Jardineros buenos

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo, por aquel entonces tenia 18 años , y todas las mañanas, me levantaba pronto para verlos trabajar.

Una mañana calurosa de verano, cuando me levante, mis padres se habian ido, y yo sali a bañarme en la piscina desnudo.

Yo tenia un buen cuerpo con unos musculos y un culo bien

desarrollados, y un pene de unos 13 centimetros cuando no estaba erecto, que se convertian en unos 23 centimetros cuando si lo estaba.

Cuando me estaba bañando, llego uno de los dos ayudantes,el era alto musculoso,rubio, y con un buen paquete que se le marcaba por el pantalon corto que llevaba puesto con una camiseta de lycra mojada que le marcaba todos sus musculos, y se quedo prendado de mi pene erecto , y me dijo derrepente que queria mi pene para el, y yo le conteste que era todo suyo, y le dije que se viniese por la tarde a mi casa , y el acepto.

Por la tarde, llego a mi casa con el otro ayudante, y me dijo que si me importaba si se quedaba, y yo le dije que no.

Ellos entraron a mi cuarto , y se desnudaron enteros dejando al aire sun enormes pollas, que por cierto eran mas o menos como la mia. El rubio me cogio de la cabeza y me puso a chuparsela mientras el moreno de piel oscura muy musculoso me la metia por el culo apretando fuerte mientraa gemia de placer.

De repente, el rubio me la saco de la boca y llamo a su jefe para que se uniera, yo le pregunte que si tambien era gay, y me dijo que si, y que era un maquina follando, Y que ll hacian muchas veces en el jardin, y que tenia la polla enorme y dura, por la que sE le marcaban las venas y parecia que le iba a reventar.

Al rato llego, y se puso a hacerlo conmigo para enseñarme como se hacia una buena mamada, sepuso a chuparmela con fuerza mietras el rubio me la metia por el culo, y el moreno se la metia al jefe.

Despues, el jefe me la metia, y luego yo a el rapidamente mienteas gemia de placer, luego me digeros que me pusiera en el suelo con la boca abierta, y se empezaron a correr en ella todos, y a darme con sus dulces pollas en

la cara mientras se pajeaban.

Esta experiencia nos gusto tanto, que la repetimos siempre que no esta mis padres.

Autor: Anonimo