Inmoralidad fraternal
las mejores personas para desahogarnos sin ser expuesto es con aquellos con quien convives y quien mejor que tus propios hermanos o en este caso hermanastro..
Años atrás vivía solo con mi padre ya que mis padres se habían separado apenas cuando tenía 3 años, pero a los 8 mi papá obtuvo mi custodia sin embargo yo ya estaba viviendo con él desde los 6 y no fue hasta que tenía los 13 que el empezó a salir nuevamente con alguien más llamada Carolina, una madre soltera de 30 con 2 hijos los cuales eran: Christian con 5 años y Auris la cual aún era una nena de 3 años.
Pasando el tiempo la Relación de mi padre iba viento a popa y yo me estaba llevando bien con la que sería mi madrastra y con Christian a pesar de la diferencia de edad solíamos jugar diversos juegos en la calle ya que yo era un tanto infantil para mi edad y me la pasaba correteando con los otros niños de la calle.
Luego de 2 años fue que mi papá y Carolina decidieron vivir juntos, pero el único inconveniente al inicio fue que no había suficientes camas por lo que Christian, Auris y yo dormíamos los 3 en la misma. Honestamente no era algo que me molestara, pero sí que a veces se sentía apretado por lo que algunas ocasiones Auris dormía con su mamá y mi papá sin embargo de eso no iba a salir nada bueno.
Si bien en ningún momento tuve segundas intenciones una noche en la que dormía junto a Christian, una calentura del momento me despertó y como él estaba de espalda sin mencionar que cuando abrí los ojos lo tenía abrazado por mero morbo comencé a restregar lentamente mi verga en su cola sin siquiera sacármela además que ambos estábamos en ropa interior, solo eran ligeros movimientos de cadera presionando mi bulto contra él, no obstante tras unos minutos como que lo había despertado ya que sentí cuando posó su mano en mi bulto y me susurra:
—lo tienes parado—.
—¿estabas despierto? —, mientras dirigí mi mano a su miembro y definitivamente él también tenía una carpa armada, —también la tienes parada, pero la mía es más grande—.
Y continué restregándome un momento contra él mientras le sobaba su pija parada sobre su calzón, pero ya sin aguantarme la calentura mientras me saco la verga por un lado digo prácticamente para mí mismo “me haré la paja y ya”.
Masturbarme anteriormente no era algo habitual para mí, ciertamente en varias ocasiones me la llegué a jalar, pero fueron simples juegos ociosos sin embargo todo cambio cuando una vez en medios de esos juegos ociosos sentí ciertas ganas de orinar y por el hecho de que me agradó tal sensación, me lo hacía ocasionalmente cuando me bañaba y la eyaculación era algo mínimo no obstante nunca se me había ocurrido que alguien más me lo hiciera, pero viendo como Christian observaba y repetía lo mismo que yo le comencé a masturbar su pequeña pija y el como si de alguna manera leyera mí mente también sujeta mi verga, aunque sus movimientos de manos dejaban mucho que desear aun así era bastante placentero hasta que me aburrí además que quería correrme por lo que me lo empecé a hacer yo mismo hasta que siento aquella maravillosa sensación y me limpio con la orilla de la sabana de la cama.
Aquella noche solo fue el inicio de una inmoral relación fraternal ya que a la mañana siguiente con mi carpa mañanera estaba siendo acariciada por Christian y con esa calentura matutina no pude evitar jugarme y darle unas embestidas diciéndole “te voy coger”, pero obviamente no era algo que en realidad pensara en hacer por el hecho que no estábamos solos. No obstante, a la noche a pesar de que su hermanita dormiría con nosotros no evitó que nosotros volviéramos a “jugar”, simplemente fue cosa de despertar a Christian horas más tarde, pero, en fin. La cosa fue que empezó a ser nuestra morbosa rutina de juegos nocturnos y lo malo de ello que cuando lo repites mucho llega al punto de que te aburres y quieres algo más. Y que día mejor para hacerlo cuando me encargan cuidar a mis hermanastros que si bien apenas nos dejaron solos yo ya quería hacer cochinadas sin embargo el hecho de que Auris no fuera parte de nuestros juegos me complicaba hacer ese tipo de cosas.
No quería que por mera inocencia se le escapara las cosas que podría ver, por lo que Christian y yo en un par de momentos tuvimos nuestras pajitas rápidas, pero como era algo breve yo no acababa y eso es frustrante, así que tras fastidiarme dejamos de hacerlo hasta que horas después se me ocurrió algo y mandé a Auris a bañarse para que cuando volviera su mamita la viera bañadita.
—ay… no quiero—, decía mientras hacía pucheros, por lo que le continuaba insistiendo tratando de convencerla sin embargo era en vano. Entonces se me ocurrió una inocente amenaza.
—entonces, nosotros nos bañaremos y tú serás la única cochina y tu mamá te va a pegar—.
—mi mamá no me va a pegar —. Y como vi que no podía convencerla simplemente dije:
—ah bueno, entonces no nos llames cuando te peguen —, y la dejamos sola en la habitación.
Una vez en el baño con Christian nuestros cuerpos sabían lo que se avecinaba ya que apenas nos quitamos la ropa ambos teníamos erecta la verga y en principio fue más de lo mismo, solo masturbarnos mutuamente, aunque con más arrimones acompañados con risitas, pero yo quería algo más, algo que ya estaba anhelando, mi verga lo deseaba y era entrar en su boquita por lo que tenía que aprovechar que estábamos en plena ducha así que se lo dije mientras este estaba masturbándome
—¿y si me lo mamas? —, y se me queda viendo riéndose, pero como que también quería hacerlo ya que empezó a chuparme la cabeza como un biberón. Por un momento me sentí realizado ya que el simple hecho que unas manos ajenas acariciaran tu verga era algo sensacional, el que una boca te succionara tu miembro transcendía en algo más fabuloso. Su mamada no era para nada buena en el sentido de técnica ya que solo chupaba la cabeza como si anduviera chupando dedo, aun así, se sentía grandioso, pero lamentablemente nada es perfecto sobre todo en nuestra situación sobre todo porque esa mamada no era gratis, así que una vez se cansó me toco a mí, tristemente así funcionaba nuestro acuerdo no hablado, pero al mismo tiempo que importaba nadie más sabía lo que estábamos haciendo así que le empecé a chupar su pequeña pija para enseñarle como quería que me la mamara y pues pese que en un principio no quería, si quera divertido ver sus expresiones cuando se lo hacía.
Y de ese modo nos rotamos un par de veces, lo cual con cada turno que le tocaba a Christian su manera de mamarla mejoraba exponencialmente y dicha mejora técnica llamó lo inevitable. Una explosiva y caliente leche en su boquita que al sentir lo que vaciaba dentro de ella trató de apartarse y al mismo tiempo yo le repetía rápidamente “trágatelo, trágatelo, trágatelo”. Cosa que pareció intentar al principio, pero al final lo escupió.
—me lo echaste en la boca—, decía mientras enjuagaba su boca y por mera inercia lo abracé.
—soy feliz de que seas mi hermanito—.
Tristemente en su caso aún tenía presente su erección y se le tendría que bajar sola.
Luego de eso yo estaba más que satisfecho, nadie se dio cuenta de nada yo había obtenido la confianza de alguien para desahogar mis calenturas.
De allí en adelante casi todas las noches lubricábamos nuestras varas y en las ocasiones que me pidiera algo, lo hacía que me lo pagara con una buena mamada y de ese modo llevábamos nuestra fraternal relación por varios meses y en las fechas de vacaciones escolares me tuve que despedir un tiempo de mi sacador de leche ya que se fueron a pasar sus vacaciones con sus abuelos.
Así que por unas semanas me tendría que conformar con la vieja confiable.
Excelente relato… como sigue?
Como sigue??
Uufff… Me encanta como escribes 🫦 que delicia de relato.
Como sigue?
Grandioso relato quien quiera hacer lo mismo mande mensaje soy de México mi watsap 55 66340747