Inició como juego en la alberca.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PelosEnLosHuevos.
Este es el primero de varioas experiencias que voy a publicar.
Antes de leer deben saber que TODO es real.
En aquel entonces yo tenía 14 años y en familia habíamos ido a un parque acuático.
Mi tío tendría alrededor de 36 años y siempre se «paró el cuello» diciendo que mujer que él quisiera podría tener.
Era moreno, alto y peludo; Mi sexualidad comenzaba a despertar y lo que yo quería era ver una verga de alguien mayor que yo.
Mientras comíamos en el lugar, no notaba que mi pequeño short dejaba colgando mis bolas, sin embargo lo notó mi tío.
– ¡Hey, cochino! ¿Qué estoy viendo?
– Lo que te falta –Respondí molesto, pero mi pequeña verga comenzó a endurecer imaginando que me estaba viendo la entrepierna.
Cuando fue hora de regresar a la alberca, comenzó lo bueno, pues jugando trató de jalarme hacia abajo y al moverme rozó mis pelotas.
– Al parecer te ha gustado lo que viste ¿No eras muy machín? Ahora me toca –Y acto seguido yo toque lo suyo.
Mi sorpresa fue grande al notar que no se movió, sino que quedó quieto.
Entonces no quité la mano y seguí masajeando esos peludos testiculos que ahora moría por ver.
Poco a poco él movió su traje de baño hacia un lado para invitarme a tocar esa verga mi erecta que yo había despertado.
– Te enseño la mía si me enseñas man tuya.
Y obviamente acepté gustoso.
En las regaderas nos encerramos en un cubículo y se quitó el traje de baño para liberar esa verga morena de unos 20 cm y lo normal de gruesa.
Era venuda y peluda.
Entendía por qué a tantas las volvía locas.
– Tu turno, sobrino querido.
–Y sin esperar respuesta me arrancó los shorts para comenzar a mamarmela.
Mi primera manada hecha por mi jodido tío.
¿Genial no?
A mis 14 años era un joven delgado con buen culo, mas jamás pasó por mi mente ser pasivo; Mi pene rondaba los 16 cm y era bastante peludo.
– ¡Qué perra! Saliste más maricon que yo.
– ¿Quieres ver todo lo maricon que soy?
Entonces me empujó sobre un banco y no sé de dónde coño sacó un lubricantes que me puso gustoso en la verguita.
Yo estaba a 10000% y me corrí.
– Ja, ja, ja.
No saliste a tu tío, nene.
– ¿Quién carajos dijo que no puedo seguir? –Y mientras decía esto lo levanté dejando al descubierto su culo peludo– Mi leche será suficiente lubricante para ese hoyo con pelos que deseo.
Cómo imaginan toda entró de un jalón y para mí sorpresa era demasiado apretada.
Era mi primera experiencia con un hombre y era fantástica.
Además me encantaba rozar la cabeza con su entrada, pues esos vellos me hacías n morbo y cosquillas.
Probamos diferentes posiciones, pero en cuanto se sentó en mí dándome la cara, su delicioso chorro salió a brotes en mi cara.
La imagen de tener al hermano de mi padre ahí me excitó y me corrí de nuevo.
Sorpresa al ver que habían pasado ya 60 jadeantes y apretados minutos.
– Sobrino, que bien la mueves ¡Y qué duración! Además correrte 2 veces seguidas.
–¿2? Nel wey.
Me la mamas porque también quiero dejárte la boca con mi sabor.
Con su mirada de aprobación cumplió mi deseo y cuando tenia la boca llena me plantó un beso enorme.
– Prueba tu sabor en mí, nene.
Y debemos repetir esto al llegar a casa.
Cuando volvimos a la alberca mi familia preguntó qué hicimos que nos demoró tanto.
– Mi ti me llevó al sauna y terminé dándole una cogida tremenda.
Todos rieron, pero nadie supo que aún ahora me lo jodo cuando a mí y a mi verga se nos hincha.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!