Israel, 2a parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por aslex.
Aquí la primera parte: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-15759.html
Me quedé dormido. Por la mañana me levanté y en cuanto cobré sentido maldecí.
El hecho de no haber ido a la cita me causó dolor de cabeza y peor cuando, mientras desayunaba, llegó Romelia con su otra hija.
Nos abrazamos y comenzamos a platicar, pero el recuerdo de Israel llenaba mi mente y además el hecho de que con la presencia de Romelia las posibilidades de estar a sola con él disminuyeran, me causaba cierta angustia.
De todas formas me esforcé por mostrarme sumamente amable, aunque me costara que el dolor de cabeza aumentara. "Voy a instalarme bien, al rato platicamos, tenemos mucho que contarnos" me dijo ella y yo asentí simulado beneplácito y anhelo.
Cuando se fue me dirigí a una pequeña terraza que está a un costado de la edificación, es así como la parte olvidada de la casa ya que pocos van ahí porque esta algo descuidada.
Ya había techo pero no estaban las sillas playeras para recostarse, no quería estar en una silla así que le pedí a mi abuela una cobija viaja para acostarme, deseaba dormir un rato a la intemperie.
Me acosté pensando en Israel, a quien no había visto aún ese día. Cerré los ojos y los cubrí con mi brazo, luego de unos minutos comencé a caer en somnolencia. "Te quedaste dormido anoche dormilón" Por supuesto era Israel, su expresión era una mezcla de picardía y sensualidad; su rostro estaba a pocos centímetros de mi cara y mientras despertaba completamente me dio un beso fugaz en la boca "acompáñame al pueblo, mamá quiere unas cosas"
Sonreí satisfecho, me levanté de inmediato y fui por las llaves del coche. Cuando salí ya estaba Israel platicando con una prima de él, Deyanira se llama, y es una hija de otro primo mío. Pensé que me iba a echar a perder el momento, pero cuando me acerqué oí a Israel decirle: ya nos vamos, me va a llevar el tío, y ella contestar "¿no quieres que vaya?, todavía están dormidos todos y me aburro"
"Te vas a aburrir más, y tío y yo tenemos muchas cosas que contarnos" Lo que me asombró es que él le guiñó el ojo y ella me miró y me sonrió de una manera que me pareció maliciosa y cómplice a la vez "ah pues vayan" y se alejó sonriendo de la misma forma.
Israel se subió al auto en cuanto escuchó el sonido del seguro; se mostraba radiante y dichoso, aunque no dijo ni una palabra. Avanzamos un par de minutos en silencio y luego me dijo: metete por ahí. Era una brecha angosta, nos adentramos otro par de minutos mientras él miraba a todas partes "párate aquí" fue su orden. Obedecí sabiendo lo que vendría a continuación. Él se me echó encima para besarme apasionadamente. Fue la situación, hasta el momento, más erótica de mi vida ya que él gemía de placer cuando literalmente comía mi boca con sus labios. Me contagió su fogosidad de inmediato ya que de mi garganta salían ruidos de placer similares. "te amo tiito, te he amado desde el año pasado cuando nos vimos" Luego me besó otras vez pero ahora deslizando su mano a mi entrepierna. Se separo luego de unos minutos y puso cara de enfado "y tu ni te acordabas de mí" sus ojos se cerraron ligeramente, su nariz dio un respingo y su boca formó una bellísima muina, ¡dios! ¡cuánta sensualidad! y además su mano me apretó la verga, por encima del pantalón, con fuerza
He tenido problemas, me acabo de divorciar y fue bastante difícil todo, le dije obnubilado por su belleza "y además el año pasado tenía la cabeza llena de problemas."
"¿Y ahorita cómo te sientes?"
Muy feliz, le dije, "¿por qué?" preguntó de manera imperativa
Porque estoy contigo, porque también te amo
"¿Por qué me amas?"
Porque eres más hermoso que todas las personas que conozco o que he visto en mi vida. Me miró a los ojos, quizá tratando de descubrir si le mentía.
"¿me harías el amor?"
Si, le dije firmemente
Yo quiero hacerlo contigo, sería mi primera vez y quiero que sea contigo, pero aquí me da cosa, me da como miedo que alguien se aparezca de repente y nos vea y en la casa ya hay mucha gente y llegó mamá y pues peor…
Pues si quieres, hay una casa para aquel rumbo, le señalé, también es de tu abuela, bueno, pertenece a los terrenos estos. A veces algunos de los familiares se alojan ahí cuando la casa está llena, pero creo que ahora esta vacía.
"¿A poco es la casa esa que esta junto al arroyo, a poco es de mi abuela también, y tienes llave?" (Es su bisabuela, pero todos le dicen abuela)
Si, la puedo conseguir
"¡Ah!" su cara se le iluminó, "vamos" dijo con inmensa alegría
Ahorita ha de estar cerrada, la llave la tiene tu bisabuela, pero esta tarde a más tardar la consigo, le diré a la abuela que quiero estar solo un par de días.
"¡y entonces yo voy contigo!"
No creo que te puedas quedar conmigo, se me hace difícil, a lo mejor si te escapas en la noche o mañana un rato por la mañana
"Si, yo a ver cómo le hago, ¿pero vas a estar ahí, verdad?"
Si no me ves en la casa grande, es que estoy ahí, ¿ok?, asintió y pegó sus labios a los míos. Gimió y repegó su pecho con el mio pecho; estaba sentado arriba de mis piernas, las suyas abiertas de lado a lado y sus manos me acariciaban las mejillas y el pelo con cierta desesperación: "tiito, quiero que me hagas tuyo ya" me dijo gimiendo
Con todo el dolor de mi corazón, y de mi pene hinchado, tuve que decirle que era hora de irnos, y es que existía el peligro de que alguien nos viera.
se sentó de mala gana y cruzó sus brazos mostrando enojo. Pero ya en el pueblo se animó y camino de regreso me sacó el pene por la cremallera del pantalón y me lo mamó deliciosamente, incluso estuve a punto del orgasmo
Esa tarde conseguí la llave de la casa del arrollo, la abuela consintió aunque a regañadientes "hijo, aquí con la familia te sentirás mejor que estar allá solo, te vas a poner a pensar en tu esposa, en tus hijos…"
La convencí con diversos argumentos y mostrándome animado.
Más tarde me acaparó Romelia; no buscaba evadirla, sino al contrario, trataba de mostrarme muy interesado en ella "¿Y qué te parece Israel?" me preguntó dichosa, "muy crecido, muy alegre, sano y muy inteligente" le dije jovial, correspondiendo a su estado de ánimo
"Le afectó un poco mi separación" dijo, "pero cuando supo que íbamos a venir a reunirnos con la abuela, se puso frenético, incluso me preguntó si ibas a estar tu, le caes muy bien"
Si, este par de días nos hemos llevado bien
Luego me dijo que le preocupaba que no tuviera una imagen paterna, "su padre siempre fue muy desapegado, pocas veces estaba en casa, y cuando estaba se ponía hosco con todos, como que le estorbábamos"
En eso llegó Israel, se me colgó del cuello por detrás: "¡tío!, ven a jugar con nosotros ¿si?"
"deja a tu tío" dijo Romelia, "no importa" le dije, déjame los acompaño, lo que provocó que ella me regalara una sonrisa de gran afecto
Jugamos al disco, a perseguirnos, al volibol. Israel frenético y yo muy feliz de poder verlo a mis anchas sin llamar la atención. Entramos a cenar como a las 9 de la noche, Israel a mi lado. Luego de la sobremesa avisé que me iba a la casa del arroyo, "para estar a mis anchas" dije cuando alguien me preguntó, "yo voy contigo, tío, ¿si mami?"
"Estás loco, deja a tu tío en paz, mucho que lo agotaron hoy"
"Ándale mami, mi tío es muy cool y no se aburre conmigo ¿verdad tío? además dijo que me iba a contar muchos cuentos ¿verdad tío?"
Le dije: "Si, pero debes esperar a que tu mamá te de permiso" Y por dentro: "dale permiso, ¡dale permiso!"
"No se" dijo Romelia, "¿de verdad no te importa?"
"No" le dije tratando de poner tono despreocupado, "además con todo el ejercicio que hizo, se va a dormir temprano"
"No creas, este tiene batería de larga duración, bueno, pues si crees que no vas a batallar…"
"¡Siiii!" dijo triunfal Israel, "voy por ropa"
Mis manos temblaban, las escondí bajo la mesa y continué charlando, aunque me costaba mucho mostrarme neutral; pero luego de varios minutos: "Ya estoy listo tío"
Bueno, pues vámonos, dejo el auto por si se necesita, nos iremos a pie, esta la luna muy bonita.
Romelia me miró de nuevo con gran gratitud.
Durante el camino parábamos para besarnos. El me estiraba de la mano y yo ya sabía lo que quería, o yo lo tomaba del rostro y él entendía que quería saborear sus labios: "estoy muy emocionado" dijo luego que separamos nuestros labios un momento "va a ser mi primera vez" Lo miré en silencio, estaba radiante bajo la luz de la luna "eres bellísimo" le dije luego de unos momentos de observarlo. Corrió hacia la casa y lo seguí, mi corazón latía frenético y no tanto por el esfuerzo. Cuando metí la llave en la cerradura no pude evitar imaginar que pronto le metería mi verga y noté que él miraba, bajo sus propios pensamientos, la acción, lo que me hizo hacerla con cierta lentitud. Había puesto sus brazos en su espalda y se mecía suavemente y luego levantó la vista para decirme con su mirada que imaginaba los mismo. Nos miramos unos momentos y a continuación abrí la puerta.
En cuanto entramos se me echó encima, no paraba de besar mi rostro y de recorrer mi cuerpo con sus manos, era un torbellino que me quemaba hasta los huesos. Lo cargué y lo llevé a la recamara y lo posé en la cama. La luz de la luna entraba a chorros y su visión me enloqueció de pasión: Sus brazos descansaban semi doblados por sobre su cabeza; una pierna doblada y elevada; y la otra estirada y descansando sobre la cama.
Comencé a desvestirme mientras él me miraba intensamente: tío, me gustaría que me llamaras con nombre de mujer ¿quieres?
Si, ¿qué nombre te gusta?
"Dalia, ¿te gusta"
"Mucho" le dije al tiempo que me subía a la cama "tío" me detuve, "es que quiero decirte otra cosa"
"Dime"
"traje unas cosas en la mochila…"
"Qué cosas?" me sonreí intrigado "¿quieres ver?"
"Si" le dije y me senté para esperar a que trajera la mochila de la sala. Cuando regresó la traía en una mano y en la otra una falda de chica "me gustaría ponerme ropa de mujer"
"¿Y esa ropa de dónde la conseguiste?" me inquietaba que la hubiera sustraído de la que traía su hermana o de alguien que la fuera a echar en falta "me la prestó mi prima Deyanira, la que estaba conmigo en la mañana cuando fuimos al pueblo"
Otra vez Deyanira, pensé "ella sabe que tu y yo…"
"¡Si!, le cuento todo"
"¿Y es de confiar?"
"Si" se subió de nuevo a la cama, separó sus piernas para poder sentarse sobre las mías; tomó mi cabeza con sus manos y me besó un buen rato, luego me dijo: "estoy muy emocionado tiito, ¿me dejas que me cambie? quiero estar linda para ti"
Se tardó como media hora, mi pene pulsaba al imaginar su hermosísimo rostro enmarcado con prendas femeninas, ni siquiera quería tocarme para evitar ocasionarme un orgasmo, aunque también ya desesperaba porque volviera.
"¡Cierra los ojos!" los cerré y le grité que ya; luego escuché sus pasos "ya, ábrelos"
La visión de su hermosura me dejó extasiado. la falda corta dejaba ver su piernas casi adolescentes, andróginas, delgadas y lampiñas. Bajo la blusa de botones se miraba una de esa fajas tipo sostén; se había maquillado y usaba unos colgantes pequeños cuya figura no alcanzaba a distinguir "estas hermosa Dalia"
Dió un respingo de gusto, elevó los brazos y se giró para que lo viera completamente, luego se acercó, se subió a la cama y se recostó en mi pecho. Lo abracé y su rostro quedó bajo el mío.
Me quiero ir a vivir contigo. me dijo suspirando. "Si quieres, yo feliz"
"¿De veras si puedes?"
"Si, ahorita estoy solo, pero ya sabes, hay qu convencer a tu mamá" se colgó de mi cuello y volvió a besarme. Sus labios se paseaban en los míos con dulzura y los chupaba lentamente "hazme tuya" me dijo.
Me daba miedo venirme de inmediato en cuanto mi pene sintiera su culo apretado por virgen, me puse a pensar cosas desagradables mientras me acomodaba encima de él, por mi mente pasaban recuerdos de mi divorcio, las discusiones con mi mujer… Le separé las piernas y las puse en mis hombros a la altura de sus rodillas ¡Es tan elástico!
Mientras lo besaba trataba de penetrarlo aunque se interponían las bragas. No me importaba quería sentir su hendidura; él se abrazaba a mí con desesperación y de la misma forma comía mi rostro y me decía: ¡tío, tiito, ya métemela!.
Le hice a un lado como pude su slip y dirigí mi pene a su hoyito y fui empujado mientras pensaba en lo sosa de mi mujer, en su mal humor, en sus gritos de histérica. No quería venirme, estaba lleno de leche porque durante el día Israel, bueno, Dalia, me había mantenido en estado constante de excitación.
Sentí como su culo me aprisionaba poco a poco, y sus gemidos me dolían en los huevos a punto de reventar, Dalia, hermosa, le dije, Dalia, eres mi sueño hecho realidad. Y lo decía totalmente enamorado de él, es decir, completamente sincero. Nunca antes había sentido tanta pasión y deseo por alguien. "Cuando viva contigo, ¿me vas a sacar a pasear vestida de Dalia?"
"Si mi amor"
"Ay, me dijiste mi amor"
"Mi amor, mi amor, mi amor…"
"¡Me amas!"
"¡Sí!, te amo con todo mi corazón"
Me mojó el vientre, lo hizo a chorros. Tarde en comprender lo que sucedía unos momentos y cuando sucedió me vine dentro de él, le llené el culo con mi leche. Fue el orgasmo más maravilloso de mi vida
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