Jaime, el único amigo que me ponía cachondo cuando eramos adolescentes.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo en ese entonces me consideraba heterosexual, aparte de mis deslices por Jaime. Hoy en día me considero bisexual, ya que me he dado cuenta de que las tías en su mayoría me ponen bastante aunque en menor medida, los hombres también, en especial tíos específicos. Bueno, todo comenzó un día que el me llamó para invitarme a dormir a su casa, a jugar a la play. Yo en ese momento no tenía intención sexual alguna, simplemente ir a jugar a la play. Todo empezó cuando el me abrió la puerta de su casa en un pantalón corto y sin camisa. Eso me excitó tanto, que tras jugar un ratito a la playe en su cuarto, le dije de ir al baño y allí me pegué una paja rápido. Él no se percató de mi tardanza por la play. Yo salí y me senté tranquilamente, ya con la excitación fuera. Pero no tardó mucho en volver. Comimos, vimos la tv, volvimos a jugar a la play, jugamos con su hermano José de nueve o diez añitos.
Era una versión de Jaime, pero de menor edad y algo más gordito. Nunca pensé sexualmente en él, hasta que cayó la noche. Jaime compartía habitación con su hermano, en literas. Jaime sacó el colchón de su litera y lo puso en el suelo, donde durmió conmigo. Yo ya estaba como una moto otra vez, ya que sin esperarlo, se quitó su pantalón de fútbol cortito, dejándome ver sus piernas y su paquete. Ya en la cama, acostados bajo una misma sábana, comenzamos a hablar.. Mi erección no se iba así que estaba con las rodillas levantadas. Su hermano ya se había dormido hace rato.
J: ¿Qué pasa, Rodri, no tienes calor? (era verano ese entonces)
Yo: Sí, ahora que lo dices sí. (solo podía pensar en estar desnudo en su cama, aunque temía que viese mi erección, así que me quité la ropa bajo la sabana.
J: Ves, así es mejor, tío. -se acostó de lado-
Yo suspiré, y no podía parar de pensar en cosas que le haría, viéndole la espalda y parte de al raja de su redondito culo ya que se le bajó un poco la sabana al girarse. Al final me quedé dormido, pero el calor me despertó sudoroso. Jaime estaba igual, empapado en sudor, sin sábana y boca arriba, lo que me dejaba ver su pene erecto. Yo volví a excitarme, que antes de hacer alguna tontería, preferí despertarlo para reírme de él y así se diese la vuelta y no verlo más. Él no tardó en despertar y empezamos a hablar nuevamente, en voz baja, claro, para no despertar a su hermano:
J: Joder tío…-¿qué te pasa? -bostezó-
Yo: En que coño sueñas, Jaime. Mira como estas.
Jaime tardó un poco en darse cuenta de su erección, a lo que reaccionó riéndose y tapándose con la sabana.
J: Tío, no sé por que estoy así, no se que en soñaba.
Yo: En algo guarro, seguro. Seguro que alguna de nuestra clase.
J: Pues no sé, jaja. Oye, Rodri. ¿Tú eres virgen, tío?
Yo: Sí, nunca lo he hecho con una tía. (yo ya estaba más relajado, parece que hablar de tías me quitaba un poco la excitación por Jaime y me cambiaba el pensamiento)
J: Jajaja, que pringao. Aunque yo tampoco. Oye..¿y con algún tío?
Yo: ¡Ni de coña! ¡estás flipándola! ¿y tú, fumao?
J: Bueno…-hace bastante cuando me bañaba con mi hermano, llegamos a hacer algunas cosas. (En ese momento otra erección se alzó, mi polla estaba apunto de explotar, no conocía ni me esperaba nada así de él)
Yo: Venga ya, tío. ¿En serio? (En realidad solo quería que me contase los detalles)
J: Ya ves, tío. Nunca hablamos de eso, espero que no se lo cuente a nadie nunca. De todas forma ya lo hablé con él.
Yo: ¿Y qué cosas hicisteis?
J: Bueno, una vez nos estábamos duchando de venir del entrenamiento, y como el agua caliente se acababa rápido, llenamos la tina, y nos metimos los dos. Los dos estábamos empalmados, así que yo lo puse boca abajo, y le metí un poco la polla, pero no sentí nada, solo calentito por el agua. También nos la chupamos un poco. Estuvimos así unos días, baño y baño, pero decidí terminar eso, era algo raro, además me van las tías, no sé por que hice eso la verdad.
Yo: Valla, tío…-no me esperaba eso. Yo la verdad es que también tuve experiencias con mi primo de pequeños, y de pura casualidad, en el baño también, jeje. Él me enseñó a hacerme pajas, pero hicimos lo mismo que tú y tú hermano cuando nos bañábamos juntos.
J: Jajaja, los dos estamos marcados, tío. Oye, ¿y te gustó?
Yo: Pues si, tío, a veces me empalmo en clase y todo pensando en eso. ¿Y a ti?
J: Si, bueno también.
Él también estaba boca arriba, a si que no tardé en darme cuenta de su erección. Yo estaba más decidido, a sí que también decidí bajar las rodillas dejando ver mi empalme.
Yo: Mira, estamos como motos, jaja.
J: Oye, Rodri, ¿tú qué darías por repetir esas experiencias?
Yo: Si te digo la verdad…-mucho.
J: -se mantuvo en silencio, parece que estaba indeciso- Oye…-si quieres…-podemos intentarlo, no sé. Ahora que ya somos más grandes, quizás podamos disfrutarlo, como amigos y eso, solo eso.
Yo me quedé en blanco. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, y notaba como mi pene echaba ya el líquido pre-seminal. Tras mirarle un rato, ni contesté. Simplemente me acerqué de lado a él, y le besé. Él se puso de lado, por lo que nuestras cuerpos sudorosos y piernas sudorosas se tocaron. Al principió fue algo rígido el beso, pero cuando metimos lengua, la cosa cambió. Yo me fui desatando más y más. Bajé lentamente la mano hasta su bóxer, acariciando su paquete por encima de éste. Seguidamente bajé a las piernas, donde se las toque todo lo que quería. El ya me había tomado de la cintura, y metía los dedos por mi bóxer. Pasó un rato así, hasta que yo me decidí. Metí la mano en su bóxer, donde le comencé a masturbar bajo el bóxer.. Yo seguía besándome con él, pero comencé a bajar bajo la sábana, y saqué su pene de su escondite. Allí, le bajé el prepucio y lentamente (quería disfrutarlo) comencé a chuparle y lamerle la punta. Poco a poco, iba comiéndole más y más, hasta que no pude más, y la polla de Jaime causaba ruiditos en el interior de mi boca, él me agarraba algo desesperado de la cabeza, tirándome un poco del pelo de la excitación, pero evitaba hacer ruidos, solo suspiraba fuertemente.. Así estuvimos más rato, cuando terminé con un último lametazo, la metí en el bóxer otra vez.. Salí de bajo la sábana, y le dije;
Y: Te toca ya, tío.
Él sin dudarlo, se metió bajo la sábana, y bajó un poco mi bóxer. Mi pene salió como un trapolín y Jaime comenzó a chuparlo algo torpe al principio, pero cuando cogió ritmo, yo solo pensaba en disfrutar del momento, mientras le pasaba la mano por sus mulos y paquete. Después, tras un rato de mamadas entre los dos, pasamos a lo siguiente. Lo besé nuevamente, y lo puse boca abajo. Bajé su bóxer hasta por debajo del culo, y me quité la sabana de encima. Me puse sobre él y comencé a rozarle con la polla su raja, por unos minutos. Poco después y lentamente, le lamí un poco el agujerito de atrás. Me acerqué a él para que le diese una lamida a mi pene, y rápidamente, la metí en su culo. Sentía como entraba algo lento, pero para no hacerle daño, me tomé mi tiempo; lo disfrutaba. Sentir el calorcito de su ano en mi polla, su carita de excitación y forzamiento, mi cadera contra su culo, mi pecho contra su espalda. Una vez dentro, comenzó un torpe mete y saca. Para remediarlo, le susurré al oído que alzará un poco el culo. Allí comencé a coger el ritmo, oyendo como mi cadera chocaba con su culo, y mis huevos causaban más ruiditos contra su trasero también. Comencé a besarle cuello, y le soplaba en la nuca, jadeando muy suavemente. Él hacía lo mismo, y solo se limitaba a disfrutarlo. Pasó un buen rato, hasta que me dijo que quería probar el también. Yo solo me limité a ponerme en su postura, con el culo alzado y boca abajo. Él tenía el cuerpo en alto, arrodillado, y también acercó su pene a mi boca, bajó su bóxer hasta poco más abajo de donde se lo dejé antes. Se lo lamí unas cuantas veces de arriba abajo. Él se puso detrás mía, yo crucé los brazos, y me apoyé sobre ellos, ojos cerrados y esperando a sentir la polla de Jaime dentro de mi culo mientras sentía que me bajaba el bóxer también. No tardó mucho en entrar, solo podía sentirla entrar y salir, y ese gustito que me daban ganas de que ese momento jamás acabara. Se echó sobre mi, y me mordía la oreja y con los dedos de la mano, me los metía en la boca y donde podía, se le notaba muy cachondo. Yo giré la cabeza por que me dolía un poco el cuello, y me fijé en que José estaba mirándonos boca abajo en la cama. Se le notaba en su inocente carita que parecía excitado, a si que solo reaccioné como se me vino a la cabeza; le guiñé un ojo.
Momentos después, vi como delante mía como se acercaba de rodillas a mí, bajándose el slip y acercando su bastante pequeño pene a mi boca. Estaba tan cachondo, que no dudé en chupárselo como una piruleta. Parece que a Jaime no le importaba su hermano, solo follarme el culo. Ya pasaron instantes, cuando me saqué el pene de José de la boca, y quité mi culo. Jaime cayó rendido a mi espalda, y solo sentía su respiración detrás de mi. También vi como José de rodillas se ponía encima de mi cabeza y le daba su inocente piruleta a Jaime. Escuchaba el gluc gluc de la saliva de Jaime tragarse la polla de su pequeño hermano. Instantes despues, yo me dí la vuelta, y sentía los huevos de Jaime entre mis piernas. Le tomé de sus muslos, y le invité a bajar su culo y hacerlo hacia adelante. Él sabía que significaba; cabalgar sobre mí. Era la postura que siempre quise hacer con él, y aunque no me disgustaba ser follado, prefería follar. Nuevamente ese calorcito que poco a poco descendía por mi polla, hasta entrar completa. Después Jaime empezó sus movimientos de cadera, comenzando otro mete saca. Torpemente, José se sentó sobre mi cara, donde aproveche para lamerle los huevos, y un poco de su ano, ya pensaba en metérsela, aun con el culo de Jaime subiendo y bajando sobre mi polla. Mi lengua entrando lentamente por el agujerito de José, me ponía de mil, a diez mil, y más con Jaime encima mía, disfrutándolo lo suyo. Al rato, Jaime se quitó de encima mia, se puso boca abajo todo sudoroso, y con el culo bien levantado;
J: Joder…-Rodri, casi no puedo más. (yo estaba con el culo de José en mi boca, así que no le contesté)
Jorge se limitaba a estar en silencio, gozando mis lametones en su parte baja. Salí de ahí abajo y dije;
Yo: José, ponte contra la litera, y mientras yo tal, disfrutas de ésta. -le sobé la polla a Jaime, agitándola un poco-
José se limitó a abodecer, se puso con las rodillas al suelo, y con el pecho sobre la cama, con el culo bien en alto. No dudé en ponerme detrás de José, y comenzar a metersela. La sensación era algo parecida a la con Jaime, pero con un agujerito más estrecho, por lo no dudé en ir más despacio, por su edad y demás. Jaime se puso delante de él, sentado en la cama de rodillas, y abierto, dejando que su hermano le coma la polla, poniendo una cara de gozo, que jamás había puesto en todo este delicioso rato de incesto y amor adolescente. Recuerdo perfectamente como Jaime le decía que le lamiese los huevos, y levantaba el pene con las manos, Jorge como no, obedecía a su hermano. Cuando me cansé, le dije a Jaime de cambiar de posición. Él se ponía en mi lugar, y yo el de él. Pero dejé que Jorge se apoyara en mi regazo e hiciese de mi polla un calippo. Jaime puso una cara, se echo sobre su hermano, y dio a entender que se había corrido en el interior de su hermano, por su cara de plácer, y el cese de su mete saca, lento, pero cesaba, hasta que la sacó. Cuando lo noté, me levanté, y me puse tras José otra vez.. Jaime yacía aun de rodillas, intentando limpiarse los restos de su pene. Solo me agaché, y con la lengua y la boca, se los limpie toditos. Cuando terminé, aun con toda la lefa en la boca, me pegué a José y comencé a metérsela lentamente, aprovechando la lubricación que Jaime se dejó en el culo de José. Me eché sobre él, y le giré la cara.
Comencé a repartir la lefa de Jaime boca a boca con José, mientras aumentaba la intensidad de mis movimientos. Jaime yacía masturbándose rápidamente, observándonos a mi y a su hermano siendo follado. Ví como José apretaba las mantas con las manos, haciéndome saber que estaba gozando. Yo solo seguí y seguí penetrándolo a la vez de un intenso y lefoso beso, hasta que pum, unos buenos chorros dentro del culo de José me sacaron de mi fantasía. Suspiré, y tras un momento, me retiré, cayendo junto a Jaime. Jaime no tardó en coger unas toaliitas del baño, y comenzó a limpiar el trasero de su hermano, y ambos penes, el mío y el suyo. Fui tanta la excitación, que no recuerdo en que momento acabamos sin bóxeres y José sin sus slips. José volvió a su cama, y yo Jaime nos volvimos a dormir. No sin antes asegurarme que se aseguraría de mantener a su hermano callado. Yo me puse el pantalón de Jaime para disimular un poco, ya que temía que su madre o su padre sospechasen a la mañana siguiente. Al día siguiente, desayunando los tres solos, hablamos cortamente de lo pasado, y acordamos que jamás sucedía, y que solo fue experimentación. También que nunca hablaríamos de ello, y que seguiríamos tan normales. Yo estaba conforme, y a si fue, se convirtió en un tema tabú entre él y yo, y su hermano también, a pesar de que nunca hablo con él. Es curioso, fue él quien más recibió de mi parte, jeje…
Se que hay bastantes incongruencias en ésta historia y no tienen culpa de pensarlo, la verdad que esto no pasó más allá de mi imaginación, no quise decirles antes, por que quizás les cortaba la excitación XD. Ya hubiera querido yo, jeje, pero bueno. Hoy en día sigo siendo amigo de Jaime, aunque ya no lo veo mucho, y mi excitación sexual por él se fue con el tiempo. Algún día si les contaré lo de mi primo en el baño, que es lo único cierto de ésta historia, y con dos amigos, pero no pasa más de eso; simples cosas de adolescentes confusos y cachondos. Para el que quiera saberlo, siempre sospeché de Jaime y un amigo suyo, Leandro. Siempre me hicieron pensar que ellos habían hecho algo, pero jamás quise preguntárselo, y ya ni me interesa. Tampoco se la orientación sexual de Jaime, pero sea lo que sea, espero que esté feliz con su novia o novio. Respecto a su hermano…-sigue gordito, jé.
Con cariño, Rodri, que por cierto, tampoco es mi nombre verdadero. Ningún nombre lo es, solo el de Jaime. Que tengáis unas buenas pajas con mi historia.
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