se bajó también él sus pantalones y calzón dejando su pito al aire el cual ya estaba total mente parado al igual que el mío de unos cuantos centímetros yo calculo que a esa edad no pasaban de unos 7 o 8 centímetros, al igual que él se lo agarre y se sentía muy suave algo raro para mí porque era el primer pito que agarraba

Y me gusto la sensación así estuvimos por un rato hasta que él se agacha y se lo mete a la boca el cual sentí cosquillas en todo el cuerpo y me provocaba risa, pero él siguió en lo suyo por unos 5 minutos y se para y me dice te toca a ti el cual hice me agache y me lo repetí en la boca y copie el estilo de mamada que me acababa de dar, era algo nuevo para mí, pero me encanto la sensación de su pene en mi boca a pesar del sabor a orines

Después de un rato turnándonos las mamadas se puso como de a perrito y me dice ponte atrás de mí y cógeme algo inexperto le pregunte como y ya me explico que él se iba abrir las nalgas y que yo le metiera mi pito por su hoyito, me puse atrás del él y lo intente pero no logre penetrarlo así estuve topeteando por rato hasta que le toco al repetir la acción con migo me empine y me abrí las nalgas y sentí una corriente eléctrica al sentir su pito erecto rosando mi hoyito tratando de penetrarme el cuál no lograba y me dice ponte saliva para que entre a lo cual respondí que no porque él no se había puesto para que yo se lo metiera así que seguimos tratando por un trato

El parecía todo un experto a su corta edad, se acostó boca abajo y se puso saliva y me dijo que yo también me pusiera en mi pito para que resbalara el cuál hice y me acosté encima de él tratando de apuntarlo en su entrada mientas él se abría sus nalgas ya cuando por fin lo acomodo sentí tan rico porque sentí caliente en la cabeza de mi pito algo maravilloso y empecé a topetear por un ratito hasta que me dice te toca a ti lo que recuerdo es que no logre meter más que la punta el cual al sacarla la sentía que me ardía pero la calentura era más ya me puse en cuatro y me puse saliva al igual él y me dijo ábrete las nalgas el cual tuve que apoyar la cabeza en el suelo para poder abrirlas

Sentía que daba pequeños empujones pero no estaba, después de varios intentos sentí un ardor que quise zafarme pero no me dejo sentí que me quería vomitar del ardor que sentía al tratar de apretar mi culo ya que sentía algo extraño tratando de entrar a él por lo que después de unos minutos y con algo de ardor me pude zafar y ya no quise jugar, nos acomodamos la ropa y salimos de sus corales yo me fui para mi casa algo asustado porque me ardía el culo y el pito me dio mucho miedo ya que cada vez que lo apretaba por la sensación que traía me ardía que estuve a punto de contárselo a mi mamá o a mi abuelo pero me dio miedo y me quede callado

Así pasé varios días con un poco de ardor de culo y con la cabeza del pito como pelada que no tardaron mucho en estar bien pero el recordar ese episodio se me ponía dura y andaba incómodo y como con calentura sentía raro que tuve varios sueños en donde jugábamos de nuevo a cogernos pasaron como 15 días y ya no aguanté más y a la hora del recreo en la escuela le dije que si podía ir a su casa con el pretexto de jugar

Sin pensarlo me dijo que si por lo que se me hizo eterno que llegara la hora de la salida para poder ir a dejar mis cosas e ir a buscarlo, así paso salimos y corrí a mi casa a dejar mi mochila y quitarme el uniforme y me lance para su casa ya toque y salió su mama gritándole julio te hablan  y nos pusimos a jugar en frete de su casa y en cuanto pudimos nos fuimos a sus corrales a jugar, después de verificar de que nadie nos viera empezamos con lo nuestro me baje el pantalón y calzón para que se pegara a mamar y después llego mi turno de mamárselo el cual disfrutaba mucho su sabor

Cuando llego la hora de cogernos le pregunte que si a él no le había dolido a lo que me dijo que no que a mi si porque así pasa cuando lo tiene uno apretado por lo que se empino y se puso saliva y me mamo más mi pito y lo dejo lleno también de saliva él se lo apunto mientras yo trataba de abrirle sus nalgas, al hacer contacto en su culo con mi pito sentí nuevamente esa electricidad porque entro más de la punta y se sentí calientito rico el empezó a moverse atrás y adelante por lo que la sensación era maravillosa, se quitó después de un rato y me dijo mámamelo para que lo llenes de saliva y metértelo

Seguí sus instrucciones y me puse de a perrito y con la cara en el suelo abriéndome las nalgas él me puso bastante saliva y lo apunto y nuevamente ese pequeño calambre y ardor, pero trate de aguantar y trate de moverme como él lo hizo y sentí que se metía mas así estuvimos un rato, aunque el ardor no se quitaba, pero me gustaba la sensación que me provocaba aquella acción de dolor

Si pasamos los días jugando por lo menos dos veces a la semana en diferentes lugares del pueblo en donde no nos pudieran descubrir y cada vez me dolía menos y creo que eso ya no me gustaba mucho que me lo metiera pero sí que me lo mamara.