iniciando un gusto peculiar con maduros
una noche en una aplicación, se volvió mágica y me ayudo a descubrirme.
Esta historia tiene su origen en una aburrida noche mientras el mundo estaba en confinamiento, como una gran mayoría de trabajadores me encontré encerrado en casa, con el Internet como único escaparate al mundo había bajado una aplicación de citas en la cual puedes ver perfiles y enviar mensajes y chatear con chicas, situación que se volvió cotidiana, visitar algunos perfiles de chicas de mi ciudad o ciudades cercanas, enviar mensajes y conseguir de ves en cuando una conversación con alguna, si había suerte, incluso concertar una cita a un café o una plaza.
Al cabo de semanas había logrado algunas salidas e incluso un par de encuentros sexuales con mujeres de la app, pero una noche mientras modificaba los parámetros de edad incluí por error la casilla de hombres en el buscador, esto dejó al descubierto un montón de perfiles de tipos de mi localidad que como yo buscaban algún encuentro, un perfil me llamo la atención por tratarse de alguien, quien sentí haber visto en otro lado, un hombre maduro, algo de sobre peso, cabellera entre canosa. Por curiosidad accedí a su perfil y efectivamente lo había visto en el Facebook de una amiga, al parecer, este señor era la pareja de su mamá, al día siguiente al ingresar a la app, me aparece la notificación de una nueva visita a mi perfil, era el señor, que le llamaremos Antonio, le regrese la visita para analizar lo que decía su perfil y me pareció normal, un hombre que buscaba tener encuentros o amistades con mujeres, por lo que descarte que se tratase de algún homosexual y fuera a confundir la visita, mientras revisaba su perfil me apareció la notificación que se encontraba en línea, decidí enviar un mensaje para saludar, así fue la conversación.
—Yo: hola buenas noches como estas?
— Antonio : hola, que te puedo decir.. Ya con estrés por esta situación de encierro.
Con forme fueron pasando las noches si coincidíamos en línea, nos saludábamos y a veces hablábamos sobre las mujeres en la app y si había alguna con la que hubiéramos coincidido, a veces me platicaba de la situación que vivía con su pareja actual y de su familia anterior.
Lo sentía como un hombre deprimido siempre hablaba con nostalgia de su primer matrimonio y sus hijos que no le frecuentaba, así como al hablar de su pareja actual comentaba que al vivir en casa de ella, tenía espacios limitados y vivía con la sensación de ser arrimado. También en ocasiones dejaba ver que las cosas como pareja no estaban bien en el ámbito sexual.
Algunas noches mientras me contaba sus historias de cuando fue taxista me relataba como eran sus aventuras con mujeres que logró conseguir en ese oficio, me llamaba la atención el énfasis que hacía en los pechos y la manera en que disfrutaba el mamarlos.
Me provocaba excitación conocer sus aventuras, algunas veces me llegue a masturbar mientras leía sus anécdotas, en una ocasión mientras lo hacía, de manera involuntaria empecé a estirar mis propios pezones mientras imaginaba que era a mi a quien le chupaba con tanta pasión.
Hasta ese momento no había tenido algun interés o curiosidad homosexual, al contrario tenía una vida hetero bastante prolifera, pero me causó algo de inquietud que el imaginar esa situación me hubiese provocado tremenda excitación, con mi amigo la plática siguió habitual pero comencé a notar mi desesperación si no lo veía en línea, el también cambió un poco a veces me decía cosas en doble sentido, imagino que por ya tener tiempo intercambiando mensajes se sentía en confianza que a modo de albur como suele ser la amistad entre hombres me hacía juegos de palabras.
A veces le reenviaba fotos de chicas que me mandaban a mi, y así seguía nuestra amistad, yo lo animaba en sus días malos, el me platicaba de su vida o chistes, una habilidad que tenía para hacerme reír.
En una ocasión mientras visitaba un mercado rodante donde venden ropa americana me llamo la atención una faja muy estrecha, de las llamadas «colombianas», entre unas camisas que compré me la robe del montón ya que sería muy extraño verme comprando una.
Hay quedo la faja unas semanas, hasta que un día me la tope y me la probé por curiosidad, la coloque de abajo arriba como suelen usarse, al tener un poco de sobre peso y sobre todo abundante área del pecho ya al tenerla colocada en verdad tenía un cuerpo bastante femenino, me la quite y me metí a bañar, mientras me bañaba aproveche para depilar todo mi cuerpo ya que soy muy velludo, ya sin vello me probé nuevamente la faja y fue algo alucinante, me excite increíblemente, no paraba de tocarme, viendo mi cuerpo, mis senos que más de una envidiarían.
De pronto me surgió una idea, abrí una app de fotos que trae un filtro que te maquilla como mujer y fue un órgasmo inmenso verme como mujer con mis enormes senos, al momento de sentir que iba a eyacular por un instinto que no se explicar, llene mi mano con mi semen y lo lleve a mi boca saboreando mi miel, fue tan placentero, nunca antes lo había hecho.
Luego de hacerme aficionado a masturbarme de esa manera, comencé a fraguar un plan en el que pudiera tener una relación con un hombre, me excitaba demasiado en hacerlo, comencé a pensar en mi amigo Antonio, el era alguien a quien le había tomado confianza y fue quien detonó mis fantasías con sus relatos.
En una de nuestras habituales conversaciones, le mande unas fotos que me había tomado con el filtro de cambio de sexo, le dije que era una amiga, estas fotos eran particularmente provocativas, con posees que buscaban excitarlo, el reaccionó a las imágenes como esperaba, le gustaron e incluso comentó que se había estado masturbando con ellas por días, me pidió que le consiguiera más y así comencé a compartirle mis fotos haciéndome pasar por mujer, el me platicaba sus fantasías y yo las hacía realidad con las fotos que casi a diario le mandaba, era muy rico jugar a eso, pero mi cuerpo pedía más, exigía el contacto de unas varoniles manos recorriendo mi humanidad.
Una madrugada me conecte a la aplicación y el estaba en línea él estaba triste por la muerte de un familiar y problemas con su pareja, comenzó a decir que nadie lo quería y daba todo por un abrazo esa noche, por lo que trate de consolarle y empezar a jugar a sus bromas en doble sentido, le comente que era un bebe muy mimado, el me contesto que le gustaba que le dijeran así, que le hacia sentir muy bien ese trato con cariño, por lo que desde ese día le comencé a decir mi bebe, de ahí en adelante poco a poco el trato era más cariñoso sin quererlo poco a poco jugábamos a que le daba un abrazo y que le trataba como un bebe, a los pocos días una madrugada me dice que ha tomado un par de cervezas y se siente excitado le dije entre broma y verdad, deberíamos ir algún lado para consentirte, inmediatamente me dijo que si, que desde hace días había querido sugerirme salir pero le daba pena y le dije que sin problema solo me diera una media hora en la que me daba un baño y pasaba por el.
Rápidamente me di un baño me coloqué una sudadera muy ajustada previamente me puse una faja y un bra, y un pans deportivo, quedamos de vernos en una calle sola, tenía nervios, pero decidí llegar rápido subió a mi vehículo y platicamos trivialidades en lo que buscábamos un motel discreto.
Llegamos a un paraje a la salida de la ciudad con el hotel frente a nosotros, llegue a una tienda de autoservicio por un par de refrescos, justo allí definimos que haríamos, le dije que me gustaría ser su mujer dentro de la habitación y me tratara como tal, que no quería groserías, sin drogas u alcohol y mucha discreción el acepta y me dice que como quiere que me diga y le dije algo lindo, nada de groserías y me dice que Jessica y acepte y le pedí que se subiera en el asiento trasero y mientras solicitaba la habitación pasara agachado.
Llegamos al hotel era austero tenia la cama a un lado del estacionamiento del coche y al cerrar la cortina de la cochera eléctrica nos bajamos a explorar el lugar, teníamos nervios ninguno de los dos accionaba en nada solo platicábamos en la cama, el se desahogo un poco con lo que le había sucedido últimamente y le abrazo y le dije tranquillo bebe, aquí estoy, en eso se me abalanza a besarme, no me gusto su sabor, sabía mucho a cerveza y tabaco pero me deje llevar el se abalanzo de mis pechos los cuales chuleo y decía que jamás había visto unos así, tan jugosos le pedí que no se detuviera y los comenzara a mamar, fue delicioso sentir su lengua áspera recorriendo mi pezón derecho erguido, lo hacia con fuerza pero rico, me decía cosas lindas mientras sus ásperas manos me amasaban mis pechos mis nalgas, me volteo y sin decir nada comenzó a mamarme el culo de una manera magistral misma que me hizo ver el cielo y tener un par de orgasmos, esa noche fue un contraste de pasión y frustración, no pudo conseguir una erección estaba muy tomado, pero lo disfrute demasiado, quedamos de vernos otra ocasión misma que no se dio jamás, fue parte de la estadística de esa pandemia.
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