Inicios en esta vida loca, loca…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La abuela bajaba al centro del pueblo donde nací, crecí y viví hasta los seis años ya que la casa estaba como a un kilómetro de distancia y pues los víveres y comestibles se tenían que conseguir hasta allá, entonces se llevaba a mi hermana y yo quedaba a cargo de mi tío.
La primera ocasión recuerdo que fue como un juego…, mi tío Alfonso comenzó a hacerme cosquillas en la cama de petate, que es la que usa en las regiones de la costa debido al intenso calor en esta región, sus caricias eran en todo mi pequeño cuerpo, especialmente en mis nalguitas en las cuales ponía mayor atención. Sentía cosquilleos en todo mi cuerpo y dentro de la inocencia que se tiene a esa edad pues me confiaba de las promesas que me decía mi tío. Aquella primera vez no hubo penetración, solo esas caricias. Como mi abuelita bajaba dos o tres ocasiones al centro del pueblo pues mi tío tuvo mucho tiempo para irme convenciendo de cosas mas atrevidas…, como la primera vez que le hice sexo oral…, sentí arcadas pues mi pequeña boca no estaba acostumbrada a un pene como de 15 ó 16 cms., esa vez no se vino en mi boca pues pienso que todo lo había calculado para que fuera poco a poco.
La primera penetración por parte de mi tío Poncho, así se les dice a quienes se llaman Alfonso acá en México, fue cuando recién cumplí los cinco años; es decir en marzo de 1973. Entre la saliva que le puso a mi culito y el sudor por el terrible calor en ese mes en que recién había entrado la primavera había el dolor aminoró, no lloré, no grité y esa fue la señal para que él me diera una cogida de esas que aún recuerdo.
Lo malo es que en cierta ocasión uno de los primos de mi tío, llamado Modesto, de 11 años, en una de esas cogidas que me daba nos vio y ese fue motivo para chantajearlo diciéndole que diría todos lo que había visto si no compartía con él, el placer de penetrarme, no sé si mas a fuerza que por gusto pero comencé a ser el objeto de placer de ambos.
En 1975 ocurre el asesinato de mi abuelo y eso da un giro a la vida de mi hermana y la mía ya que mi papá, quien tenía cuando yo nací 18 años, nos trasladó al municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México, donde nos instalamos con la esposa de mi papá, debo decir que él nunca se casó con mi mamá, entonces la mujer de mi papá y la abuela se hicieron responsables de nuestra crianza. La vida transcurrió "normal" como la de cualquier niño que va a la Escuela, juega, etc., es en la salida de la Primaria, ya en 1980, en el mes de junio es cuando se vuelve a presentar el reencuentro con el sexo pero esta vez no consentido porque fuí abusado por un muchacho aproximadamente de 18 años. Como era fin de ciclo escolar y yo estudiaba la primaria en turno vespertino, salíamos a las 6 de la tarde y aquellos días nos pedían quedarnos un poco mas de tiempo para ensayar el Vals de despedida de la Escuela y pues la temporada de lluvias ya había comenzado. Recuerdo que eran como las 6:30 de la tarde cuando nos dijeron que nos podíamos retirar a nuestras casas, entonces no había la inseguridad que hoy, desafortunadamente, prevalece en mi país y pues las niñas y niños nos íbamos solos a nuestras casas. Me quedé unos minutos mas y cuando me dí cuenta pues comenzó a llover fuerte, para protegerme de los truenos y lluvia me metí a los sanitarios, me dio sed y abrí una de las llaves que había dentro para poder beber, en ese tiempo podíamos tomar agua directamente de la llave sin necesidad de purificarla, de pronto siento unas grandes manos que rodean mi cintura y rápidamente…, cuestión de segundos me tapa la boca y baja mi pantalón escolar, me penetra de manera despiadada pues no me puso saliva para aminorar el dolor, una verga gruesa, como de 17 cms. de largo aproximadamente, cuando pude grité pero como era fuerte el sonido de la lluvia y los truenos; mis gritos no se oían y ya todos mis compañeros se habían retirado a sus casas. Cuando volteó para tratar de verle el rostro a quien me había penetrado, me dio dos bofetadas y me amenazó con lastimarme si decía lo que me había hecho.
Me quedé llorando, esperé a que despejara un poco la lluvia, me fuí a mi casa, lavé mi ropa interior pues tenía sangre en ella, estuve con dolor por tres días…, pero a veces recordaba con excitación aquel momento y me masturbaba pensando en aquel chavo que despertó nuevamente en mí lo que hasta hoy vivo como una vida loca, loca, loca.
Hay muchas cosas por compartir, imagínense si no, nací en marzo de 1968, recién cumplí los 45. Hoy me siento satisfecho de lo que soy y de lo que viví,he vivido y espero seguir viviendo y compartiendo.
Gracias a quienes me obsequiaron unos minutos para leer este breve texto.
Espero sus comentarios.
Saludos de su amigo Somick.
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