INICIO «II»
Es lo que sigue de Inicio «I».
Los encuentros con Quique se hicieron casi a diario y nuestra calentura de novios se acrecentaba cada vez más y varias oportunidades me había apoyado su gruesa cabeza en la entrada de mi culo, pero al hincarme intentando ingresar me dolía el me cubría de besos pidiendo que aguante que solo sería al inicio y luego pasaría.
En esos días posteriores mis padres tuvieron que viajar a otra provincia por unos trámites y vino a casa mi abuela para estar a su cuidado. Por supuesto que allí tendría mayor libertad para los encuentros con Quique. Porque a mi abuela le gustaba dormir a la siesta.
Entonces con Quique ya podíamos tener nuestros encuentros en mi habitación y en la cama, ello fue genial porque hicimos el 69 chupando nuestros miembros hasta el final y me sorprendió la cantidad de leche que eyaculo Quique espesa como si fuese yogur y algo acida no se me ocurrió escupir para no ensuciar las sabanas.
En el baño de casa una pera de goma para hacer enemas, Quique me indico que eso se usaba para lavar el intestino se limpiaba de todos los restos que podían quedar luego de una evacuación anal y que al hacerlo con agua tibia era placentero.
Al día siguiente con enorme curiosidad me dedique a probar con agua tibia esa pera de goma, que me dejo totalmente limpio interiormente y ansioso de llegar a la hora de la siesta y comentarle a Quique de mi limpieza.
El vio en el botiquín del baño un pomo de vaselina liquida y me explico que eso se usaba como lubricante mientras nos acariciamos me unto el ojete con vaselina e introdujo un dedo en mi orificio y luego los dos juntos tratando de abrir mi agujero
Sentí algo de molestia con la introducción pero el deseo que me invadía por ser penetrado era mayor, cuando me giro sobre la cama quede boca abajo y me quede inmóvil esperando que suceda lo deseado.
Quique me separo las piernas y se ubicó sobre mi y dirigió su verga a la entrada de mi lubricado agujero, me susurro al oído que aguante un poco el dolor que sería al principio y luego cedería y para hacerme entrar mas en calor me beso el lóbulo de mis orejas, el cuello y poco a poco sentí cada vez más presión en mi orificio y un dolor agudo me indico que la cabeza de su verga había ingresado en mi.
Algunas lagrimas rodaron por mis mejillas y solloce aguantando esa introducción, Quique seguía con los besos y tratando de calmar mi molestia anal y poco a poco siguió ingresando su enorme verga en mi culo.
Al sentir el roce de su vello púbico sobre mis nalgas me di cuenta que me había penetrado totalmente y a la vez es como que mi agujero se distendió ante esa enorme pija insertada.
De forma suave pero firme Quique comenzó a mover su miembro que felizmente había conquistado mi culo y mi verga que se había bajado comenzaba a despertar nuevamente ante estos movimientos y el rozamiento con las sabanas. Ahora sentía en mi interior como se deslizaba esa estaca de carne. Quique comenzó a moverse cada vez más rápidamente y mis nalgas recibían sus duros embates. Sentí que mi cuerpo estaba entregado por completo a ese coito desenfrenado y rico.
Su respiración se hizo mas fuerte y sentí su leche descargarse en la profundidad de mi culo, el me besaba y acariciaba agradecido por lo que le había permitido desvirgarme, no voy a negarlo también me sentía muy feliz de haberme entregado a ese inmenso placer que terminaba de descubrir.
Se despego de mi y sentí ese vacio que se produjo al salir su verga de mi culo enchastrado por su eyaculación, extrajo un pañuelo y me limpio para no ensuciar la cama y me dio un cálido beso de lengua.
Ay que rica desvirgación, estoy seguro que luego de esa primera vez, tuvo que haber muchas más, seguro que le entregaste el culito todas las veces que te lo pidio.
Si esa relación duro como tres años, todo a escondidas y muchas veces lo hicimos en la terraza de casa a la noche mientras mis padres dormian.
comos igue por faovr
Hola esa relación duro tres años.