Iniciando mi mundo al sexo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tenía apenas 6 años, hiba en primero de primaria, eramos 4 amigos jesus, Jorge, Daniel y yo,
en una ocasión en el recreo, Jorge nos contó que había visto a el novio de su tía orinando,
y que tenía un pene muy grande y peludo, cosa que a nosotros nos sorprendió, ya que solo
conocíamos nuestros cuerpos y no habíamos visto otro pene, para eso jorge empezó a preguntar
que si habíamos visto o tocado otro pene, lo cual ninguno de los de el grupo lo habíamos hecho, y
Contestamos que no, fue tanta nuestra curiosidad que decidimos vernos y tocarnos entre nosotros.
Ese primer día no supimos donde o como, así que pensamos durante todo el día escolar, y decidimos
inventar una tarea en equipo, lo cual sería sencillo.
Ya que la casa de Jorge era la más cercana a la Escuela, y no tenía demasiada vigilancia, ya que solo
vivía solo con su abuela y su tía, la cual todo el día trabajaba, y su abuela se la pasaba viendo novelas
por las tardes y se quedaba dormida.
Así que nadie nos molestaría, concretamos en llegar todos a su casa y poner en marcha el plan.
A la salida de la escuela mis compañeros comentaron a sus papás que tendrían una tarea en casa de Jorge, mis papás rara
vez se interesaban en mis cosas de la escuela así que no les interesó demasiado y solo me dijeron
que estaba bien, Pero que ellos no me llevarían así que tendría que ir solo, fue muy fácil para mí,
aún que me asustaba demasiado la idea de andar solo por la calle, pero era más mi curiosidad
que no me importó y me fui caminando a casa de Jorge, mientras que a daniel y a jesus sus papás los llevaron.
Estando en la casa de Jorge, saludamos ala abuela, no nos presto demasiada atención, decidimos ir a su cuarto,
Nos encerramos no sabíamos por dónde empezar o quien comenzaría, estábamos los 4 muy nerviosos, a lo que
Jorge decidió dar el primer paso y bajarse los pantalones, fue un asombro ya que teníamos muchas dudas,
después Mario bajo los suyos, le siguio jesus y al ultimo yo.
No sabíamos qué hacer así que decidimos
tocarnos entre nosotros, teníamos penes muy pequeños y pequeños testiculos, nos tocamos entre todos
causándonos erecciones, no sabíamos qué hacer, ni por qué las erecciones, pero nos causaba cierto placer
El morbo que nos generaba el momento.
Jorge fue el más intrépido se volteo y nos mostró sus redondas y
rosadas nalgas, nos causaba algo de conflicto, pero decidimos tocar y acariciar su pequeño y rosado agujero,
Empezamos a darnos besos entre nosotros, en los labios, en nuestros penes y besarnos las nalgas,
no sabíamos lo que hacíamos, aún que en ese momento parecía que Jorge sabía muy bien Lo que hacía,
era algo totalmente nuevo para el resto.
Entre nosotros sabíamos que era algo malo así que decidimos
dejarlo en secreto y que nadie más lo sabría.
Pasado el tiempo para nosotros se volvió costumbre el acariciarnos las nalgas y el pene, durante el recreo
o en los baños, sabíamos que era algo malo pero, no nos afectaba en lo más mínimo, mientras lo mantuviéramos
En secreto
En una ocasión estando en casa de mi abuela, platicando con mi primo Isaías de12 años, que si había visto otro pene, el me dijo que si, que los de sus otros primos, y el de su hermano mayor, que en las noches se masturbaba y le salía leche,, descorcentadome por completo.
yo- leche?
Isaías- si leche, que le sale del pito
Yo-y como es?
Isaias-pues solo es blanca y pegajosa
Yo- y a ti te sale leche
Isaías- aún no, por qué no tengo tantos pelos
Yo- a mi no me a salido ninguno
Isaías- ¿quieres que te muestre?
yo- si, a ver enséñame cómo son los pelos de el pito, mi amigo ya también vio uno lleno de pelos y yo no eh visto ninguno
Isaías- pues a qué chingados vas a la escuela cabroncito, jajaja
Yo- me vas a enseñar tu pelos, o no
Isaías- ok cabron pero no le digas a nadie, igual ahorita no podemos, pero dile a tus papás que te quieres quedar a dormir en casa de la abuela y en la noche te enseño sin bronca.
En ese momento corrí con mis papas a preguntarles si podía quedarme en casa de la abuela, mis papás dijeron que si que no había problema, solo que no causará problemas y no hiciera travesuras.
Prometí portarme bien, estaba muy emocionado por qué por fin podría ver un pene con pelos, corri hacia mi primo y le dije que si me habían dejado y me dijo que le bajara, que no me viera tan emocionado por que parecería raro.
la casa de mi abuela es muy grande y tiene varias recámaras, ya que casi todos mis tíos eran casados y nadie vivía con ella, la mayoría estaban vacías a excepción de la de mi abuela, mi tía solterona y mi tío el divorciado, que casi nunca estaba.
Ya llegada la noche le dijimos que nos dormiríamos juntos en una de las recámaras de el fondo, por qué contaríamos historias de terror.
Ella pareció no importarle y nos dijo que ya durmiéramos.
Nos esperamos un rato a qué se durmiera y no se escuchara ruido alguno, yo estaba ansioso, y llegada la madrugada.
Isaías- vas cabron ya no se escucha nada, sácame la verga, no que muchas pinches ganas tienes de verla
Tenía nervios, empece a acariciarle lentamente sobre la trusa, el ya tenía una ereccion, le baje la trusa y brinco sobre mi cara su pene, no muy gruesa pero algo larga, con muy pocos pelos, lo tome con las dos manos y empecé a acariciar desde el tronco, acaricie sus nuevos y sentí los pocos pelos que me causaba más excitacion, mi corazón se aceleraba, su respiración se empezaba a agitar pero no podíamos hacer ruido y me dijo que me la metiera ala boca, a mis amigos solo se los había besado, pero no me los metía ala boca, no sabia si hacerlo o no hacerlo, hasta que con voz amenazante me dijo
– órale cabron metetela ala boca, o le digo a tus papás que me pediste que te enseñará la verga.
Me asusto el hecho de que dijera algo, así que me la metí ala boca, era un sabor algo salado y amargo, tenía algo de que le goteaba, pero no me desagradaba tenerlo en la boca, me dijo que le hiciera como si fuera una paleta y que usará la lengua, parecía gustarle demasiado pues más se agitaba, y a mí me excitaba más esa respiración agitada, y el sabor de la cosa viscosa que salía, así seguí por un rato cuando me dijo que me pusiera de espaldas a el, yo hice caso, me besó y pasó la lengua por la espalda erizandome la piel, mientras más bajaba más levantaba las nalgas, hacia el.
Cuando llegó a mi hoyito empezó a pasar la lengua de una manera que me aceleraba la respiración y el palpitar, no sabia que me ocurría, pero me gustaba lo que estaba haciendo, hasta que sentí como uno de sus dedos entró en mi hoyito, un pequeño gemido salió de mi boca,
-cállate cabron o se van a dar cuenta, tápate la pinche boca
No hice más que obedecer, pues me estaba empezando a gustar, mientras su dedo permanecía en mi hoyito, él subió besando mi espalda y más me arqueaba, se dio cuenta que la espalda me causaba mayor exitacion, así subió hasta el cuello con su lengua, para tener 12 años era muy bueno en lo que hacía.
movía el dedo de adentro hacia afuera y no entendía por qué, estando de espaldas y el más cerca con mi mano intente toco arar su pene, sintiendo demasiado viscoso, el solo me susurró que estaba bien caliente y que quería meterla en mi culo, yo no sabía qué contestar, pero cada que pasaba su lengua por mi espalda, me aguantaba más y más, cuando de repente sacó su dedo y empezó a acariciar mi hoyito con su verga, ya bastante lubricada.
Poco a poco fue intentando meterla, besando mi cuello y poniendome boca abajo para que no se escuchara mi agitada respiración, cuando sentí entrar su verga dentro de mi, un pequeño grito, ahogado por la almohada, salió de mi boca, pero él no se detuvo y la metió a fondo, le susurre que me dolía pero no se quitaba, solo decía que ya casi, siguió besando mi cuello y moviéndose, el dolor no era tan fuerte y fue pasando poco a poco, llegó un momento en que empecé a disfrutarlo tanto como él hasta que sus movimientos fueron más acelerado, y su respiración más se agitaba, de pronto sentí como un chorro de algo caliente estaba dentro de mi, se detuvo y se quedó inmóvil un minunto.
Yo-que pasó
Isaías- parece que te deje la leche en el culo cabron
Yo- síguele que me gusta, lo que estabas haciendo
Isaías-ya estoy cansado, y me quiero dormir
empezó a sacar su verga de mi culo, y sentía muchas ganas de ir al baño, me empecé a parar de la cama
isaias-a donde vas
Yo- al baño, me anda mucho
Isaías- es la leche que te deje pendejo
Yo- pero yo quería verla, tú me dijiste que me la enseñarías la leche
Isaías- no mames, y ya duérmete, ya luego te enseño cómo es la leche
No pude hacer más que acostarme eh intentar dormir, aún que me sentía raro, Isaías me abrazaba desnudo y yo con ganas de que volviera a metérmela.
Cuando sentí que Isaías estaba dormido salí al baño desnudo ya que era de madrugada, y me topé con mi tío el divorciado que llegaba de una de sus borracheras, me miró y solo se rió, entro a su cuarto, cerró la puerta y yo corrí al baño a sacar la leche que Isaías me había dejado.
Estaba muy nervioso pues mi tío me había visto salir desnudo de el cuarto donde dormía con mi primo, tenía miedo de que dijera algo y me hechara de cabeza.
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